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1

Págs. VI-VII: Buenos Aires, 1912.



 

2

Muy raras excepciones de personas no radicadas, que se notarán en el curso de la lectura, no comprometen esta fórmula general del libro.



 

3

Los jóvenes de la década se educan en el eclecticismo de Amadeo Jacques, llegado a América -a Montevideo- exactamente en 1852 por causa de la restauración bonapartista, a la Argentina poco después y al Rectorado del Colegio Nacional el 18 de marzo de 1863. Esta generación -hecha en las ideas de Guizot, Thiers, Quinet, Bain y los sabios de la primera hornada «experimental»- fue luego, en la universitaria presidencia de Avellaneda, la dirigente con el nombre histórico de «generación del 80».



 

4

Palabras puestas en boca de Vieytes en la Tercera Parte de la «crónica dramática»: La Revolución de Mayo. (Edic. del Inst. de Liter. Argent. de la Facultad de Filosofía y Letras. Secc. Doc. Fasc. 2.º T: III: pág.: 121).



 

5

Ver Arengas de Bartolomé Mitre. Tomo II. Especialmente pág. 113. (Biblioteca de «La Nación». Volumen 22. Buenos Aires, 1902.)



 

6

Introducción escrita para la nueva edición de Cartas de un Porteño de Juan María Gutiérrez (Ed. Americana, Buenos Aires, junio de 1942. Págs. XVII y XVIII).



 

7

En Comunidad de la lengua hispánica. (Edic. Serie Española de Validación Argentina, Institución Cultural Española, Buenos Aires, 1943; en el Tomo: Temas Argentinos de Miguel de Unamuno).



 

8

Este último, ilustre médico catalán, fue uno de los primeros profesores de química de nuestras Facultades de Medicina e Ingeniería. Es fácil ver cómo los sucesos de la colectividad van siguiendo el ritmo de los acontecimientos nacionales: la Sala se disuelve en 1857 cuando la tirantez entre Buenos Aires y la Confederación, a raíz de la elección de Alsina, hizo revivir la lucha fratricida, e inoperante cualquier actividad cultural; se convierte, pues, casi en un rincón de conversaciones -mentidero a la española- para tomar un decidido rumbo social y mundano cuando, después de Curupaytí, la sociedad porteña y, en realidad, la argentina sintieron la angustia del dolor solidario. Rehabilitada la paz bajo la presidencia de Sarmiento la entidad continúa su marcha ascendente sin dificultades.



 

9

Reseña histórica del Club Español, 1852-1912. (Edic. cit., pág. 3). (Ver nuestro Capítulo VI).



 
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