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29-2. Censorino, o Catón el Censor. (Murió de muy avanzada edad, hacia el año 150 antes de Jesucristo.) Compárese Quixote, I, 20. Cejador ve en zonzorino una irónica alusión a zonzo = insulso, simple, «o zonzoriano, como dicen en Honduras». Zonzo se aplica también a las cosas materiales sosas y desabridas. (Consúltese J. Mir, ob. cit., pág. 353.) (N. del E.)
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29-6. Véase la nota 10-27 de nuestra edición de El rufián dichoso (tomo II de las Comedias). (N. del E.)
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29-14. Tela era el campo cerrado de las justas y torneos. Pero las lides a que la Repulida se refiere son aquellas cuyas heridas solían remediarse en el hospital de Antón Martín, como las de la moza que allí curó «la tela que mantuvo», y a la cual alude un romance de Quevedo (Parnaso, edición citada, núm. 465). (N. del E.)
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29-18. Foluz del árabe folús, moneda de ínfimo valor. Pedro de Alcalá indica las equivalencias: «media blanca, cornado, meaja.» (Consúltese Eguílaz, ob. cit.) (N. del E.)
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29-29. Los cuchillos llamados jiferos y vaqueros. Menciónalos asimismo Cervantes en Rinconete y Cortadillo. Fueron prohibidos por Felipe V en 1713. (Ley 11, tít. XIX, lib. XII de la Novísima Recopilación.) (N. del E.)
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30-25. Untado, por sobornado. Así dice Quevedo, hablando de cierta doncellita:
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(Edición Janer, núm. 502.) |
El vocablo se halla varias veces en Cervantes:
«Vuiera untado con ellos la pendola del escriuano.» |
(Don Quixote, I, 22, fol. 102 recto.) |
(N. del E.)
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31-1. Cervantes emplea en varias ocasiones este giro. Véase la nota 8-14 de El rufián dichoso. (N. del E.)
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31-19.
«La S y el clavo en un carrillo, el cuyo en el otro, es la divisa del esclavo.» |
(Fray Pedro de Vega, Declaración de los siete salmos penitenciales (1606), salmo V, vers. 19, disc. 2.) |
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(Tirso de Molina, Cigarrales de Toledo, cigarral IV.) |
«V. m. sabe que la S y clavo son señales de sujeción y esclavitud.» |
(I. de Luna, Diálogos familiares; Paris, 1619; diálogo 2.º) |
Véanse también: La esclava de su galán, II, 4, y Los melindres de Belisa, III, 26, de Lope; y las Curiosidades antiguas sevillanas, de José Gestoso y Pérez (II; Sevilla, 1910; págs. 83 y siguientes). (N. del E.)
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31-29.
(Hazañas y la Rúa, ob. cit., pág. 27.) |
En la comedia El rufián dichoso, escribe Cervantes:
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(N. del E.)
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32-25. Oíslo, substantivo, significa siempre en Cervantes la mujer respecto del marido. (Compárese Quixote, I, 7; II, 3 y 70.) Lo mismo en Lope de Rueda (Comedia llamada Armelina, scena 1.ª, ad finem):
«PASCUAL. ¡Suso, que es mediodía! Entrad, oíslo, a hacer levantar ese mozo, y comiencen andar esos fuelles. |
INÉS. Ya voy, marido.» |
Y en Quevedo (Entremés famoso de la endemoniada fingida):
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(Carta de las 72 necedades; apud Paz y Melia, Sales españolas, II, 74.) |
(N. del E.)