Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

31

Se conocen los siguientes documentos acusando recibo de salario, aun que algunos ahora están perdidos (véase León Máinez, p. 514, y Astrana, IV, 533 y V, 287): 1.100 reales (100 ducados), marzo de 1589 (Pérez Pastor, II 165-67; Fitzmaurice-Kelly, p. 74); 400 reales, marzo de 1590 (Asensio, pp, 12-13; Fitzmaurice-Kelly, p. 75; Astrana, IV, 458); 3.000 reales, marzo de 1591 (Pérez Pastor, II, 217-18; Fitzmaurice-Kelly, p. 79; Astrana, IV, 475-85; cf. Navarrete, p. 415); 3.200 reales, julio de 1592 (Asensio, p. 17; Fitzmaurice-Kelly, p. 80; Astrana, IV, 533, n. 1; cf. Navarrete, p, 416); 600 reales, septiembre de 1592 (Navarrete, p. 416); 600 reales, julio de 1593 (Asensio, pp. 30-31; Fitzmaurice-Kelly p. 88); abril de 1598, 3.000 reales pagados después de revisión de cuentas (Navarrete, p. 77).

 

32

Jerónimo Morán, Vida de Miguel de Cervantes Saavedra (Madrid 1863), pp. 339-41, apud Fitzmaurice-Kelly, p. 63 y Astrana, III, 143-44, n. 2.

 

33

La existencia de este documento fue revelada en primer lugar en la obra póstuma de Pérez Pastor Noticias y documentos relativos a la historia y literatura españolas, Memorias de la Real Academia Española, 10-13 (Madrid 1910-26), I, 101 (Fitzmaurice-Kelly, p. 65, n. 1). Fue publicado por Francisco Rodríguez Marín, «Una escritura inédita de Cervantes», Ilustración Española y Americana, 8 de mayo, 1913, y reimpreso en su libro Burla burlando (Madrid 1914), pp. 417-24, y pp. 431-38 de la segunda edición (Madrid 1914); reproducido también por Rodríguez Marín en su edición del Parnaso (Madrid 1935), pp. 414-15. La cifra de 40 ducados por cada obra que se da algunas veces es errónea.

 

34

Probablemente estas obras se perdieron porque las vendió y no tenía los manuscritos para publicarlas. Aunque se ha propuesto la identificación de El laberinto de amor con La confusa, el estudio más reciente no la apoya (véase María Soledad Carrasco Urgoiti, «Cervantes en su comedia El laberinto de amor», Hispanic Review, tomo 48 (1980), 77-90, en p. 78, n. 3).

 

35

Pérez Pastor, II, 87-89; Fitzmaurice-Kelly, p. 66; el documento está extraído de la introducción a la traducción de La Galatea (Glasgow: Gowans & Gray, 1903), p. xv, n. 3. La Galatea fue tasada en 3 maravedíes y medio el pliego. El libro tenía 96 pliegos (ya que la tasa de las Novelas ejemplares decía que contenía 71 pliegos y medio, puede considerarse que para un libro de estas dimensiones un pliego era lo mismo que 4 folios, es decir 8 páginas en el sistema moderno), y su precio, así, hubiera sido de 336 maravedíes o casi 10 reales. La impresión oscilaba seguramente entre los 1.000 y los 1.500 ejemplares (Astrana, VI, 234; Agustín G. de Amezúa y Mayo, Cómo se hacía un libro en nuestro Siglo de Oro (Madrid: Instituto de España, 1946), citado por la reimpresión hecha en sus Opúsculos histórico-literarios (Madrid: CSIC, 1951), I, 331-73, en p. 352). Los recibos totales hubieran sido de entre 336.000 y 504.000 maravedíes (9.882 a 14.824 reales); los 1.336 reales de Cervantes habrían sido entre el 9 % y el 13,5 % del precio de venta al público, pagados, por supuesto, por adelantado y antes de que los ejemplares fueran vendidos.

Porcentajes similares, aunque no idénticos, pueden obtenerse por las Novelas ejemplares. Esto debería compararse con el autor del Quijote II, 62, que quiere «ganar» 11.000 reales (1.000 ducados) en recibos totales de 12.000 reales (dos mil ejemplares a 6 reales cada uno), y la queja confusa del autor de Persiles II, 210, 1-9: IV, 1, que ni aceptaría la suma imposible de 22.000 reales (2.000 ducados) por su libro.

 

36

Astrana, V, 426 y VI, 153.

 

37

Para alguna prueba de su riqueza, véase Astrana, V, 543-47 y Pérez Pastor, Noticias y documentos, I, 135-36.

 

38

Sobre la amistad de Cervantes con Laínez, véase Rudolph Schevill, «Laínez, Figueroa and Cervantes» en Homenaje ofrecido a Menéndez Pidal (Madrid: Hernando, 1925), I, 425 -41; Astrana, III, 366-75 y 401-05, y V, 463-73; y la introducción de Joaquín de Entrambasaguas a su edición de las Obras de Laínez (Madrid: CSIC, 1951). (Entrambasaguas y Astrana no están de acuerdo en algunos puntos: el primero, I, 95, n, 1; I, 118, n. 1 etc.; el segundo, VI, 101, n. 1.) Sobre la propiedad de Juana Gaitán, ver Astrana, III, 374, n. 3 (donde encontramos que la dote de su segundo matrimonio era casi de 100.000 reales [3.216.057 maravedíes], VI, 98, n. 1, VII, 680-83), y Cristóbal Pérez Pastor, Noticias y documentos, I, 228 y 284.

 

39

Las discusiones de las circunstancias de Cervantes en Valladolid (por ejemplo, Narciso Alonso Cortés, Cervantes en Valladolid (Valladolid: Casa de Cervantes, 1918), pp. 53-57; Astrana, V, 537-48) derivan, directa o indirectamente, de los documentos referentes al asesinato de Ezpeleta, publicados primero, con una oposición considerable, por León Máinez en 1887 (véase Cervantes y su época, I, 364-65), y mejor en Pérez Pastor, II, 453-537. Richard Predmore, Cervantes (Nueva York: Dodd, Mead, 1973), p. 164, ha sido engañado por el estado presente de la casa restaurada en la que vivió Cervantes; la casa completa, no el piso de Cervantes, contaba con cinco estancias.

 

40

Que era un amigo fue declarado por Isabel de Saavedra en el asunto de Ezpeleta (Pérez Pastor, II, 520-22).