Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

250.       Modernamente, para corregir estos defectos van modificándose los pesados altares barrocos, quitándoles todos los accesorios posibles a fin de dejar descubierto el ábside de las capillas, o son sustituidos por otros de estilo más apropiado a la arquitectura del templo.

Anterior


251.       A medida que se va practicando paulatinamente la restauración de la catedral, se han ido colocando nuevas vidrieras en los ventanales que estaban tapiados. Como autores de los dibujos de las mismas podemos citar a los arquitectos D. José O. Mestres y D. Augusto Font, y al pintor D. Agustín Rigalt, quien ha ideado las de los dos grandiosos ventanales del ábside más próximos a las puertas laterales, que producen excelente efecto. Todas han sido trabajadas en los talleres de D. Eudaldo Ramón Amigó.

Anterior


252.       Por esto sería de desear que se quitasen los damascos que tapizan el presbiterio y cierran los intercolumnios: esta parte de los edificios góticos es la que menos adornos necesita; y particularmente en la catedral de Barcelona su mayor ornamentación posible consiste en su misma forma. Ya por esto el altar se labró calado y pequeño, para que no embarazase esta forma y los contrastes de luz y sombra también en él apareciesen enérgicos. Las catedrales de la verdadera arquitectura ojival, nacieron de lo más puro de la fe: por esto su contextura está dispuesta de modo que satisface todas las necesidades del culto.

Anterior


253.       Siete son en conjunto las arañas de bronce que trabajó Francisco Durán.

Anterior


254.       Manual del Cabildo de 1609 a 1613.

Anterior


255.       Hace tiempo que se quitaron estas columnas.

Anterior


256.       Para no interrumpir la relación del local, dejamos para después la de las traslaciones de la Santa; pero con todo debemos llamar la atención sobre el sepulcro o cenotafio de mármol blanco que esta en el segundo luneto de la bóveda, a la derecha del que baja. En el centro de su cubierta vese un agujero redondo con tapón de piedra, y anillo de hierro. Ya la forma de la urna indica ser de los primitivos siglos de la Iglesia, lo que acaba de confirmar el agujero de la cubierta por la siguiente razón. En aquellos siglos no se solía conceder reliquias ni aun tocarlas, sino que al que las pedía se le daban ciertos velos o cintas que, metidas antes por el agujero y puestas en contacto con los huesos santos, suponíase adquirían su virtud. Duró esta costumbre hasta el siglo VII y principios del VIII, principalmente hasta que los Longobardos, en tiempo de Aistulfo su penúltimo rey, siendo papa Esteban III, saquearon a Roma, y como en aquella ocasión quedaron desolados y sin custodia los lugares sagrados, empezaron a repartirse y trasladarse las reliquias. Pero todas esas suposiciones viéronse confirmadas por la diligencia del Sr. Caresmar, que fue quien descubrió aquella urna, declarándola además, de un modo positivo, antiguo y primitivo sepulcro de los restos de Santa Eulalia, que encontró el Obispo Frodoino en Santa María de las Arenas o del Mar. En efecto, por la inscripción de la rota piedra de mármol blanco que dicho Señor halló detrás de la urna se deduce que: Allí descansaba Santa Eulalia Mártir en Cristo, que padeció martirio en Barcelona, siendo prefecto Daciano, a II de los idus de febrero... Descubrióla el Obispo Frodoino con su clero en la iglesia de Santa María. -Véase Flórez, España sagrada, tomo Barcelonaa.



a     Esta lápida se halla hoy día en el Museo de Santa Águeda.

Anterior


257.       La urna se debe aun distinguido escultor pisano, a quien se cita ya con encomio como autor de otras varias en la misma Catedral, y entre ellas este sarcófago en 1327.

Anterior


258.       Manual del Cabildo de tempore Ginebret, desde 1483 a 1485, fol. 63, Art. de n.� 2, Est. n.� 6.

Anterior


259.       Ídem de 1457 a 1460, y libros de la obra.

Anterior