731
París 25 de noviembre
de l776. Más esplícitamente elogió a
Floridablanca en carta de 22 de junio de 1777, desfogándose
de paso contra Grimaldi, según resulta de este pasaje:
«Veo que V. E. trata los negocios con habilidad y, profundidad,
de que carecían cuantos han pasado por mis manos desde
que llegué a esta corte, malográndose varios
por la superficialidad y ligereza con que venían dispuestos,
y por el poco apego de que es susceptible el que no puede
pronunciar bien Cuerno, Cebolla y Ajo. Gracias a Dios que
somos todos unos, y V. E. irá cosiendo los asuntos.
Puedo asegurarle también que, si esta corte ha sentido
perder en la silla de V. E. una persona servil y débil,
viéndola reemplazada de otra entera y profunda, no
deja por eso de hacer justicia, y distingue los dos caractéres
con honor y aprecio de V. E.»
732
Roma
18 de diciembre. No bien llegado a su puesto se lo anunció
a Aranda con fecha 24 de febrero de 1777 de este modo: «Excmo.
mío: Cuasi acabo de llegar, y he comenzado desde luego
a ejercer el oficio. Dios quiera que vaya bien; pero para
ello es preciso hacer el noviciado, en que estoy muy expuesto
a muchos errores.»
733
Real provisión de 11 de julio de 1771.
734
Auto acordado de 2 de diciembre de 1768. Instrucción de 14 de febrero de 1769.
735
Real provisión de 6 de setiembre de 1770. Dictóse a consecuencia de haber denunciado el doctor D. José Isidro Torres, del gremio y claustro de la universidad de Valladolid, unas conclusiones defendidas por el bachiller D. Miguel de Ochoa sobre el tema De clericorum exemptione a temporali servitio, et saeculari jurisdictione, como ofensivas a las regalías y derechos de la nación. Antes de resolver cosa alguna fue oído el Colegio de Abogados de Madrid, y en su informe luminoso fue apoyada la providencia.
736
Reales cédulas de 24 de enero de 1770, 17 de enero y 11 de marzo de 1771, y 18 de octubre de 1774.
737
Los planes de estudios para las universidades de Salamanca y Alcalá se acordaron en 1771 y 1772.
738
GIL DE ZÁRATE (D. Antonio), De la instrucción pública en España, tomo II, sección 4.ª, cap. 5.º.
739
De los cuatro colegios mayores de Salamanca, fueron fundados: el de San Bartolomé por D. Diego de Anaya y Maldonado, arzobispo de Sevilla, en 1410: el de Cuenca por D. Diego Ramírez de Villaescusa, obispo de Cuenca, en 1509: el de Oviedo por D. Diego de Muras, obispo de Oviedo, a principios del siglo XVI; y el del Arzobispo por el que lo fue de Santiago, D. Alonso Fonseca, a principios del reinado de Carlos V. El colegio mayor de Santa Cruz en Valladolid fue fundado por el cardenal D. Pedro González de Mendoza, arzobispo de Toledo, en 1484; y el de San Ildefonso en Alcalá por el cardenal Jiménez de Cisneros, a fines del siglo XV.
740
«Desde
que se extrañaron de España los regulares de
la Compañía, esto es, desde 1.º de abril de
1767, hubo algunos que hicieron juicio de que los colegios
mayores no tardarían mucho en caer o en mudar de semblante:
veían el alto grado de elevación en que estaban,
y les parecía violento y que no podía durar
y mantenerse sin apoyo; y como el principal que tenían
era la Compañía, de la desgracia de esta inferían
como muy cercana la de aquellos».
PÉREZ BAYER, Diario
histórico de la reforma de los seis colegios mayores, Introducción. «Yo de cada día me confirmo más
en la persuasión de que Dios tiene determinado poner
remedio a tanto mal y derribar los más altos y soberbios
cedros, jesuitas y colegios mayores. Vidimus exaltatos sicut
cedros Libani, transivimus, et non erant... Los jesuitas
han venido al extremo que pronosticó el Maestro Cano
de persuadirse que toda la Iglesia reside en ellos y los
que siguen su doctrina: los colegiales creen que no hay decencia
ni sabiduría sino en los colegios, y que nada hay
en ellos digno de reforma o que no sea propio de las gentes
de honor y buen nacimiento: ni unos ni otros tienen más
remedio que extinción; en los primeros absoluta, en
los segundos respectiva, sacándolos de los colegios
y poblándolos de jóvenes, con arreglo a sus
constituciones, etc.»
Cartas del Illmo. señor D. Felipe
Beltrán, obispo de Salamanca, a Pérez Bayer,
de 31 de agosto y 24 de setiembre de 1771.