No es que, como afirma Ricardo Doménech, de pasada, sin demostrarlo, en la página 142 de su comentario global de Los empeños de una casa antes citado (Ricardo Doménech, «Notas sobre teatro: Los empeños de una casa de Sor Juana Inés de la Cruz», en Cuadernos Hispanoamericanos, 139, 1961, pp. 140-143), en la obra «se parodia con inteligente desenfado el mito del honor entendido a la manera calderoniana». No hay parodia. El tema se trata en serio. Pero no interesa su desarrollo completo. Ni analizarlo pormenorizadamente. Se convierte en un esquema apto para generar tensión y mantener interesado al auditorio por el desarrollo de los hechos.

Así, en Los empeños de una casa, se explica que el matrimonio pedido al padre evita la mancha de honor infringida al mismo padre y evita, también, la venganza al borrar la afrenta; que el matrimonio, pues, elimina las consecuencias negativas de la afrenta que supone la huida de una hija con el hombre a quien ama (ed. cit. -en nota 2-, p. 144, vv. 713-734), y restituye la honra, si ésta se ha manchado (ed. cit. -en nota 2-, p. 144, vv. 729-734 y 737-738; y p. 253, vv. 2865-2877). Incluso se especifica que, con tal de que se celebre ese matrimonio, reparador del honor, es indiferente quien sea el galán que forme pareja con la dama (ed. cit. -en nota 2-, p. 269, vv. 3340-3353). Vid., también, p. 257, vv. 3015-3029.

Cf. Amor es más laberinto, ed. cit. (en nota 3), Embajador, jornada I, p. 723a; Embajador, jornada I, p. 723b.

Enrique Anderson Imbert, Historia de la Literatura Hispanoamericana, I. México, FCE, 1967, 6ª ed. Sobre Sor Juana, pp. 118-127. Sobre su teatro, pp. 124-127. La cita en p. 124.

Cf. Jesús Cañas Murillo, «Apostillas a una historia del teatro español del siglo XVIII», en Anuario de Estudios Filológicos, XIII, 1990, Cáceres, UEx., 1991, pp. 53-63.

Orlando Gómez Gil, Historia crítica de la Literatura Hispanoamericana. New York, Holt, Rinehart and Winston, 1968. Sobre el teatro de Sor Juana, pp. 136-137 y 144-147. La cita en p. 136.