Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

2350.       Voyage de Figaro en Espagne. A Saint-Malo (1784, 8.º, p. 224. (Parece edición furtiva).

Anterior


2351.       VOLTAIRE, t. 52 (8 de la Correspondencia) p. 269 a 632.

Anterior


2352.       LLORENTE, Histoire critique t. 2 p. 533.

Anterior


2353.       Parece que Godoy, después de la caída de Aranda, tuvo empeño en que el Santo Oficio le procesase. El inquisidor general, D. Manuel Abad y la-Sierra que era jansenista se negó a hacerlo, y de resultas tuvo que renunciar a su cargo. Sobre [492] esto se lee en el Diario inédito de JOVELLANOS (páginas 197): «El inquisidor cayó por no haber perseguido al viejo (el vicio era Aranda); díjole Manolito un día que era preciso procesarle; respondió que se iría informando; pasaron dos meses; preguntóle cómo iba de ello, dijo no hallar causa; irritado aquél, le repuso... (aquí una frase malsonante); insinuóle que pretextase su sordera para retirarse; esto por carta confidencial; respondió que, siendo la causa anterior, fuese cosa ridícula alegarla por pretexto; pero se le mandó expresamente y lo hizo. Dícese o témese que se le haga causa por una carta que supone haber escrito a un defensor de ciertas conclusiones, asegurándole que estuviese tranquilo, porque sus principios estaban acordes.»

     Godoy en sus Memorias lo cuenta todo al revés, y supone que él libró a Aranda de un proceso inquisitorial. Nueva prueba de la mala fe con que aquellas Memorias están escritas.

Anterior


2354.       Así lo oyó el Dr. La Fuente a un capuchino aragonés del convento de Jarque, patrimonio de la casa de Aranda (cf. La corte de Carlos III [Madrid 1867] p. 55, y la segunda parte del mismo folleto [Madrid 1868] p. 135 a 142). El conde de Aranda yacía en el monasterio de San Juan de la Peña hasta que fueron a sacarle de allí y pasearle en irrisoria pompa, con otros muertos de más honrada fama, los promovedores de la farsa del Panteón Nacional. Al cabo, Aranda, como gloria progresista, legítimamente les pertenecía.

Anterior


2355.       Nota del colector. -Al margen del ejemplar de la primera edición que tenemos a la vista se lee, en letra de Menéndez Pelayo, la siguiente acotación: «Este capítulo sobre Olavide debe sustituirse con otro más extenso que he publicado en el prólogo del t.3 de la Antología de poetas hispano-americanos.»

     Conservamos esta primera redacción de LOS HETERODOXOS, y pueden los suscriptores de las Obras completas de Menéndez Pelayo consultar la segunda en el t.2 de la Antología de poetas hispano-americanos, vol.34 de esta colección.

Anterior


2356.       Acerca de Olavide véanse: COXE (adicionado por Muriel), c. 47 t. 4 de la traducción esp., p. 244 a 247, y lo que dice el mismo Muriel en una nota a su Gobierno [493] del Señor Rey D. Carlos III o Instrucción Reservada para dirección de la Junta de Estado que creó este Monarca (París 1838); FERRER DEL RÍO, Historia de Carlos III t. 3 1.4 c. 1; CUETO (D. L. A.), Bosquejo histórico-crítico de la poesía castellana en el siglo XVIII c. 14; LA FUENTE (D. VICENTE), Historia eclesiástica de España t. 4 p. 67, e Historia de las sociedades secretas t. 1 p. 132, y muchas biografías sueltas de Olavide, esparcidas en varios periódicos y revistas, sobre todo una de D. Ángel Fernández de los Ríos, publicada en la Ilustración Española y Americana. He tenido a la vista, en tomos de papeles varios, diferentes relaciones del autillo de fe en que fue penado.Téngase además en cuenta la biografía satírica que citaré luego.

Anterior


2357.       Catálogo de piezas dramáticas del siglo XVIII, p. 329 del tomo de sus Obras, edición de Rivadeneyra.

Anterior


2358.       Lecciones de literatura del siglo XVIII..: (Madrid, Imprenta de la Sociedad Literaria y Tipográfica, 1845) p. 243. La traducción de Olavide se imprimió por dos veces en Barcelona, la primera sin año, la segunda en 1782, por Carlos Gibert y Tudó (cf. Sempere y Guarinos en el artículo de HUERTA).

Anterior


2359.       Sempere y Guarinos le omite, pero puede leerse extractado en el libro de D. ANTONIO GIL y ZÁRATE De la instrucción pública en España (Madrid, imp. del Colegio de Sordomudos, 1855) p. 59 a 62. Gil y Zárate le elogia mucho, y es natural. Después de todo, allí está en germen el desdichado plan del 45.

Anterior


2360.       Una hija de Olavide llamada doña Engracia.

Anterior


2361.       Obras de Jovellanos (ed. Rivadeneyra) p. 41, 22 y 77.

Anterior


2362.       Don FERMÍN CABALLERO, Fomento de la población rural (Madrid, Imprenta Nacional, 1864) p. 15. Libro que, aparte de sus yertos progresistas en materia de amortización eclesiástica, debe citarse como monumento insigne de buena fe, de sabiduría práctica y de hermosa y rica lengua castellana, que el autor hablaba como el más culto labrador del buen tiempo. Quizá no es tan española la misma Ley agraria.

Anterior


2363.       Carta de Olavide a Campomanes en 13 de mayo de 1770: « ¡Y ojalá pudiera despedir a algunos que por su genio díscolo y poco prudente... nos excitan y perturban, [497] excitando a los colonos a quejas y disgustos en lugar de aquietarlos y aconsejarlos bien...!» (apud FERRER DEL RÍO, t. 3 p. 44).

Anterior


2364.       Carta a Roda (Archivo de Simancas, Proceso de Olavide), Cf. DEL RÍO, Historia de Carlos III t. 3 p. 47 a 50.

Anterior


2365.       No sé que el Don Guindo se haya impreso nunca. Yo le tengo manuscrito, dádiva de mi amigo y maestro D. Cayetano Vidal y Valenciano, catedrático de la Universidad de Barcelona. Júzguese de lo que será el libro por este epitafio con que el autor le termina:

     El que macho nació tan ilustrado,

     el que instruido fue con tantas luces,

     el hombre más civil contra andaluces,

     el timbre luminoso de un Estado,

     el bachiller D. Guindo el alumbrado*

     el capitán valiente contra cruces,

     el marido que obtuvo más capuces,

     el juez más recto contra el inculpado.

___________________________

*Alumbrados o iluminados llamaban muchos a los impíos del siglo XVIII en España por suponerlos de la secta que fundó Weishaupt en Alemania, y de que dio tantas noticias el abate Barruel.

Anterior


2366.       Líricos del siglo XVIII, coleccionados por D. Leopoldo A. de Cueto, t. 3 1.7 p. 505 (Biblioteca de Rivadeneyra).

Anterior


2367.       Cf. LLORENTE, Histoire critique de l'Inquisition t. 2 p. 543 a 547, que toma en buena parte sus noticias del Nouveau voyage d'Espagne, publicado en París por Regnault en 1789.

Anterior


2368.       Afírmalo D. Adolfo de Castro en el Discurso preliminar a su Colección de Filósofos, t. 55 de la Biblioteca de Rivadeneyra.

Anterior


2369.       Vivía en Meung.

Anterior


2370.       Era el de Orleáns.

Anterior


2371.       El Evangelio en Triunmpho o Historia de un philósopho desengañado, 3.ª ed... En Valencia, en la imprenta de Joseph de Orga, año MDCCXCVIII; t. 1 p. VIII.

Anterior


2372.       P. IX.

Anterior


2373.       Salterio español, o Versión Parafrástica de los Salmos de David, de los Cánticos de Moisés, de otros Cánticos, y algunas oraciones de la Iglesia en verso castellano, a fin de que se puedan cantar. Para uso de los que no saben latín. Por el autor del Evangelio en Triunfo. En Madrid, en la imprenta de Don Joseph Doblado. Año MDCCC (1800). 4.º, XIX + 491.

     Esta versión fue muy popular así en España como en América. Hay una reimpresión de ella, hecha en París (1850, librería de Rosa y Bouret); y del salmo Miserere y del De profundis existe una edición suelta; Versión parafrástica del salmo 50 «Miserere» y 129 «De profundis» por el autor del Evangelio en Triunfo, reimpresa por un devoto (cf. VERA E ISLA, Noticia de las versiones poéticas del salmo «Miserere» [Madrid, Fuentebro, 1879] p. 198 a 201).

Anterior


2374.       Poemas Christianos en que se exponen con sencillez las verdades más importantes de la Religión, por el autor del Evangelio en Triunfo. Publicados por un amigo del autor. Segunda edición en Madrid, en la imprenta de Joseph Doblado. 4.º. X + 377 páginas.

Anterior


2375.       Sus Elementos de matemáticas (en diez tomos en 4.º, impresos desde 1772 a 1783), escritos por encargo de la Academia de San Fernando, no pasan de un arreglo bien hecho de varios tratados extranjeros, especialmente del de Mr. Bézout.

Anterior


2376.       LLORENTE, Histoire critique de l'Inquisition t. 2 p. 425 a 427, 549 a 551.

Anterior


2377.       Pruebas de ser contrario a la práctica de todas las naciones y a la disciplina eclesiástica y perjudicial a la salud de los vivos, enterrar los difuntos en las iglesias y poblados (Madrid 1785).

Anterior


2378.       Histoire critique... t. 4 p. 119 a 121. Más verosímil es lo que dice D. José Presas en su opúsculo Pintura de los males que ha causado a la España el gobierno absoluto (Burdeos 1827) p. 10 y ss. De su relato se infiere que la carta interceptada era de Lorenzana al papa pidiéndole consejo sobre el modo de proceder en aquel arduo proceso.

Anterior


2379.       Llorente (t. 4 p. 105 a 114) habla largamente de Urquijo, poniéndole en las nubes. Compárese con lo que dice en sus Memorias el Príncipe de la Paz.

     Cf. Elogio de D. Luis de Urquijo, ministro secretario de Estado de España, por D. Antonio de Beraza. París, 1820. 4.º, 80 páginas.

     Núm.680 de la Biblioteca del Bascofilo, de ALLENDE-SALAZAR.

     Aparte de los ya citados, hubo otros procesos de menos cuantía por acusación de materialismo e impiedad. Uno poseo, formado por la Inquisición de Sevilla en 1776 a un médico de Cádiz llamado D. Luis Castellanos. Se le acusó, entre otras, de las siguientes proposiciones:

     «Que nuestra religión católica no era la más perfecta, pues en cualquiera otra se pueden salvar los hombres sin el conocimiento de nuestro interior.

     Que no había infierno, demonios, ni purgatorio.

     Que nada valía la protección de Nuestra Señora.

     Que era tiempo perdido el que se ocupaba en oír misa.

     Que como filósofo no conocía a Dios y que le pesaba no haber nacido en Londres,»

     Lo confesó todo, y abjuró públicamente, con lágrimas y muestras de arrepentimiento, en un auto de fe celebrado en 30 de junio del año citado, al cual asistieron el duque de Medinaceli y otros señores principales e innumerable concurso de gentes. Se le condenó a diez años de presidio en el hospital de Orán (papeles que me facilitó don Adolfo de Castro).

Anterior


2380.       Anales políticos, citados por SEMPERE y GUARINOS, Biblioteca de Escritores del reinado de Carlos III t. 5 p. 143 a 145.

Anterior


2381.       En Santander era frecuente enviarlos a Londres, como yo he notado en la biografía de D. Telesforo Trueba y Cosío.

     El pasaje anterior está tomado de la Vida de Samaniego, que antecede a las Obras inéditas o poco conocidas de aquel insigne fabulista, publicadas por D. Eustaquio Fernández de Navarrete (Vitoria, imp. de los Hijos de Manteli, 1866), p. 11.

Anterior


2382.       Obras del P. Isla (ed. Rivadeneyra) 391.

Anterior


2383.       Los aldeanos críticos, o Cartas críticas sobre lo que se verá, dadas a luz por D. Roque Antonio de Cogollar. Impreso en Évora, año de 1758 (el pie de imprenta es fingido; dicen que se imprimió en Valladolid).

Anterior


2384.       En esta Academia se trataba: los lunes, de matemáticas; los martes, de física; los miércoles, de historia; los jueves y domingos había música; viernes y sábados se discutían los asuntos de actualidad (nota bene).

     Cf. Historia compendiada de la Real Sociedad Bascongada (sic) de los Amigos del País..., por D. NICOLÁS DE SORÁLUCE Y ZUBIZARRETA (San Sebastián, establecimiento tipográfico de Juan Osés, 1880), p. 102.

Anterior


2385.       Estas cartas se publicaron por primera vez en el t. 15 de la Biblioteca de Rivadeneyra (Obras del P. Isla) p. 367 a 393, juntamente con los Aldeanos críticos. No puede negarse que el conde de Peñaflorida y sus amigos atacan con mucha sal a los peripatéticos. «Yo conocí a un estudiante que tenía tanta devoción al gran Aristóteles, que le rezaba todas las noches indefectiblemente un padrenuestro y avemaría, y no dejaba de dar sus razones a su modo. Me acuerdo haberle oído, hablando de filósofos modernos: allá se compongan con sus patrañas y embelecos; más nos vale jugar a lo seguro y andar a la pata la llana, siguiendo las pisadas de nuestro cristiano viejo Aristóteles.»

Anterior


2386.       Cf. acerca de la Sociedad Vascongada, además de la Memoria de SORALUCE, ya mencionada:

     -Ensayo de la Sociedad Bascongada de los Amigos del País. Año de 1766, dedicado al Rey nuestro señor. En Vitoria, por Tomás de Robles. Año de 1768. 8.º

     -Elogio del Conde de Peñaflorida, por D. VICENTE MARÍA SANTIBÁÑEZ, leído en las juntas generales de 1785 (Madrid, en la imprenta de Sancha, 1785). (Del mismo es el Elogio de D. Ambrosio de Meave, impreso en Vitoria en 1782; torpe imitación uno y otra de los de Thomas, entonces tan famosos.)

     -Elogio del Conde de Peñaflorida, por D. MARTÍN FERNÁNDEZ NAVARRETE (t. 2 de sus Opúsculos, Madrid, imprenta de la Viuda de Calero, 1848), p. 337 a 381.

Anterior


2387.       Cf. Satisfacción del Presbítero D. Diego de Lazcano, capellán que fue de las religiosas brígidas de la población de Lasarte, a los cargos que se le hacen sobre la conducta que ha tenido, desde la última invasión del exército Francés en la provincia de Guipúzcoa, el 1.º de agosto de 1794. En Bayona, en la imprenta de la Viuda Duhart-Fauvet, 1797; 155 págs., 8.º.

     Al mismo Tavira, que no pecaba de escrupuloso, escandalizó la lectura de este opúsculo, y le puso algunos reparos, como es de ver en una carta suya a Jovellanos, inserta al fin de la Colección diplomática, de LLORENTE.

Anterior


2388.       (A. M. Altuna. París, le 30 juni 1748.)

     «A quelle rude épreuve mettez-vous ma vertu, en me rappelant sans cesse un projet qui faisoit l'espoir de ma vie! J'aurois besoin, plus que jamais, de son exécution pour la consolation de mon pauvre coeur accablé d'amertume, et pour le repos que demanderoient mes infirmités; mais, quoi qu'il en puisse arriver, je n'achèterai pas une félicité pour un lâche déguisement envers mon ami. Vous connaissez mes sentiments sur un certain point: ils sont invariables, car ils sont fondés sur l'évidence et sur la démonstration, qui sont, quelque doctrine qui l'on embrasse, les seules armes que l'on ait pour l'établir. En effet, quoique ma foi m'apprenne bien des choses qui sont au-déssus de ma raison, c'est, premiérement, ma raison qui m'a forcé de me soumettre à ma foi. Mais n'entrons point dans ces discussions. Vous pouver parler, et je ne le puis pas; cela met trop d'avantage de vôtre coté. D'ailleurs vous cherchez, par zèle, à me tirer de mon état, et je me fais un devoir de vous laisser dans le vôtre, comme avantageux pour la paix de vôtre esprit, et également bon pour vôtre félicité future, si vous y êtes de bonne foi, et si vous conduisez selon les divins et sublimes préceptes du christianisme. Vous voyez donc que, de toute manière, la dispute sur ce point-là est interdite entre nous. Du reste, ayez assez bonne opinion du coeur et de l'sprit de vôtre ami pour croire qu'il a réfléchi plus d'une fois sur les lieux communs que vous lui alléguez, et que sa morale de principes, si ce n'est celle de sa conduite, n'st peas inférieure a la vôtre, mi moins agréable à Dieu. Je suis donc invariable sur ce point. Les plus affreuses douleurs, ni les approches de la mort, n'ont rien qui ne m'affermisse, rien qui ne me console, dans l'espérance d'un bonheur eternel que j'espère partager avec vous dans le sein de mon Créateur. -J. J. Rousseau.»

     (Oeuvres complètes de J. J. Rousseau, citoyen de Genève. Paris, Verdiere, qual des Augustins; A. Santelet et C.º Place de la Bourse; A. Dupond et Roret, rue Vivienne. MDCCCXXVI.) (Tomo único, p. 1364.)

Anterior


2389.       Cf. noticia de este proceso en LLORENTE, Histoire critique t.4 p.103.

Anterior


2390.       Se anuncia esta traducción en el n. 3 de las Variedades de Ciencias, Literatura y Artes (1.º de febrero de 1804).

Anterior


2391.       Escribió el Dr. Normante:

     -Discurso sobre la utilidad de los conocimientos económico-políticos y la necesidad de su estudio metódico, compuesto por comisión de la Real Sociedad Aragonesa para la abertura de su enseñanza gratuita, que dijo al público el día 25 de octubre de 1784 (Zaragoza 1784).

     -Proposiciones de economía civil y comercio, sobre las cuales ejercitarán en setiembre de 1785 los discípulos de la misma escuela de Zaragoza (Zaragoza 1784).

     -Espíritu del Sr. Melón en su Ensayo político sobre el comercio, cuyas máximas político-económicas, modificadas en parte y reducidas a mejor orden, estuvieron dispuestos a explicar y defender D. Dionisio Catalán, Bachiller en Jurisprudencia, y Manuel Berdejo y Gil, en los días 22 y 24 de julio de 1786 (Zaragoza 1786, 4.º).

     Cf. LATASSA, Biblioteca nueva de escritores aragoneses t. 6 p. l75 y COLMEIRO, Biblioteca de los economistas españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII p. 165 (en las Memorias de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid, imprenta Nacional, 1861).

     Sobre las sociedades económicas en general véanse los t. 5 y 6 del Ensayo de una biblioteca española de los mejores escritores del reinado de Carlos III, de SEMPERE y GUARINOS (Madrid, Imprenta Real, 1789).

Anterior


2392.       Luego se reimprimieron en Madrid, por Burgos, en 1820. 8.º Y también están incluidas en el t. 2 del Epistolario español (62 de la Biblioteca de Rivadeneyra p. 551 a 603), y a la verdad que no alcanzo la razón por qué figuran en una colección de clásicos, pues en el fondo están llenas de herejías y dislates, y en cuanto a estilo y lengua, escritas medio en francés. El P. Vélez, arzobispo de Santiago, combatió estas cartas en su Apología del altar y el trono (Madrid, Repullés, 1825) p.47 a 71 y 5 a 23. En 1787, el Sr. D. Antonio Rodríguez Villa, infatigable investigador, publicó ciertas Cartas político-económicas, escritas por el conde de Campomanes, primero de este título, al conde de Lerena (Madrid, Murillo). Que no son de Campomanes estas cartas, ni por las ideas ni por el estilo, parece indudable. Mucho se parecen a las de Cabarrús, y hay quien afirma haberlas visto impresas con su nombre. Parecen escritas desde 1787 a 1790.

Anterior


2393.       Verdadero método de estudiar para ser útil a la República y a la Iglesia, proporcionado al estado y necesidad de Portugal, expuesto en varias cartas escritas en idioma portugués, por el R. P. Barbadiño, de la Congregación de Italia, al R. P. Doctor en la Universidad de Coimbra. Traducido al castellano por D. Joseph Maymó y Ribes, Dr. en Sagrada Teología y Leyes, Abogado de los Reales Consejos y del colegio de esta corte... Madrid, por Joachín Ibarra, 1760 (en 4.º). Tres tomos tengo a la vista; ignoro si se publicó alguno más.

Anterior


2394.       «Este es el sistema moderno: no tener sistema», confiesa en la carta 10 p. 71 del t. 3.

Anterior


2395.       Cf. Verdadero método de estudiar (t. 2 carta 8 p. 298 y ss): «No tenemos otros conocimientos que los que entran por los sentidos... Algunas ideas entran en nosotros con la meditación o reflexión... Otras, entran unas veces por sensación; otras, por la reflexión, v. gr., el gusto, dolor, existencia unidad, potencia, sucesión ete... Las ideas compuestas que el alma forme se pueden reducir a tres clases: modos, sustancias y relaciones

Anterior


2396.       P. 305 del t. 2.

Anterior


2397.       «Metafísica intencional es pura lógica; metafísica real es pura física, y todo lo demás son puerilidades... Debían quitarla el título de metafísica y unirla con la lógica y la física» (p. 8 del t. 3). Todo el libro está sembrado de proposiciones por el estilo, especialmente la carta 5, De la metafísica.

Anterior


2398.       «No entiendo por ética aquella infinita especulación que no establece máxima alguna útil para la vida civil o religiosa» (p. 117 carta 11).

Anterior


2399.       P. 182: «Hobbes fue filósofo y matemático grande, y escribió muy bien en materia de prudencia civil en sus tres libros Elementa Philosophica de cive...; pero entre ellos introdujo mil supuestos falsos y temerarios y es un verdadero epicúreo.»

Anterior