Abandono
1. No se pueden referir con más propiedad los daños que causan al reino el gran número de abandonados generalmente que hay en él, que con lo que está dicho en la primera parte de esta obra hablando de este mismo argumento y correspondiente a la letra A. en lo que hay de más, allí están notados con vigor, y a su consecuencia se da remedio el más eficaz para que se extinga enteramente este formidable cuerpo que tanto arruina al Estado, abrazando los puntos 1º, 2.º, 3.º, 4.º y 5.º distinguidos desde el número 13 hasta el 22 inclusive, y se debe creer que puesta en práctica la Pragmática que refieren con inviolable observancia, se lograría el total exterminio de los abandonados generalmente.
2. Por lo que respecta a los ministros que ejerciten los voluntarios descuidos, que es una parte monstruosa de abandono y que da fomento para que se experimenten notorias injusticias, el único remedio para que no las cometan es, o ejemplizar a todos con el castigo como se dice en dicha primera parte y argumento, o hacer la elección de ellos en los que concurran circunstancias que se refieren en los números 23 hasta el 25 inclusive, en el tratado de los documentos, para que acierte el monarca a elegirlos.
3. En las prevenciones que se les hace desde el número 39 hasta el 44 inclusive, se advierte el modo en que se deben reglar sus operaciones para hacerse recomendables, dar reputación a la patria, ingresos al Real Erario y al vasallo beneficio, y aún en los números 9 y 10 del Exordio se presentan lo que originan los malos para que todos abominen de imitarlos.