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441

G. García Márquez, Cien años de soledad, Buenos Aires, Sudamericana, 1967.

 

442

M. Vargas Llosa, Historia de un deicidio, Barcelona, Barrai Editores, 1971.

 

443

Afferma a questo proposito G. García Márquez: «Los críticos han insistido tanto en la influencia de Faulkner en mis libros, que durante algún tiempo lograron convencerme. La verdad es que yo había publicado ya mi primera novela, La hojarasca, cuando empecé a leer a Faulkner por pura casualidad. Quería saber en qué consistían las influencias que me atribuían los críticos. Muchos años después, viajando por el sur de los Estados Unidos, creí encontrar la explicación que, por cierto, no encontré en los libros. Aquellos caminos polvorientos, aquellos pueblos ardientes y miserables, aquella gente sin esperanzas se parecían mucho a los que yo invocaba en mis cuentos. Creo que la semejanza no era casual: el pueblo donde yo nací fue construido en gran parte por una compañía bananera norteamericana.

No es que me moleste la influencia de Faulkner, por supuesto. Mas bien debía entenderlo como un elogio, porque Faulkner es uno de los grandes novelistas de todos los tiempos. Lo que ocurre es que yo no entiendo muy bien la forma en que los críticos establecen las influencias. En realidad, un escritor que sabe lo que hace procura no parecerse a nadie más y más bien trata de eludir que de imitar a sus autores favoritos. [...]» (Cfr. in M. Fernández Braso, Gabriel García Márquez, una conversación infinita, Madrid, Azur, 1969, op. cit., pp. 78-79).

 

444

Studio di molto interesse è quello condotto da Ricardo Gullón, García Márquez, o el olvidado arte de contar, Madrid, Taurus, 1970 (in parte apparso precedentemente in «Asomante», 4, 1969).

 

445

Cfr. a questo proposito G. Maturo, Claves simbólicas de García Márquez, Buenos Aires, F. García Cambeiro, 1972, studio che si rivolge a tutta i'opera dello scrittore colombiano, ma soprattutto a Cien años de soledad.

 

446

Afferma a questo proposito G. García Márquez che tra il termine «barroca» usato per definire la letteratura, ossia il «nuovo romanzo» latinoamericano, e il termine «realismo mágico» egli preferisce quest'ultimo: «En el fondo, prefiero los términos de "realismo mágico" empleados por Carpentier y Asturias para calificar esta novela en que la realidad se confunde con lo fantástico» (In C. Couffon, Gabriel García Márquez habla de «Cien años de soledad», in Vari, Sobre García Márquez, Montevideo, Biblioteca de Marcha, 1971 (selezione «aumentada» dall'edizione cubana nella collezione «Valoración múltiple», La Habana, Casa de las Américas, 1969), p. 43.

 

447

Scrive M. Vargas Llosa, El Amadís en América, in Vari, Sobre García Márquez, op. cit., p. 106: «Además de escribir un libro admirable, García Márquez -sin proponérselo, acaso sin saberlo- ha conseguido restaurar una filiación narrativa interrumpida hace siglos, resuscitar la noción ancha, generosa y magnífica del realismo literario que tuvieron los fundadores del género novelístico en la Edad Media». M. A. Oviedo, Macondo: un territorio mágico y americano, in Vari, Sobre García Márquez, op. cit., p. 50, afferma che sia Vargas Llosa che García Márquez risalirono alle fonti primitive della narrazione, «es decir a las novelas de caballería, género en el que cada uno tiene su favorito: el peruano, Tirant lo Blanc; el colombiano, el Amadís».

 

448

Cfr. in A. Durán, Conversación con Gabriel García Márquez, in Vari, Sobre García Márquez, op. cit., p. 39. Afferma il narratore all'intervistatore, che gli richiama le relazioni trovate da M. Vargas Llosa tra Cien años de soledad e l'Amadís: «Lo que pasa, creo yo, es que los autores de novelas de caballerías, formados en el delirio imaginativo de la Edad Media, consiguieron inventar un mundo en el cual todo era posible. Lo único importante para ellos era la validez del relato, y si creían necesario que al caballero le cortaran la cabeza cuatro veces, cuatro veces le cortaban la cabeza al caballero. Esta asombrosa capacidad de fabulación penetró de tal modo en el lector de la época que fue el signo de la conquista de América. La búsqueda de El Dorado o de la Fuente de la Eterna Juventud, sólo eran posibles en un mundo embellecido por la libertad de la imaginación. Lo triste es que la literatura latinoamericana se hubiera olvidado tan pronto de estos orígenes maravillosos. Se han necesitado cuatro siglos para que Mario Vargas Llosa encontrara el cabo de esa tradición interrumpida y llamara la atención sobre el raro parecido que tienen las novelas de caballería y nuestra vida cotidiana».

Le dichiarazioni di Vargas Llosa, e di García Márquez che lo segue, sono interessanti, ma non rappresentano una novità in assoluto. Infatti, da tempo Miguel Ángel Asturias veniva avvicinando il romanzo ispanoamericano, nelle sue origini, all'epopea della conquista, non solo, ma ai Comentarios Reales dell'Inca Garcilaso e più ancora alla Verdadera historia de la conquista de México di Bernal Díaz del Castillo, proprio per quel rivivere nell'opera lo spirito dell'Amadís. Cfr. M. Á. Asturias, Introducción a la novela latinoamericana, ora in América, fábula de fábulas y otros ensayos, a cura di R. Callan, Caracas, Monte Ávila, 1973, op. cit., p. 143.

 

449

Cfr. in R. Castro, Con Gabriel García Márquez, in Vari, Sobre García Márquez, op. cit., p. 28.

 

450

Basterà citare R. Gullón, García Márquez o el olvidado arte de contar, op. cit., specialmente le pp. 53-58, e A. Rama, Un novelista de la violencia americana, in Vari, Sobre García Márquez, op. cit., oltre a C. Segre, Il tempo curvo di García Márquez, in I segni e la crìtica, op. cit.

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