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81

Véase el número 1081.1. (N. del A.)

 

81.1

(La Imprenta en la Puebla de los Ángeles. Santiago de Chile, 1908.) (N. del E.)

 

82

Así resulta del colofón que lleva la Perfecta religiosa, de fray Bartolomé de Letona, libro cuya portada ha reproducido en facsímil nuestro amigo Andrade, entre las pp. 796-797 de su Ensayo bibliográfico. (N. del A.)

 

83

Este nombre de Plantiniana se deriva del célebre impresor Cristóbal Plantin, a quien Felipe II otorgó, junto con una pensión, el título de «architypographus». Tuvo, su establecimiento principal en Amberes y una sucursal en Leyden. Falleció en 1589.

Fernández de León recibió en 1692 una nueva remesa de tipos, pues en la portada de la Breve suma de la Oración mental, de fray Juan de la Madre de Dios, impresa en aquel año, se lee: «Dase noticia a los aficionados a letras cómo le vino a Diego Fernández de León en esta flota imprenta plantiniana.» Antes de esto, Fernández de León aseguraba que le costaba ya su imprenta más de dos mil pesos. Memorial suyo al Conde de la Monclova. (N. del A.)

 

84

Certificación del escribano José de Meneses, dada en 18 de mayo de 1690. Véase entre los Documentos. (N. del A.)

 

85

Id., id. (N. del A.)

 

86

Archivo de Indias, 87-6-14, tom. XLI, fol. 279 vlto. (N. del A.)

 

87

Véase el número 15487.1. (N. del A.)

 

87.1

(La Imprenta en la Puebla de los Ángeles. Santiago de Chile, 1908.) (N. del E.)

 

88

El tomo II, que es el único que hemos visto, queda descrito bajo el número 1480 de nuestra Imprenta en México. Ahí podrá ver el lector cómo el libro fue recogido por el Santo Oficio, circunstancia que motiva su rareza.

Entre los Documentos se halla la información rendida por Fernández de León para acreditar el hecho de haber sido él quien corría con la impresión del libro.

Fernández imprimió también allí, en 1692, luego de terminado el tercer tomo de la Vida de Catalina de San Juan, la famosa Luz de Verdades católicas, del P. Juan Martínez de la Parra. (N. del A.)

 

89

Así consta del expediente que años más tarde siguió la viuda de Ortega para que se le respetase el privilegio concedido a Fernández de León, sin que se exprese la fecha en que el contrato de traspaso tuvo lugar. Si lo fue en 1709, año de la cesación de los trabajos que de Fernández conocemos, como en vista de eso parece lo probable, lo ignoramos, y lo cierto es que Ortega inició sus tareas en 1712.

Con estos antecedentes, cúmplenos advertir que el Ejercicio práctico, de Asenjo, que dimos en nuestro número 7489.1 (como trabajo de Ortega, siguiendo a Beristain, envuelve una manifiesta equivocación, salvo que aceptemos un primer traspaso hecho en 1695, que quedara después sin efecto por causa de no haber cumplido Ortega por su parte, con lo estipulado. A sostener esta hipótesis contribuye el hecho afirmado por José Pérez, antes de 1701, que luego veremos, cuando solicitó reemplazar a Fernández como impresor de las esquelas de convites por haber «hecho traspaso de su Imprenta». Así se explicaría también la paralización de los trabajos de Fernández durante los años que siguieron al de 1695.

Dudas son éstas llamadas a desaparecer cuando se examinen los archivos notariales de la Puebla, tarea que no nos fue posible realizar, tanto por falta de tiempo como por la tenaz negativa que se nos opuso en el curato de la Catedral para buscar las fes de defunción y por ellas haber, desde luego, tratado de hallar en las escribanías los testamentos de los impresores angelopolitanos. ¡Cuántas de estás desazones hemos tenido que sufrir en nuestra carrera de bibliógrafos! (N. del A.)

 

89.1

La Imprenta en la Puebla de los Ángeles, Santiago, 1908. (N. del E.)

 

90

Recuérdese lo que decimos en la nota anterior. (N. del A.)