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Escritos de Fray Bernal Boyl, ermitaño de Monserrate

Fidel Fita Colomé





  —267→  

ArribaAbajoSu libro en castellano aragonés

Pudo y debió tenerse, mas no se tuvo en cuenta por el abate digne para la edición del tomo LXXXVI de la Patrología griega1; donde está2 incompleta ó incorrecta la traducción latina y un fragmento griego, ú original, de aquella obra que sirvió de fundamento á la de Fray Boyl. El texto latino, que Migne sacó a luz, y Galland cuidara de enmendar3, se aquilata y depura críticamente por medio del aragonés. Citaré entre muchos un solo ejemplo.

Migne, col. 881 (Galland, cap. LII):

«Confusio mentis quæ est ex inordinatione, obtenebrationem facit in anima, et obtenebratio turbationem. Pax ex ordinatione fit, et lux ex pace nascitur in anima, et ex luce et pace. Mundus aer in mentem secundum mensuram appropinquationis cordis ad sapientiam, sic suscipit gratiam a Deo».- Sintió Galland lo flojo del sentido y lo desmañado del estilo, y propuso esta enmienda: «luce et pace. Forte, et ex luce pax».

Fray Boyl, cap. XXXIX:

«Ca, la confussión, que por el desordenamiento viene, scuridat trae en el alma; y la scuridat, turbación. La paz, de la buena ordenanza nasce; y la lumbre, de la paz en el alma sclarece. É de la lumbre y de la paz se fazo el ayre limpio en la piensa; ó según el quirate, ó medida, del allegamiento del corazón á la savienza, así recibe de Dios la gracia».



La corrección segura del texto latino no es la alteración del   —268→   vocablo «pax»; sino la colocación del punto, así: «anima. Et ex luce et pace mundus aer in mentem...».

En su Biblioteca antigua de Aragón4, número CCLXIII, con razón admitió Latassa este libro. Divídese en tres secciones.


Fol. 1r.-9v.

Prólogo


Al venerable y muy virtuoso varón mossén Pedro Çapata, Arcipreste de Daroca, el pobre de virtudes fray Bernal Boyl, indigno sacerdote hermitanyo de las montanyas de nuestra senyora de Monserrate, salut é acrescentamiento de virtudes en aquel que es verdadera salut.

No desampara dios jamás á la nuestra flaqueza, ni por nuestras grandes culpas dexa en las necessidades y peligros mayores, sin buscar ni pedirlo nosotros, [de] ofrecer y demostrarnos su ayuda. Porque quanto mayor habrá sido la su bondat y misericordia en llamar y ayudarnos, tanto entonces, quando fuéremos de nuestras negligencias y rebeldía acusados, sea la nuestra escusación menor y la culpa más grave.

Pedísteme, senyor, en los dias passados el nuestro Abbat ysach, el qual yo por su maravillosa doctrina y ensenyança, á ruego de los padres y hermanos desta nuestra montanya, en el comienço de mi conversión, de latino havía fecho Aragonés, ó si más querrés, Castellano, no daquel más apurado stilo de la corte, mas daquell llano que á la professión nuestra, según la gente y tierra donde moramos para que le entiendan, satisfaze. Y pedísteslo, según veo, para que con vuestra industria y caridat la su provechosa doctrina, que fastaquí por falta de traslados stava celada y encubierta, con el maravilloso artificio de la enprenta publicada, con muy poca costa en manos de los que dessean allegarse á dios en breve tiempo viniesse.

Alçamos las manos á dios, hoyda vuestra petición de tanta caridat; y alabamos la su bondat, que no cesa de contino proveernos de su gracia. Porque así como no era yo sufficiente á tanto   —269→   bien, así no puedo en este prohemio callar el gozo que siente mi alma por tal nueva, ni, por mengua de ingenio, como lo siente dezillo. Ca, si la sancta doctrina del glorioso padre no podía, salvo á muy pocos, por mengua de libros antes de ahora aprovechar, tanto es mayor de presente el beneficio; y el mérito por consiguiente que se gana en publicarla, quantos más serán aquellos que por la studiosa caridat vuestra serán alumbrados de esta ensenyança. Porque assí como no siendo publicada su doctrina, y por esta causa poco ó ningún fructo faziendo era como si no fuese; assí por vuestra caridat venida y sacada á luz, no entonces quando se fizo, más ahora que publicándose aprovecha, podemos dezir haver sydo fecha de nuevo. Por ende, si el galardón y paga debe de ser según la obra, y aquel entonces por su caridat componiendo este libro, ganó gran mérito ¿qué podrá esperar aquel por quien del fin, por que se fizo, ahora gozarán tantos?

Mas porque nos dexemos ya de proseguir con palabras lo que vos, según vuestra costumbre, con sperança de la ganancia mayor no menos discreta que devidamente desestimays, no se puede en breve compendio dezir cuán gloriosamente este sancto viejo ysach á nuestra necessidat con su trabajo soccorrió y con su caridat proveyó. Ca no es pequenyo el amor que en las propias afflicciones y lloros de los agenos males se duele, y entre los sus gemidos de los nuestros se acuerda, y con sus lágrimas á las nuestras consuela. Y porque aquello, que con tanta sabiduría trabajó y con tal diligencia obró, con la flaqueza de la humana condición no peligrase; con tanta fee y caridat compuso este libro, que según la honrra que aun hoy en la ciudat despoleto en Italia á sus huessos y reliquias se faze, en cuyos montes, del levante venido5, fizo su penitencia, non se devría este tractado llamar ensenyança, mas antes historia de su vida muy cierta. Ca no se cree haver tanto scrito lo que nosotros devíamos fazer, quanto recontado lo que en su vida havía fecho; porquel obrar y scrivir suyo andava tan juncto, quel libro no fué antes acabado, que diesse fin á su penitencia y á la vida.

  —270→  

É porque, como dice el agustino6, toda la vida del varón christiano, que según el evangelio vive, no es salvo cruz y martirio, quien discretamente y con diligencia liere lo que este sancto viejo obrando scrivió, muy claramente ver á que sin limpieza y puridat del coraçón, que con el fuego de la tribulación en la fragua de la penitencia se apura, no puede allegarse á dios la nuestra alma, ni por consiguiente amalle ni velle. Que como la simiente aunque muy buena, que en el campo no labrado mas yermo y lleno de espinas, se echare, se pierde y no aprovecha; assí por el contrario sin ser arrincadas del nuestro coraçón con el açada de la penitencia las rayzes de los revejidos vicios, no podrán tomar fuerças ni medrar las virtudes que allí sembrarés; sin las cuales la secreta paz del alma ni la caridat que echando fuera [e]l temor, de tota servidumbre nos libra7, alcançar se pueden. É por ende, assí como sin el rigor del contino castigo del cuerpo, que con vigilias, ayunos, abstinencias, aspreza de vestidos y disciplinas se faze, la carne no puede domarse; ni sin la pobreza despírito ó voluntat, que en menospreciar la gloria mundana, las honrras, pompas, riquezas, tierra propria y parientes consiste, el mundo por entero no se abhorrece; ni aun sin el fervor de devoción, que dell8 amor de las buenas obras y de la sperança del parayso, y del temor del infierno, y dolor de las culpas nos viene, los movimientos del spírito ni apaziguar ni subjugar podemos: assí no puede alguno drechamente presumir de subir á la cumbre de perfectión, ni á la limpieza del coraçón tan necessaria, si estas cosas baxas ignora por donde es cierta la subida. Ca ninguno podrá jamás llegar al lugar que desea, si no sabe ni cura de preguntar el camino; y aquel que sin saberlo camina, andar dessea sin llegar, y fatigarse en balde. Por ende, si á esto endreçó el viejo su fatiga y los sudores del desierto, para que este camino perdido,   —271→   esta senda angosta, de çarças y spinos cerrada nos abriesse, si en esto rasgó sus vestidos y sangró su cuerpo tan amenudo ¿qué razón ternán, en camino tan abierto y despachado, ni de cansar los peresosos ni de fallecer los cobardes, si de tal manera para seguirle nos encamina que no aconseja con palabras sin convidar con enxemplos? Ca si quisiéremos saber lo que fizo, leamos con diligencia lo que amoniesta. Porque assí como no dexó de fazer salvo aquello que fuera demasiado scrivir, assí no curó de enseñar salvo lo que qualquier pudiere seguir. Por ende, si las vidas y historias de los padres antiguos que en virtudes y maravillas por la perfección y sanctidat de la vida en sus tiempos tanto resplandecieron, que aun ahora con sus enxemplos nos alumbran y consuelan, tanto alabamos y nos plazen ¿porqué desecharemos ell arte y doctrina con la qual se ficieron dignos desta alabança? Ca mayor perfección y alabança es con el exercicio de la virtud fazer sí mismo digno de ser contado entre los pocos y alabados que por la pereza y descuydo de nuestro ánimo ser contentos, entre los muchos, de contar y alabar las maravillas y virtudes de los otros. Ábranse pues ya las archas de las riquezas de la soledad y fínchanse dellas los pobres; no sufran más la fambre denseñança las almas ayunas, que van en busca de dios por fallar sí mesmas. Deprenda ya la ira de apazigarse, la soberbia de sufrir, los ojos velando llorar, la gula ayunar, y en fin, la carne obedecer al spírito. Leamos las enseñanças deste sancto viejo, en que todo esto se muestra; y no solo leamos, mas entendamos y platiquemos. Ca esta sciencia y arte sin platicar y obrar lo que se lee no se puede saber; antes tanto en mayor deuda queda después de leyda el negligente y descurado, cuanto fue mayor el menosprecio de no querer seguir el camino de salut después de fallado; ni ha menester de buscar otro testigo del stado de su alma, salvo el aborrescer y tener en asco les manjares que le dan vida.

Queda pues satisfazer ad algunos que dirán esta doctrina y enseñança ser solamente para [a]quellos que renunciaron al siglo, y en las cuevas del desierto armados de las armas de la pobreza affligen sus cuerpos en contina penitencia; diciendo que los ayunos y otras aflictiones de la carne, que para domarla se fazen, muy poco convienen para [a]quel que con el exercicio de su   —272→   cuerpo ha de ganar la vida, y el despojamiento de los bienes y apartamiento en el yermo no se podría sufrir en el que toviere cargo destado y govierno de otros, ó el cuydado de mantener la muger, los fijos, la familia. Respondemos que si algunos falláremos de grande stado haver tomado el consejo evangélico desta perfectión y con ello haver seguido á christo, razón será de otorgar que lo que con tal auctoridat y consejo muchos fizieron y aun fazen de cada dia, no ser impertinente para nadie. Ca si la gloria es prometida para todos y el camino de los consejos es más seguro y más perfecto ¿porqué no convenía á qualquier estado lo que para todos es bueno? Ca si esto assí no fuera, no dixiera el señor de magdalena9 que havía escogido la mejor parte. Y si tú, que con esto nos arguyes, no solo los consejos de salut muestras que abhorreces, mas quizá ahun los mandamientos no sabes ¿para qué tan refezmente10 con tal ignorancia osas dar sentencia en causa donde de la gloria ó de la pena eterna se tracta? Ca puesto que el dexar el mundo á muchos no satisfaga porque no quieren, y no porque no pueden como tú piensas; cierto no podrás negar ser á todos necessario el dexarse de peccar, y repentirse, que á qualquier dentro de su casa es posible. E si el repentimiento sin dolor, ni es verdadero, ni para ganar perdones sufficiente ¿qué razón hay de desechar la doctrina que de tan provechosamente repentir nos demuestra? ¿Ó qué causa tenemos de ser crehidos que deseamos la gloria, si las artes ó caminos que para ella nos guían más seguros reprochamos? El sancto Rey Luís de francia si de semejante doctrina no fuera ensenyado ¿cómo supiera menospreciar el reyno terreno para cobrar aquel del cielo para siempre turable? Y aquella sancta helisabeth, fija del rey dungría ¿qué fué la causa que siendo donzella delicata y ricamente casada, debaxo de las sedas y brocado trahía el cilicio, y en la escura noche, durmiendo el marido, de sus brazos se descolgava para que desnuda y de rodillas en la dura tierra en oraciones passasse el tiempo quell otro despendía en suenyo? Y tanto le   —273→   supo dulce aquesta vida, que no pensó jamás ser rica, fasta que partida del marido y sus bienes despendidos en pobres, alcançó la pobreza de cristo, que aun en el hospital, que para los otros havía obrado, sí mesma fizo indigna de ser acogida. Gozávase de sufrir fambre ella sola por que á ninguno de los pobres faltasse. ¡O grande maravilla de dios! la donzella delicada, fermosa y rica se enoja del brocado y fuelga en el cilicio; no puede folgar en la real cama y braços del marido, y descansa desnuda en la dura tierra; no le saben los delicados y preciosos manjares, y gózase de roer los duros mendrugos del pan llorado á las puertas de sus vasallos; dexa los grandes palacios y corte, y toda desfigurada y flaca anda desnuda y descalça por las calles, tenida por loca sin saber donde á la noche ponga su cabeça11. Son estos troques y estos enxemplos que basten para que dexemos de contar otros infinitos que se fallan. Ó ¿podrá ya dezir alguno que no conviene á todos lo que á estos y á otros fue mejor que los que dexaron? Ó ¿parécete poco, o hombre, que aquel dexasse el reyno, y la delicada muger el strado para ponerse en el rincón entre los pobres, porque desdallá más seguros con ellos tomassen la bolada? No hay por cierto quien no lo conozca, aunque lo nieguen.

Mas detiene á muchos el dulçor daquesta vida tan amarga; y por esto, tan luengamente se dilata entre los más el repentir quanto tura en ellos la gana y dispusición para peccar. Pero tristes de nosotros, que si los momentos, horas y dias contamos en los quales sin cesar corremos para la muerte, veremos que no es mucho depreciar la vida, que quanto dexa para [a]trás tanto le falta para [a]delante. Y esso mismo, si desdel principio de nuestra vida siempre morimos, no sé cómo podemos reir, si el fin, que del mismo comienço depende, tanto más cierto á nosotros se allega quanto la quenta de los dias que no sabemos, más viniendo más se acorta. Y si el moço tiene dudosa y incierta la vida ¿de qué tiene sperança el viejo? Y si la muerte nos toma, no dexada ó perdida la gana del peccado ¿quién podrá dezir quel juyzio de dios no sea justo, que por ello no dará tan luenga y turable la   —274→   pena quanto con la gana del peccar mostramos haver desseado para siempre la vida? Por ende, si el mismo desseo de luengamente vivir faze testigo de lo mal que bevimos, no se puede drechamente dezir alguno dessear la verdadera vida, que desta tan luenga muerte en que se fuelga, primero no sa converte12. Y si quiçá el temor de aquexar la muerte llorando retrahe á algunos de fazer penitencia, no sé porqué se llame christiano quien tanto precia este vevir que ose peccar temiendo tanto la muerte y no repentirse desseando la vida; quanto más si aquel tiempo incierto, que nos queda para vevir, los pasados yerros nuestros lo ganaron para llorar. Saquemos por ende partido desta desaprovechada vida; y aquello que sin provecho perece fagamos que bien se despienda. Carguemos las culpas nuestras pasadas sobresto que fuyendo se va; que entonces el tiempo tan mal gastado con muy cierta ganancia se cobra, quando aquello, que mal viviendo fezimos, bien llorando pagamos.

Ca no sé porqué ahora nos ha de desplazer el llorar, toviendo tan poca razón de reir. ¿Quién temiendo enflaquecer el cuerpo se puede scusar de la discreta abstinencia, si con ella las dolencias que procura la gula suelen curarse? ¿Quién no deve amar la limpieza de la sancta castidat, que de los tan grandes reales de [a]quel vicio contrario nos guarda, quel cuerpo y [e]ll alma13 juntamente consume y destruye? ¿Quién podrá con razón despreciar la pobreza, tan querida, seguida y alabada de christo, que de la fambrienta avaricia y de las ponçoñosas saetas de la embidia nos faze seguros, si el rey david la pudo guardar en su stado? No desprecie por ende alguno en la ciudat la doctrina del yermo; que los antiguos prophetas en el desierto recibían lo que en el poblado fablavan. Y el nuestro redemptor y maestro, que no havía menester studio, por nuestro enxemplo la soledat y los montes visitava amenudo; y desdallá descendía á predicar en las ciudades las enseñanças de salut. Mas leamos y creamos los consejos   —275→   del sancto viejo; y conosceremos muy claro que la fambre, la set, la pobreza, el dolor y dolencias, y aun todos los casos adversos que tanto teme y procura fuir la natura mortal, ni son malos ni al verdadero siervo de dios traen spanto, ni nuezen14, porque al que [á] dios alma todos los males se le buelven en bienes15. Ca no hay dolor, salvo el que la impasciencia faze, ni cosa alguna cruel si quitamos el miedo. Esto prueva la grande constancia de los mártires que de la fee les nacía, los quales en aquellos tormentos se folgavan que los tiranos para ellos scogían por mayor pena.

Por ende concluyendo, si procurar la puridat del coraçón, en la qual la vista y conocimiento de dios se promete, á qualquier varón christiano no solamente es convenible, mas aun tan necesario que sin ello ni hay razón de dessear la vida ni causa para vevir; y si aqueste sancto varón para esto nos amonestó y á esto nos encamina ¿porqué no alabaremos á dios que, dexadas las cuevas del yermo, quiso que á lo llano descendiese para con su enxemplo mostrarnos esta arte tan provechosa, con la qual en el exercicio de las virtudes nos esforcemos de tal manera [á] obedecer y servirle que si no le pudiéremos bolver mejores almas que nos dió, á lo menos ge las bolvamos tan buenas?






Fol. 10r.- 11v.

Aquestos son los capítulos de las cosas que en [e]ste libro llamado Abbat ysach se tratan; aunque en cada uno muchas cosas se contienen y más por menudo.

Del alma que ama á dios.- I.

De la dublada honrra que dios dio á la natura humana.- II.

Del que cae en peccado.- III.

De las buenas y malas cugitationes.- IIII.

De la diversidat de las obras.- V.

De la fabla fecha por preguntas.- VI.

  —276→  

De las differencias de las lágrimas.- VII.

Del orden de la conversación en los monasterios; y de qué manera las virtudes nascen unas de otras.- VIII.

De las diversidades y modos de las peleas que mueve el demonio.- IX.

De la segunda manera de pelear.- X.

De la tercera manera de pelea.- XI.

De otra manera de pelea.- XII.

De las cosas que aprovechan al hombre para allegarse á dios en su coraçón; y qual es la causa de la ayuda que de dios se le allega; y qual es la causa que le trabe á humiladat.- XIII.

De las fablas de la sacra scritura.- XIIII.

De qual es la forma de la glorificación del monge.- XV.

De la alteración y conversación que se faze entre los que andan en el camino de la soledat. De quando los solitarios pudieren tener alguna sperança, porque sus trabajos comentaron de dalles algún fruto.- XVI.

Del orden de las cosas en que el hombre aprovecha.- XVII.

De las formas de la sperança para con dios.- XVIII.

De la renunciación del mundo y del apartarse de los hombres.- XIX.

De quan provechoso es el reposo á los solitarios.- XX.

De las cosas que fazen allegar el hombre á dios, y de las dulces obras de las vigilias de la noche.- XXI.

Del poderío de los demonios; y en quales pueden, y en quales no.- XXII.

De la guarda y contemplación mas subtil.- XXIII.

De la grande efficacia de la caridat.- XXIII.

De las maneras de las virtudes; y de aquellas cosas que, aunque lo parezcan, no son virtudes.- XXV.

Del silencio y de las causas dél.- XXVI.

De las causas de los malos movimientos.- XXVII.

De quales virtudes se siguen unas de otras.- XXVIII.

De las tentaciones de los amigos de dios que son humildes.- XXIX.

De las tentaciones daquellos que son sobervios.- XXX.

De como nasce doblado tormento de la impasciencia.- XXXI.

  —277→  

De la poquedat dell ánimo.- XXXII.

De la virtud corporal que alimpia el cuerpo.- XXXIII.

De qual es la limpieza del hombre interior y del forano.- XXXIIII.

De la fe y de los effectos della.- XXXV.

De quanta gracia se faze á la natura humana por la dádiva de la penitencia.- XXXVI.

De la sciencia, y de donde nasce, y qual es su effecto.- XXXVII.

De cómo no hay intención buena que no venga de Dios, ni se permitte allegar all alma la mala cogitatión, salvo por provación.- XXXVIII.

De como por enxemplo de los mercaderes en las cosas materiales deve aprovechar la vida del monge.- XXXIX.

De la fabla de la honestidat, y compostura de la conversación del religioso.- XL»16.






Fol. 12r.-174r.

Empieza con el título Isaac De Religione, y en letras de gran tamaño, que es lo único impreso en el folio 12. Sigue el texto de la traducción, á partir del folio siguiente. El pié de imprenta dice así: Finitus hic libellus apud sanctum Cucufatum Vallis Aretane. XXIX novembris. Anni d(omini) M.CCCCLXXXIX.

En la descripción del ejemplar, que la Biblioteca Nacional posee notó Gallardo17 que es un en 4.º de letra gótica, gruesa, sin reclamos ni foliación, y que le falta la primera hoja, porque aparece A ij al pié del recto de aquella que da comienzo al Prólogo. Conjeturo que la 12 sea la que Gallardo echa de menos; y advierto de paso que el ejemplar de la Biblioteca Nacional no solamente lleva la signatura 111-6, sino además una postilla manuscrita del   —278→   siglo pasado, que indica su procedencia18: Collegii coplut. Societatis Jesu, dono D. Ludovici carrillo19.

Sobre el lugar de la impresión ha suscitado Villanueva una dificultad, todavía pendiente. «Habló, dice20, de este libro el P. Méndez en su Tipografía española del siglo XV. Yo no puedo persuadirme que el lugar de esta edición sea el San Cucufat del Vallés; ya por no quedar en aquel monasterio memoria alguna de haber habido allí imprenta, con ser así que se conservan exactas apuntaciones de aquel tiempo, ya principalmente por no convenirle la palabra Vallis Aretanae, que cierto nunca se llamó así el Vallés en lengua alguna. ¿Y quién sabe si sería algún San Cucufat del Val de Arán?».

El tomo XVII del Viaje literario incluye21 el testamento del rey D. Jaime el Conquistador (1.º Enero, 1241), escrito en latín, donde el valle de Arán conserva este su nombre antiquísimo22 é impropio para la derivación (Aretanae), que imaginó Villanueva. La región del Vallés (Vallensis), en que está el monasterio de San Cucufate no hubo de carecer de nombre propio, que ha permanecido en el lugar limítrofe de Valdoreix (Aurentio, Auregio); cuya derivación Aurentiana (Auretana, Aretana?) persevera todavía en otro lugar del Vallés, ó en Santa Eulalia de Ronsana, como lo prueba un documento23, que dió á luz el mismo Villanueva, del año 1142. Por no tener á mano el cartulario, inédito del monasterio de San Cucufate, que se encuentra en el archivo general de la Corona de Aragón, dejo de apurar esta importante controversia geográfica. La edición, si como es de presumir se hizo no á expensas del sobredicho monasterio, sino de D. Pedro Zapata que se brindó para ello, no es maravilla que no   —279→   se apuntase en los libros de mayordomía. Cabalmente esto explica por qué le falta el nombre del impresor, que sería uno de tantos ambulantes, ó de lance que entonces corrían. Por otro lado constan las buenas relaciones de Fray Boyl con el monasterio de San Cucufate del Vallés, cuyo abad, D. Gaufredo Sort24 no se le mostró25 menos adicto que el arcipreste de Daroca.

La cláusula final de la obra impresa que examinamos, dice que el libro se acabó (finitus hic libellus) en 29 de Noviembre de 1489. Por sí sola no es suficiente á demostrar que entonces se imprimiese, porque también se puede aplicar á la redacción del manuscrito. El prólogo decide la cuestión; porque allí el autor declara que compuso el libro, al principio de su propia conversión, bien fuese al tomar el hábito, bien (á lo que entiendo) al retraerse del Monasterio para profesar en la de ermitaño vida más austera. Añade que hizo la traducción del códice latino por dos razones: movido de su maravillosa doctrina y enseñanza; á ruego de los padres (monjes sacerdotes) y hermanos (ermitaños y monjes legos) de esta nuestra montaña. Lo cual difícilmente se concilia con la toma de hábito, ó primer principio de la profesión religiosa; pero sí antecede al tiempo (15 Mayo 1482) de las patentes de poder confesar, amplísimas, que le otorgó D. Gaufredo Sort, obrando como vicario general del abad de Monserrate que á la sazón era26. Van dirigidas á Fray Bernal Boyl presbítero, ermitaño y superior de los otros doce ermitaños desparramados por aquella sagrada sierra (Fratri Bernardo Boil presbytero heremitae, superiori heremitarum Beatae Mariae Montisserrati); y expresan que su residencia habitual era la ermita de la Santísima Trinidad (in sacello Trinitatis quod incolis in montibus).

  —280→  

Dos cartas del rey D. Fernando á la comunidad del monasterio y expedidas27 respectivamente en Barcelona á 24 de Septiembre de 1481 y en Madrid á 23 de Octubre de 1482, patentizan el alto aprecio y grandísima confianza que los Padres y Hermanos de Monserrate hacían entonces de Fray Boyl.

El erudito Caresmar en sus Noticias del Venerable Padre Fray Bernardo Boil28 comienza por afirmar aunque no lo prueba:

1.º Que nació cerca de los años 1445 en Tarragona.

2.º Que siendo mozo tomó el hábito de monje y profesó la regla de San Benito en Monserrate.

3.º Que después de haberse ejercitado algunos años en la vida monástica, deseoso de mayor abstracción y retiro quiso hacer vida eremítica; lo que ejecutó con licencia y aprobación, según la antigua disciplina, de su abad, que lo era el P. Pedro Antonio Ferrer.

Sobre la validez de estas noticias dará luz el archivo de la comunidad, que actualmente se halla en vía de arreglo. Quizá «Tarragona» se halla confundido con «Taraçona». El abad Pedro Antonio Ferrer, según el catálogo de Flórez29, lo fué desde el año 1451 hasta 1470; y según esta cuenta y la de Caresmar, muy joven sería Fray Boyl cuando puso mano á traducir en aragonés el texto latino del abad Isaac. Mas desde luego cumple asegurar que tenía hecha la traducción antes del año 1483; y de consiguiente la fecha (29 Noviembre 1489), que da fin al impreso se refiere á la edición que tuvo lugar en San Cucufate del Vallés.

Esta edición ¿fué la primera que el libro tuvo? Otra anterior no se conoce; mas de ahí no se sigue que no haya existido. Lo cierto es que D. Pedro Zapata pasó desde Córdoba á Barcelona en 147830 y que pudo serle ocasión esta de entablar relaciones   —281→   amistosas con el venerable ermitaño. En prueba de ello séame lícito producir dos cartas inéditas, que atesora el códice Cc 77 de la Biblioteca Nacional31 intitulado Borrador de la biblioteca de los Escritores del Reyno de Aragón, que escribía el D.r Juan Francisco Andrés, Chronista del mismo Reyno.

Córdoba, 10 Noviembre 1478. Carta del rey D. Fernando sobre las paces ajustadas con el de Francia en 18 de Octubre por sus embajadores el arcediano de Almazán y D. Juan de Gamboa.- Biblioteca Nacional, códice Cc 77, fol. 475r.

Señor muy excelente.

Después que con Mossén Pedro Çapata Arcipreste de Daroca embié á decir á V. Alteza la nueba de las pazes y alianças assentadas por los Embaxadores mios y de la Sereníssima Reyna, mi muy cara é muy amada muger, con los Embaxadores del christianíssimo Rey de Francia y de algunas cosas que sobre aquellas me ocorrían, deliberé embiar á V. A. al noble don Gómez Suarez de Figueroa del mi Consejo principalmente sobre los negocios de Francia, y por algunas otras cosas cumplideras al estado y servicio de aquella y mío. Por ende humilmente la suplico en todo lo que de mi parte dirá y explicará32 quiera dar tanta fe como á mi propria persona y aquello ponga por obra segun de V. A. espero; en lo qual recebiré merced señalada de aquella, cuya vida y Real estado nuestro S.or acreciente por luengos días.

De córdoba á X de Noviembre del año Mil CCCCLXXVIII.

De V. S.ria humil obediente fijo que las Reales manos de aquella beso.- Yo el Rey.- Arinyo Secretarius.



La carta credencial que se llevó desde Córdoba D. Gómez Suarez de Figueroa, estuvo fechada dos días después, ó en 12 Noviembre. Habiendo salido dé Sevilla los reyes D. Fernando y doña Isabel á principios de Octubre, estuvieron el día 5 en Carmona, el 15 en Écija y el 24 en Córdoba. Desde esta ciudad debió partir   —282→   comisionado D. Pedro Zapata, supuesto que debía decir en Barcelona al rey de Aragón la nueva de las paces, ajustadas el día 18 en la frontera francesa entre Fuenterrabía y Bayona. Llevaba además, según se ve por la carta siguiente otra comisión de mayor confianza que se desprendía de la primera, conviene á saber, la de preparar el terreno para las entrevistas de los reyes, padre é hijo, en Daroca, que frustró la inesperada muerte (19 Enero 1479) del anciano monarca.

Trujillo, 4 Diciembre 1478. Carta en respuesta á otras del mes anterior sobre las entrevistas de ambos reyes y los pretendientes á la mitra vacante de Tarazona.- Fol. 475v.-476r.

S.or muy ex[ce]lente.

Con el presente correu33 recebí algunas cartas de V. A. todas fechas en el mes passado; á las quales respondiendo quanto á lo de las vistas de vuestra señoría y mía, porque con el Arcipreste Mossén Pedro Çapata le embié carta dello decir mi parecer, y de presente sobre ello é otras cosas he embiado á V. A. á mi criado Guillén Sánchez, por el qual muy particularmente le será referida y dicha mi voluntad, non lo curo repetir en la presente, sino referirme á lo que el dicho Mossén Çapata levó y la presente [que] leva el dicho Guillén Sánchez.

Don Gómez Suarez, al qual V. A. me escrivía diesse licencia para se ir para V. A., ya de Córdova se partió para aquella con algunas cosas de mucha importancia.

Quanto al obispado de Taraçona, del que V. A. me escribe sea contento lo aya Don Juan de Aragón y Navarra, su nieto y mi sobrino, y que escriba en Corte de Roma en favor suyo, fuera dello muy contento, porque cierto non menos deseo el acrescentamiento suyo que V. A.; empero luego que se supo la vacación del dicho obispado34, el R.mo Cardenal de España mi primo35 me lo pidió; al qual seyéndole en tanto cargo yo ó la sereníssima Reyna, mi muy cara ó muy amada muger, por los grandes é muy   —283→   senyalados servicios que de aquel hemos recibido, non fué posible de gelo negar, é le prometí de lo procurar, como V. A. havrá sabido. Con el dicho don Gómez embié á suplicar aquella fuese contenta el dicho R.mo Cardenal oviesse el dicho obispado. É porque el cumplir con aquel satisfaze á mi honra é cumple á mi estado é servicio, suplico á V. A. humilmente sea contenta el dicho obispado haya el dicho R.mo cardenal de España, é lo escriba assi en Corte de Roma; ca el dicho Don Juan, plaziendo á nuestro Señor, non le fallecerán otras cosas de que recibirá mayor honra ó utilidat que de aqueste obispado36. En lo qual yo recibiré merced senyalada de V. A., cuya vida y estado nuestro Señor por luengos tiempos acresciente.

De Truxillo 4 de Deciembre 1478.

De V. R. M.at humil ó obediente fijo que sus Reales manos beso.- El Rey. -Arinyo Secretarius.



El arciprestazco de Daroca era dignidad de la catedral de Zaragoza. Obtúvola hasta el año 1496 D. Pedro Zapata, cuya munificencia amistosa para la impresión del libro de Fray Boyl se ilustra con otro dato, porque á sus expensas hizo labrar el muy suntuoso y bello sepulcro de alabastro, que en el altar mayor de la catedral cobija los restos mortales del arzobispo D. Juan de Aragón († 1475). De 1496 á 1505 fué prior del cabildo de Zaragoza. Atendida su edad y su dignidad, no cumple identificarlo con otro Pedro Zapata, prior del Santo Sepulcro de Calatayud en 1514, que murió en 153137.

Cuando se toman á bulto los nombres de las personas ilustres hay peligro de incurrir en lamentables extravíos históricos; y la crítica lejos de adelantar retrocede. Conviene, si ha de juzgarse   —284→   con acierto la memoria de un escritor, examinar sus escritos. Así una carta del cardenal D. Rodrigo de Borja, que transcribió Villanueva38, trazada en dialecto valenciano39 y dirigida desde Segovia (2 Febrero, 1473) al rey D. Juan II de Aragón, testifica la nacionalidad, ó patria, del autor; y de paso desvanece la equivocación de quienes creyeron que el papa Alejandro VI había sido obispo de Barcelona. Lo había sido (1473-1478) su primo hermano, llamado como él Rodrigo de Borja.

El venerable ermitaño de Monserrate, al dedicar su libro á D. Pedro Zapata, se nombra á sí mismo Bernal Boyl, y este es el nombre con que debe conocerle la Historia, que coincide harto á las claras con el del religioso también ermitaño y presbítero de la orden de San Francisco de Paula, á quien los Reyes Católicos y el papa Alejandro VI en 1493 enviaron por compañero de viaje de Cristóbal Colón, y superior en lo espiritual de tan santa empresa, como lo era la introducción y estabilidad de la Iglesia cristiana en América. Los Reyes en los documentos castellanos llaman al religioso, por ellos así enviado, Frey (á veces Fray) Bernal Buyl (á veces Boyl) y viceversa en los catalanes Boyl (y también Buyl). Derivado este noble apellido del latín bovillo (bueyecillo) debía pronunciarse Boíl. No se opone la diversidad fonética del nombre á la identidad del personaje; como ni esta siempre resulta de la de aquel. Hay que acudir á otras fuentes, y no creer de ligero que una razón vale por muchas.






ArribaCorrespondencia latina con D. Arnaldo Descós

En 1789 publicó D. Antonio Pascual, abad del monasterio cisterciense de La Real en Palma de Mallorca, su libro titulado Descubrimiento de la aguja náutica, de la situación de la América,   —285→   del arte de navegar, y de un nuevo método para el adelantamiento de las artes y ciencias; y en este libro (pág. 288) se expresa así:

«Habrá más de veinte años que por mi curiosidad en ver libros antiguos, con la debida licencia entré en la Biblioteca del Cabildo de nuestra Catedral de Mallorca, y encontré un manuscrito en folio de algún volumen; y viendo que eran cartas y escritos de tiempo antiguo, con el correspondiente permiso me lo llevé; y hallé que era un conjunto de algunas cartas familiares de Don Arnaldo Dezcós y de sus correspondientes, con algunos escritos del mismo Dezcós que no conocía, y solo por aquella lectura supe quien era: y por mi mano saqué copia de varias cartas y algunos escritos solo por curiosidad, y sin pensar que por algún tiempo me hubiese de servir de ello. Sentí que no estuviesen todas sus cartas y de sus amigos, ni todos sus escritos que allí se indican. Parece que solo eran copias sueltas de algunas, que le sirvieron como de original, pues en algunas partes hay sus añadiduras al margen ó entre líneas. Estas, al parecer, después de su muerte, aunque sin orden, se juntaron en un volumen, el que acaso por un hermano suyo, beneficiado de la Catedral, paró en la Biblioteca de su Cabildo. Me acuerdo que hay una carta á Luís Santángel, secretario de los Reyes Católicos, de quien había sido condiscípulo en Nápoles».

Esta noticia y los comentarios, de que la esmaltó su autor, no sin sacar á luz algún extracto de la correspondencia, llamaron justamente la atención del académico de número D. Juan Bautista Muñoz, á cuya solicitud fueron debidas nuevas explicaciones del P. Pascual y la copia de todo el texto. El sabio cisterciense, fijándose en consideraciones muy atendibles40, opinó que la   —286→   correspondencia del noble caballero Dezcós con Fray Boyl no comenzó antes del año 1485.

El texto vino á Madrid con esta inscripción: Epistolæ Arnaldi Cossii et Bernardi Boilli, ex codice manu exarato, qui adserratur in bibliotheca ecclesiæ cathedralis Majoricensis, exscriptæ cura et studio Josephi Albertii, Quaesitoris Fidei apud insulas Baleares, rogatu Joannis Baptistæ Munnozii, Hispaniarum Regis Cosmographi.

Son 30 cartas. Sobre ellas emitió D. José Albert el siguiente informe (Colección Muñoz, tomo VI, fol. 31-34):

«Estas cartas se han copiado de un libro manuscrito, encuadernado en un pergamino muy viejo y roto, custodiado en la Biblioteca de la Iglesia Catedral de Mallorca. En este volumen, al principio, hay varias cartas familiares de D. Arnaldo Cos (quien en el latín explica su apellido por esta palabra Cossus) á varias personas distinguidas; y van copiadas algunas respuestas de aquellas á las suyas. En todas estas cartas la letra es del siglo XV, si bien algunas ya se rozan con el siglo XVI.

En el mismo volumen, después de las cartas, hay otra mitad de él, que son sermones de Cuaresma y algunos Santos, los más predicados en la Catedral, todos en latín, á excepción de alguna aunque rara palabra mallorquina; y la nota del tiempo en que se dijeron es desde el año 1532, y hay uno Pro S. Petro, predicado en la Catedral año 1553. Toda esta letra es del siglo XVI. En uno de los sermones dice el autor que estuvo en Alcalá y vió aquella librería en que había muchos libros no solo latinos sino también en griego y árabe.

Antes que los sermones hay una peroración en que saluda así á los asistentes: Reverendissimi Patres, praestantissimi Doctores caeterique viri ornatissimi. Dice que era costumbre que el que   —287→   se exponía á la enseñanza pública daba antes prueba de su pericia; y como á él se le había impuesto la carga de público Maestro de la Sagrada Doctrina, hace de ella una laudatoria; y parece que se exponía á un examen público. En todos estos sermones la letra es del siglo XVI, mala de leer y con muchas abreviaturas.

En la última página de este volumen, además de algunas pocas notas de cosas domésticas, hay de letra, que parece del todo del siglo XV, esta nota: "Así aparen los libres, que Yo Michel Cos tenc al present, in jure canonico l'any 1510. Primo: Uns decretals de forma de ful doblegat de Basilea41; 2.º Sexti et Clementinæ; 3.º Septem, volumina Abb.; Item, vocabularium utriusque juris; Item Fabula Decreti de pœnitentia.= In jure civili. Instituta de torsis. Codex de torsis. Angelus, Ars super Instit.; H. vetus de torsis; H. novum de torsis". Al lado derecho, donde solo se puede leer Theologia, parece que dice: sent. Magis.42 y después en columna:

  • "S. Thomæ, super 1.º sen(tentiarum)... pars;
  • S. Thomæ, Quodlibeta;
  • S. Thomæ, Catena aurea;
  • Opuscula S. Augustini;
  • Agustinus de Trinitate;
  • In eadem, Hilarius de Trinitate;
  • ... parve(?) Augustini;
  • S.. Anselmi opuscula;
  • Opuscula Beati Bernardi;
  • Breviloquium Theologicæ Sancti Bonaventuræ..."

En los sermones hay algunas citas del Derecho canónico y otras del civil. Así se puede pensar que el autor de los sermones era Miguel Cos.

En el archivo de la catedral se halla notado que á 10 de Febrero de 1554, se dió posesión de un beneficio, nuevamente fundado,   —288→   al Reverendo Maestro Miguel Cos, presbítero teólogo; y después va notado, que á 10 de Abril de 1570, se dió sepultura al Reverendo Miguel Cos, presbítero teólogo.

De esto se conoce que el volumen de cartas y sermones era de la casa de Cos; que el mismo Miguel Cos (que notó, como va referido arriba, los libros de Teología y Derecho), hizo formar el volumen; y que como beneficiado en la catedral, y al parecer, el predicador de oficio lo dió ó hizo de 61 legado á la catedral. Y bien puede ser el mismo que el año 1510, notó sus libros y fué sepultado el año 1570; y si no fué el mismo, era á lo menos de la misma casa de Cos y sobrino de D. Arnaldo Cos, á quien se le murieron sus hijos; pero tenía un hermano, Bernardo Cos, muy hábil en la literatura latina y griega, como lo dice43 en una de sus cartas; era44 casado y tenía hijos, y para uno de ellos45 hay una ó dos cartas entre las de D. Arnaldo.

Cuanto á la época de las cartas, se puede asegurar que la primera fué escrita desde últimos del año 1485, ó dentro del 86, porque el Dr. Pedro Daguí, de quien se trata, vuelto ya de Roma, estaba en Mallorca el año 1485; pues entonces acabó aquí su libro de Metafísica á 20 de Setiembre, y en el fin hace memoria de persecutionibus aliquorum proborum hominum bono animo motorum; en cuyo tiempo, las horas que podía, estaba escribiendo este libro que entonces concluyó en el monte de Randa46.

Todas las otras entre Cos y Boyl, que suponen que el Maestro Daguí está en Roma, ó ausente de Mallorca, son escritas á últimos y después del año 1487; pues en una Junta general del Reino de Mallorca, de 11 de Setiembre que yo he visto, por lo que se trata, se supone que el Maestro Daguí se hallaba entonces en Mallorca. De aquí se conoce que faltan muchas intermedias de la referida correspondencia, pues en la segunda que aquí va escrita, dice Cos á Boyl de Daguí: "Hac prima futura aestate, negotio ad votum completo, huc veniet". Esta vuelta de Daguí á Roma, fué   —289→   por puntos concernientes á la Inmaculada Concepción; sobre lo que aquí hubo fuertes debates entre los Lulistas y los públicos contrarios del Misterio; y por eso Cos en la epístola 6.ª dice de Daguí: "Cujus (Beatæ Virginis) honore tantos ipse patitur labores".

La séptima ha de decir: "ex Tirasona. XII Maji" del año 1488; porque, según Garibay y Zurita, el rey D. Fernando desde el año 1484 no estuvo en Aragón hasta cerca del fin del año 1487 y mitad del año 1488; y así esta carta, que supone estar el rey en Aragón, fué escrita después de las Pascuas del año 1488.

Sigue á este tiempo las otras; y en particular la 13, en que se supone Cos que Boil había estado en Francia, lo que corresponde al tiempo posterior, en que Su Majestad había estado en Aragón y Boil había tratado con Su Majestad.

Las 14 y siguientes ya pertenecen á los 89 y 90.

En la 16 dice47 que había estado con el Rey y con el Maestro Daguí en Zaragoza; y como Zurita (in Annal. lib. 7, cap. 10) dice que el Rey D. Fernando entró en Zaragoza á 18 de Agosto del año 1492, será preciso decir que anteceden á estas las 25 y conexas 26, 27 y 28, porque al médico Nicolás Clerga, recomendado por Boil, en 10 de Noviembre de 1490 se le concedió por la ciudad48 la misma exención de derechos que á los clérigos, como yo lo leí en el Libro original».



La reducción cronológica de las cartas, que hizo el Sr. Albert, no es del todo exacta; ni hay necesidad de la dislocación que supone. Por lo tocante á la fidelidad de la transcripción del texto, bueno será notar lo que expone en su carta del 3 de Agosto de 1790: «No había (yo) podido hallar el original de la Cathedral, donde hoi dia no se halla la Bibliotheca citada por el M(aestro) Pasqual, sino un montón de libros echados en el suelo, uno encima de otro; i no colocados en pieza cómoda, para librería, sitio en un quarto que se forma en lo interior ó vacío de la torre de las campanas de dicha Iglesia. Es verdad que el dicho quarto se halla inmediato á la Aula capitular, de donde con poca razón i   —290→   peor modo fueron echados los pocos libros que hoi existen. Por mí mismo, quise que pasasen por mi mano, hasta dar con el exemplar, el que conseguí por medio de esta diligencia».

Villanueva no estaba en estos antecedentes, cuando visitó la catedral de Mallorca. «En el rebusco de papeles, dice49, he topado con la copia que hice desde un principio50 de la correspondencia latina literaria que tuvieron á fines del siglo XV un mallorquín llamado Arnaldo Descós y Fr. Bernardo Boil ermitaño de Monserrate. De este célebre anacoreta, conocido por sus obras, por el aprecio que de él hicieron los Reyes Católicos y por la figura que hizo en varios negocios políticos de su tiempo, se ignoran todavía muchas cosas, que acaso se ilustran con esta correspondencia; la cual existe en un códice, donde con otras muchas cosas la copió el citado Arnaldo y que se guarda en el archivo de esta catedral. De todo ello es la copia adjunta51. Pero advierto que del dueño del libro van copiadas pocas cartas, porque sobre ser su lenguaje poco culto y muy afectado, no contiene cosa alguna que sirva á la historia pública52. Y así he formado de ellas un extracto, que pueda servir de pie á las contestaciones de Boil; las cuales, si en todo no son ciceronianas, á lo menos tienen bastante gusto y agudeza de sentencias, y una fluidez no muy común en aquellos tiempos. Además son las que descubren algunas noticias de su vida y ocupaciones, singularmente de su viaje á las Indias Occidentales, recién descubiertas, á quienes se dice que fue enviado como primer Vicario apostólico53. También consta por estos documentos que tuvo un sobrino   —291→   que se hizo monje; y yo creo que este es el Guillermo Boil, Obispo de Gerona desde 1512. Otras curiosidades resultan de ellas, de que yo me he aprovechado54, y se aprovecharán los que las lean con alguna manía histórica. Lo sensible es que no tienen fechas de años, y así no sabemos á cual de ellos pertenecen. Mas hablándose de los descubrimientos de América como de cosa muy reciente, precisamente deben suponerse escritas antes de 1500».

El códice original no parece. En balde lo busqué con todo ahinco cuando visité hace largos años el archivo de la catedral de Mallorca; é infructuosas han sido desde entonces las pesquisas de nuestro infatigable compañero D. Francisco de Paula Quadrado y otros eruditos mallorquines. Réstanos, en el tomo VI de la colección Muñoz de nuestra Biblioteca, la copia Albertina, que afortunadamente reune todas las condiciones de auténtica.


1.

Palma de Mallorca (Enero?) 1484.- Descós á Boyl. Una carta, que éste había escrito al Maestro Pedro Daguí y otra de Daguí á Descós dieron ocasión á la correspondencia presente. Descós, después de ponderar las ventajas de la doctrina Luliana ofrece hospedaje á Fray Boyl, que había mostrado deseo de aprenderla; y encarece el método, empleado para enseñarla por el M. Daguí. Publicaron esta carta Pascual (Noticias, páginas 174-176) y Villanueva (Viaje, XXII, 335, 336)


Arnaldus Cossus Fratri Bernardo Boillo anachoritae S. P. D.55.

Quamquam nulla amicitia hucusque inter nos fuerit, vir optime, verumtamen amor ipse, quem semper erga viros litteratos et virtute praestantes habui, me cogit ut tuae Reverendae Paternitati scribam. Din multumque peroptavi cum dissertissimis ac suavissimis hominibus aliquam habere familiaritatem, ut semper aliquid doctrinae et virtutis possim consequi. Nam nemo umquam ad doctissimos accedit quin doctior abeat. Quamobrem,   —292→   carissime Pater, non fuit mihi consilium praeterire illum magnum amorem, quo te prosequor; et quamvis caream fructu jucundissimae confabulationis praesentis, spero tamen te pro tua humanitate in scribendo crebro quam liberalem fore, quo magnam me consequi utilitatem existimo. Scio enim, ut mihi retulit Magister Petrus Daguinus praeceptor meus, te ad se scripsisse quasdam litteras; quibus, prae nimia sublimitate sententiarum et po litorum verborum nitore, tanto affectus est gaudio et laetitia, ut illum tibi amicissimum reddidisti; quum praesertim eum certiorem fecisti de tua ipsa voluntate erga doctrinam nostri Divi Raimundi, cui libenter, ut ais, operam dedisses, si opportuni tatem praeceptoris habuisses. Quas ob res, valde timui ut praedictus Deguinus56, gerens tibi morem, nobis Balearibus et aliis compluribus advenis57 magnum deserendo detrimentum afferret; tametsi ego, praecognita utilitate dictae Artis decreveram ipsum, quocumque ivisset, sequi magno cum studio et observantia.

Nam, ut alia magna et egregia sua omittam, tantam a Deo consequutus est gratiam, ut qui Artem Divi Raimundi addiscere volunt, si eum eligunt in praeceptorem, brevi quam doctissimi evadunt. Est enim prudens et non ignarus docendi; sed, ut Quintilianus vult, submittit se ad mensuram discentis, relictis habenis pompae. Nunc dat manum, nunc gradum suum minuit, no praecedat ultra quam comes possit. Praeterea, quod plerumque accidit, faciliora sunt ad intelligendum et lucidiora multo quae a doctissimo quoque dicuntur. Caeterum de hac ipsa Divi Raimundi doctrina non audeo aliquid dicere; licet enim a plerisque laudetur, illa tamen laus non congruit tanto viro. Non enim si ipsi praestarent Tulliana facundia, Liviana copia, Sallustiana eloquentia, tanta de ipso excellenti doctore dixissent quin majora dicendo superessent. Quamobrem silentio praeteribo ea quae non possum verbis consequi.

  —293→  

Nunc itaque, dumtaxat te moneo atque cohortor ut hanc Artem addiscas; quae non solum cognitionem tantarum rerum importat, verum etiam prae se fert nescio quam religionis morumque integritatem. Haec est, haec, inquam, est, quae omnes ejus sequaces, ut compertum habeo, a cunctis detrahit vitiis; et Deo conjunctissime adhaerendo, divitias honores et reliquas hujus saeculi laethiferas delectationes constanti animo contemnunt; et ad contemplationem Creatoris et omnium suorum operum, obliti rerum fragilium, ducuntur. Quid igitur dulcius quam Deum intelligere? Quid jucundius quam res altas contemplari? Quid denique salutarius, quam cognoscendo dignitates Dei adsidua cogitatione, eas mente ac totis viribus complecti? Ipsum igitur sequamur Raimundum; quo duce, eo altitudinis doctrinae, Deo favente, evademus, ut in posteris non parvam memoriam relinquamus. Idcirco, si flagranti animo vis incumbere Raimundo, veni ad nos; el offero tibi meam domunculam ad nutum tibi paratam; in qua, licet paupercula, nihil tamen tibi deerit. Vale.






2.

Palma (Enero?) 1484.- Descós á Boyl.- Éste había contestado á la precedente diciendo que ciertos negocios le impedían aceptar la invitación de Descós. El cual recibió la carta de Boyl poco antes de escribir la presente. Deplora los abortos de su mujer, que con el último, acaecido cuando le llegó la respuesta de Boyl, habían llegado á diez. Los abortados habían muerto desgraciadamente; pero se consuela, resignándose en la Providencia divina. No admite las excusas de Boyl; y le insta á que, pospuesto todo negocio verifique el propósito de pasar á Mallorca y entregarse al estudio de la doctrina Luliana. Le renueva sus ofrecimientos de hospedaje y asistencia, y le significa que el Maestro Daguí era esperado en Palma para el fin de la próxima primavera. Sacó á luz esta carta el P. Pascual


Arnaldus Cossus suo Fratri Bernardo Boillo anachoritae S. P. D. Gratae mihi fuerunt tuae litterae, quas nuper a te accepi; quae quam gratissimae fuissent, si tanto non essem affectus dolore ob meorum liberorum obitum, quos his diebus amisi, sive praemisi; et quod majori me afficit tormento, meam scilicet uxorem decies   —294→   fecisse abortum58. Sed hoc tanto malo afflictum, atque in hujuscemodi calamitate labefactatum me consolatur divina clementia, quae meos ipsos liberos, mea carissima viscera, in suos adoptavit filios, constituens eos haeredes regni coelorum, quod paraverat illis. Consolatur etiam me ipsa divina justitia, quae tam dulcissime mea nefanda59 punit peccata. His enim tormentis, tamquam praeconibus, evocat nos clementissimus Deus, ut ad gregem suum, a quo ut ovis perdita et vagans discessi, revertar. Non enim me latet, quos Deus amat, eos ipsos adsiduis verberibus castigare. Quamobrem, illud Psalmistae semper in meo volitabit ore: Virga tua custodivit spiritum meum60.

Caeterum quum dicis «te flagranti animo peroptare artem divi Raimundi, ob quam addiscendam ad nos commigrare volebas, nisi quaedam negotia essent tibi impedimento», respondeo quod nullum negotium potest te adeo impedire quin vehemens amor illud irrumpens effugiat, et otium satis abunde inveniat. Perge igitur constanti animo in tuo ipso proposito; et ut rem tibi paucis exponam polliceor me tibi numquam defuturum. De Magistro Daguino certiorem te facio hac prima futura aestate, negotio ad votum completo, ut veniet61. Vale.






3.

Ermita de la Santísima Trinidad en Monserrate, Febrero 1484.- Boyl á Descós. Le dice lo que piensa sobre la venida del Maestro Daguí desde Roma. Añade que no ha podido trasladarse á Mallorca por razón de un mandato del Rey. Publicaron esta carta el P. Pascual y el P. Villanueva (pág. 336-338)


Frater Bernardus Boillus anachorita Arnaldo Cosso S. P. D. Praestantissime vir, mihi plurimum observande. Reddidit mihi tuas litteras, qui has ad te perlaturus est; quas legi atque   —295→   perlegi quam libentissime; addidit his quaedam tuo nomine quae el demandaveras mihi referenda. Grata mihi admodum fuere quae scripsisti omnia, gratioraque multum accessissent, si his dolor orbitatis luctusque filiorum deesset, ac insuper praegnantis uxoris ejusdemque male habentis sollicitudo. Quae omnia tamen, eo minus moleste mihi ferenda putavi, quo, ut tuteipse, cui acerbiora esse debent, ais aequiore animo toleranda esse, dum quae in Deum admisisti scelera mente volutas. In quo quidem potiora sapientissimo cuique consolationis argumenta e manibus eripuisti. Quid namque tam christiano viro dignum, quam quaecumque accidunt incommoda, vel in poenam propriis culpis deputare, vel ne de collatis bonis nimium superbiret propriae adscribere utilitati! Alterum enim nobis ad diluenda piandaque facinora, auimaeque morbos curandos a sapientissimo Medico propinatur; alterum vero ne forte per incuriam aegrotemus providet. Illa igitur quae nobis interjecta dulcibus amara primis adspectibus visa sunt, si aequo animo considerentur justissimisque oculis conspiciantur, omnibus illis quae prospera ducimus profecto anteponenda esse judicabimus; neque id solum, sed etiam, si recto sapimus, prae caeteris omnibus optanda, quum non sint [quando]cumque contingunt [nisi] laeta fronte gratoque animo amplectenda. Quod quum te jam paene alterum horum assequutum videam, tibi vehementer gratulor, mihique gaudeo, utrumque te propediem assequuturum sperans.

De his hactenus. Ad caetera quae scribis jam dirigendus est calamus.

Grata certe mihi fuerunt promissa tua; sed gratior multo animus tuus unde illa proficiscuntur; gratissimaque mihi fuissent, si quo pacto his uti possem. Sed, proh dolor! adempta est nobis spes in praesentia ad vos tranfretandi ut nuper statueram. Serenissimus Rex voluit me huc redice62. Quid multa? parendum est regiae jussioni, praesertim quae ex optimo mitissimoque animo procedit. Quod igitur de adventu nostro scribam nihil in   —296→   praesentiarum certi habeo; postea videbimus. Siquidem non ille calor periit, aut sitis hujus63 doctrinae addiscendae in nobis exstincta est; sed latet intrinsecus quousque fons appareat quo reficiatur.

De rebus reverendi Magistri multa scripturus eram, si longioris horae tempus datum fuisset. Credidi huic64 quaedam meo nomine referenda. Si veniet65, pacatis in Urbe rebus66, facile omnia venena quae per Hispaniam disseminata sunt suffocabuntur, ejus viri doctrinae flumine arida prata atque horrida inundante. Caetera ex hujus verbis intelliges uberius. Dabis interea veniam, quoniam cogor semper67 ad te, virum in primis eruditum, utroque gladio utentem, nudus omnique doctrina vacuus horridis incultis atque impolitis litteris scribere. Sed quid a tam horridis saxis aut lene aut blande68 posse tibi afferri credas? Accipe potius placido vultu, alioquin respuenda, nisi his aliquando carere mavis. Vale.

Ex tuguriolo nostro apud sacellum Divae Trinitatis.

Idem tuus pauper anachorita indignusque sacerdos. Frater Boillus.






4.

Inédita. Palma, Febrero, 1484.- Descós á Boyl. Acusa recibo de la precedente. Dice que, puesto que Boyl por mandato del Rey no puede ir á Mallorca, tendrá con Juan Francés, llevador de la presente, quien le instruya en el Arte de Raimundo Lull


Arnaldus Cossus Fratri Bernardo Boillo anachoritae S. P. D.

Consolationen non parvam ex tuis accepi litteris; quibus perlectis,   —297→   cogitare coepi quid si in meo gravissimo casu adfuisses, quum his tuis solis litteris adeo acquievi. Tantum enim acrimoniae69 ac consolationis tuae ipsae prae se ferunt epistolae ut moerorem levare mitius consolando nullae aliae mihi possent. Nam plerique in hoc genere consolationis sic scribunt ut dolorem, quem longinquitas temporis penitus leniret, augeant potius quam minuant ac molliant; ita quod vulnera, quae consenuisse videbantur, recrudescant. Tu vero nescio qua gravitate sententiarum ac sublimitate orationis me admodum delectas.

Caeterum, quum me certiorem facis te plurimas ob causas ac propter regias jussiones non posse ad praesens ad nos venire; eapropter mittimus ad te Joannem Gallum, condiscipulum nostrum, praestantem doctrina Raymundi virum, qui te edocere ipsam Artem Raymundi poterit. Tu igitur cura ut in hac ipsa, quam flagranti animo quotidianis litteris efflagitasti, quam doctissimus evadas. Vale.






5.

Barcelona, 23 Febrero 1484.- Boyl á Descós. Recibida la carta anterior, que le entregó Juan Francés, Boyl promete escribir más largo en otra ocasión, porque ahora va de camino á Tarazona para conferenciar con el Rey, cuyas cartas de recomendación cuidará de obtener en favor del Maestro Daguí cerca del Papa y de los Cardenales. Publicaron esta carta el P. Pascual y el P. Villanueva (pág. 338)


Arnaldo Cosso civi Majoricarum Bernardus Boillus anachorita S. D.

Redditae sunt mihi litterae tuae, plenae quidem officii et humanitatis; at eo tempore, in quo nihil difficilius fuit quam tanto viro tantaque virtute et doctrina praedito, ac denique de me tam bene merito satisfacere, non modo rebus, sed ne verbis quidem. Quare, dum me accingo itineri, vix horae unius spatium nactus ad te scribendi, et propterea statueram in aliud tempus remittere; sed ut id ipsum te non lateret, tandem decrevi has ad te perbreves,   —298→   quae arrha boni tibi esse possunt, scribere; malens exiguas sterilesque tibi videri quam nullas. Itaque, et litteras a me uberiores et officia, quae tibi debentur, exspecta. Caetera ex domino Joanne amico nostro intelliges; qui, propter nostrum insperatum discessum, onus ad te scribendi recepit. Vale; et me tuis felicissimis condiscipulis commendatum facito. Ego enim pulcherrima initia communis Praeceptoris nostri, regiis litteris ad summum Pontificem et ad reverendos Cardinales, quoad potero illustrare conabor. Vale iterum.

Ex Barchinona, VII kalendas Martias.






6.

Inédita. Palma (Abril?) 1484.- Descós á Boyl. Se lamenta de la tardanza que han tenido en llegarle las cartas de Boyl (23 Febrero) y de Juan Francés. Da gracias á Boyl por el empeño puesto en favor del Maestro Daguí


Arnaldus Cossus Fratri Bernardo Boillo anachoritae S. P. D.

Non opinanti mihi tuae quaedam litterae his proximis diebus delatae sunt. Existimabam equidem, et merito, te jam oblivioni me tradidisse; nam per tam longum intervallum mihi scribis ut sane verear oblivione amicitiae nostrae et intermissione consuetudinis potius quam negotiis familiaribus impedito hoc tibi evenire; cum praesertim non solum a te sed etiam a Joanne amito nostro nullas hucusque habuissem litteras. Dicis te meas accepisse litteras, plenas ofiicii et humanitatis, quibus tum a virtute tum a doctrina me nimia extollis laude; quam si admitto videor arrogans, si autem denego culpabo te vitio adulationis, quo nihil turpius inter amicos, et ideo quo me vertam nescio. Praeterea reddis me certiorem te totis conari viribus ut regiis litteris ad summum Pontificem reverendo Magistro nostro Daguino subvenias. Quamobrem ago tibi ingentes atque immortales gracias; tales enim litterae gratia et authoritate70 plurimum valent apud   —299→   Sanctitatem Domini nostri. Has ob res spero, Deo favente et Beatissima Virgine, cujus honore tantos ipse patitur labores, illas suae prodesse expeditioni admodum.

Caeterum, quum dicis tempus tibi defuisse, el perbrevem ad me scripsisti epistolam: ego eadem causa coactus quam brevissimam tibi mitto. Tam profecto paucillum temporis mihi superest, ut vix sum apud me, nedum apad amicos; et idcirco, si dignitati tuae Ciceronianae epistolae satisfacere non potui, paree, pretor. Vale.






7.

Tarazona, 20 Abril 1484.- Boyl á Descós. Le da noticias de su vida pasada en el monasterio y en la vida eremítica de Monserrate. Hostigado en el monasterio por atenciones y empeños de amigos y parientes, y honrosos encargos de magnates y reyes, se había evadido de ellos acogiéndose á la soledad de lo más fragoso de la montaña; pero ahora una carta del Rey le mandó venir á Tarazona para meterle en alta mar de los negocios de Estado. El Príncipe, á quien era forzoso obedecer, no ha desestimado por entero su reclamación. Prefiere entregarse á la contemplación de la Eterna Luz, en alas de la doctrina Luliana; pero teme ser gravoso á Descós, máxime estando como está achacoso y doliente. Las cartas de recomendación en favor del Maestro Daguí se habrían despachado ya por el Rey, á no haber intervenido las vacaciones de Semana Santa. Esta carta, notabilísima, fué publicada por el P. Pascual y por el P. Villanueva (338-340). De su tenor infiero que Fray Boyl la escribió cuando estaba en Tarazona el Rey celebrando Cortes generales de los tres reinos de Aragón, Valencia y Mallorca y del Principado de Cataluña


Frater Bernardus Boil presbiter anachorita indignus Arnaldo Cosso civi Baleari eruditissimo S. P. D.

Dedi ad te ex Barchinona proximis diebus71 litteras; et cum illic peregrinus essem, quoniam accersitus huc72 ad Regem me conferebam; paucis tamen, tuis quas ille bonus vir Gallus mihi reddidit satisfeci, hac spe ut hinc te possem facile de omnibus   —300→   facere certiorem. At non potuimus adhuc quidquam de rebus nostris statuere; pendent enim non tam ex nostro quam alieno arbitrio. Verum exspectamus propediem fore ut ad te mittere possimus de omni vira nostra magis explicatam rationem.

Siquidem quocumque aufugimus, nos saecularia negotia importunaeque curae et sollicitudines, nunc amicorum et necessariorum, nunc dominorum, persequuntur. Nam, quum ex rupibus Divae Mariae Montisserrati ad deserta magis remotioraque loca propterea commigraremus, jamque illic optatae quietis degustare fructum inciperemus; illilnc73 nos ad se Regia celsitudo venire coëgit74. Paruimus litteris paruissemusque votis ac jussionibus tanti Principis, si nostris non tam essent votis atque institutis contraria. Itaque coram75 rei difficultatem ostendimus, institutique nostri rationem omnem aperuimus. Annuere jam nobis, justa deprecantibus, Regia sublimitas coepit; et, nî fallimur, liberi discedemus.

Quare, saepe promissa tua mente volutavimus; non tam ut haec facilius vitare possimus, quam ut te caeterosque istius sanctissimae doctrinae professores aliquando viseremus, degustaturi aliquid istius suavissimae Artis, quae aegrotantis ingenii hebetudinem sanat, perpetuamque ad intuendam Divini Luminis claritatem inducit valetudinem. Sed quum mente et corpore aegrotemus, dubitamus multumque veremur ne forte molestus sit adventus noster. Sumus etenim mente et corpore pascendi, quum paene par sit in nobis in utraque re paupertas, et quum noudum assuetam tot annis in saeculo superbiam76 exuerimus, vix nos   —301→   ad hoc humilitatis mala consuetudo descendere sinit ut facili patiamur cuipiam prius oneri esse quam usui. Verum, quoniam non satis nobis exploratum sit quid in re dubia sit potius eligendum, non possumus ut institueramus ad te in praesentia quidquam de nobis certo scribere; sed fiet tum quum primum facultas dabitur certiora ad te scribendi. Interea vero malui quoque te ex nostra incertitudine pendere, quam suspicari nos aut oblitos tuae humanitatis aut ingratos; praesertim tam opportuni nuntii nactus facultate, qui non modo has fide ad te perferret77, verum etiam ad omnia quaecumque percontari volueris responderet. Itaque dabis veniam si tibi hactenus nulla in re satisfecimus; qui licet omnino optemus, non tamen ita possumus ut cuper e te tuis litteris deprehendimus78.

Quod autem ad communem Praeceptorem attinet, litteras in ejus commendationem expediemus; jamque expeditae faissent ac missae, nisi nos Majoris Hebdomadae vacationes79 impedissent. Gaudeo tamen parum aut nihil opus el esse hujuscemodi commendationem80, quae tantum sontibus est procuranda, non autem viris illustribus: quippe qui incorruptibilem sectantes gloriam non humanis indigent laudibus; quae plerumque facilius ad perniciosissimi cujusque tutelam hac tempestate impetrantur quam ad cujuspiam studiosi virtutem detegendam atque ornandam. Quare, omnino litterae expedientur et mittentur per primum tabellarium; quamquam arbitror, negotio jam ad votum expedito81, commendatio illi veniet. Quod quidem totum ei ad gloriara cedet, quum nullis favoribus, sed sola veritate causam   —302→   tutatus fuerit; et tameu post victoriam cognoscetur non indiguisse nec caruisse favoribus si eos in causae suae patrocinium advocare voluisset. Conaborque simul eum ad nos litteris regiis revocare, ut si forte quispiam illic remorari illum velit, ipse litterarum ipsarum praesidio se illinc explicet evellatque.

Caetera ex Aegidio, amico nostro, qui has ad te perlaturus est, intelliges. Vale; et nos simul omnibus amicis condiscipulisque tuis commendatum facito. Dabis veniam, quoniam propter hujus insperatum discessum82 cogor ad te miaus accurate impolitis litteris scribere.

Ex Tirasona, XII [k(alendas)] Maji83.






8.

Inédita. Palma de Mallorca, Mayo de 1484.- Descós á Boyl. Reflexiones sobre la del 20 de Abril. Describe el estado aflictivo de la ciudad de Palma y cómo se teme una sublevación del pueblo por razón de la carestía de víveres. Recrudecimiento de la animosidad con que persiguen al Maestro Daguí sus émulos


Arnaldus Cossus suo devotissimo in Christo, Fratri Bernardo Boillo anachoritae S. P. D.

Tuas nuper accepi litteras, quibus quanta affectus sim laetitia non possum verbis consequi. Confirmasti enim me in mea opinione felices esse qui te praesentes viva audiunt vote. Nam sic mihi absenti tuae litterae adeo profuerunt ut omnis corporis langor et animi perturbatio, perlectis tuis epistolis, statim a me evas[er]it, etsi non penitus prae nimia sua mole, saltem ex majori   —303→   parte. Si regiae jussiones, ut ais, et amicorum et necessariorum sollicitudines te distrahunt atque perturbant, qui sequens consilium Christi lethiferas hujus mundi perturbationes effugisti, constanti animo permanens in tuo proposito, adhuc, ut inquit Quintilianus, invenit te Fortuna latentem; quanto magis haec cadem nos a Deo separant, qui in pelago tan procellosi tanque perturbati saeculi fluctuamus ut modo huc, modo illuc, sine lege civili ac navali, temone jamdin perdito, una cum magistro navis impellimur atque inter Scyllam et Charibdim trahimur?

Multa profecto et longe majora quam tua genera perturbationis nos hic patimur. Hinc plebs ipsa nostra et vulgus invehitur ob vectigalia84 in nobilitatem immortali studio ut per fas et nefas ad paupertatem et ruinam ipsam adducant. Eo in tanto discrimine et periculo salus hujus nostri Regni posita est, ut si Deus nobis divinitus non subvenerit vereor equidem ne status hujus nostrae civitatis brevi ad inauditam deveniet stragem. Hinc etiam persequutio bonorum virorum et studium destruendi Artem nostri Divi Raymundi in dies crescit; insistunt enim nunc majori conatu85 contra praedictum Raymundum ut a memoria hominum eum radicitus evellant. His profecto atque majoribus afficior molestiis. Nam, ut caetera omittam, uxor semper in firma et obitus omnium liberorum me adeo laeduut et tanto vulnerant dolore ut hebetem, attonitum atque insanum redduut86. Peroptabam equidem quam vehementissime aliquem habere filium, qui curam rei familiaris et domesticae susciperet, et jugum hujus tam laboriosi saeculi subiret, ut ego liberius ad Deum direxi preces. Qui, ut clementissimus, audivit, dedit, abstulit. Laudetur itaque sua divina justitia, quae hujuscemodi flagellis mea nefanda corrigit   —304→   peccata. Multa alia, quae absconsa in meo habeo animo, tibi detegerem si daretur facultas et notas audire et reddere voces ad invicem.

Caeterum, quum in tua epistola demonstras tuum magnum desiderium videndi nos et addiscendi Artem Divi Raymundi, quapropter ad te misimus Joannem Gallum ac praestantem doctrina; sed si tantus amor est tibi et tanto flagras desiderio, ut ais, ad Artem Divi Raymundi adipiscendam, veniat ad nostram Balearem tua reverenda mihique colenda Paternitas. Et ne dubites, obsecro, tuum adventum mihi fore molestum; imo adeo jucundissimus adeoque gratissimus erit ut nihil dulcius, nihil amabilius mihi evenire possit.

De adventu nostri Praeceptoris: quamprimum expeditus ab Urbe veniet. Vale.





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