Fray Bernardo Boyl, abad de Cuxá

Fidel Fita Colomé (S.I.)

El doctísimo Caresmar, no conoció los diplomas reales, que establecen perentoriamente haber sido de la Orden de los Mínimos Fray Bernal Buyl, primer Apóstol del Nuevo Mundo, sin perjuicio de que antes de 1492 pueda considerársele como sacerdote ermitaño y gloriosa lumbrera del monasterio benedictino de Monserrate. Caresmar, estimando que Fray Buyl no había trocado el hábito, conjetura que regresó de América en la misma flota que trajo preso á Cristóbal Colón; y que habiendo temido el Rey que no duraría la paz entre el Almirante y Fray Buyl, dispuso que éste quedase en España y volviese aquel á las Indias. Mas ni volvieron juntos de América en la misma flota, ni la razón que escogitó Caresmar subsiste ante la realidad de los hechos. Fray Buyl había tomado tierra en España á 3 de Diciembre de 1494; en 16 de Febrero de 1495 estaba decidido por los Reyes que no volvería á las Indias por razón de su enfermedad; y finalmente, á instancia de San Francisco de Paula, su general,   —355→   fué enviado en 21 de Octubre de 1495 á Roma, donde seguía agenciando gravísimos negocios de su Orden¹ á fines del año 1497.

En el año siguiente ¡cosa extraña! vuelve á presentarse ante el tribunal de la Crítica el litigio del hábito que revestía Fray Buyl. Afirma Caresmar que en ese año 1498 el Cardenal Julio della Rovere, que seguía teniendo en encomienda «la famosa y rica abadía del antiquísimo monasterio de San Miguel de Cuixá, en el condado de Rosellón, obispado de Elna, de benedictinos de la congregación claustral Tarraconense», la renunció por mediación del rey D. Fernando á favor del P. Fray Boil. «Gobernó, añade Caresmar, el famoso P. Fr. Boil aquella abadía hasta el año 1520, en que murió, como consta del catálogo de los abades, que está en el archivo de aquella Casa, que leí hallándome yo en aquel monasterio en el año 1762.»

La Gallia christiana, en su tomo VI², habla menos á bulto y con mayor acierto que Caresmar por lo tocante á la duración del abadiazgo; porque, más de asiento informada, propone cinco abades desde 1495 á 1518; y á Bernardo Boyl solo cita como existente con aquella dignidad en 1503, apoyándose en la autoridad de Mariana, con quien se aviene Zurita³. ¿Dónde está la verdad? hace un siglo ya se buscaba por nuestra Academia, conforme lo manifiesta una carta inédita que obra en el tomo VI de la Colección Muñoz. Es autógrafa de D. José de Vega y Sentmanat, regidor de Barcelona, y dice así:

«Al P. Fr. Joaquín Traggia de S.º Domingo, guarde Dios muchos años, de las Escuelas Pías. Madrid.

Barcelona 29 de Julio de [17]91.

Mi Amigo y Señor: Si el impreso del Jayme Ferrer fuesse mío; me hubiera hecho honra de embiarlo al S.or D. Juan Baut.a Muñoz: pero no lo es, ni se halla en Barcelona. Es de un Cavallero que vive en un Pueblo cercano, i está tan zeloso de essa joya, que no hay que entrarle por esa parte. Por esto saqué yo mismo mi   —356→   copia exacta; y lo es la que remito hoi al S.or Muñoz dentro el sobre del S.or Sorlier. Tocará pues avisarme el recibo; y este es el único costo de la Copia⁴, con la que regalo al S.or Chronista, muy obligado á sus ofrecimientos de que prometo no abusar.

No se le puede complacer en lo que pide de embiarle la cita, prout iacet, en el Necrologio de Cuxá, de la muerte de Boil; pues no la conserva Caresmar con tanta individuación, i ahora las Fieras⁵ destrocaron allá todo lo bueno, que es un dolor! Á mí me ocurría si en el Archivo Racional de aquí (porque en el Real dicen que no se halla cosa) se havía de encontrar noticias del todo; pero yo no sé de quien nos podamos valer, porque su Archivo (sino es que sea por lo Llerena) no habrá más de esso que el Deán de Cibdad Rodrigo. Yo quedo declarado irregular, i D.º Jayme⁶ absolutamente no puede. Y qualquiera que fuese, necesitaría una Credencial, que ya es sobrado para una mera Curiosidad literaria.

No obstante la Censura del S.or Muñoz, yo estimo en más el Gonzalo Fernández de Oviedo. Si Cerdá ha de cumplir, lexos le vamos; tiene muchas promesas al ayre, i eran dignas. Vm. no se canse que el calor es fuerte; sin él haze Vm. sudar la prensa. Luego que salga su obra, avíseme. Montoliu, D.n Bonfill, nuestro D. Jayme, y PP. de S. Agustín mil saludes á Vm.; de quien soy apasionado y servidor. -Vega.»

Barcelona, 29 de Julio de 1891.