Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

411

Estos sucesos han sido referidos con bastante extensión, aunque con ciertas divergencias en los detalles, por los dos cronistas primitivos, Góngora Marmolejo, cap. 44 y 45 y Mariño de Lobera, lib. II, cap. 23; pero existe, además, la relación que contiene la carta escrita por Pérez de Zurita al cabildo de Santiago desde las orillas del río Teno el 27 de enero de 1564. Esta carta ha sido conservada por haberla transcrito don José Pérez García en el cap. 4 del libro XIV de su historia manuscrita. Don Claudio Gay la insertó en el tomo I, pp. 331-336, de sus Documentos; pero esta edición está plagada de errores en las fechas, en los nombres geográficos y en otras palabras, de manera que no puede servir de guía al historiador.

 

412

Las actas del Cabildo de 1 de febrero y del Cabildo Abierto de 2 de febrero de 1564 están extractadas y resumidas en la historia manuscrita de Pérez García, cap. 4, lib. XIV; pero los documentos originales no nos son conocidos. Existe, además, una carta del cabildo de Santiago a la real audiencia de Chile de 30 de agosto de 1567, en que recuerda los socorros con que en esta ocasión acudió la ciudad. Esta carta se halla publicada por Gay en las pp. 237-240 del primer tomo de Documentos.

 

413

No encuentro en las crónicas ni en los documentos la menor indicación de los servicios que pudo prestar este contingente y, aun, parece desprenderse que ni siquiera salió de los términos de la ciudad de Santiago que llegaban al río Maule, y que allí fue ocupado en mantener la quietud de los indios.

 

414

Góngora Marmolejo, cap. 46, es el que ha dado una noticia más extensa de esta batalla, sin que su relación baste para formar una idea cabal de sus accidentes. Mariño de Lobera, que la ha contado más sumariamente en el cap. 22, lib. II, es el que ha fijado la fecha del día en que tuvo lugar; pero conviene advertir que el 25 de marzo de 1564 no fue jueves, como allí se dice, sino sábado.

 

415

El cerco de Concepción, referido muy sumariamente por el capitán Salazar en la relación citada, y casi pasado en silencio por Mariño de Lobera, ha sido contado con más extensión por Góngora Marmolejo en el cap. 47. Dice éste que el sitio duró treinta días; pero Salazar, que se halló en la plaza, dice expresamente sesenta días. En el Archivo de Indias encontré un manuscrito anónimo de unas 16 páginas con el título de Relación de lo que ha sucedido al gobernador Pedro de Villagrán, que parece ser una vindicación de éste, y que por la abundancia de noticias que contiene vamos a utilizarlo en las páginas siguientes. Allí se dice que el cerco de la ciudad duró más de sesenta días, y que los indios se retiraron la víspera de pascua de Resurrección. Comparando las diversas relaciones, deduzco que el sitio de Concepción comenzó en los primeros días de febrero de 1564, poco después de la derrota de Pérez de Zurita, y que se prolongó hasta el 1 de abril, víspera de la pascua de Resurrección, que ese año cayó en 2 de abril.

 

416

Góngora Marmolejo, cap. 48. Mariño de Lobera, lib. II, cap. 23, refiriéndose, sin duda, al mismo hecho, lo coloca como ocurrido un poco más tarde, y no en Valdivia sino en Osorno, y lo explica como el resultado natural del cansancio producido en esos lugares por las contribuciones de guerra, y las expoliaciones a que se sometía a las poblaciones cada vez que se quería sacar socorros de hombres o de provisiones. Sea que haya ocurrido en una o en otra parte, la verdad es que entonces faltaba ya la unión de las voluntades para cooperar a la obra común.

 

417

Este incidente, al cual hacen referencia, sin entrar en pormenores, Góngora Marmolejo, cap. 49, y Mariño de Lobera, lib. II, cap. 23, está contado más prolijamente en la Relación de lo que ha sucedido al gobernador Pedro de Villagrán, que hemos citado. En esta relación faltan por completo las indicaciones cronológicas; pero puede asentarse que el viaje de Villagrán tuvo lugar en mayo de 1564, y que llegó a Santiago en los primeros días del mes entrante. En efecto, el 3 de junio, se hallaba en Santiago y presidía la sesión del Cabildo.

 

418

Góngora Marmolejo, cap. 49, refiere que entre Villagrán y su teniente gobernador el licenciado Juan de Herrera, gastaron hasta treinta mil pesos de oro de la caja real en las necesidades de la guerra.

 

419

La Relación citada, muy prolija en estos incidentes, atribuye a Rodrigo de Quiroga y sus parciales, estas maquinaciones contra el Gobernador. Según ella, Quiroga y sus amigos eran hostiles a Villagrán porque éste pretendía tasar los tributos de los indios de encomienda y regularizar el servicio personal. Si como parece casi seguro, existió realmente esta rivalidad, es más probable que ella tuvo otra causa diferente. Quiroga debía creerse con más títulos que Villagrán para el gobierno de Chile; y es fuera de duda que él y sus amigos hacían valer esos títulos ante el gobierno del Perú.

 

420

Hemos dicho que Villagrán se hallaba en Santiago en los primeros días de junio de 1564, y que presidía la sesión del 3 de ese mes. Según los libros capitulares, que consultó el historiador Pérez García, presidía igualmente la sesión del 4 de enero de 1565. Por lo demás, el hecho de la larga residencia del Gobernador en la capital está referido por Góngora Marmolejo en el cap. 49 casi con la misma precisión.