Carlos Ibáñez del Campo: (1877-1960) Fue presidente de Chile en dos oportunidades. En la primera, asumió en 1927, con el apoyo del ejército, tras el derrocamiento de Emiliano Figueroa. Aunque en los primeros años, gobernó dentro de los márgenes legales, posteriormente, ejerció una férrea dictadura con el apoyo de las fuerzas armadas. Finalmente, el descontento generalizado y la crisis económica iniciada en 1929, provocaron su caída en 1931. Años más tarde, fue elegido en forma democrática, el 3 de noviembre de 1952, cumpliendo su mandato constitucionalmente, hasta el 3 de noviembre de 1958.

Manuel Salas: (1856-1925) Estudió derecho en la Universidad de Chile y ejerció la docencia. Fue elegido diputado en dos oportunidades. Fue además Ministro de Justicia e Instrucción Pública. Miembro correspondiente de la Real Academia Española y director del periódico El Ferrocarril. Entre sus obras destacan: Compendio de Geografía descriptiva y observaciones sobre ortografía castellana, entre otras.

Rubén Darío: (1867-1916) Poeta nicaragüense, creador del modernismo literario. Su nombre era Félix Rubén García Sarmiento. En 1886, se traslada a Chile donde colabora en periódicos, y publica su obra Azul. Tuvo una activa vida diplomática. Entre sus obras cabe destacar: Prosas profanas, Cantos de vida y esperanza, Abrojos, Los raros, entre otras. Vicente Huidobro en su revista Musa Joven publica textos de Darío junto a otros de Amado Nervo, Pío Baroja y Juan Ramón Jiménez entre otros.

Ramón María del Valle Inclán: (1866-1936) Poeta, novelista y dramaturgo. Abandona la carrera de derecho que inicia en Santiago de Compostela, y, tras vivir un tiempo en Madrid, se traslada a México. Empieza a publicar en periódicos en 1902. A partir de 1912, comienza a publicar un teatro cada vez más crítico y burlón. Luego aparecen sus famosos esperpentos. Entre sus obras: La marquesa Rosalinda, La corte de los milagros, Las galas del difunto, La hija del capitán, La pipa de Kif, entre muchas otras.

Ricardo Dávila: Abogado y periodista. Escribió la mayoría de sus crónicas en el diario La Nación. En 1924 se incorporó a la Academia Chilena de la Lengua. Entre sus obras destacan: Apuntes para una biblioteca latino-clásica y Bibliografía jurídica chilena, entre otras.

Samuel Lillo: (1870-1958) Poeta. Creó el Ateneo de Santiago y mantuvo una permanente actividad cultural en torno a esta institución. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua y correspondiente de la Real Academia Española. Premio Nacional de Literatura en 1947. Entre sus obras destacan Canciones de Arauco, Bajo la cruz del sur y Primavera de antaño, entre otras.

Guillermo de Torre: (1900-1971) Crítico y cronista de los movimientos de vanguardia españoles de los años veinte. Fue uno de los más importantes integrantes del movimiento ultraísta. Entre sus obras más importantes destacan: Literaturas europeas de vanguardia, Manifiesto vertical ultraísta y El espejo y el camino, entre otras.

Valentín Saldías: (1826-1887) Médico, publicista y filántropo. Se destacó por su profundo conocimiento científico y su vasta erudición como catedrático.

Juan Esteban Montero: Abogado. Fue presidente de la República durante 1931 y 1932, año en que fue derribado por el golpe de estado presidido por Dávila y Grove, en donde Montero tuvo que ceder y abandonar La Moneda, subiendo Dávila al poder, para instaurar la llamada «República Socialista de los Cien días».

Domingo Amunátegui: Abogado. Fue secretario del Ministerio de Justicia, profesor de historia del Instituto Nacional, Director del Instituto Pedagógico, y Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Ocupó el cargo de Ministro del Interior en 1923. Entre sus obras destacan: Historia social de Chile y Don José Perfecto Salas y un proceso histórico.