41
However, the depiction
of this theme is reversed in a mirror-like fashion since Garabombo
is cured of his alleged invisibility when the Indians, by fighting
valiantly, force the authorities to notice them, while Remigio
loses his reputed good looks when the authorities stop paying
attention to him
(Anna-Marie Aldaz. The Past of the Future. The
Novelistic Cycle of Manuel Scorza. New York /
Bern / Frankfurt am Main / Paris: Peter Lang, 1990,
72).
42
His cautionary
tale
[del Niño Remigio] shows the dire
consequences an Indian brings upon himself by entering the white
world and naively trusting the friendly overtures of the
authorities
(Ibidem, 71).
43
Undoubtedly, el Ojo is an apt sobrique for a marksman, but
perphaps Scorza wanted to add an ironic twist: Garabombo's
visibility
(Ibidem, 74).
44
The interplay of
different time frames in Garabombo, el invisible is the most
complex of the cycle
(Ibidem, 72).
45
Tomás Gustavo Escajadillo. «La historia, el mito y los sueños. Una entrevista inédita con Manuel Scorza». Quehacer, núm. 69, enero-febrero de 1991).
46
Wilfredo Kapsoli. Los movimientos campesinos en Cerro de Pasco: 1880-1963. Huancayo: Instituto de Estudios Andinos, 1975, 99-102.
Guillermo
Thorndike también da noticia de estas invasiones en su
novela El caso Banchero: La comunidad
de Yanahuanca ocupó tierras arrebatadas por las haciendas,
la Guardia de Asalto ametralló a los campesinos,
quemó sus chozas, fusiló sus ganados, consumó
una espantosa matanza
(El caso Banchero. Buenos Aires
/ Barcelona: Corregidor / Barral, 1973, 223).
b, testigo de
excepción en los conflictos campesinos del sur peruano,
también describe las invasiones: «Recuperar: volver a poseer. Fui a ver el caso
de las invasiones en el Sur. Los campesinos me contestaron:
"¿Cuáles invasiones? Lo que hacemos es recuperar la
tierra de nuestros antepasados. No hay invasiones. Hay
recuperaciones" [...] Las invasiones son pacíficas. Una
poblada, formada por campesinos de las localidades vecinas, invade,
casi siempre en la madrugada, los terrenos de una hacienda [...]
Nada hay más ajeno al carácter de las masas
indígenas que el desenfreno. Invadir no es, pues, saquear,
robar, incendiar o violar. Es, simplemente, entrar en la tierra
prohibida de la hacienda; desde los balcones de madera los
hacendados pueden ver cómo sus propiedades cambian de mano.
Pero sus vidas están a salvo [...] Las invasiones eluden
enfrentarse a la fuerza [...] Se invade en ausencia de la
policía. Para los custodios del orden de los propietarios
esto significa un juego entre aburrido y terrible [...] Las
invasiones son anunciadas [...] Los invasores esperan a las
autoridades para sentar el hecho y darle forma al
derecho»
(Cuzco: tierra y muerte. Lima:
Populibros Peruanos, 1964, 93-94)
47
Laura Lee Crumley de Pérez. «El intertexto de Huarochirí en Manuel Scorza: una visión múltiple de la muerte en Historia de Garabombo el invisible». América Indígena. Vol. XLIV, núm. 4 (octubre-diciembre de 1984), 747-755.
48
Según
informa Ángel Rama en la nota introductoria a la segunda
edición mexicana (Siglo XXI, 1975), el
manuscrito quechua sin título, que comienza con las palabras
Runa yndio niscap
Machoncuna naripa... fue recogido a finales del siglo XVI
[¿1598?] en la provincia de Huarochirí [...] por el
sacerdote cuzqueño Francisco de Ávila. El propio
Francisco de Ávila tradujo, de manera libre e incompleta,
los seis primeros capítulos con la aparente intención
de redactar un tratado sobre la idolatría entre los indios
peruanos
.
La cuidadosa traducción al español y la ejemplar edición del texto corrieron a cargo de José María Arguedas (Lima: Museo Nacional de Historia / Instituto de Estudios Peruanos, 1966). De esta edición es de la que, sin duda, Manuel Scorza, toma el fragmento que encabeza el capítulo 35 de Garabombo, el invisible. El texto que reproduce Manuel Scorza es el justo inicio del capítulo 27 (página 155 en la edición limeña).
49
Laura Lee Crumley de Pérez. «El intertexto de Huarochirí en Manuel Scorza: una visión múltiple de la muerte en Historia de Garabombo, el invisible». América Indígena, XLIV, núm. 4 (octubre-diciembre de 1984), 752.
50
Ibidem, 752.