261
Peramás, en la «Tabula distantiae» que trae en la página 163 de su libro De Vita tredecim virorum, etc.
Sobre este punto de la ubicación de los pueblos en que funcionó la Imprenta de los Jesuitas véase el mapa que acompaña a la Mémoire historique sur la décadence et la ruine des Missions des Jésuites dans le bassin de la Plata, de Martín de Moussy, Paris, 1865, 89, y el Atlas de Cartas geográficas de los países de la América Meridional en que estuvieron situadas las más importantes misiones de los Jesuitas, por Francisco Javier Brabo, Madrid, 1872, 4.º mayor.
262
Historia da Republica Jesuitica do Paraguay desde o descubrimento no Rio da Prata atè nossos dias, anno de 1861, pelo Conego João Pedro Gay, Rio de Janeiro, 1863, 4º, págs. 343-46.
263
Como la duodécima parte de una fanega. ROQUE BARCIA. (N. del A.)
264
Este documento, que va en facsímile, obra en poder del señor Mitre, que bondadosamente se sirvió franqueárnoslo.
Los últimos restos de la Imprenta de las Misiones existen actualmente en el Museo Histórico. Creemos que sería interesante restaurar y armar esa prensa y colocarla en el sitio que merece, por haber sido la primera que existió en las Provincias del Río de la Plata.
265
Ambrosio Valiente, Tabla cronológica de los sucesos ocurridos en la ciudad de Santiago de Cuba. Nueva York, 1853, 12.º, p. 30: «Introducción de la imprenta, 1698». (N. del A.)
266
Bibliotheca Americana Vetustissima , t. I, p. XXXVIII. (N. del A.)
267
«La
nota cronológica que se acaba de copiar, indica que
si la Imprenta se introdujo (en Santiago) en 1698, no pudo
sostenerse, porque en 1792 la llevó Alqueza: sería
conveniente ratificar este punto»
, etc. Apuntes para la historia
de las letras y de la Instrucción pública de
la Isla de Cuba, t. III, p. 117. (N. del A.)
268
Véase la página 89 de nuestras Notas bibliográficas. (N. del A.)
269
Obra citada, t. III, nota a la página 121. (N. del A.)
270
Id.,
t. II, p. 3. Más adelante dice nuestro autor: «No
tengo dato alguno histórico para fijar la época
primera (1700), pues únicamente es tradicional: oí
a muchas personas que alcanzaron los últimos años
del siglo XVIII que se conocía la imprenta, aunque
no se permitía publicar obras, desde el último
año del siglo XVII.»
Tomo III, p. 115. (N. del A.)