121
«...Eugenio Imaz, desde su permanente y persistente situación de secretario y a través de las páginas de España Peregrina, va a desarrollar un papel de gran importancia.. Una vez más, ahora en México como antes en Madrid, su trabajo en las lides de colaboración, organización y gestión se va a caracterizar tanto por la entrega y la responsabilidad como la eficacia y la modestia...» (J. A. Ascunce, op. cit., p. 150).
122
Para Iñaki Adúriz, el quehacer de Imaz a lo largo de esta revista se traduce principalmente en mantener una cierta actitud reflexiva-educadora en torno a tres ejes centrales: 1) la reflexión filosófica serena y sencilla; 2) la historia y sus personajes; 3) los libros y los congresos.
123
J.A. Ascunce, op. cit., p. 140.
124
Sobre ambas revistas hemos ido señalando algunos evidentes puntos de contacto en las páginas anteriores. De todos modos, un cotejo exhaustivo de ambas está por hacerse; a pesar de algunas intuiciones de F. Caudet, El exilio republicano en México. Las revistas literarias (1931-1971), op. cit., y J.A. Ascunce, op. cit.
125
J.C. Mainer, op. cit., p. 317.
126
Disentimos de G. Penalva, op. cit., cuando afirma: «Bergamín colabora con asiduidad hasta el penúltimo número de la revista» (p. 157) y no advierte ningún cambio en la participación del autor en la publicación de la Junta.
127
M. Carramiñana, op. cit., p. 81, no aporta ningún dato sobre la cuestión y se limita a constatar la ausencia del escritor en los últimos números de España Peregrina.
128
J. A. Ascunce, op. cit.,y G. Penalva, op. cit., pp.
129
J. A. Ascunce, op. cit., p. 157.
130
Millares Carlo publica también un comentario en torno a The last will and testament of Hernando Cortés, Marqués del Valle, editado por G. R. Conway (3, pp. 119-120)