Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


Abajo

Estación prehistórica de Badajoz

Luis Villanueva


Correspondiente



  —379→  

Cumplo con mi deber dando cuenta á esa Real Academia de un descubrimiento que pudiera ser importante para la historia del hombre primitivo.

Hay en el término de esta ciudad varios montículos, llamados en este país Turruñuelos; y entre ellos fijó mi atención el que existía en mi dehesa de la Pestaña, por su forma y situación topográfica. En medio de un campo de cereales casi plano, con un diámetro de 33 metros en su base y una altura de 3 á 4 metros, revelaba ser artificialmente formado. Sus muchas piedras y las que hay rodadas en sus inmediaciones, mezcladas con algunos ejemplares de mineral y escoriales, parecían indicar el desplome de algunos edificios, ó tal vez la explotación abandonada de alguna mina.

Excitada mi curiosidad, emprendí, hace años, la investigación, atravesando el montículo por el centro, pero sólo encontré muchas piedras calcinadas, huesos humanos y algunos de animales; más no hallando ni piedras labradas, ni monedas, ni objeto alguno de metal, supuse que se habría librado allí alguna batalla en tiempos remotos, amontonando los cadáveres y cubriéndolos con tierra y piedra; y que formado así aquel montículo, iría aumentándose después con la natural depresión de los terrenos laborables.

Pero no abandoné del todo mi primitivo plan, y necesitando piedra para la construcción de una cerca, la mandé sacar del montículo. Cuando se habrían extraído unas cien carretadas sin hallar más que pedazos de huesos empezaron á encontrarse restos de vasijas de barro y algunos objetos curiosos. Mandé entonces que se llevara con cuidado la excavación y que se cribara la tierra para que no se perdieran los objetos pequeños, recogiendo con el mayor esmero en mi casa de campo todos los que se hallaron, y formando con ellos un pequeño museo que hoy contiene más de 300 de aquellos en piedra, barro, huesos, minerales y objetos de cobre; cuya relación es la siguiente:

  —380→  

Piedra

  • Dos hachas de jade, en bruto.
  • Quince hachas afiladas, de diversas formas y tamaños, de la misma clase de piedra.
  • Siete gubias de diorita, enteras y partidas.
  • Una afiladera pequeña con ranura en medio y bien labrada.
  • Una afiladera más grande.
  • Dos raspadores de pedernal, uno negro y otro rojo.
  • Un pico ó gubia grande.
  • Treinta trituradores con sus manezuelas.
  • Doce piedras redondas como para el uso de las hondas.
  • Tres piedras de mano, de uso desconocido.
  • Ocho puntas de flecha de pedernal negro y rojo.
  • Dos cucharas de piedra.

Huesos

  • Una aglomeración ó brecha huesosa, de huesos petrificados.
  • Noventa y cinco, enteros y partidos, de diversos tamaños.
  • Ocho medias mandíbulas.
  • Seis huesos molares muy grandes.
  • Diez y seis colmillos de diversos tamaños.
  • Doce conchas.
  • Un asta entera, como de ciervo.
  • Dos agujas de hueso muy finas.
  • Catorce puntas de flecha, de hueso.

Cerámica

  • Dos ollas grandes, una fina y otra basta.
  • Un colador con nueve agujeros.
  • Seis vasos medianos al parecer crisoles.
  • Seis más pequeños al parecer crisoles.
  • Pedazos de tinajas y cacharros bastos y finos.
  —381→  

De cobre

  • Varios escoriales de este metal.
  • Dos lanzas ó moharras, grandes, afiladas y bien hechas.
  • Una azagaya, venablo ó jabalina, con mango largo.
  • Un cuchillo.
  • Una sierra pequeña.
  • Dos espátulas.
  • Un hacha gruesa y moldeada.

Varios

  • Doce piezas de piedra y barro con agujeros en los extremos.
  • Varios trozos de carbón fósil.
  • Treinta y nueve ejemplares de mineral de cobre, de hierro y de manganeso.
  • Trece piedras de almagre, bermellón y ocre, que tal vez servirían para pintarse la piel.
  • Un pedazo de teja gruesa con labores salientes ó externos en forma de eslabones, que pudiera ser pintadera.
  • Por último una figurita toscamente construída, que parece representar á un niño sentado.

No se ha encontrado hasta hoy ninguna habitación completa, sino ruinas de edificios construidos con piedras sueltas, sin trabazón y sin cimientos; pero se han hallado dos hornos con parte de sus bóvedas de piedra, algunas cenizas y trozos de carbón fósil. Como en estos terrenos miocenosilúricos abunda la piedra caliza, si los hornos se calentaban, como parece probado, se convertirían aquellas en cal, hundiendo las bóvedas, y como ignoraban su uso para la construcción, se encuentra aquella en muchos sitios suelta y mal apagada.

Difícil es determinar la época y el objeto de esta antiquísima construcción, mientras no lo aclaren nuevas exploraciones que proyecto; por la mucha piedra suelta que se ha sacado parece ser un castro antiquísimo; pero me inclino a creer más bien que se   —382→   trata de una estación cuprolítica y minera perteneciente al segundo período de la Edad de piedra y del principio de la Edad del cobre, sin que se haya encontrado nada de bronce ni de hierro. Este no supieron sin duda fundirlo, aunque tenían á mano los minerales; y para mayor comprobación de esta sospecha, se halló una bola ó machacador mal fundido.

Apunto esta idea como impresión á la vista del monumento y de los objetos encontrados, pues sólo de un estudio más detenido y de nuevos datos se puede deducir la probable verdad protohistórica.

Si la Academia considera de alguna importancia el descubrimiento, continuaré dándole cuenta del resultado de las exploraciones, y mandaré dibujos de los objetos más notables, sintiendo no tener la suficiente instrucción para determinar el relativo valor arqueológico de los encontrados, pero ofreciendo á nuestra respetable Corporación guardar con el mayor esmero cuantos aparezcan, que puedan ilustrar la importancia del descubrimiento.





Badajoz, 18 de Marzo de 1894.



Indice