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120.       Este texto de Conde fija con toda certeza los lugares montuosos, próximos a la Aquitania en los cuales, según las crónicas francas, ya vimos que Bahlul imperaba. Además el reyno de Aquitania a la sazón encerraba la Septimania, y Cataluña era considerada como raya de aquella, tanto que el historiador de Ludovico Pío comprende en la frontera de Aquitania a Ausona, Cardona y Caserres. Luego veremos que con estos mismos montañeses catalanes, Bahlul siguió guerreando intrépidamente en Cataluña. Véase la nota 110.

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121.       ANÓNIMO ASTRÓNOMO, Vita et actus Ludovici Pii. Imp. Véase el Apéndice número 9, letra B.

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122.       Ídem; véase el Apéndice.

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123.       Marca y Flórez dan esta prisión del walí por acaecida antes en Narbona, adonde algunos le habían aconsejado que acudiese a implorar la gracia de Ludovico. La única fuente de esta relación es la Vida de Ludovico por el Astrónomo; mas existiendo otras tres contemporáneas que la contradicen y se confirman mutuamente, cuales son los Annales de Moisac, los del secretario Equishard y la Crónica-poema de Ermoldo Nigelo, creemos que lo dicho en el texto es la verdad; cuanto más habiendo los mismos historiadores del Langüedoc rectificado por igual razón lo que a la par de Marca habían dicho antes.

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124.       Dura en Barcelona una tradicióna que tal vez se refiera a esta parte de su historia. La calle llamada del Regomir tenía este nombre ya en el siglo XI, y sin duda también antes. Es fama inmemorial que se apellida así de la etimología Rey Gamir; y aun se señala como parte de la habitación del Régulo aquella casa de la plazuela que se forma junto a la bajada de los Leones, con un alto torreón cuadrado por frontis y en él algún ajimez ya gótico, con vistas al Regomir y un bello patio del 1500 en su centro. En los tiempos de la reconquista esa parte de Barcelona no distaba mucho del mar, como que en el siglo XI se fabricaban allí las embarcaciones; además, es probable que aquel torreón cuadrado pertenecía a un gran cuerpo de edificio en que también entraba el Palau y que tal vez sería el Alcázar o la alcazaba de los sarracenos, fuerte más que el resto de la circunvalación y dominando sobre la playa en posición ligeramente escarpada. La corrupción del nombre Hamur en Gamur y luego en Gamir por efecto de la h aspirada con fuerza, es sobrado fácil para que se oponga a la tradición. Pero no nos parece deba atenderse igualmente a aquella testa de piedra que se veía en una esquina de la plaza del Correo al extremo del Regomir y que el vulgo decía representar al rey moro que entregó la plaza; pues el trabajo no es muy antiguo y en Barcelona no fue esta la única testa que se colgó de una esquina, lo cual puede revelar o una costumbre o un hecho particular del barrio acaecido en los mejores tiempos de Barcelona, a saber en los siglos XIII, XIV y XV.



a     Al ocuparse Marca de semejante tradición, manifiesta que no procede admitir la derivación del nombre de la calle del Regomir, del régulo árabe de que se trata; pues, aunque en una escritura de la Iglesia de Barcelona del año XXVIII del reinado de Roberto, se menciona el palacio del rey Gamir, junto a los muros, que podría estar situado probablemente en la actual plazuela de este nombre; puede, con mayor fundamento, derivar del nombre de un duque o gobernador de la provincia tarraconense, que floreció en tiempo de Wamba; ya que, de otra parte, los jefes árabes no acostumbraban darse el nombre de reyes.

     Por lo demás, nada se opone a la conjetura de que en aquel punto existiese el palacio-castillo de los gobernadores godos, convertido, más tarde, en alcazaba por los árabes.

     Hoy ni la casa que se menciona en la nota existe, ni el Palau ostenta ya levantados sus venerables muros.

     Cuando el derribo, en 1862, de los dos viejísimos torreones que había junto al arco de S. Cristóbal, en la entrada de dicha calle del Regomir, se descubrió, empotrada en los gruesos sillares de la derecha, un trozo de fachada, al parecer romana, compuesta de dos arcos o aberturas redondas, mediadas de una pilastra estriada con tosco capitel corintio; y una ancha cornisa, en cuyo borde superior, y verticalmente sobre la pilastra, asomaba una cabecita de adorno como de león o de hombre bastante grosera. Por cima de la cornisa, alzábanse unos dos metros de pared hecha de pequeños sillares ajustados con mucha regularidad. Este hallazgo vino a comprobar la conjetura de que hemos hablado, respecto a la existencia en aquel sitio, desde remotos tiempos, de un edificio importante.

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125.       ANÓNIMO ASTRÓNOMO vita et actus Ludvici Pii, Imp.; -ERMOLDO NIGELO Carmen Rer. ges. Lud.; -EQUIHARDO Annales Car. Mag. -Chronicon Vetus Moisiacense; -y además se confirma en los annales Francorum cunctiores; -Annales rerum francicarum quae a Pipino et Carolo magno gectoe sunt; -Caroli Magni Regis Francorum et Imperatoris vita ab incerto sucritore sed coaetaneo; -Annales Francorum Fuldences.

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126.       Se ha discutido la interpretación de los textos del poema que hacen referencia a este pasaje, entre Marca, Pagi, Flórez y modernamente Bofarull (Antonio) quien observa, acertadamente, que en los versos de Nigelo no se habla de un lugar, sino en general de lugares (loca) profanados, y sin decir si la Catedral de Santa Cruz va comprendida en ellos; por lo que no puede afirmarse si había quedado convertida en mezquita o se conservaba abierta al culto católico. Semejantes dudas se ofrecen respecto a los Sacerdotibus et Clero, que se leen en el ASTRÓNOMO, y que se dice entraron con la comitiva real; no pudiéndose afirmar si habían salido de la ciudad cuando la rendición, o llegaron con el ejército; aunque Bofarull se inclina a lo primero.

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127.       Puestos en la alternativa de tratar incompletamente este punto capital de la historia catalana o de omitirle, ya que ahora nos es imposible explanarlo de la manera debida, creemos que bastan estas indicaciones para guiar al lector en tan dudosos acontecimientos y que las siguientes podrán enterarle de cómo continuó el condado y vino a incorporarse a la corona de Aragón.

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128.       La cronología de los condes de Barcelona, gobernadores o marqueses de la Marca, desde la toma de esta ciudad por Ludovico Pío hasta Wifredo I, conde independiente o hereditario, son:

     Bera, de 801 a 820. -Bernardo I, de 820 a 832. -Berenguer, de 832 a 834. -Bernardo l (por segunda vez) de 834 a 844. -Suniefredo, de 844 a 846. -Aledrán, de 846 a 852. -Hudalrico, por el de 856. -Hunfrido, por los de 858 a 863. -Bernardo II, de 864 a 865. -Rodberto y Hernardo III, de 865 a 866, y Bernardo III de 866 a 878.

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129.       Cuenta la tradición que una hija del Conde, atormentada del demonio, fue llevada a la montaña de Monserrate para que el ermitaño Juan Garín echase de su cuerpo el maligno espíritu. Aprovechando Satanás la coyuntura de quedarse Garín a solas con la doncella, y apareciéndosele en figura de otro ermitaño, indújole a violarla y a matarla después para ocultar su delito. Pero Garín se arrepintió de su pecado: fue a Roma, y confesándolo, obtuvo remisión con la áspera penitencia de vivir como bestia, pues como bestia había delinquido. Siete años anduvo por la misma montaña a gatas y comiendo yerba; y cubriéndosele con la desnudez todo el cuerpo de mucho vello, quedó con más apariencia de fiera que de hombre. Avino pues que el Conde (de quien la tradición no dice qué diligencias practicó por la desaparición de su hija) fue a cazar al Montserrat, y como sus monteros topasen con el nuevo monstruo, pasmados de su figura y de su mansedumbre, se lo presentaron y él lo llevó a su palacio de Barcelona. Era llegado el término de su penitencia. Un día, traída la supuesta fiera a que la viesen las gentes que el conde había convidado a comer en su casa extramuros llamada de Valldaura, un hijo suyo que aún estaba en brazos del ama, de repente habló y dijo: Levántate, Juan Garín, que Dios ya te ha Perdonado. Hízolo el penitente; reiteró con muchas lágrimas la confesión de sus culpas, admiraron todos el prodigio, y siguiéndole a Montserrat, desenterraron la asesinada doncella, a quien encontraron viva por la intercesión de Nuestra Señora. Tal cual es, esta poética historia conserva recuerdos locales: el antiguo palacio de Valldaura es aquella casa con torreóna y con una ventana árabe pura, que ya describimos y está en el extremo de la calle Riera de San Juan; -hace algunos años que dos toscas imágenes representaban en el patio de esa casa al velludo penitente arrodillado y al ama con el niño; y hoy se conservan en el Museo de la Academia de Buenas Letras establecido en el monasterio de San Juanb. La casa condal de Valldaura pasó por donación al monasterio de Santas Creus: ¿será respetado este poético recuerdo, o vendrá en poder de un comprador que lo derribe?



a     Véanse las notas 61 y 62.



b     Hoy en Santa Águeda.

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