1051
Getsemaní. «Lagar de olivas». Era muy natural que hubiese al pie del monte llamado de los Olivos, un sitio destinado a este objeto y con este nombre. Sabido es que los lagares de los antiguos, abiertos en tierra y barnizados con una capa de cimento, se hallaban situados ya en la viña, ya en el campo de los olivos, cuyos racimos y frutos, estrujados con el pie, o chafados con un lienzo con la mano, despedían el líquido en el reservatorio dispuesto artificialmente. Estos hábitos locales nos hacen comprender las expresiones bíblicas. ¿Quis est iste qui venit de Edom, tinctis vestibus de Bosra? Torcular calcavi solus. (Is. LXIII, 1-3). Fodit in ea torcular (Math. XXI, 33). Pero ¿por qué divino símbolo Jesucristo, fruto del Antiguo Testamento, eligió para su agonía y su sudor de sangre el Getsemaní del monte de los Olivos? ¡El mismo se puso en el lagar, y cada gota de sangre representa la Redención del mundo!
1052
Math. XXVI, 36-46. Marc. XIV, 32-42. Luc. XXII, 39-46. Joann. XVIII, 1.
1053
Bossuet, III sermón para el Viernes Santo. Sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
1054
Joann., XVII, 12 Cf. el capítulo precedente, núm. 33.
1055
Math., XXVI, 47-49. Marc. XIV, 43, 49. Luc., XXII, 47, 49. Joa., XVIII, 3-11.
1056
Vida de Jesús, pág. 381 y 438.
1057
Vida de Jesús, pág. 380.
1058
Ibid., pág. 381-382.
1059
Ibid., pág. 393.
1060
Vida de Jesús, pág. 310-312.