591

Ibídem.

592

Ibídem, pp. 102-103.

593

Cf. José Bergamín, «Laberinto de la novela y monstruo de la novelería», Fronteras infernales de la poesía, loc. cit.

594

Estos planteamientos coinciden, grosso modo, con las propuestas de Aub, tal como las interpreta Ignacio Soldevila en el artículo citado. Vid. esp. pp. 200-207.

595

Partiendo de una similar consideración, Aub considera que la obra de Sender «cojea» a causa de esta ausencia de poesía, «...esa poesía interior que corre por cualquier obra de arte, si lo es» (op. cit., p. 103).

596

Había dicho Sender algunos años antes: «Lo que diferencia el realismo burgués del nuestro es que nosotros vemos la realidad dialéctica, no idealmente. Nuestro realismo no es sólo analítico y crítico, como el de los naturalistas, sino que parte de una concepción dinámica y no estática de la vida» (R.J. Sender, «El novelista y las masas», Leviatán, mayo 1936, cit. en F. Castañar, op. cit., p. 105)

597

Cf. F. Castañar, op. cit.

598

Este hecho recuerda uno de sus antecedentes inmediatos, Hora de España, donde, además, los textos de creación poética se complementaban con comentarios críticos. Cf. Jiménez Millán, loc. cit., p. 370 y ss.

599

«Ponencia colectiva», loc. cit.

600

A. de Albornoz, «Poesía de la España Peregrina», en El exilio español de 1939, op. cit., p. 38.