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390.      Era esta la nuera del gran duque y esposa de su hijo don Fadrique, de cuyo parto tuvo aviso la santa en el camino sin desistir por eso de su empezado viaje, a pesar de lo mucho que la importaba llegar a Ávila cuanto antes. Terminada su fundación de Burgos, acababa de pasar por Valladolid y Medina del Campo, donde no había encontrado en algunas de sus propias hijas la sumisión y reverencia que nadie ya en el mundo al parecer pudiera rehusarle.

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391.      Al otro día con motivo de la corrección Gregoriana que suprimió diez días del calendario, empezó a contarse 15 de octubre en el cual se fijó en adelante su festividad.

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392.      Fue sacado de Alba en 24 de noviembre de 1585 y restituido allá en 23 de agosto del siguiente año.

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393.      En 7 de octubre de 1614, año de su beatificación, hizo voto el ayuntamiento de guardar su fiesta y tomarla por patrona, trece años antes de que a petición de las cortes le confirmara la santa sede el patronato de la monarquía. En 1622 fue canonizada.

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394.      Estaban antes a los lados del sepulcro tal como las publicó en su acreditada vida de Santa Teresa fray Diego de Yepes obispo de Tarazona: Rigidis Carmeli patrum restitutis regulis, plurimis virorum faeminarumque erectis claustris, multis veram virtutem docentibus libris editis, futuri praescia, signis clara, caeleste sidus ad sidera advolavit B. virgo Theresa, IIII nonas octobris MDXXCII. -Manet sub marmore non cinis sed madidum corpus incorruptum, proprio suavissimo odore ostentum gloriae. Ignoramos con qué ocasión, conservando puntualmente las ideas y cambiando las palabras, se redactaron dichos letreros en la forma con que hoy existen: Antiquis Carmeli patrum restitutis regulis, virorum, ac multierum plurimis constitutis caenobiis, multis vere piis et admirandis confectis libris, futuri praescientia miraculisque clarissima, idibus octob. anno MDLXXXII. -Theresa virgo ad caelestes sedes migravit, quam trigesimo secundo post obitum anno in beatorum numerum retulit Paulus V, cujus incorruptum corpus hoc servatur coliturque in marmore, adhuc salutiferum et odoriferum stillans oleum. Encima del arco se lee: Paulo V pontif. max. Philippo Hispaniar. rege catholico, fr. Joseph ab Jesu M. reformati ordinis B. M. Virginis de Monte Carmeli generali V.�, sacellum hoc in quo antea corpus B. Theresie virg. ejusdem reformationis fundatricis fuerat humatum, ubi eadem sacra pignora serventur, eidem virgini dicatum consecratum anno Dom. MDCXV. Dentro de la pequeña capilla, a la cual se baja por algunos escalones, se ve el hoyo del primer entierro.

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395.      Francisco Ricci pintó el San Juan de la Cruz, y Diego González de la Vega la Virgen del Carmen rodeada de su orden. Fernando VI regaló los dos cuadros de Flipart que puestos a los lados de la nave figuran a san Fernando y san Francisco de Paula.

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396.      Es tradición que una monja lega lo extrajo antes de ser transportado el cuerpo a Ávila, y se atribuye al vapor que exhala, a pesar de tener respiradero, el empañamiento del cristal. No mencionamos la hendidura que en el santo corazón se advierte, a manera de cicatriz, atribuida a la transverberación del dardo celestial, ni las espinas de él brotadas y de que tanto se ha hablado últimamente, por carecer de los datos y competencia que requiere tan delicado asunto. El brazo es el que se rompió en vida la santa dando en Ávila una caída en 1577: fáltale la mano que fue traída a Lisboa.

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397.      �Aquí están sepultados en este entierro, dice la inscripción, los ilustres señores Francisco Velázquez y Teresa Láiz su mujer, los cuales fundaron este templo y le dotaron de bienes, y se acabó año 1577�.

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398.      El letrero no trae la fecha de su muerte, y después de decir que dejaron su hacienda toda al convento termina con estas palabras: acabóse año de 1594, que no sabemos si se refieren al edificio o a la sepultura. Doña Juana, educada a la sombra de tal maestra en la Encarnación de Ávila, casó en 1553 con Juan de Ovalle, hidalgo de Alba nada rico, pues necesitaba para sostener la casa de los frecuentes auxilios de su cuñado Lorenzo de Cepeda. Santa Teresa en sus cartas dibuja gráficamente el alma angelical de su hermana, mujer tan honrada y de tanto valor que es para alabar a Dios, y el carácter bueno pero algo caviloso del marido. Su hijo Gonzalo, no diremos si resucitado en todo el rigor de la palabra, paje y después gentil hombre del duque de Alba, murió de edad de 28 años en 1585; la hija Beatriz, víctima de cierta calumnia lugareña poco antes de morir la santa y admitida después en el claustro, vivió en Madrid hasta 1639 con fama de gran virtud.

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399.      Murió el célebre duque en Lisboa a fines del año 1582.

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