130. La importancia de Wifredo, en la historia de Cataluña, es tal, y son, al mismo tiempo, tan escasos los datos ciertos que de él nos quedan, que todos los autores se han afanado en investigar respecto del mismo, y en depurar las circunstancias de su vida. Según tal estudio, nada puede afirmarse de las poéticas tradiciones que rodean a aquella interesante figura de nuestros anales, debiendo considerarse enteramente falsa la relativa al escudo de las barras.
Su aparición cierta en la historia sólo debe referirse a las fechas citadas en el texto, si bien la de la muerte, D. Antonio de Bofarull la fija en el año 902, en el mismo día 11 de agosto, apoyándola en documentos.
El apelativo de Velloso ha sido también objeto de aclaraciones por parte del citado autor, quien recuerda que tal adjetivo responde a Hirsutus o Piloslis, nombre que, según Ducange, se atribuía a los condes encargados de un gran distrito yermo, silvestre o agreste, y se daba precisamente al conde de Flandes bajo cuyo cuidado se supone que estuvo en su niñez nuestro Wifredo.
Tal conjetura la enlaza otro escritor, que se ha ocupado especialmente de este personaje (D. J. Narciso Roca -Wifred lo Pilós -Renaixensa -Años 1876 a 79), con la de haber regido este conde, antes del condado de Barcelona, el de Ausona; aplicándole aquel apelativo aludiendo al estado de yermo, en que se encontraba, en aquel tiempo, el territorio de este último.
131. En los documentos que cita Bofarull, Condes Vindicados, se encuentra Wifredo II con el sobrenombre de Borrell a manera de apodo, con estas palabras Wifredi quem vocaverunt Borello, -qui vocabulum fuit Borrello.
132. Era hijo de Seniofredo, que a su vez lo fue de Wifredo el velloso y puede decirse que es el primer conde de Urgel que consta con certeza.
133. Al-mansur el invencible.
134. Cerca de Caldas de Mombuy.
135. Basetja equivale a la voz catalana moderna ballestaa.
a También equivale, más propiamente, bassetja, aún usada en algunas comarcas de Cataluña, a la fona (catalán), u honda del castellano. Recuérdese que los antiguos ejércitos se valían de los fundíbulos, u hondas gigantescas, con las cuales arrojaban piedras enormes contra los muros.
136. El número de estas grandes casas de labradores es considerable; y si todas se hacen notar por la antigüedad de sus pergaminos y por su hospitalidad, en algunas sorprenden al viajero unos modales que tienen el verdadero señorío de la sencillez, y ciertos actos que pasan sin alteración de padre a hijo, y por esto desde tiempos remotos forman parte de las tradiciones de la comarca.
137. Es dudosa esta última entrada de Almanzor en Cataluña.
138. Este año es el 1010 de la Encarnación. Los continuadores de la España sagrada y el P. Villanueva ya lo han probado con evidencia; y como el último comprobante que falta es el epitafio inédito de Otón obispo de Gerona, lo damos en el número 10 del Apéndice.
139. �Y esta sangrienta batalla de Acbatalbacar y el año 400 se llamaron el año de los Francos por los que vinieron en aquella hueste.� Conde, part. 2, cap. 106.