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661

«Calleja dió el encargo de evitar que en Querétaro no se hiciese la exclusión ofensiva de los europeos en las elecciones que se habían de celebrar en Diciembre de 1813 para la renovación del Ayuntamiento, al arcediano Beristain.» Alamán, Historia de Méjico, t. III, p. 427.

 

662

Los antecedentes de la comisión de Beristain se encuentran en las pp. 366 y siguientes del t. X de la Colección de Hernández Dávalos.

 

663

Así consta de las agregaciones manuscritas a la información de méritos de Beristain, impresa en 1812.

 

664

Este folleto, con la censura de Beristain, ha sido reproducido por Hernández Dávalos, Documentos, t. II, pp. 470-76.

 

665

Reproducido en Hernández Dávalos, pp. 740-52, t. II, Documentos.

Otra de las aprobaciones de Beristain más ardientes por su espíritu realista es   —287→   la que dio en 23 de enero de 1812 a la Oración de D. Manuel Alcayde y Gil en la solemne acción de gracias que anualmente se celebra en la Catedral de México en la última noche de cada año, que Hernández Dávalos ha reimpreso en las pp. 541-60 del t. II de su citada Colección, de la cual conviene que el lector conozca los siguientes párrafos:

«Yo tuve antes de leerlo, el gusto de oirlo en dicho templo, y desde entonces me complací en que ocupara aquel respetable púlpito un doctor valentino, por la tierna memoria que hice de mi sabia madre, la Universidad de Valencia. Es verdad que ví á alguno en aquella noche torcer el gesto al escuchar una de las proposiciones que contiene este Sermón, y es que en lo concerniente al bien civil debe obedecerse primero á la potestad secular que á la eclesiástica: proposición, no sólo cierta, sino evangélica, según el doctor angélico Santo Tomás. También noté algún escándalo en ciertos ingenios párvulos sobre la proposición de que la potestad del Rey tiene su origen del Cielo: como si Dios hubiera criado el mundo y los hombres para dejarlos abandonados al desorden; y como si la Providencia divina no cuidase de la elección de los príncipes por los medios más racionales y conformes á la libertad natural, moral y aún religiosa de los pueblos. Finalmente, parecieron demasiado duras á muchos ciertas expresiones del orador sobre el castigo de los perturbadores de la pública felicidad; sin hacerse cargo del sagrado entusiasmo que ocupa la fantasía de los españoles de la Península, de donde acaba de venir el orador, contra los monstruos franceses; y que toda el agua del Océano habría sido capaz de entibiar talvez en el doctor Alcayde, si no se hubiese encontrado aquí con fiestas acaso más horribles y abominables.»

En la pág. 500 del t. VII (el autor se refiere a La Imprenta en México) insertamos la aprobación que Beristain dio a las Festivas aclamaciones de Xalapa, de Villaseñor Cervantes. Además de ésta y de las que quedan mencionadas, apuntaremos aquí, por orden cronológico, las restantes que conocemos y que todas ellas, cual más cual menos, sirven para acabar de dar a conocer las tendencias suyas en el orden que historiamos:

1795. 28 de Noviembre. -Glorias dominicanas, de fray Miguel Hidalgo.

1796. 6 de Julio. -Sermón segundo de S. Pedro Mártir de Verona, de fray Ramón Casaús Torres.

«... Utilísimo para excitar en los que lo leen iguales sentimientos por la pureza de nuestra Santa Fé; pero por la parte en que declama contra los novadores más recientes, lo tengo muy necesario para extirpar, si hubiese, por desgracia, en nuestro reino algunas semillas, ó de impedir, si no las hubiese, la entrada en él á las máximas hipócritas de los Jansenistas modernos, que con tantos progresos caminan, como perjuicios han hecho á la Iglesia y á los príncipes en estos últimos años en las provincias más ilustradas de la Europa.»

1800. 30 de Noviembre. -Sermón eucarístico del mismo Casaús.

«... Es este sermón una apología de la sólida y verdadera ilustración que estos príncipes han dado con sus conquistas y gobiernos á estos países, que los espíritus fuertes de la Europa creen todavía sentados en las tinieblas; y si llega, como lo deseo, á Roma, impreso por el permiso de V. E., llenará de júbilo á nuestro Santísimo Papa al ver la doctrina que se predica en la América y la obediencia y devoción en que quedan estos remotos pueblos á su persona y cátedra al expirar el turbulento y malhadado siglo XVIII.»

1801. 30 de Junio. -Conde y Pineda, Sermón panegírico de Santo Tomás.

1802. 1º de Octubre. -Zelaa, Glorias de Querétaro.

- 30 de Diciembre. -Talamantes, Panegírico de Santa Teresa.

1804. 9 de Febrero. -Larrañaga, Poema heroico.

- 7 de Marzo. -Ponce de León, Sermón moral, etc.

- 16 de Agosto. -Guridi, Sermón en las honras de Ladrón de Guevara.

1805. 16 de Julio. -Carta edificante de Sor Inés Josefa del Corazón de Jesús.

1806. 12 de Agosto. -Casado, Sermón en la profesión religiosa de Sor María Genara de Santa Teresa.

1807. 3 de Junio. -Heredia, Sermón de N. S. de Covadonga. «Su impresión contribuirá en las actuales circunstancias á fortificar la piedad, á encender el ardor   —288→   militar y á inspirar al pueblo la confianza que debe tener en el patrocinio del Cielo contra los enemigos de la Religión y del Estado, cuando por la reforma de costumbres y la penitencia se tiene desarmado el brazo justiciero de Dios.»

1808. 14 de Septiembre. -San Agustín de la Cuevas. -Fuentes y Vallejo, La Religión y el Estado, etc.

1809. 9 de Mayo. -Díaz del Castillo, Sermón político-moral.

«... Publíquese, pues, y corra y extiéndase por ambos mundos cualquiera testimonio del modo de pensar de los habitadores de este nuevo, en orden al amor, fidelidad y obediencia al verdadero Rey de España y Emperador de las Indias, Fernando Séptimo el idolatrado, y al odio santo, aversión política y horror natural que la América Española profesa al tirano de la Europa, Napoleón Bonaparte, y á todos sus infames satélites.»

1809. 18 de Octubre. -Calvo Durán, Sermón dogmático-panegírico, etc.

- López y Torres, Breve exhortación, etc.

Va precedida de una carta a Napoleón, firmada por Filopatro Angelopolitano, que sin duda no es otro que Beristain, en la que le dice:

«... Hizo á los feligreses el teniente de cura la exhortación que doy á luz, y la remito desde estos remotos climas, para que conozcas, ¡oh! infame corso, la fidelidad y entusiasmo que animan á los más escondidos habitantes de este Nuevo Mundo á favor de los legítimos Reyes de España, y contra tí; y para que gradúes cuál será la ilustración del estado eclesiástico de esta América, por cuya posesión tan en vano te desvelas, cuando un teniente de párroco de un pueblo corto y desconocido en tu geografía, así piensa, y así tan bellamente se explica.

«Desiste pues, desiste, ¡oh! monstruo de ambición, de tus delirios, porque la América Española está bien penetrada de tu carácter impío, feroz y sanguinario, y te aborrece como á furia desatada del abismo, que sólo aspira á destruir la religión verdadera, la moral sana y la felicidad temporal de los pueblos.»

«Tu más mortal enemigo».

- 24 de Enero. -Ponce de León, Oración gratulatoria.

«Es dignísima de la luz pública y ella va á hacer honor y justicia á la fidelísima ciudad de Oaxaca, al autor y á toda esta Nueva España, cuyos hijos y vecinos no tienen más que un mismo sentimiento y modo de pensar y unos mismos votos y deseos, gracias á Dios: salud á Fernando VII, fidelidad á su Trono, obediencia á su Gobierno legítimo, odio á Napoleón y á cuantos intenten oprimir á la Nación Española, o separar de su generosa madre y metrópoli estas colonias de América.»

1810. 10 de Abril. -Zelaa, Adiciones al libro de las glorias de Querétaro.

- 3 de Octubre. -Carrasco, Sermón del fuego vengador de la caridad.

«... En él se explica y se aclara por medio de las Notas, cómo podemos execrar y maldecir á Napoleón...»

- 18 de Octubre. -Fernández, Memoria cristiano-política.

- 18 de Diciembre. -Martínez, Apuntes de algunas circunstancias de la revolución actual.

1811. 5 de Noviembre. -Toral, Desengaño de falsas imposturas.

«Mucho se ha escrito y declamado contra el negro proyecto de la insurrección; pero todavía creo que el estilo sencillo de este papel, el carácter ingenioso de su autor y una ú otra especie nueva que toca, puede producir un efecto favorable, si V. E. concede la licencia para la impresión.»

1812. 30 de Junio. -Ronda, Sermón sobre la augusta dignidad del sacerdocio.

- 6 de Julio. -Pacheco, Demostración de los males que causa la insurrección.

- 12 de Julio. -Bringas, Sermón por la victoria del fuerte de Tenango del Valle.

1814. 6 de Septiembre. -San Bartolomé, El duelo de la Inquisición. Aquí se muestra ya más parco y recatado. «Sería imprudencia, dice, contar como indudable aquel restablecimiento [de la Inquisición] y aún temeridad asegurarlo como infalible, cuando depende del corazón del Rey, cuyos sagrados secretos y misterios no nos es dado escudriñar.»

1815. 3 de Enero. -Sánchez, Sermón de la restitución al trono de Fernando VII.

«... Este eclesiástico da en su bello sermón un solemne testimonio de su singular amor, fidelidad y patriotismo español; y confirma á la faz del universo, y á pesar de la maledicencia, de la calumnia y de la envidia, el concepto de fiel americano, de ciudadano pacífico y de digno ministro del santuario, que me debió en Querétaro, siendo yo visitador extraordinario de aquella ciudad, donde en las Carnestolendas del   —289→   año anterior de 814 fué uno de mis coadjutores en el ataque general, que con la palabra del evangelio dí al horrible monstruo de la insurrección...»

- 9 de Mayo. -Cartas sobre la variación de nuestro sistema gubernativo, por Marón Dáurico.

Bajo este pseudónimo se ocultaba el capitán don Ramón Roca, grande amigo de Beristain y cuyo nombre veremos luego mezclado con el suyo en negocios del Santo Oficio. Enfermo ya y casi baldado, encabezaba esa publicación con la siguiente carta al Virrey:

«Excmo. Señor: -Aunque el Cielo fué servido pocos días ha, y á la vista misma de V. E., de enviarme un insulto perlático, que aún me tiene postrado y tullido del medio lado izquierdo, ha usado conmigo de misericordia, dejándome libre la cabeza y el uso de las tres potencias, con el movimiento completo de la mano derecha; por lo cual he podido, no sólo volver á leer y reflexionar todo el contesto de las cartas que V. E. remite á mi censura, sino también extender á V. E. el dictamen que formo de su mérito...

»La pluma, Sr. Excmo., del capitán D. Ramón de la Roca es una de las más felices y bien cortadas que tenemos en México: su instrucción es bella y extendida, sus máximas políticas las más sanas, su celo patriótico el más puro, y su imparcialidad y crítica las mejores y más probadas. Con esto, claro está que sus cartas son muy dignas de la luz pública.

»Mas, por la materia de ellas, tratada con mucho tino y reflexión, y lo que es lo principal, con sinceridad y buena fé, merecen de justicia que V. E. conceda su superior licencia para su publicación.

»Razón era, Sr. Excmo... que pues han sudado tanto las prensas en Europa, abrumadas con el enorme peso de tantos discursos extraviados y prodigiosos paralogismos para batir el gobierno monárquico y abrir camino á la democracia, á la anarquía y al trastorno social, se ablanden alguna vez los moldes de la América Española para estampar una apología del sistema más racional, seguro y acreditado del gobierno de los pueblos.

»En efecto, tales son las cartas que escribía el capitán Roca, al mismo tiempo que en España una turba de ingenios acalorados y fanáticos, sudaba por desquiciar nuestra monarquía, y otra turba de aturdidos aplaudía con frenesí los discursos más insustanciales y atrevidos.

»Yo encuentro, Excmo. Sr., en las cartas de Roca, razones y convencimiento, cuando en los razonamientos de los anti-monárquicos sólo notaba ardor, fuego, relámpagos y algunas bellezas superficiales de estilo y lenguaje, que no es extraño que tuvieran atónitos á los que oyen solamente con los oídos materiales y no pasan á la oficina del entendimiento y al examen del juicio los discursos ajenos. Pero ni aún estas galas accidentales faltan á las presentes cartas, cuyo estilo fluído, castizo y armonioso, complace y deleita.

»Y por lo que toca al mérito de la opinión del autor, no tengo reparo para asegurar y protestar á V. E. y á todo el mundo, que soy uno de los que tuvieron la satisfacción y gusto de leer los borradores de estas cartas el año pasado de 1813, cuando no cabía en la imaginación humana que llegase la asombrosa metamorfosis de cosas y tiempos que hoy disfrutamos.

»Por todo lo cual, soy de sentir que V. E. confirmará también sus deseos y sus sentimientos antiguos con dar la licencia que se solicita para la impresión de estas cartas, y no sólo estimulará con ella, sino que obligará al autor á que publique otras que me consta tiene escritas sobre la misma materia. -México, 9 de Mayo de 1815.»

- 26 de Agosto. -González, Sermón de la Asunción de María.

En ese día firma como el primero de los capitulares de la Metropolitana, una nota al Virrey diciéndole que ese sermón debía publicarse, «porque podría servir de contraveneno á los abominables papeles que esos últimos días han vomitado los rebeldes de este reino, ya casi apóstatas de la fé de sus padres».

- 22 de Noviembre. -Orruño, Oración fúnebre por los militares difuntos.

Última de las piezas de la índole que anotamos firmada por Beristain.

 

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Correspondió en ese año al 19 de Marzo.

 

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«Desde aquí comenzó á trastornarse el orador; cayó en el púlpito, privado, y así siguió 36 horas, quedando baldado de todo el lado izquierdo.» -Nota a la p. 17 del Discurso.

Esta pieza oratoria, que fue también la última de Beristain, se imprimió en México en ese mismo año, pero con sólo las iniciales J. M. B. Véase descrita bajo el número 11026, y allí mismo la reimpresión que de ella se hizo en Madrid, en 1816.

He aquí algunos fragmentos de la nota con que se encabezó su reimpresión:

«Un accidente imprevisto que atacó la salud del sabio y patriota autor de este discurso, Dr. D. José Mariano Beristain, en el acto de pronunciarlo, impidió su conclusión, con general sentimiento de todos los buenos, no sólo por haberse visto privados de gozar del resto de la cristiana, elocuente y patriótica oración, sino por la indisposición del benemérito orador, á quien aman y veneran cuantos no están inoculados con el veneno insurreccional.

»La impiedad y la blasfemia osaron profanar el santo nombre de Dios y atribuir á su divina justicia la enfermedad del fervoroso deán, porque se atrevió (dicen) á insultar al corifeo de la insurrección, Hidalgo. ¡Ultimo y execrable desbarro de estos sacrílegos, querer que la rectitud infinita se interese por el crimen, la maldad y la irreligión!...

»Entre tanto, dejemos á los insurrectos que blasfemen y rabien cuanto quieran. No es nuevo en ellos el encono contra los hombres de bien, y particularmente contra el benemérito americano autor de la oración, porque con la palabra, con la pluma y con las obras ha sido siempre su principal y mayor antagonista. En recompensa, cuenta con el amor de todos los españoles buenos de ambos Mundos, que le veneran, no sólo como un fidelísimo vasallo y ardiente patriota, sino como un digno eclesiástico y un erudito de primer orden, y tranquilo con el puro testimonio de su conciencia, sigue con sosiego la senda de la razón y la verdad, y compadece con cristiana caridad los extravíos de sus ciegos compatriotas.»

En la palabra «dicen» se puso una llamada que corresponde a la nota siguiente:

«Alude á un blasfemo pasquín que fijó un abogado insurgente, atribuyendo el insulto del predicador á castigo del cielo. El abogado queda preso y convicto.» El nombre de este abogado consta de una apostilla de mano de Beristain puesta en un ejemplar del Discurso, que dice así: «alude á un pasquín que puso contra el deán el abogado Perimbert, que queda preso».

 

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Véase su aprobación citada de la obra de Pérez Comoto.

 

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Gazeta de México, t. III, n. 887, p. 368.

 

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En cumplimiento de este edicto, los párrocos redoblaron sus prédicas en el púlpito y aún algunos las dieron a luz. Entre estos últimos merece notarse la del cura de Amecameca don Manuel Toral, que describimos bajo el n. 11073, y la del prebendado de la metropolitana don Pedro González Araujo (n. 11183). (La Imprenta en México, tomo VIII.-N. del E.).