20. Estos restos de fortificación han desaparecido con motivo de nuevas construcciones.
21. Olérdula, hoy S. Miguel D' Erdol o Dérdol: más adelante trataremos de esta antigua población y de sus importantísimos restos.
22. Murió el año 79 de N. S. Jesucristo.
23. Del año de N. S. Jesucristo 222 al 235.
24. En 1875, con motivo de derribarse el convento de la Enseñanza que ocupaba el área comprendida entre las calles de Fernando VII, Aviñó y bajada de San Miguel, y cuya construcción había sido originariamente palacio del arzobispo de Tarragona, tuvo que desaparecer, también, el lienzo de muralla primitiva sobre el cual descansaba la vieja pared del palacio. Al excavar el terreno, por la parte de la calle de Aviñó, para los cimientos de las nuevas casas, se encontraron, formando parte del macizo de la muralla, varias interesantes lápidas sepulcrales, fragmentos de columna, capiteles, etc., restos que en su mayor parte figuran en el Museo de Sta. Águeda por generosa donación de los propietarios de los solares. Esta circunstancia permite conjeturar que dicho lienzo de fortificación estaría cercano a algún camino o vía exterior, que tal vez ocuparía la dirección de la calle de la Boquería, correspondiendo a la puerta del Call, ya que en ellos acostumbraban los romanos a situar los monumentos conmemorativos de los difuntos. El formar parte, los restos arquitectónicos, de la manpostería del muro, y el habérseles encontrado colocados sin orden alguno, y a veces de cara al interior de la fortificación, indica claramente que ésta sería reparada después de alguno de los sitios de Barcelona, tal vez en tiempo del Conde Ramón Borrell, como indicamos más adelante en otra nota, y que para ello se echaría mano de los fragmentos de los despedazados mausoleos que se levantarían al exterior de las murallas de la vieja acrópolis.
25. Cuando se escribían estas líneas no se había ni siquiera iniciado la idea del ensanche de la ciudad.
26. Esta es asimismo la opinión de CARESMAR, quien en su Carta sobre la antigua población de Cataluña, dice: -�Pero no por esto se debe entender que la ciudad aun en lo antiguo no tuviese más extensión. Aquel sitio más elevado era proporcionado para la fortificación, y así fue ceñido de fuertes muros y torres de las que aún existen algunas; pero entendemos que se extendía por todas partes la población fuera de dichos muros... todo esto prueba que era ciudad populosa, pues de un pueblo corto como era el ceñido en los primitivos muros, no había motivo porque los dos primeros emperadores con emulación quisiesen amplificar la gloria de su nombre con una población, que apenas hubiera merecido el nombre de ciudad ni municipio, cuando menos de colonia.� -Y salvo lo exagerado de la última frase y lo muy dudoso e improbable de que esa su gran población fuese contemporánea de su nombramiento de colonia, continúa aquel doctísimo anticuario corroborando nuestra suposición con estas palabras: -�Muchos de estos antiguos monumentos se han descubierto en varias ocasiones entre ruinas por motivo de varias excavaciones hechas muy lejos del primitivo buque de los muros de la ciudad... Estas memorias no se ponían en despoblado, sino en algún foro, pórtico, baños, etc., o en lugar público, y es regular estuviesen cerca del lugar en donde se descubrieron.�
27. La absoluta falta de fondos, que a tan triste estado redujo durante esos años el establecimiento de la Lonja y que tal vez hubiese traído la necesidad de cerrar sus escuelas gratuitas a no ser tan notorio el celo de la Junta de Comercio, también ha imposibilitado la impresión de las observaciones de Cellés y de los planos con que quiso acompañarlas. He aquí lo que sobre este particular dice don José Mariano de Cabanes en una ligera memoria sobre estas ruinas, que él denomina templo de Hércules:
�No me quiero extender sobre el particular, en atención a que el difunto don Antonio Cellés dejó compuesta con mucho esmero una erudita y artística memoria con nueve planos, que confió a mi cuidado antes de morir, y a más los dos para la ejecución de un modelo, a fin de colocarlo en la cabeza de la serie de modelos y dibujos de la escuela de arquitectura, según recomendaba D. Isidro Bosarte. La junta, deseosa de aprovechar esta ocasión, acudió a la beneficencia de S. M. para que de los fondos de la misma pudiera gastar lo conveniente, tanto para imprimir la memoria y grabar los planos, como para hacer de mármol o de alabastro el citado modelo; y S. M. la Reina, siempre dispuesta a proteger todo lo que pueda ser útil, después de haber oído la Academia de San Fernando, se dignó acceder a la demanda de la Junta en 27 de febrero de 1837, la-que sin embargo de esta gracia y de sus mejores deseos no la ha podido poner en ejecución todavía, etc.�
28. Escrito esto y aun en su mayor parte impreso, supimos que el Sr. D. Mariano de Cabanes había entregado la memoria y los planos de Cellés a la Junta de Comercio; y acudiendo a su Secretaría, los señores vocales a quienes manifestamos nuestros deseos y los empleados todos de esa oficina nos dispensaron la acogida más franca y más lisonjera, y pusieron a nuestra disposición aquellos documentos. Por ellos consta de un modo evidentísimo que el edificio era templo perípleros hexastylos, la extensión lateral del pórtico, la de las fachadas menores, la de la escalinata, la de las paredes del templo, y su distribución interior en pronaos y cella. Cada costado llevaba once columnas, las fachadas anterior y posterior seis; la primera grada estaba casi al nivel del trozo de la calle de Paradís que desemboca en la plaza de S. Jaime; el otro trozo siguiente de la misma calle viene a cruzar por donde estaba el centro del edificio; y pues la postrera columna de las existentes está muy cerca del extremo de la Libretería, fácilmente se figurará el lector qué efecto debió de producir aquella columnata, y cuán grandioso lo causaría ahora al mismo lado de las fábricas de la Diputación y Ayuntamiento. En el Apéndice número 2 damos el extracto de la Memoria y una noticia de los planos.
29. Disuelta la junta hace algunos años, han quedado aquellos planos sin publicar, habiendo últimamente sufrido extravío.