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1.       D. Juan M. Maury en su Espagne poetique. París 1827, dice: «D. Manuel José Quintana est de la province de Melciadez,» etc..

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2.       A. Cazzaniga, en su «Vita ed opere de D. Manuel José Quintana,» dice: All stremitá del Portogallo, fra l'Andalussia, la Nouva Castíglia, ed il regno de Leon, glate impoverita di gente e di mezzi l'Estremadura, la patria di Fernando Cortes e dei Pizarri; e nelle vicinanze di Badajoz, che é la capitale di quella montuosa e deserta provincia, sotto quei cielo stesso ove 18 o 20 anni prima circa nasceva il più tenero, il più apassionato de' poeti spagnuoli, Melendez Valdes, nacque pure verso il 1770 il Quintana.» -Milan, 1895.

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3.        Oda de Quintana á Melendez cuando la publicacion de sus poesías.-1197.

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4.       Así lo dice terminantemente en el Prólogo de su Romancero general, impreso en Madrid por Rivadeneira en 1851, tomo primero, pág. VII.

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5.        El Excmo. Sr. D. Leopoldo Augusto de Cueto.

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6.       A la buena amistad del Sr. Ferrer del Río debo la satisfaccion de enriquecer estas páginas con dos cartas inéditas de Quintana, relativas á la frustrada investigacion histórica de que habla el texto.

     He aquí la primera:

«Madrid, 26 de Junio de 1849.

                  Sr. D. Antonio Ferrer del Rio.



     Muy señor mio y amigo de toda mi estimacion: He recibido la carta de V. del 20 de este mes, y con ella la muestra de su deseo en obsequiarme, lo que yo le agradezco infinito. Veo por la diligencia de V. que no es posible encontrar en ese archivo las cartas del Duque de Alba en que proponia al Rey que se conservase la vida á los Condes, y la pena de muerte se conmutase en prision perpétua. En el archivo de la casa de Alba se conservaban las rigorosas contestaciones del Rey, al tiempo que el Padre Osorio escribía la mejor historia que se ha hecho del Duque; y este escritor las vió sin duda, pues da un resúmen de ellas en su obra, para defender al Duque de la nota de cruel. Siéntolo, porque el punto no deja de ser curioso; y habrá de contentarme con que aquel barbudo magnate me agradezca mi buena voluntad.

     Prosiga V. siempre con buen ánimo las investigaciones históricas, y ni por soñacion piense en abandonar una empresa en que tiene empleado tanto esmero y tantos sacrificios. El propósito es noble y digno de todo buen talento; y yo sentiría mucho que mis malas observaciones sobre estilo contribuyesen á desalentar en lo más mínimo. No señor: adelante con la cruz.

     Consérvese V. bueno, y queda de V. siempre atento amigo y servidor Q. B. S. M.

MANUEL JOSEF.»

     La segunda, fechada tambien en Madrid, á 8 de Agosto, y dirigida al mismo Sr. Ferrer, está concebida en los términos siguientes:

«Muy señor mío y mi estimado amigo: He recibido la de usted del 31 del pasado, y con ella el documento consabido y la firma calcada del Duque de Alba. Todo lo agradezco mucho: primero, porque me manifiesta el deseo que V. tiene de contentar mi curiosidad; y segundo, porque el documento que usted me envía, en vez de contradecir lo que indica Osorio, es á mi ver una confirmacion de ello. Quizá me suceda á mí lo que al que veia campanarios en la Luna: pero ya hablaremos de ello cuando nos veamos, porque las razones que tengo para inclinarme á ese dictámen son largas para escritas. Y en que yo en esta parte acierte, no ganaria nada el de la barba escasa y blanquecina: peor para él si dejó de atender, como asegura Osorio, las razones políticas y caballerescas del Duque inclinándole á la clemencia.

     Apruebo muy mucho el pensamiento de V. sobre Comunidades y el Emperador en San Yuste; y si V. lo verifica y viene con esos dos tan útiles trabajos, habrá hecho un viaje magnífico: ya conoce V. si yo debo de ser devoto de Padilla.

     Usted me presentará á su amigo cuando guste, y yo le recibiré con la atencion y benevolencia debida, así por ser V. quien le presenta, como por el favor que me hace cualquiera que desea conocerme y tratarme.

     Hace un calor aquí en estos dias que no puede sufrirse: por eso no soy más largo, y quedo siempre de V. atento amigo y servidor Q. B. S. M.

MANUEL JOSEF QUINTANA.»

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