Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
ArribaAbajo

Historia evangélica del capítulo nono de San Joan, que comiença. Et preteriens IHS. Vidit hominem cecum.

Sebastián de Horozco



Las personas que en este acto se introduzen son: el Ciego a nativitate. -Lazarillo, su criado. -Ihs.- Los discípulos de Xpo. -Un Procurador. -Un Litigante. -Dos fariseos: Rabí Isac, Rabí Jacob. -El padre del Ciego -La madre del Ciego.
CIEGO    ¿Ay quién haga caridad,
señores, a aqueste ciego,
que de su natividad
vivió siempre en ceguedad
sin plazer y sin sosiego?
Por amor de Dios, os ruego
queráis dar
para ayuda a remediar
tantas fatigas y enojos.
Así Dios quiera guardar
sin çoçobra y sin pesar
la bista de vuestros ojos.
¡Escusados son antojos
para mí,
pues así ciego nací
desde el vientre de mi madre!
Lazarillo, veamos, di,
¿no dan algo por aquí
por más que el hombre les ladre?
LAZARILLO Es llamar al rey, compadre,
bozear.
CIEGO Escucha, que oigo llamar,
mira si ay quién algo dé.
LAZARILLO Mas déveseos de antojar.
CIEGO Traidor, ¿quies lo tú sisar?
¿Es tarrezno, dime, o qué?
Yo lo güelo, por mi fe,
dalo acá.
LAZARILLO Creo que mal os hará:
que también yo he menester,
andando acá y acullá,
del rocío que Dios da,
guardar algo que roer.
CIEGO ¿Yo no te doy de comer?
LAZARILLO ¿Que he comido?
¡Dístesme un güeso roído!
¿Pensáis que soy algún tocho?
¡No veis que negro partido!
Y aún en todo oy no he bevido
sino solo un escamocho.
CIEGO Beves y comes más que ocho...
y malcontento.
LAZARILLO ¡Pardiós! Siempre ando hambriento,
porque un moço de mi estofa
no se mantiene del biento,
ni basta el mantenimiento
que me dais de la gallofa.
CIEGO ¿No avéis visto quién ya mofa?
Di, malvado,
¿no es verdad que te has hartado
de verças, tocino y vaca?
LAZARILLO Aqueso ya es olbidado,
después qu'anda el hombre atado,
como dizen, asno a estaca.
CIEGO ¡Oh de la casta vellaca,
si te apaño...!
Saquéte de ser picaño,
que andavas roto y desnudo,
y dite un sayo de paño,
y llévasme cuanto araño,
¿y malcontento y sañudo?
LAZARILLO Bien lo trabajo y lo sudo,
pues os trayo
por las calles como un rayo.
CIEGO ¿Ah, sí? Pues, ¿qué te pensavas?
Por eso te di un buen sayo.
LAZARILLO Dexad venga el mes de mayo,
cuando comiencen las havas...
CIEGO ¿Tornarás a lo que andavas,
don refino?
LAZARILLO Sus, vamos nuestro camino.
CIEGO Aguija, vamos aína.
¡Ay, que me he dado, mezquino!
LAZARILLO Pues que olistes el tocino,
¿cómo no olistes la esquina?
CIEGO ¡Oh de la casta malina!
LAZARILLO Sus, callá,
porque viene hazia acá
Ihs., aquel gran profeta...
CIEGO Por tu vida, ¿allega ya?
LAZARILLO Ya muy presto llegará.
CIEGO Dímelo porque arremeta.
LAZARILLO Sus, echá vuestra coleta.
CIEGO ¡Oh, Señor!
Mirad este pecador
que jamás supo qué es ver,
y dóleos de mi dolor,
y con entrañas de amor
os pido me queráis ver.
Entra Ihu. Xpo. y sus discípulos, y dize uno de los discípulos:
DISCÍPULO Señor, dadnos a entender
quién causó
que aquéste, ciego nació
y ambos ojos le faltaron.
¿Es porque él lo mereció,
si, por ventura, él pecó
o si sus padres pecaron?
IHS. Entramas causas cesaron,
que ni éste
hizo por donde le cueste
de la vista ser privado,
menos, los padres de aquéste;
mas porque se manifieste
la gloria de Dios priado.
A mí, que soy embiado,
es conveniente,
mientras ando entre la gente
y dura la luz del día,
y antes que la luz se ausente,
obrar muy cumplidamente
las obras del que me embía.
Lo que a otro cegaría,
veréis luego
cómo da vista a este ciego,
si con este lodo le unto.
Pues, amigo, yo te ruego
tengas un poco sosiego,
Úntale
si quies ver de todo punto.
CIEGO Pues, maestro, yo os pregunto
qué haré,
que todo lo cumpliré
cuanto me fuere mandado.
IHS. Amigo, luego te vé
a la balsa de Siloé
y lávate allí priado.Vase
CIEGO Que me plaze, de buen grado.
¡Sus de aquí!
Lazarillo, ¿estás ahí?
¿Dónde estás? Dacá la mano,
adiéstrame haziallí,
que yo, cierto, siento en mí
que tengo de bolver sano.
LAZARILLO Antes pierdo yo que gano
de ese modo;
aun adestrándoos del codo,
no puedo con vos medrar,
¿que hará viendo del todo?
Mas, pardiós, con ese lodo
muy mal podréis vos sanar.
CIEGO Sus, démonos priesa a andar.
Mientras buelve el ciego, pasa un entremés entre un procurador y un litigante.
PROCURADOR ¡No ay un pan!
Mi fe, ya los hombres van
cayéndonos en la cuenta,
pues que sin pleitos están;
y el día que no nos dan,
no tenemos otra renta;
quieren que el hombre no mienta,
que, aun mintiendo,
trafagando y embayendo
no puede el hombre medrar,
¿qué hará verdad diziendo?
Por eso yo nunca entiendo
sino en mentir y engañar.
Conviéneme a Dios rogar
que alyén venga
que pendencia o pleito tenga,
como el otro que dezía:
el diablo desabenga
a quien a mí me mantenga.
Y esta oración es la mía.
A buen tiempo llegaría
el que llegase:
yo os prometo que hallase
rezién picado el molino,
y sin pluma le dexase
por manera que quedase
pelón como palomino.
Es muy grande desatino
y locura
del que mucho se apresura
por concluir y acabar,
sino dilatar la cura,
que, mientras el pleito dura,
nunca falta qué rapar:
«Dad acá para pagar
al letrado
del escrito que ha ordenado»;
«dacá para el escrivano».
Mas, una vez engibado,
doy al diablo el cornado
que más sale de mi mano;
de aquesta manera gano
de comer.
Tenga yo bien que roer,
y el pleito dé donde diere,
y aun adonde es menester
por ambas partes hazer;
y, en fin, caiga el que cayere.
Y por lo que suscediere
al sentenciar,
no dexaré de cenar
ni dormir por ninguna arte,
porque, a bien o mal andar,
todo, en fin, ha de parar
en desollar a mi parte.
Ora, sus, quédese aparte
esta conquista,
que, si, por dicha, la vista
no me engaña, veo venir
uno que es medio trampista,
y quiça entrará en la lista
para darnos de gandir.
Quiero ver si puedo asir
este conejo.
¿Dónde vais, amigo viejo,
que venís apresurado
con enojo y sobrecejo?
LITIGANTE Voy a tomar un consejo
en casa de algún letrado.
PROCURADOR Contadme, señor, priado,
lo que ha sido,
que, si fuere Dios servido,
por menos de cient ducados
yo os lo daré concluido,
despachado y entendido,
mejor que siete letrados.
LITIGANTE Es con estos mis cuñados
la pendencia,
sobre aquesta negra herencia
de mi suegra, que aya gloria.
PROCURADOR Y aya. Pues tened paciencia,
que veréis por esperiencia
si entiendo bien esa historia;
ya la tengo en la memoria.
LITIGANTE Quiero ver
lo que aquí podéis hazer,
pues sois bezino y amigo.
PROCURADOR Pues para en ello entender
dineros son menester,
y yo haré lo que digo.
LITIGANTE Hágase, que yo me obligo
de pagar.
PROCURADOR No se puede començar
ni llevará buen cimiento,
sin primero contentar
al que oviere de ordenar
la demanda y pedimiento:
es fabricar sobre biento
començar
pleito sin desembolsar,
y es caer a cada paso,
si vos querés bien librar.
Començá a desengibar
y vos veréis cuál lo amaso.
LITIGANTE No me tengáis por escaso;
tomavós
un escudo.
PROCURADOR Mas..., sean dos.
LITIGANTE No los ay a todas oras.
PROCURADOR Ora, sus, nombre de Dios,
quiquid venerit ad nos
non eiiciemus foras;
mas mis letras son señoras
de más que eso.
LITIGANTE Pues no se acaba en aqueso,
ande el negocio adelante.
PROCURADOR Dexad hazer al maeso,
que yo os urdiré un proceso
que todo el mundo se espante;
mas venga también delante
un ducado
que me llevará el letrado
por el escrito y consejo.
LITIGANTE Veisle aquí tanbién de grado.
PROCURADOR Bien es tenerlo pagado,
pues agora ay aparejo;
y aun tanbién os aconsejo
que antemano
demos algo al escrivano,
porque por nosotros haga,
y aun será consejo sano
le demos un castellano
para principio de paga.
LITIGANTE Bien es se les satisfaga
y sea pagado;
veis ahí otro ducado,
aunque del comer lo quito.
PROCURADOR Vos lo hazéis como honrado.
Pues..., yo me voy al letrado
para que haga el escrito.
Torna el ciego, con vista, y su moço
CIEGO ¡Oh qué día tan bendito
para mí!
PROCURADOR Aquéste que viene aquí,
loco viene, según creo.
CIEGO ¿No me conocéis, dezí?
Soy quien nunca jamás vi
y, ¡bendito Dios!, ya veo.
LITIGANTE En la habla y el meneo
le quería
conocer y no caía...
¡Válgame Dios, y quién es...!
CIEGO Yo soy el que no veía
y por las calles pedía;
yo soy, ¿no me conocés?
PROCURADOR En él caigo malavés...
LITIGANTE Pues yo voy
cayendo, y aun cierto estoy
ser éste un ciego mendigo.
CIEGO Miradme bien, que yo soy,
que en mi vida, hasta hoy,
tuve vista, como os digo.
PROCURADOR Dinos por tu vida, amigo:
¿cómo has visto
y vienes ansí tan listo?
¿Quién es el que te sanó?
CIEGO Estando yo donde asisto,
aquel grand profeta, Cristo,
hizo lodo y él me untó
los ojos y me mandó:
«anda, ve
y lávate en Siloé.»
E yo hize su mandado
y fui allá y me lavé,
y, en lavando, me hallé
con vista, Dios sea loado.
PROCURADOR Y ése que así te ha sanado,
¿dónde está?
CIEGO ¿Qué sé yo dónde estará?
¿Para qué me lo pedís?
PROCURADOR Pues, sus, hermano, andacá,
porque esto justo será
que lo sepan los rabís.
Rabí Isac y Rabí Jacob.
ISAC ¿Qué querés o a qué venís?
PROCURADOR La venida
es cosa jamás oída:
que aquéste, ciego nació
y nunca vido en su vida,
y la vista nunca avida
Ihs. diz que se la dio.
JACOB ¡Cosa es ésa para el Dio!
¡De saber
cómo puede aqueso ser!
¡Vive Dios, que es falsedad
y cosa de no crer,
tener vista y así ver
ciego de natividad!
ISAC Ora, tú, di la verdad,
¿cómo fue?
CIEGO Ya he dicho que me topé
con Ihs., que llaman Cristo,
y púsome lodo y fue
y lavéme en Siloé,
y volví como avéis visto.
JACOB No hay tal cosa, yo resisto.
CIEGO Digovós
que podéis creer los dos,
que en esto no hay çalagarda.
ISAC Pues agora vemos nos
que ese hombre no es de Dios,
pues que el sábado no guarda.
JACOB ¡Mirad a qué tiempo aguarda!
LITIGANTE Pues, señor,
debaxo de vuestro honor,
¿cómo puede aquesto ser?
Si éste fuese pecador,
obra de tanto valor,
¿cómo la podría hazer?
PROCURADOR Y aun ése es mi parecer.
ISAC ¡Vive el Dio,
que la vista no le dio,
sino que ay cosa secreta!
JACOB ¿Tú qué dizes?
CIEGO                       Digo yo
que el que tal señal obró
es sin duda un gran profeta.
ISAC ¡Tomá por ahí esa treta!
Burlería
es creer que tal sería,
porque éste nunca fue ciego.
JACOB Si acaso padres tenía,
dellos saberse podría;
mandémoslos llamar luego.
CIEGO Lazarico, yo te ruego,
como a hermano,
les declares muy de plano
lo que viste deste hecho,
pues me trayes de la mano.
LAZARILLO Sé que estáis agora sano
y de antes ciego contrecho;
y aun ha sido a mi despecho,
que, después
que vistes, no me tenés
en aquesta castañeta.
Bien será que me pagués
antes que después me echés
más rezio que una saeta.
A vos os amó el profeta
y os dio vista,
y a mí me metió en conquista.
ISAC ¡Mirá qué negro testigo,
un rapazejo trampista!
JACOB ¿No miráis qué evangelista
traye de manga consigo?
LAZARILLO Es gran verdad lo que digo,
que él no vía,
y que hoy, en este día
le dio la vista Jesú.
ISAC ¡Vive el Dio, tal no sería
y es gran mentira y falsía,
y que tanbién mientes tú!
JACOB ¿No miráis con qué Barú
nos combida?
CIEGO Pues la verdad no es creída
por más que os diga y os ladre,
Lazarico, por tu vida,
que vayas de una corrida
y llames acá a mi padre.
ISAC Llama también a su madre.
LAZARILLO Ya voy luego.
JACOB Sacaremos este juego
muy prestamente de maña,
porque nunca fuiste ciego.
ISAC Yo osaré entrar en un fuego,
que este traidor nos engaña.
Descúbrase esta maraña
y maldad.
LITIGANTE Éste dize la verdad,
porque era muy conocido
y pidié por la cibdad.
JACOB Ciego de natividad
ver así, ¿cuándo se vido?
PROCURADOR Lo que nunca ha acontecido,
puede ser,
pues que Dios tiene poder
para eso y mucho más.
ISAC ¿También tú lo quies creer
y eres de su parecer?
¡Para el Dio, engañado estás!
Vuelve Lazarillo con los padres del ciego y dize:
LAZARILLO Andá, no os quedéis atrás,
ea, señora.
VIEJA ¿Qué nos quieren a tal ora
[a] los padres? Veamos, di,
¿qué nos llaman a desora?
LAZARILLO Acá os lo dirán agora.
VIEJO Dios mantenga.
PROCURADOR Bien vení.
JACOB Mirá, que digáis aquí
la verdad.
VIEJO Pues estando en tal edad
mentir serié gran locura.
ISAC Este hombre bien mirad,
y si es [él], nos declarad,
vuestro hijo por ventura.
VIEJO Si no tuvo parte el cura
en él quiçá,
mi hijo es y será.
JACOB Mirad, no traigáis marañas
y entended bien cuánto os va.
VIEJA La que le parió aquí está,
y él salió de mis entrañas.
ISAC No curéis aquí de mañas.
VIEJA Digo yo
que de mi vientre salió.
VIEJO No ay duda ser nuestro hijo;
y, como ciego nació,
en pesar se nos volvió
todo nuestro regozijo.
JACOB Sacadnos deste litijo,
¿cómo ve?
VIEJO Aqueso yo no lo sé.
Y, pues él ya tiene edad,
preguntalde cómo fue.
VIEJA Dezilde que cuenta os dé,
que él os dirá la verdad.
ISAC A Dios y a su gran bondad
da la gloria
de la salud y vitoria,
y a Él solo da el honor
para perpetua memoria,
que éste, por cosa notoria,
sabemos ser pecador.
CIEGO Deso no soy sabidor,
mas de ver
que aquéste tuvo poder
para darme vista aína.
JACOB ¿Cómo?
CIEGO Ya lo di a entender.
Segund veo, queréis ser
secuaces de su doctrina.
ISAC El maldito desatina,
segund vemos;
aquí somos y seremos
discípulos de Moisés
y a ése no conocemos,
ni sabemos ni entendemos
quién era ni de dónde es.
CIEGO Respondedme agora: ¿pues
si éste fuera
pecador, nunca hiziera
obra de tanto valor?
Pues es cosa verdadera
que en obras desta manera
Dios no oye al pecador,
sino al que es su servidor.
¿Quién ha oído
o quien nunca jamás vido,
en los siglos hasta aquí,
que hombre ciego nascido
fuese así restituido
como aquéste hizo en mí?
LAZARILLO ¡Monta que yo no lo vi...!
CIEGO Por manera
que ninguno no pudiera
obrar que en mí ha obrado
si éste no lo hiziera,
y si muy cierto no fuera
de Dios, como es, embiado.
ISAC ¡Oh tú, nacido en pecado
y pecador!
¿quiés ser nuestro preceptor?
Anda, maldito, de ahí,
que eres un engañador,
gran mentiroso y traidor.
PROCURADOR No más, por amor de mí,
hermanos, vamos de aquí,
que esto ya
muy de roto ves que va
y no nos salte a los ojos.
LITIGANTE Vamos, áyanselo allá.
Vanse el Procurador y el Litigante.
VIEJO Ora, hijo, andacá,
no cures de aver enojos.
JACOB Quiérenos her trampantojos.
Viene Ihs. Y como le vee Lazarillo, dize:
LAZARILLO ¡Veis aquí
quien os sanó, juro a mí!
CIEGO Bendito fuésedes vos,
pues lo hezistes ansí.
IHS Pues, amigo, tú me di,
¿crees en el Hijo de Dios?
CIEGO No le conocemos nos;
mas, señor,
mostrádmele, por mi amor,
para que yo crea en Él.
IHS Presente está el Salvador,
y, si miras con hervor,
quien contigo habla, es Él.
CIEGO ¡Hijo de Dios de Israel,
yo os adoro
Híncase de rodillas.
vuestro favor imploro!
Gracias os hago y bendigo
porque, de tristeza y lloro,
me distes tan gran tesoro,
siendo yo un ciego mendigo.
VIEJO Yo tanbién lo mismo digo;
pues nos distes,
después de vivir tan tristes
tanto tiempo, este consuelo.
VIEJA Bendito vos que quisistes
doleros, como os dolistes,
de nuestra fatiga y duelo.
IHS A juizio vine al suelo
para que
tenga vista el que no vié,
y el que piensa que veía,
quede sin lumbre de fe,
sin entender lo que fue,
ni conocer al Mexía.
ISAC Pues luego por esa vía,
a mi ver,
¿tú nos quies dar a entender
que estamos en ceguedad
y que no basta leer
nuestros libros ni saber?
¡Vive el Dio, que es falsedad!
IHS Si así fuese, a la verdad,
que no viedes,
pecado ni culpa avriedes;
mas, pues tenéis escrituras
y las maravillas vedes,
en vuestro pecado avredes
de quedar por siempre a escuras.
Vase Ihs.
JACOB ¡Para el Dio, que son locuras!
ISAC Ora, vamos,
y en la xinoga digamos
todo aquesto que ha pasado.
Vanse los rabís.
CIEGO Pues nosotros, ¿cómo estamos?
Algún cántico digamos
con que sea Dios alabado.
VIEJO Que se haga de buen grado.
VILLANCICO    Bendito sea y loado
quien tiene tanto poder
que, al que es ciego, haze ver.
   Bendito sea en las alturas,
glorificado su nombre,
pues se quiso hazer hombre
por salvar las criaturas,
y a los que andamos a escuras
da luz para no caer.
Y, al que es ciego, haze ver.


Arriba