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París 25 de noviembre de l776. Más esplícitamente elogió a Floridablanca en carta de 22 de junio de 1777, desfogándose de paso contra Grimaldi, según resulta de este pasaje: «Veo que V. E. trata los negocios con habilidad y, profundidad, de que carecían cuantos han pasado por mis manos desde que llegué a esta corte, malográndose varios por la superficialidad y ligereza con que venían dispuestos, y por el poco apego de que es susceptible el que no puede pronunciar bien Cuerno, Cebolla y Ajo. Gracias a Dios que somos todos unos, y V. E. irá cosiendo los asuntos. Puedo asegurarle también que, si esta corte ha sentido perder en la silla de V. E. una persona servil y débil, viéndola reemplazada de otra entera y profunda, no deja por eso de hacer justicia, y distingue los dos caractéres con honor y aprecio de V. E.»

 

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Roma 18 de diciembre. No bien llegado a su puesto se lo anunció a Aranda con fecha 24 de febrero de 1777 de este modo: «Excmo. mío: Cuasi acabo de llegar, y he comenzado desde luego a ejercer el oficio. Dios quiera que vaya bien; pero para ello es preciso hacer el noviciado, en que estoy muy expuesto a muchos errores.»

 

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Real provisión de 11 de julio de 1771.

 

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Auto acordado de 2 de diciembre de 1768. Instrucción de 14 de febrero de 1769.

 

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Real provisión de 6 de setiembre de 1770. Dictóse a consecuencia de haber denunciado el doctor D. José Isidro Torres, del gremio y claustro de la universidad de Valladolid, unas conclusiones defendidas por el bachiller D. Miguel de Ochoa sobre el tema De clericorum exemptione a temporali servitio, et saeculari jurisdictione, como ofensivas a las regalías y derechos de la nación. Antes de resolver cosa alguna fue oído el Colegio de Abogados de Madrid, y en su informe luminoso fue apoyada la providencia.

 

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Reales cédulas de 24 de enero de 1770, 17 de enero y 11 de marzo de 1771, y 18 de octubre de 1774.

 

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Los planes de estudios para las universidades de Salamanca y Alcalá se acordaron en 1771 y 1772.

 

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GIL DE ZÁRATE (D. Antonio), De la instrucción pública en España, tomo II, sección 4.ª, cap. 5.º.

 

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De los cuatro colegios mayores de Salamanca, fueron fundados: el de San Bartolomé por D. Diego de Anaya y Maldonado, arzobispo de Sevilla, en 1410: el de Cuenca por D. Diego Ramírez de Villaescusa, obispo de Cuenca, en 1509: el de Oviedo por D. Diego de Muras, obispo de Oviedo, a principios del siglo XVI; y el del Arzobispo por el que lo fue de Santiago, D. Alonso Fonseca, a principios del reinado de Carlos V. El colegio mayor de Santa Cruz en Valladolid fue fundado por el cardenal D. Pedro González de Mendoza, arzobispo de Toledo, en 1484; y el de San Ildefonso en Alcalá por el cardenal Jiménez de Cisneros, a fines del siglo XV.

 

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«Desde que se extrañaron de España los regulares de la Compañía, esto es, desde 1.º de abril de 1767, hubo algunos que hicieron juicio de que los colegios mayores no tardarían mucho en caer o en mudar de semblante: veían el alto grado de elevación en que estaban, y les parecía violento y que no podía durar y mantenerse sin apoyo; y como el principal que tenían era la Compañía, de la desgracia de esta inferían como muy cercana la de aquellos». PÉREZ BAYER, Diario histórico de la reforma de los seis colegios mayores, Introducción. «Yo de cada día me confirmo más en la persuasión de que Dios tiene determinado poner remedio a tanto mal y derribar los más altos y soberbios cedros, jesuitas y colegios mayores. Vidimus exaltatos sicut cedros Libani, transivimus, et non erant... Los jesuitas han venido al extremo que pronosticó el Maestro Cano de persuadirse que toda la Iglesia reside en ellos y los que siguen su doctrina: los colegiales creen que no hay decencia ni sabiduría sino en los colegios, y que nada hay en ellos digno de reforma o que no sea propio de las gentes de honor y buen nacimiento: ni unos ni otros tienen más remedio que extinción; en los primeros absoluta, en los segundos respectiva, sacándolos de los colegios y poblándolos de jóvenes, con arreglo a sus constituciones, etc.» Cartas del Illmo. señor D. Felipe Beltrán, obispo de Salamanca, a Pérez Bayer, de 31 de agosto y 24 de setiembre de 1771.