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Acto segundo

Habitación de EDUARDO en la misma fonda. Gabinete ochavado. En el fondo la puerta de ingreso, con colgadura recogida a un lado. Un balcón a la derecha y otro a la izquierda con las colgaduras corridas. A la derecha del actor la puerta de la alcoba y habitaciones interiores. A la izquierda, una mesa, espejo y otra puerta, pero secreta. Esta puerta será giratoria a uno y otro lado, sujeta al muro por un perno colocado en el centro de los extremos de la misma.

     Aparecen MARIQUITA contemplándose delante de espejo, y PERICO levantando la cortina de la puerta de la alcoba.

Escena I

 

MARIQUITA, PERICO.

                                                      
MARIQUITA ¡Qué tiene usted que decir
de este par... y de esta chapa?
PERICO Nada; que está usted muy guapa.
(Entrando de puntillas en la alcoba.)
Voy a ver...
MARIQUITA                     Logré lucir
mi aderezo. A la Socorro, 5
a la Engracia y la Sotera,
les va a dar una dentera...
PERICO (Saliendo con la misma precaución que entró.)
Durmiendo como un cachorro.
Bien: manos a la labor.
Lo que corresponde ahora 10
es decir a la señora
¿Arregló usted?...
MARIQUITA                              Sí señor.
PERICO Pues que se entienda con él,
y nosotros punto en pico...
MARIQUITA ¿Sabe usted, señor Perico, 15
que hacemos aquí un papel?...
PERICO Ps... como no hemos venido
acá para redimir...
nuestra misión es servir,
y cobrar bien lo servido. 20
Tomemos conforme vengan
las cosas: tal como está
el mundo, y que ellos allá...
¡justo!..., allá se las avengan.
MARIQUITA Mas disfrazarse también 25
de doncella esa señora...
PERICO Ella sabrá... por ahora
el disfraz lo paga bien.
¿A qué oponerle tropiezo
cuando nos da su bolsillo 30
a mí, tal cual regalillo
y a usted, tal cual aderezo?
Lo dicho: de sus favores
gocemos... Ella es pudiente...
pues sigamos la corriente, 35
¿quién nos mete a redentores?
¡Líbrenos Dios!... Hoy por ti,
mañana por mí... y no quita...
¿Qué quiere usted, Mariquita?...
¡Si el mundo..., el mundo está así!... 40
MARIQUITA Yo callo...
PERICO                  ¡Corra el albur!...
MARIQUITA Y en lo demás de este lío,
ni salgo ni entro.
PERICO                             ¡Al avío!
lárguese usted.
MARIQUITA                         Pues agur.
 
 

Escena II

 

PERICO.

 
Sigamos, que no va mal: 45
ya debe estar a la espera
en esa oculta escalera...
hagámosle la señal.
 

(Aprieta un botón en la pared: gira la puerta secreta; introduce la cabeza, da una palmada y a poco sale DOÑA MARÍA vestida como una criada decente y con un plumero en la mano.)

 
 

Escena III

 

MARÍA, PERICO.

 
DOÑA MARÍA ¿Es aquí?...
PERICO                      Sí.
DOÑA MARÍA                           (¡Qué agitada
estoy!) Pero ¿duerme?...
PERICO                                         ¡Bah! 50
lo mismo que un...
DOÑA MARÍA                               Bien está...
PERICO Advierto a usted de pasada,
por lo que pueda ocurrir,
que él ya conoce esa puerta...
DOÑA MARÍA No importa.
PERICO                      Bueno es que advierta... 55
DOÑA MARÍA Comprendo. Adiós...
PERICO                                    Au plaisir...
 

(Sale como un rehilete por la puerta del fondo.)

 
 

Escena IV

 

DOÑA MARÍA.

 
Ya estoy en su habitación...
Vamos pronto a terminar...
¡Ay!... ¡No me dejan andar
el susto y la turbación!... 60
¡Calma..., calma!... Este papel
lo pondré bajo su almohada...
¡Voy a darle una mirada!
¡A respirar junto a él!...
Y ¡furtivamente!... ¡Ay, Dios!... 65
¡Valor! ¡Valor!... y acabemos...
 

(Entra en la alcoba. Sale SERAFÍN por la puerta del fondo.)

 
 

Escena V

 

SERAFÍN, después DOÑA MARÍA.

 
SERAFÍN Almorcemos, almorcemos...
¿No está? ¿Duerme, y son las dos?
Vaya, vaya; apostaría...
(Sorprendido al ver salir a DOÑA MARÍA de la alcoba.)
DOÑA MARÍA Dormido profundamente. 70
Le he dado un beso en la frente...
SERAFÍN ¡Hola!... ¿Un beso?
DOÑA MARÍA (Asustada.)           ¡Ah!
SERAFÍN                                       ¡Niña mía!...
Mantén los ojos serenos...
¡por vida de Barrabás!
¿Te atreves, hija, a lo más, 75
y te asustas de lo menos?
DOÑA MARÍA Hágame usted la justicia...
Le juro...
SERAFÍN                ¡Sí!... (¡y es hermosa!...)
¿Lo juras... ¡Ya!..., ¡ya!... La cosa...
apenas tiene malicia. 80
DOÑA MARÍA ¡Caballero!... Mire a quien...
pongo al cielo por testigo...
SERAFÍN Pero si yo nada digo,
si me parece muy bien.
Y nadie habrá que se atreva... 85
porque eso, al cabo, no pasa...
¿Eres reciente en la casa?
DOÑA MARÍA Sí... Soy la doncella nueva...
SERAFÍN Doncella... y nueva... ¡Y muy bella!
Veo... por este accidente 90
que llenas perfectamente
tus deberes... de doncella.
DOÑA MARÍA (¡Qué vergüenza!.. ¡Estoy volada!)
SERAFÍN Mira... Soy un buen muchacho;
por mí no tengas empacho... 95
chica, yo no he visto nada.
DOÑA MARÍA Es que...
SERAFÍN (Acercándose) Nada, nada vi;
mas dime boca de miel,
 

(Toque de campanilla en la alcoba.)

 
¿todo ha de ser para él?
¿No habrá nada para mí? 100
DOÑA MARÍA (¡Se dispertó!)
SERAFÍN (Acercándose más.) No presumas
que yo...
DOÑA MARÍA (Dándole con el plumero en la cara.)
               ¡Atrás!
SERAFÍN (Llevándose las manos a los ojos.)
                           ¡Ah!
DOÑA MARÍA (Escapando por la puerta secreta.)
                                   (¡Me he salvado!)
SERAFÍN (Frotándose los ojos.)
¡Bruja!... ¿Pues no me ha llenado
los ojos de polvo y plumas?
(Saca el pañuelo y se limpia.)

 

  

Escena VI

 

SERAFÍN, EDUARDO dentro.

 
SERAFÍN Espera... (¡Se me escapó! 105
¿Por dónde?... No, por allí
(Señalando a la puerta del fondo.)
no ha sido...)
EDUARDO                     ¿Quién está ahí?
SERAFÍN Nadie; hombre, nadie; soy yo.
(Después de registrar detrás de las colgaduras de los balcones, señalando la alcoba.)
A que se ha vuelto a colar...
EDUARDO ¿Con quién hablas?
SERAFÍN                               ¿Con quién hablo? 110
Iba a decir, ¡con el diablo!...
(Acercándose a la puerta de la alcoba.)
¿Estorbo?
EDUARDO                ¿Tú a mí estorbar?
SERAFÍN (¡Ja!... ¡Ja!.... ¡Por mi padre Apolo!...
su franqueza me enamora...)
Lo decía por si ahora 115
te convenía estar solo...
EDUARDO Pero, hombre, ¿qué estás diciendo?
SERAFÍN Pues ello bien claro está...
EDUARDO No, turbio.
SERAFÍN                   ¿Sí?
EDUARDO                          Voy allá.
SERAFÍN Despacio...
EDUARDO                   Me estoy vistiendo. 120
SERAFÍN ¡Qué de lances!... Y en verdad
que el de hoy ha sido notorio...
Este Eduardo es el Tenorio
de nuestra brillante edad.
Viudito, en sus frescos días, 125
rico... todo lo atropella.
No hay casada ni doncella...
EDUARDO (Sale a medio vestir envuelto en su bata.)
Vamos a ver, ¿qué decías?
SERAFÍN (Después de contemplarle con aire malicioso.)
¡Ya!
EDUARDO         ¿Eh?
SERAFÍN                 Hazte el tonto...
EDUARDO                                         A fe...
SERAFÍN ¡Bravísimo... Dios me valga!... 130
Vaya, hombre, dile que salga,
(Volviéndose de espaldas a la alcoba.)
me volveré...
EDUARDO                      ¿Para qué?
Y ¿a quién debo hacer salir?
SERAFÍN ¿A quién?... A la doncellita
nueva.
EDUARDO            ¿Nueva?
SERAFÍN                         ¡Ya me irrita!... 135
¡Hum!... Te voy a confundir.
(Entra en la alcoba.)
EDUARDO Chico, me dejas estático,
y me estás dando una soba...
¿Qué irá a buscar a mi alcoba?...
Apenas está enigmático... 140
Con otros habrá almorzado...
y el vapor... Ya vuelve acá....
SERAFÍN (En la puerta de la alcoba.)
Pues señor, nada, no está.
¿Por dónde se habrá escapado?...
EDUARDO Pero ¿quién se ha de escapar?... 145
SERAFÍN Ella ¡Dale!...
EDUARDO                       Y ¿quién es ella?
SERAFÍN ¡La doncella! ¡La doncella!...
¿A que lo vas a negar?
EDUARDO Mira, ya me das enojos...
SERAFÍN No hay que enfadarse, ¡por Cristo!... 150
cuando digo que la he visto
yo, yo, con estos dos ojos...
EDUARDO El Jerez, las aceitunas,
los langostinos, las bocas
serán las que...
SERAFÍN                         Te equivocas; 155
porque aún estoy en ayunas.
EDUARDO (Exasperado.)
Si acabo de dispertar...
SERAFÍN Pues yo en que la he visto insisto...
EDUARDO (Reprimiéndose.)
Bien, sepamos lo que has visto.
SERAFÍN Ese ya es otro cantar. 160
Con plumero, no era escoba,
con un plumero maldito...
(Se pasa la mano por los ojos.)
la vi salir muy quedito
de ese cuarto, de tu alcoba.
Entraba yo, pero al verla 165
me detuve, la observé...
¡bella mano!, ¡lindo pie!...
Declaro que es una perla.
Te alabo...
EDUARDO (Con impaciencia.) ¡Bah!...
SERAFÍN                                              De repente...
Yo no sé qué murmuraba, 170
mas dijo que te dejaba
un beso...
EDUARDO                ¡Un beso?
SERAFÍN                                 En la frente.
EDUARDO (Saca el pañuelo y al pasárselo por la frente cae un papel.)
¡Uf! ¡¡Horror!!
SERAFÍN                         ¡Ángel celeste!...
Después se me ha escabullido...
¿Adónde la has escondido? 175
EDUARDO (Recogiendo el papel.)
¿Pero qué papel es este?
(Lo recorre con la vista.)
SERAFÍN ¡Es la moza mas cabal!...
y... ¡qué fina!... Si parece
una dama, y bien merece...
EDUARDO ¡Cosa más original!... 180
SERAFÍN ¿La chica? Al fin se desdice
tu tenaz...
EDUARDO                 No es eso.
SERAFÍN                                   ¡Cruel!
EDUARDO Lo que dice este papel.
SERAFÍN ¿Ese papel?... y ¿qué dice?
EDUARDO (Sentándose en una butaca.)
Bien vale que nos sentemos. 185
Anónimo.
SERAFÍN                 Alguna bola...
EDUARDO ¡Qué misterios!...
SERAFÍN                             ¡Hola!... ¡Hola!...
(Sentándose.)
¿Misterios?... Pues meditemos.
EDUARDO Quién ha podido hasta allí...
entre el pañuelo y debajo 190
de mi almohada... ¡ya es trabajo!...
SERAFÍN Pero ¿el papel?...
EDUARDO                             Dice así.
(Lee.) «En las batallas de amor,
hay siempre interés oculto:
abra el ojo y guarde el bulto 195
el adorable lector.»
SERAFÍN Hombre... hombre...
EDUARDO (Lee.)                       «En pos de su huella
van, por su propio interés,
Isidora, Rita, Inés,
miss Virginia y Luisa bella. 200
No duerma en brazos del ocio,
que todas sueñan con bodas:
dispierte y verá que todas,
todas van a su negocio.
Isidora es viuda...»
SERAFÍN                              Eso es. 205
EDUARDO (Lee.) «Caminan mal sus asuntos,
y lleva ya dos difuntos...
¡Huya del número tres!»
SERAFÍN (Frotándose las manos.)
¡Ja!... ¡Ja!...
EDUARDO (Lee.)         «Inés y Rita son
dos huérfanas, pensionistas, 210
muy sensibles y muy listas,
y con mucho corazón.
Mas este, que no es de roca,
con tanto salir y entrar,
ha cambiado de lugar, 215
y lo llevan... en la boca.»
SERAFÍN En la boca... ¿Sabes que es
el anónimo gracioso?
EDUARDO En efecto, es muy curioso...
SERAFÍN Sigue, sigue...
EDUARDO                        Sigo, pues. 220
«Virginia es un mari-macho:
por bajos y por alturas,
anda corriendo aventuras
en busca de un buen muchacho.
Algunos dicen que ascienden 225
sus rentas a... No lo sé;
pero es positivo que
Virginia y Mosthon se entienden.»
SERAFÍN ¡Oiga!
EDUARDO (Lee.) «Mosthon la socorre;
y es, con suma abnegación, 230
su galán de quita y pon,
segun el viento que corre»
SERAFÍN ¡Anda! ¡Anda!... ¿Con es su cuyo?...
Pues digo que es una mengua...
Y no se muerde la lengua 235
el que escribe... A ver...
EDUARDO                                      Concluyo.
«En fin, Luisa... ¿a qué negarlo?
tan candorosa, tan tibia...
tiene amores con Valdivia,
sin perjuicio de engañarlo. 240
Este juega a troche y moche...
la niña es su dulce imán;
pero es sólo capitán...
y la niña quiere coche.
Aunque parece que está 245
sujeta a mamá... ¡Ya es viña!...
¡Cuidado con esa niña,
y también con la mamá!
¡Lector!... De acabar ya es hora:
tu buena estrella bendice; 250
esto sabe y esto dice
quien ama, suspira y llora.
Hay moros en rededor:
verdad digo aunque me oculto:
abra el ojo y guarde el bulto 255
el adorable lector.»
SERAFÍN (Tomando el papel.)
¡Cosa más!... ¡Déjame ver!...
EDUARDO (Pensativo.) No caigo en quien...
SERAFÍN                                               ¡Por mi nombre!...
Esto no lo ha escrito un hombre.
EDUARDO ¡No! La letra es de mujer. 260
SERAFÍN Y ¿no sospechas?...
EDUARDO                                    No tal.
SERAFÍN Por la letra... hay rasgos tales...
EDUARDO ¡Qué!... Si todas son iguales,
¡todas escriben tan mal!
SERAFÍN Revuelve, discurre, idea... 265
EDUARDO Ps... con señas tan exiguas...
SERAFÍN ¿Si alguna de las antiguas?...
EDUARDO Qué sé yo... Como no sea...
SERAFÍN A ver ¿quién? ¿La de Soler?
EDUARDO ¡No!...
SERAFÍN            ¿La francesa?
EDUARDO                                  ¿Por dónde?... 270
SERAFÍN ¡Clara?...
EDUARDO                ¡Qué!
SERAFÍN                          ¿La hija del conde?...
La Eladia...
EDUARDO                   Pudiera ser.
SERAFÍN ¡Ah, perrón!
EDUARDO                    Son presunciones...
SERAFÍN Si...
EDUARDO        Por algún cabo suelto.
SERAFÍN ¿Con que es decir que habéis vuelto 275
a estrechar las relaciones?...
EDUARDO ¿A estrechar?... No, te diré.
De ella estuve enamorado;
mas supo que era casado
y... nada, me resigné. 280
Viudo después, el tributo
severamente rendí
a la que guardo aun aquí,
por la que visto de luto.
Mas, con mis fúnebres galas, 285
por distraer mi dolor,
hacia el mundo del amor
un día tendí mis alas.
Sin ser dueño de mi mano
ayer; hoy libre, resuelto, 290
sobre ese mundo revuelto
me arrojé como un milano,
¡el mundo!... ¡Cuánto se yerra
dentro de él!... Es como el mar:
grande, bello, singular... 295
cuando se ve desde tierra.
Te embarcas: la cara mustia,
al sentir el balanceo,
pones: después... el mareo,
y las náuseas, y la angustia. 300
Así yo: aun no entré en materia
y me siento fatigado,
y nauseabundo, angustiado...
Serafín, ¡cuánta miseria!
Giraba yo como un loco 305
anhelando libertad:
la tengo: ¿y bien? En verdad
que me sirve para poco.
Para el honesto placer,
para dar uno su nombre... 310
¡Chico!... Si está malo el hombre
¡no hablemos de la mujer!
Las habrá buenas, no esperes
que yo rebaje sus glorias;
pero... ¡qué historias! ¡Qué historias 315
tienen algunas mujeres!
Sobre el velo más tupido
¡qué candor!..., ¡qué fe!, ¡qué celo!
pero debajo del velo...
¡Jesús!... ¡Lo que hay escondido! 320
Por eso un tanto alarmado,
corregido en mis antojos,
voy por allí... ¡Soy todos ojos!
mas... voy desilusionado.
La otra noche en un salón 325
soñaba yo con mi Arcadia...
cuando hete que encuentro a Eladia
medio oculta en un rincón.
¡Es tan bella esa chiquilla!...,
tan grave, espiritual... 330
y ¡estaba tan natural,
tan graciosa, tan sencilla!...
Que ante sus muchos primores
me sentí regenerado;
tan tierno y apasionado 335
como en mis tiempos mejores.
Hablamos... sin que me atreva
a decir que puso tasa,
de las damas de esta casa,
de mi estado y vida nueva. 340
Y en lo que habló, si me es fiel
la memoria... eso es, de fijo;
poco más o menos dijo
lo que dice este papel.
SERAFÍN ¡Oh! Pues no hay que discurrir 345
ha sido Eladia; la tomo
por la autora...
EDUARDO                         Pero ¿cómo
ha logrado introducir?...
SERAFÍN ¡Bah! Seguro que la empresa...
¡La doncella!
EDUARDO                      ¿Cuál?
SERAFÍN                                 ¿Volvemos? 350
la del beso.
EDUARDO                    Y volveremos...
porque... ¿qué doncella es esa?
SERAFÍN ¡Pues yo bien claro me explico!
EDUARDO ¡Eh!... No sabes lo que dices.
SERAFÍN Si me ha dado de narices... 355
EDUARDO (Gritando.) ¡Perico!...
SERAFÍN (Tirando del cordón de la campanilla.)
                                      Eso, es, ¡Perico!...
A ver si con esta cita...
 
 

Escena VII

 

DICHOS, PERICO.

 
PERICO Monsieur?...
SERAFÍN                      Daremos con ella.
EDUARDO Haz que suba la doncella.
SERAFÍN La nueva y la nuevecita. 360
PERICO ¿Cuál?
EDUARDO (Mirando a SERAFÍN.) ¡Eh!
SERAFÍN                                             ¿Cuál a de ser? Una
que hoy aquí, aquí mismo ha estado
con un plumero endiablado...
PERICO Mas... Si en casa no hay ninguna
doncella nueva.
EDUARDO                          ¿Lo ves? 365
SERAFÍN ¿Ninguna?...
PERICO                     Ninguna, no;
usía ya ve que yo
sabría...
SERAFÍN              ¡Por san Andrés!
EDUARDO Nada, nada; ofuscación...
SERAFÍN ¿Y el beso?
EDUARDO                  Vanos antojos. 370
SERAFÍN ¿Lo del plumero en mis ojos
también ha sido ilusión?
EDUARDO Vamos, confiesa que estás...
SERAFÍN ¡Qué he de estar!... Apostaría...
EDUARDO Dejémoslo.
PERICO                   ¿Quiere usía 375
el caldo?
EDUARDO                Sí.
SERAFÍN                       Y algo más. (Se retira PERICO.)
¡Por vida de la doncella,
doncella de Lucifer!...
Juro que de revolver
la casa hasta dar con ella. 380
EDUARDO Las diligencias precisas
practica: hasta que te hartes,
búscala por todas partes;
y en cuanto la halles, me avisas.
SERAFÍN ¡Quiá!.. Lo que es eso despacio 385
aguárdalo... Es toda oro...
la chica vale un tesoro,
y merece hasta un palacio...
EDUARDO ¿Un palacio!... ¡Ja! ¡Ja! ¡Zape!
SERAFÍN Lo que oyes.
EDUARDO                      Apenas das 390
importancia...
SERAFÍN                       Ya verás...
es decir, como la atrape.
 

(Sale PERICO con una bandeja pequeña en cada mano. En la una habrá una taza de caldo; en la otra una tarjeta.)

 
PERICO El caldo.
SERAFÍN                 ¡Malo me he puesto!
¿Qué almuerzo es este, Perico?
(Apoderándose de la taza.)
¡Qué sobriedad! Pero chico, 395
¿no vas a almorzar más que esto?
EDUARDO Hoy no más; estoy a dieta.
PERICO Si usía gusta almorzar...
SERAFÍN Pues hombre ¿no he de gustar?...
Trae de todo.
PERICO (Presentando a EDUARDO uno bandeja.)
                       Esta tarjeta... 400
EDUARDO (Leyéndola.) «Rafael de Silva y Sarmiento.»
¿Está?
PERICO           Sí señor.
EDUARDO                         ¡Volando!
que suba...
SERAFÍN (Después de probar el caldo y enfriándolo con la cuchara.)
                      ¡Está pelando!...
enfriémoslo...
EDUARDO                        ¡Anda!...
PERICO (Retirándose.)              ¡Al momento!
EDUARDO ¡Mi buen cuñado!... A que abone 405
la dote... vendrá, y también...
 

(DOÑA MARÍA cruza por la puerta del fondo tarareando, dejándose ver de SERAFÍN, que grita.)

 
SERAFÍN ¡Ahí va! ¡Ten!
EDUARDO                         ¿Qué es eso?
SERAFÍN (Queriendo darle la taza.)  ¡Ten!...
(Tirándola y escapando.)
¡Qué se escapa!
(Tropezando en la puerta con RAFAEL.)
                           ¡Usted perdone!
 
 

Escena VIII

 

EDUARDO, RAFAEL, de luto.

 
RAFAEL ¡Qué atrocidad!...
EDUARDO                            ¡Bien llegado!
RAFAEL ¡Oh!... mi Eduardo...
EDUARDO                                   ¡Hermano mío! 410
¿Qué tal?
EDUARDO                Muriendo de hastío;
¿y tú?
RAFAEL           ¿Yo?... más resignado;
y así pensaba encontrarte.
EDUARDO ¡Ps!... debiera ser así;
pero cayó sobre mí 415
tan de improviso tu parte...
como la nueva venia
con tan feroz redacción,
me produjo una impresión...
que me dura todavía. 420
RAFAEL Estaba tan aturdido
aquella tarde horrorosa,
que no me cuidé gran cosa
de darte un texto escogido.
Además, como por ella 425
no sentías... en rigor
dije el hecho, sin temor
de que te hiciera gran mella...
EDUARDO ¡Tienes razón, y es verdad;
pero esta entraña es tan loca, 430
tan ciega!... que cuando toca
la severa realidad,
se duele allá a su manera
del tiempo mal invertido:
lamenta haber perseguido 435
una sombra, una quimera.
RAFAEL Eduardo, observo asombrado,
y no extrañes que me asombre,
que este hombre no es aquel hombre
EDUARDO Así es.
RAFAEL             Mucho has cambiado. 440
Quien otros tiempos recuerde...
¡ojos que vieron... y ven!
EDUARDO ¡Ah!... ¡No se conoce el bien
hasta que se aleja y pierde!
RAFAEL ¿Según eso es cosa cierta, 445
y meditada y sentida,
que la que olvidaste en vida
te desvela cuando muerta?
EDUARDO ¡Jum!... Ni lo sé: con lealtad
te diré, que en cierto modo 450
estoy dentro de un período
de confusa vaguedad.
Anhelo... y todo me hastía:
¡no estoy bien ni mal en casa!...
Me pasa... lo que les pasa 455
a muchos pueblos hoy día.
«¡Paz..., ¡derechos!..., ¡libertad!...»
los llegan a poseer...
y al fin no saben qué hacer
de tanta felicidad. 460
Es un solemne petardo
el que me he dado a mí mismo:
quiero volar... ¡y al abismo!
RAFAEL ¡Pobre Eduardo! ¡Pobre Eduardo!
Alma fogosa y galana, 465
¿así te abates? Confieso
que no me pesa, porque eso
es en honra de mi hermana.
Eso, si bien te concentras,
te dirá... cómo vivías: 470
que hoy buscas lo que tenías,
lo que perdiste y no encuentras.
Y buscarlo es vano afán
«quién bien tiene y mal escoge
de su daño no se enoje», 475
así lo reza el refrán.
Amante, discreta, bella,
leal, honrada, vehemente...
¡Oh!... No hallarás fácilmente
otra mujer como aquella. 480
EDUARDO Y ¿qué hacer? Pagué el escote
de mi ciega... No le demos
más... y de otra cosa hablemos.
Querrás recoger su dote,
y debo...
RAFAEL                Mira, no pases 485
adelante; por fortuna,
no me hace falta ninguna.
Para, allá, cuando te cases
y nuevas nupciales galas
te adornen, a recibir 490
vendré entonces...
EDUARDO                          ¿Es decir,
que su dote me regalas?
RAFAEL ¡Tanto como regalar!...
Quiero que guardes ileso
mientras viudo...
EDUARDO                           ¡Pues por eso! 495
como no me he de casar...
RAFAEL Esa es mucha afirmación.
EDUARDO Lo será; ¿pero qué quieres?
ya para mí las mujeres...
RAFAEL Pues no soy de tu opinión. 500
La mujer si tiene juicio,
y es modesta y bondadosa,
Eduardo, es una gran cosa
para sacarnos de quicio.
Al fin llevan nuestro nombre, 505
nos interesan y obligan...
la mujer, por más que digan,
es la alegría del hombre.
EDUARDO Te veo con vocación
y a punto de tropezar... 510
RAFAEL ¿Y por qué lo he de negar?
¿Soy yo algún guarda cantón?
EDUARDO ¡Ay!... ¡Malo!... ¿vas a caer?...
RAFAEL Ya es hora, treinta he cumplido.
EDUARDO Y ¿tienes ya?... ¿Has elegido 515
alguna?...
RAFAEL                Bien puede ser.
EDUARDO ¿Será bella?... Cosa es llana.
Di. ¿Quién es? ¿Es conocida?...
RAFAEL Es una tan parecida...
¡tan parecida a mi hermana! 520
que le entregué mi albedrío...
¡Qué portentos hace Dios!
¡Qué semejanza!... Son dos...
son dos gotas de rocío.
EDUARDO ¡Hombre! ¿Me presentarás?... 525
RAFAEL Cuando llegue...
EDUARDO                           ¿No está aquí?
RAFAEL No; ya vendrá...
EDUARDO                           ¿Pronto?
RAFAEL                                          Sí;
a su tiempo la verás.
EDUARDO Con curiosidad la espero.
RAFAEL Quisiera escribir.
EDUARDO                             Bien. ¿Dónde 530
vives?
RAFAEL           En casa del conde
de la Rivera del Duero.
EDUARDO ¡Calle!... ¿Qué estoy escuchando?...
¿El padre de Eladia?
RAFAEL                                   Sí;
¿la conoces?
EDUARDO                     Voy allí... 535
de noche de cuando en cuando...
RAFAEL Es muy linda.
EDUARDO                        Es algo frío
su empaque... pero es muy bella:
medio enamorado de ella
está cierto amigo mío... 540
RAFAEL Vamos, tú.
EDUARDO                   No, no, te juro...
Pero le puedes hacer
muy venturoso.
RAFAEL                          ¡Yo!... ¿A ver?..
(¡Hum!... Aún no está muy seguro.)
EDUARDO Este amigo es un alano 545
de cuenta, de fino diente...
que no tendrá inconveniente
en pedir su blanca mano.
Mas como el público todas
son intachables, y en casa... 550
pues... sabe Dios lo que pasa,
no quiere lanzarse en bodas
sin que de cierta manera
le informen... logre saber...
claro; quiere una mujer 555
buena en casa y buena fuera.
RAFAEL Es natural.
EDUARDO                  Sí lo es,
conque te ruego que accedas...
RAFAEL ¿A qué?
EDUARDO               Como allá te hospedas,
y a todas horas la ves, 560
y observas acto por acto
su carácter y su...
RAFAEL                             ¡Ya!
EDUARDO ¿Quién mejor que tú podrá
dar de ella un informe exacto?
RAFAEL Eso... temo que traspase... 565
EDUARDO ¡Hombre, no!... Todos, no hay duda,
nos debemos dar ayuda...
¡Por los fueros de la clase!
¿Es justo que a ciegas de
su mano, que entregue el cuello?... 570
RAFAEL Si tienes empeño en ello...
(te veo...) ya informaré.
EDUARDO Corriente y queda pactado...
RAFAEL Bien, bien; no hay más que decir;
pero quisiera escribir, 575
¿no tienes aquí recado?
EDUARDO Adentro, en mi cuarto está
todo a punto y todo listo.
Escribes mientras me visto...
¿Quieres venir?
RAFAEL                          Voy allá. 580
 

(Entran en la alcoba. Sale por la puerta del fondo ISIDORA, recatándose y con un papel en la mano.)

 
 

Escena IX

 

ISIDORA.

 
Este papel misterioso
que aquí suba me aconseja...
Pero ¿dónde está? No deja
de ser el lance curioso.
Este paso puede dar 585
motivo a murmuraciones...
pero hay que hacer concesiones
cuando se aspira...
(Escuchando a la puerta de la alcoba.)
                              Oigo hablar.
¡No está solo!... ¡Huye, Isidora!...
(Se dirige al fondo y retrocede.)
Aquí pasos... ¡Al balcón! 590
 

(Se esconde detrás de la cortina y sale huyendo DOÑA MARÍA por el fondo.)

 
 

Escena X

 

DOÑA MARÍA, después SERAFÍN.

DOÑA MARÍA (Deja caer el plumero y se dirige a la puerta secreta, por la que desaparece.)
¡Es mucha persecución!...
 

(Sale SERAFÍN tan largo como ha desaparecido DOÑA MARÍA.)

 
SERAFÍN ¡Ah, duende! Lo que es ahora...
¿Eh?... ¡Ah!... Ya sé; a la querencia
de la alcoba...
(Dirigiéndose a la misma, tropieza con un plumeros, que recoge.)
                   ¡Un prisionero!
He aquí el dichoso plumero... 595
¡Si negarán la evidencia!...
 

(Entra en la alcoba y sale por el fondo MISS VIRGINIA, recatándose y con un papel como ISIDORA.)

 
 

Escena XI

 

MISS VIRGINIA, ISIDORA.

 
MISS VIRGINIA Mi disen que quiero hablar
con mi Sir Edward poquito,
y yo viene con lo escrito...
¿Sir Edward?... ¿Eh? ¿Sir Edward? 600
 

(Voces como de un altercado dentro de la alcoba. MISS VIRGINIA retrocede.)

 
¡Oh!... ¡Oh!... ¡No es sola, tien gente,
y mí solo en la visita!...
ISIDORA (¡Miren la americanita!...)
MISS VIRGINIA ¡Salen todo de repente...
y mí no quiero ser visto!... 605
(Ocultándose tras de la cortina del otro balcón.)
¡Aquí!
ISIDORA            (Bien: ya somos dos.)
 

Escena XII

 

DICHAS, EDUARDO, SERAFÍN.

 
EDUARDO ¿Te convences?
SERAFÍN                         ¡Vive Dios!
De coraje estoy que envisto.
¿Y este plumero?
EDUARDO                            ¡Ya escampa!...
SERAFÍN No es un indicio vehemente, 610
sino una prueba patente...
EDUARDO ¡Eh!... quita...
SERAFÍN (Tirándolo.) Aquí hay trampa, hay trampa.
Verás con mi planta asidua...
sí, juro aunque te reveles,
no comer pan a manteles 615
hasta dar con la individua.
 

(Escapa por el fondo.)

 
 

Escena XIII

 

EDUARDO, DICHAS.

 
EDUARDO Hasta el hombre más sensato,
en tomando cierto sesgo
las cosas... ¡Pues! Corre el riesgo
de volverse un mentecato. 620
Con él ha dado al través
esa... ¡Pobre Serafín!
¿Si habrá que buscarle al fin
una jaula en Leganés?
MISS VIRGINIA (Asomando un poco la cabeza.)
(¿Saliré?)
ISIDORA (Lo mismo.) (Esta americana...) 625
EDUARDO A fe que provoca a risa
su...
 

(Ve a LUISA que cruza con mucha precaución por el fondo.)

 
         ¡Calle!... ¿Es Luisa?... Sí. ¡Luisa!
 

(Va a su encuentro.)

 
 

Escena XIV

 

LUISA, EDUARDO, DICHAS.

 
LUISA (¡Ah!... Me vio.)
EDUARDO                           ¡Rosa temprana!
¿Usted por este desván?
Pase usted...
LUISA                     ¡No!... ¡No!... Perdón... 630
EDUARDO Honre usted mi habitación.
LUISA (Entrando.)
Mas si me ven, ¡qué dirán!
Iba al cuarto de la plancha...
EDUARDO ¡De la plancha! Bien, después...
ISIDORA (La Luisita... y somos tres.) 635
EDUARDO El corazón se me ensancha...
Permita usted que se ensanche...
LUISA No... pero la aplanchadora...
EDUARDO Estará aplanchando ahora...
¡Eh!... Déjela usted que aplanche. 640
En grata conversación
sin que nadie aquí nos mire...
¡Ay!... Deje usted que respire
mi apenado corazón.
LUISA Eduardo... ¡Qué compromiso!... 645
Cualquiera puede venir...
EDUARDO ¡Nadie!... ¿Quién ha de subir?
Ya ve usted, un tercer piso...
Si vivo aquí en un destierro...
LUISA Es que... no obstante, esa puerta 650
de par en par está abierta...
EDUARDO Verá usted como la cierro...
LUISA (Deteniéndolo.)
¡No!... ¡No!... ¡Jesús!...
EDUARDO                                      Bien está.
Quería yo preveer...
ISIDORA (Saliendo de su escondite retirándose por el fondo muy despacio.)
(Esto lo debe saber 655
Valdivia. ¡La niña!...)
MISS VIRGINIA (Va a salir, pero va a ISIDORA y vuelve a ocultarse.)
                                  (¡Ah!)
LUISA Me retiro...
EDUARDO                   ¡No!
LUISA                             ¡Ay de mí!
si descubren...
EDUARDO                        Le prometo...
LUISA Ya ve usted... me comprometo...
EDUARDO Y ¿así se va usted?...
LUISA                                   Así. 660
EDUARDO ¡Oh, corazón inhumano!...
LUISA ¿Pero qué?... ¡No se sofoque!...
EDUARDO ¡Sin permitir que la toque
siquiera esta blanca mano!... (La toma.)
MISS VIRGINIA (¡Oh!)
LUISA (Queriendo retirarla.) No es eso...
EDUARDO                                                          ¿Cómo no? 665
Se va usted, mal que me pese
sin permitir que la bese (La besa la mano.)
una y mil veces...
MISS VIRGINIA                             (¡Oh!, ¡oh!...)
LUISA Deje usted...
EDUARDO (Sigue besando.) La haré pedazos...
LUISA Ya basta...
EDUARDO (Id.)          ¡Qué ha de bastar?... 670
LUISA ¡Ay!... Me voy a desmayar...
EDUARDO ¿Desmayar? ¡Pues a mis brazos!
MISS VIRGINIA (¡Very much enfurecida!)
(Dentro.)
DOÑA ANACLETA ¡Qué infamia!
VALDIVIA                        ¡Quiero saber!
DOÑA ANACLETA ¡Pues no!
VALDIVIA                ¿Quién lo ha de impedir? 675
DOÑA ANACLETA ¡Yo!...
LUISA            ¡Valdivia!... ¡Soy perdida!
¿dónde huir?...
EDUARDO                        Quedará ileso
su honor... (Abriendo la puerta secreta.)
                 ¡Por aquí!...
LUISA (Escapando por la puerta secreta.)
                                       ¡Ah!... ¡Qué bien!...
EDUARDO ¡Voto!... Armarme este belén,
cuando...
 

(Aparecen disputando acaloradamente en la puerta del fondo DOÑA ANACLETA y VALDIVIA.)

 
 

Escena XV

 

DOÑA ANACLETA, MISS VIRGINIA escondida, EDUARDO, VALDIVIA.

 
VALDIVIA (Saliendo y mirando a todas partes.)
           ¡A ver!
EDUARDO                        Pero ¿qué es eso? 680
VALDIVIA Adónde está...
 

(Después de registrar por entre los muebles, levanta primero la cortina del balcón donde estuvo oculta ISIDORA, y luego la que oculta a MISS VIRGINIA.)

 
                         Si la encuentro...
EDUARDO (Riéndose.) Pero ¿quién?
VALDIVIA                                          Vaya una risa...

(Descubre a VIRGINIA.)

¡Una mujer! ¡Ah!... ¡No es Luisa!
(Dirigiéndose a la alcoba, en la que entra.)
¿Si estará por aquí dentro?...
 
 

Escena XVI

 

MISS VIRGINIA, DOÑA ANACLETA, EDUARDO.

 
EDUARDO ¡Virginia!...
DOÑA ANACLETA                 ¡De mi hija dudar!...
Esto sólo me faltaba. 685
EDUARDO (A VIRGINIA.) Perdone usted..., ignoraba...
MISS VIRGINIA Yes! Sir Edward... Sir Edward.
DOÑA ANACLETA ¡Envidia! ¡Intrigas groseras!
Las arman, y aunque es en vano,
a la que hallan más a mano 690
le echan... ¡Si estas extranjeras!...
EDUARDO Señora, no...
DOÑA ANACLETA                      ¡Dulce amigo!...
¿Negar lo que he visto yo?
MISS VIRGINIA Don Anacleta, osté no, 695
no sabe lo que se digo.
Mí oculta... allí... é mucho ver:
ver aquí a don Luisita
con Mister... a la visita...
Gran miedo... ma dejó hacer. 700
E mister mocho besar...
DOÑA ANACLETA ¡Qué dice!...
MISS VIRGINIA                     Mí lo estoy viendo...
y escapar...
DOÑA ANACLETA                    ¿Qué está diciendo?
EDUARDO ¡Virginia!...
MISS VIRGINIA                     Yes, Sir Edward.
DOÑA ANACLETA A usted se la ha sorprendido 705
oculta.
MISS VIRGINIA              Yes, a mí oculta
para ver...
DOÑA ANACLETA                  ¡Usted me insulta!
EDUARDO (¡Por Dios, que estoy divertido!)
MISS VIRGINIA Bien: toda el hotel sabrá...
DOÑA ANACLETA ¡No!... ¡De usted será la mengua! 710
MISS VIRGINIA Yo he rewolver...
DOÑA ANACLETA                             Y yo lengua.
MISS VIRGINIA (A EDUARDO.) Y Mister Mosthon vendrá
 

(Se retira por el fondo.)

 
 

Escena XVII

 

DOÑA ANACLETA, EDUARDO, después VALDIVIA.

 
DOÑA ANACLETA ¿Pues no ha dicho?... ¡Vaya un paso!...
Si hay para cegar de ira...
EDUARDO Mentira todo, mentira; 715
y usted no debe hacer caso...
DOÑA ANACLETA ¡Qué he de hacer!... ¿Está usted loco?
Pues qué... mi niña...
EDUARDO                                   Convengo...
DOÑA ANACLETA ¡Yo sé la niña que tengo!
EDUARDO (Ya me va cargando un poco...) 720
 

(Sale VALDIVIA.)

 
MISS VIRGINIA Pues tampoco está aquí Luisa.
EDUARDO ¿Y así mi cuarto se allana?
¿Es esto cárcel o aduana
para pasar la requisa?
DOÑA ANACLETA Eso me ofende y merece... 725
EDUARDO Y a mí me ofende también.
VALDIVIA Sí, sí; todo está muy bien,
pero Luisa no parece.
EDUARDO Y con ella ¡qué tenemos...
VALDIVIA ¡Oh!... Me han dicho... y hasta dar 730
con ella no he de parar.
Nos veremos.
EDUARDO                      ¡Nos veremos!
 

(Se retira VALDIVIA por el fondo.)

 
 

Escena XVIII

 

DOÑA ANACLETA, EDUARDO.

 
DOÑA ANACLETA ¡Pobre hijita de mi alma!
¡Andar en lenguas de gente...
ella!... ¡La más inocente 735
de cuantas ostenta palma!...
EDUARDO ¿Quién duda?...
DOÑA ANACLETA                           Su fuerte escudo
es la virtud...
EDUARDO                      ¡Ejemplar!
DOÑA ANACLETA Ella atreverse a pisar
el cuarto de un joven... viudo. 740
¡Ca!... Señora...
DOÑA ANACLETA                             ¡No en mis días!
DOÑA ANACLETA Rectos principios conserva...
aunque le diré en reserva
que tiene sus simpatías...
EDUARDO ¡Qué me cuenta usted!...
                                     No es esto 745
DOÑA ANACLETA decir que conozca yo...
Ella demostrar... ¡No, no!
el decoro...
EDUARDO                    ¡Por supuesto!
DOÑA ANACLETA Mas noto cuando trabaja
que mira a usted...
EDUARDO                               ¿Es posible? 750
DOÑA ANACLETA Y suspira... ¡Es tan sensible!...
EDUARDO Sí, la niña es una alhaja.
DOÑA ANACLETA Y ¡cómo pone la pluma!
pues ¿y pintar? ¿y coser?
Va a ser toda una mujer... 755
EDUARDO (Esta señora me abruma.)
DOÑA ANACLETA Digo a usted que si se inflaman
ambas almas, por quien soy,
no me pesara...
EDUARDO (Respondiendo como si le llamaran.)
                          ¡Voy! ¡Voy!
Perdone usted, que me llaman... 760
(No vuelves a verme el pelo.)
 

(Entra en la alcoba.)

 
 

Escena XIX

 

DOÑA ANACLETA después DOÑA MARÍA, después SERAFÍN.

 
DOÑA ANACLETA Bien: no me. he desenredado
del todo mal; queda echado
por esta parte el anzuelo.
Ahora veremos sí 765
la amante lucha se traba,
y el pez acude y se clava,
porque entonces...
 

(Gritando al ver salir de repente a DOÑA MARÍA por la puerta secreta.)

 
                               ¡Ay de mí!
 

(Se vuelve como para huir. Sale SERAFÍN detrás de DOÑA MARÍA, y ésta escapa por el otra hueco de la puerta. Este juego deberá ensayarse mucho, porque es instantáneo.)

 
SERAFÍN (Alcanzando a DOÑA ANACLETA y abrazándola.)
¡Te atrapé!
DOÑA ANACLETA                   ¡Ay!
SERAFÍN                          ¡Te atrapé!
DOÑA ANACLETA (Zafándose.) Pero ¿qué es esto? ¡Señor! 770
SERAFÍN (Reconociéndola.)
¡Uf!... ¡Horror! ¡Horror! ¡Horror!...
Señora, me equivoqué...
DOÑA ANACLETA ¡Cómo se entiende!¡Jamás
me ha sucedido!...
SERAFÍN                               ¡Oh!... ¡Ni a mí!
DOÑA ANACLETA ¡Que escándalo!... ¡Huyo de aquí!... 775
 

(Se retira por el fondo.)

 
 

Escena XX

 
SERAFÍN. ¡Huye, sí! (Dejándose caer en una butaca.)
                No puedo más.
Bramo, elevo mi querella
hasta el luminar del día...
¡Sin almorzar todavía!
¡Sin almuerzo y sin doncella! 780
Pero si una y dos son tres...
 

(Sale EDUARDO con el sombrero puesto.) 

 
 

Escena XXI

 

EDUARDO, SERAFÍN, después MISTER MOSTHON.

 
EDUARDO Salgamos... ya se ha largado...
SERAFÍN ¡Ah, chico!... se me ha escapado...
EDUARDO (Dirigiéndose al fondo.)
Vaya, vaya; ¡a Leganés!
SERAFÍN ¡Oye!...
EDUARDO              ¡Adiós!
  

(Aparece MISTER MOSTHON en la puerta del fondo con una caja de pistolas debajo del brazo.)

 
MISTER MOSTHON                           Mister Edward 785
A osté mí vengo derecho
con las pistolas...
EDUARDO                             Bien hecho.
MISTER MOSTHON Y osté ya bien sospechar...
EDUARDO Sospecho por lo que miro
y de esa caja se infiere, 790
que doña Virginia quiere
que nos peguemos un tiro.
Pues no me importa el albur;
antes es mucha merced,
y acepto. Entiéndase usted 795
con el señor.
MISTER MOSTHON                     Pero...
EDUARDO (Desapareciendo.)   ¡Agur!
MISTER MOSTHON (Siguiéndole.) Pero osté con mí...
SERAFÍN (Siguiendo a MISTER MOSTHON.)
                                                         ¡Conmigo
ha dicho! ¿Estamos? Con que...
MISTER MOSTHON Mí nada tien con osté
SERAFÍN (Desapareciendo con MISTER MOSTHON por el fondo.)
Soy su padrino, y testigo... 800
 
 

Escena XXII

 

RAFAEL, después DOÑA MARÍA después SERAFÍN.

 
RAFAEL (Con cartas y el sombrero en la mano.)
Pero ¡qué infierno han armado!
DOÑA MARÍA (Asomando la cabeza por la puerta secreta.)
¿Estás solo, hermano mío?
RAFAEL Sí.
DOÑA MARÍA (Sale.) ¡Qué es eso!... ¿Hay desafío?...
RAFAEL Aquí estoy yo, no hay cuidado.
DOÑA MARÍA (Abrazando a su hermano.)
¡Qué no haya, por Dios, desgracias! 805
RAFAEL Déjalo, que ello dirá...
DOÑA MARÍA Por Eduardo temo...
SERAFÍN (Exclamando desde el fondo al ver a DOÑA MARÍA en los brazos de RAFAEL.)
                                    ¡¡Oh!!
DOÑA MARÍA (Al ver a SERAFÍN desapareciendo por la puerta secreta.)
                                                ¡Ah!
RAFAEL (A SERAFÍN.) ¿Qué?
SERAFÍN                                   Buen provecho.
RAFAEL (Poniéndose el sombrero.)              Mil gracias.
 

 (Vase por la puerta secreta. SERAFÍN atónito y con los brazos abiertos, queda en medio de la escena, y cae el telón.)

 

FIN DEL ACTO SEGUNDO.



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