No es posible afirmar si la muerte de Ortega ocurrió en 1713 o 1714. La circunstancia de que no se conozca impreso alguno angelopolitano de este último año, parece indicar que el hecho ocurriría en esta última fecha. (N. del A.)

Con excepción de una sola, siempre se pone en las portadas simplemente «La viuda de Miguel de Ortega». (N. del A.)

Documento del Archivo de Indias. (N. del A.)

Véase el facsímil de la página 289^94.1.

El libro lleva una dedicatoria de ofrecimiento a la Virgen firmado por la Cerezo, tan bombástico como fervoroso. Júzguelo el lector por los últimos párrafos:

«Yo, señora, soy la que entre el vasto número de criaturas necesito más de esta luz, porque si bien soy toda de Vuestra Majestad en el ánimo, soy delincuente en el servicio; pero mal puedo enlazar un mal servicio con un buen ánimo, pues no hay bien, aunque hermoso, que no sepa a lo indigno del conducto; no tengo otra disculpa que confesarlo y conocerlo; disponga Vuestra Majestad que pase a llorarlo y reconocida a tanto llovido beneficio, como ha experimentado mi miseria de vuestro Cielo, suplico a Vuestro Cielo que mueva más luz en mí para agradecer el beneficio. No los refiero todos porque hiciera confusión y no guarismo: el último fue restituirme la vida, que casi me quitó la última ansia. Cuanto, Señora, temo esto si no lo logro; ¡dada una vida y quedarme en una más fea muerte! No, Madre mía, venga en hora buena la caduca muerte, como no impida que por ofensa contra vuestro Hijo me arroje a besar vuestros pies en mejor vida.- Vuestra indigna esclava.- Manuela Zerezo».

(N. del A.)


	^94.1	(La Imprenta en la Puebla de los Ángeles. Santiago de Chile, 1908.) (N. del E.)

Véase el facsímil en la página 226^95.1. (N. del A.)


	^95.1	(La Imprenta en la Puebla de los Ángeles. Santiago de Chile, 1908. (N. del E.)

Véase especialmente como muestra de sus trabajos tipográficos el facsímil de la portada de Varias devociones que insertamos en la página 351^96.1. (N. del A.)


	^96.1	(La Imprenta en la Puebla de los Ángeles. Santiago de Chile, 1908.) (N. del E.)

Decimos que la imprenta de los jesuitas procedía de las fundiciones de París, porque en más de una de las portadas trabajadas en el Colegio, se advierte que han sido hechas «en la imprenta nueva parisiense». Véase el número 676^97.1. (N. del A.)


	^97.1	(La imprenta en la Puebla de los Ángeles. Santiago de Chile, 1908.) (N. del E.)

«Y aquí debe notarse, expresa Beristain, t. I, p. 476, que el señor Fuero compró para el citado Colegio la imprenta que dejaron los jesuitas». (N. del A.)

Hállanse estos autos en el Archivo de Indias, virreinato de Nueva España. (N. del A.)

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El decreto respectivo lo insertó Rosa en algunos de los trabajos salidos de su taller. He aquí su texto, según la copia que se halla a la vuelta de la portada en la Explicación de la sintaxis, del padre Zamora:

«Tiene privilegio por Su Majestad (que Dios guarde) don Pedro de la Rosa, mercader de libros en la ciudad de la Puebla de los Ángeles, para imprimir en e Nueva España el Catecismo de la Doctrina Cristiana y todo lo perteneciente a su explicación; como asimismo los Libros y Oraciones de los Estudios menores, y que ninguna persona los pueda imprimir ni vender sin su permiso, bajo la pena de dos mil pesos, pérdida de los ejemplares impresos y de todos sus moldes, con lo demás que se contiene en el expediente original dado en México a 16 de Julio de 1783». (N. del A.)