Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajoInformación hecha en Argel a solicitud de Miguel de Cervantes Saavedra, acerca de los servicios y padecimientos prestados y sufridos por el mismo

Argel, octubre 10 de 1580


En la Ciudad de Argel, que es tierra de moros en la Berbería a diez días del mes de octubre año de mil quinientos ochenta años, ante el Ilustre y Muy Reverendo Señor Fray Joan Gil Redemptor de Spaña, de la Corona de Castilla por Su Majestad, paresció presente, Miguel de Cervantes, esclavo que ha sido, que ahora está franco y rescatado, y presentó el escripto de pedimento siguiente, con cierto Interrogatorio de preguntas, lo cual una en pos de otra, es esto que sigue:

Ilustre y Muy Reverendo Señor.

«Miguel de Cervantes, natural de la Villa de Alcalá de Henares, en Castilla, y al presente estante en este Argel, rescatado para ir en libertad, dice: que estando él ahora de camino para Spaña, desea y le importa hacer una Información con testigos, ansí de su cautiverio, vida y costumbres, como de otras cosas tocantes a su persona, para presentarla, si fuere menester, en Consejo de Su Majestad, y requerirle haga merced; y porque en este Argel no hay persona alguna cristiana que tenga administración de justicia entre los cristianos, y haciendo Vuestra Paternidad, como hace en este Argel, la redención de cautivos por orden y mandado de Su Majestad, representa por tanto su persona, y por el mismo respecto, también de Su Santidad el Summo Pontífice, cuyas veces tienen como delegados apostólicos los Redentores religiosos de su Orden de la Santísima Trinidad. Por tanto, porque la dicha Información tenga vigor y autoridad, suplica a Vuestra Paternidad sea servido interponer en ella su autoridad, y mandar a Pedro de Rivera, escribano y notario público, el cual por mandado de Su Majestad usa este oficio en esta tierra de Argel, ha muchos años, entre las cristianos, tome los testigos que el dicho Miguel de Cervantes presentare, sobre estos artículos, que con esta también presenta, y recibirá merced. -Miguel de Cervantes.»

Que tome Pedro de Rivera, escribano, los testigos que presentase el dicho Miguel de Cervantes, sobre estos artículos que presenta. -Fray Joan Gil, Redemptor de cautivos.

Yo Pedro de Rivera, notario apostólico entre los cristianos en este Argel, doy fe y testimonio, como a los diez de octubre de mil quinientos y ochenta años, Miguel de Cervantes, natural de la Villa de Alcalá de Henares, que es en Castilla, estante en este Argel, al presente rescatado, para ir en libertad, presentó al Muy Reverendo Señor Padre Fray Joan Gil Redemptor de los cautivos de Spaña, por mandado de Su Majestad, que estaba en este mesmo Argel, el Memorial abajo escrito y firmado de su mano, con los artículos que adelante siguen; y esto en presencia de mí. Y de ello doy fe y testimonio, en Argel a diez del mes de octubre de este año de mil quinientos ochenta. -Pedro de Rivera; notario apostólico.

Por estos artículos, sean preguntados los testigos que Miguel de Cervantes presentare, acerca de las cosas que a hecho para conseguir su libertad y la de otros muchos caballeros, mientras está cautivo en Argel, por las cuales pretende que Su Majestad le haga merced.


Interrogatorio

1.-«Lo primero, si conocen al dicho Miguel de Cervantes, y cuánto ha que le conocen, y si es deudo o pariente suyo.» Digan, etc.

2.-Item: «Si saben o han oído decir, como ha cinco años, que dicho Miguel de Cervantes está cautivo en este Argel, y que se perdió en la Galera del «Sol» el año de mil quinientos setenta y cinco, la cual Galera iba de Nápoles a Spaña con otras personas principales, que allí se perdieron caballeros, capitanes y soldados.» Digan, etc.

3.-Item: «Si saben o han oído decir, que el dicho Miguel de Cervantes es cristiano viejo, hijo-dalgo, y en tal, tenido y comúnmente reputado y tratado de todos.» Digan, etc.

4.-Item. «Si saben o han oído decir, que llegado cautivo en este Argel, su amo, Arnautriomamy, renegado griego, le tuvo en lugar de caballero principal, y como a tal le tenía encerrado y cargado de grillos y cadenas; y que no obstante todo esto, deseando hacer bien y dar libertad a algunos cristianos, buscó un moro que a él y a ellos llevase por tierra a Orán, y habiendo caminado con el dicho moro algunas jornadas, los dejó; y ansí les fue forzoso volverse a Argel, donde el dicho Miguel de Cervantes fue muy mal tratado de su Patrón, y de allí en adelante, tenido con más cadenas y más guardia y encerramiento.» Digan, etc.

5.-Item: «Si saben o han oído decir, que en el año de quinientos setenta y siete, habiéndoles sus deudos enviado dinero para su rescate, y no pudiendo acordarse con su Patrón, porque le tenía por hombre de mucha calidad, deseando servir a Dios y a Su Majestad, y hacer bien a muchos cristianos principales, caballeros, letrados, sacerdotes que al presente se hallaban cautivos en este Argel, dio orden, como un hermano suyo, que se llama Rodrigo de Cervantes, que de este Argel fue rescatado el mes de agosto del mesmo año, de los mesmos dineros dichos, del dicho Miguel de Cervantes, de su rescate, pusiese en orden y enviase de la Plaza de Valencia y de Mallorca y de Ibiza, una fragata armada para llevar a Spaña los dichos cristianos; y para mejor efectuar esto, se favoreció del favor de Don Antonio de Toledo y de Francisco de Valencia, Caballeros del Hábito de San Joan, que entonces estaban en este Argel cautivos, los cuales le dieron cartas para los Viso-Reyes de Valencia y Mallorca y Ibiza, encargándoles y suplicándoles favoresciesen el negocio.» Digan, etc.

6.-Item: «Si saben o han oído decir, que esperando la dicho fragata, dio orden como catorce cristianos de los principales que entonces había en Argel cautivos, se escondiesen en una cueva, la cual había él de antes procurado fuera de la Ciudad, donde algunos de los dichos cristianos estuvieron escondidos en ella seis meses, y otros menos, y allí les proveyó y procuró proveer, y que otras personas proveyesen de lo necesario, teniendo el dicho Miguel de Cervantes el cuidado cotidiano de enviarles toda la provisión, en lo cual corría grandísimo peligro de la vida y del ser enganchado y quemado vivo, hasta que ocho días antes del término en que la fragata había de venir, el dicho Miguel de Cervantes se fue a encerrar en la cueva con los demás.» Digan, etc.

7.-Item: «Si saben o han oído decir, que en efeto, la dicha fragata vino conforme a la orden que dicho Miguel de Cervantes había dado, y en el tiempo que había señalado, y habiendo llegado una noche, él mesmo, puesto por faltar el ánimo a los marineros y no querer saltar en tierra, a dar aviso a los que estaban escondidos, no se efectuó la huida.» Digan, etc.

8.-Item: «Si saben o han oído decir, que estando ansí de esta manera todos escondidos en la cueva, todavía con esperanza de la fragata, un mal cristiano que se llamaba el Dorador, natural de Melilla, y que sabía del negocio, se fue al Rey que entonces era de Argel, que se llamaba Hacan, y le dijo que se quería volver moro, y por complacerle descubrió los que estaban en la cueva, diciéndole que el dicho Miguel de Cervantes era el autor de toda aquella huida, y el que le había servido; por lo cual, el dicho Rey, el último de setiembre del dicho año, envió muchos turcos y moros armados a caballo y a pie, a prender al dicho Miguel de Cervantes, y a seis compañeros.» Digan, etc.

9.-Item: «Si saben o han oído decir, como llegados los turcos y moros a la cueva, y entrando por fuerza en ella, viendo el dicho Miguel de Cervantes que eran descubiertos, dijo a sus compañeros; que todos le echasen la culpa, prometiéndoles de condenarse él solo, con deseo que tenía de salvarlos a todos; y ansí, en tanto que los moros los maniataban, el dicho Miguel de Cervantes, dijo en voz alta, que los turcos y moros le oyeron, «ninguno de estos cristianos que aquí están, tiene culpa en este negocio, porque yo solo he sido el autor de él y el que los ha inducido a que se huyesen,» en lo cual, manifiestamente se puso a peligro de muerte, porque el Rey Hacan era tan cruel, que por solo huirse un cristiano, y porque alguno le encubriese y favoreciese en la huida, mandaba ahorcar un hombre, o por lo menos, cortarle las orejas y las narices; y ansí los dichos turcos, avisando luego con un hombre a caballo, de todo lo que pasaba, al Rey, y de lo que el dicho Miguel de Cervantes decía que era el autor de aquella emboscada y huida, mandó el Rey que a él solo trajesen, como le trajeron maniatado y a pie, y haciéndole, por el camino, los moros y turcos, muchas injurias y afrentas.» Digan, etcétera.

10.-Item: «Si saben o han oído decir, como presentado ansí, maniatado, ante el Rey Hacan, solo, sin sus compañeros, el dicho Rey con amenazas de muerte y tormentos, queriendo saber del cómo pasaba aquel negocio, él con mucha constancia le dijo, «que él era el autor de todo aquel negocio, y que suplicaba a Su Alteza, si había de castigar algunos, fuese a él solo, pues él solo tenía la culpa de todo; y por muchas preguntas que le hizo, nunca quiso nombrar ni culpar a ningún cristiano»; en lo cual es cierto que libró a muchos de la muerte, que le habían dado favor y ayuda, y a otros de grandísimos trabajos, a quien el Rey echaba la culpa; y particularmente fue causa, como el Muy Reverendo Fray Jorge de Olivar, que entonces estaba en Argel Redemptor de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, el Rey no le hiciese mal, como deseaba, persuadido que le había dado calor y ayudado a este negocio.» Digan, etcétera.

11.-Item: «Si saben o han oído decir, que después, habiéndole el Rey mandado meter en su baño cargado de cadenas y hierros con intención todavía de castigarle, al cabo de cinco meses, el dicho Miguel de Cervantes, con el mismo celo del servicio de Dios y de Su Majestad, y de hacer bien a cristianos, estando ansí encerrado, envió un moro a Orán, secretamente, con carta al Señor Marqués Don Martín de Córdoba, General de Orán, y de sus fuerzas, y a otras personas principales, sus amigos y conocidos de Orán, para que le enviasen a alguna espía o espías y personas de fiar, que con el dicho moro viniesen a Argel, y le llevasen a él y a otros tres caballeros principales, que el Rey en su baño tenía.» Digan, etc.

12.-Item: «Si saben o han oído decir, que el dicho moro, llevando las dichas cartas a Orán, fue tomado de otros moros a la entrada de Orán, y sospechando del mal por las cartas que le hallaron, le prendieron y le trujeron a este Argel, a Hancanbajá, el cual, vistas las cartas y viendo la forma y nombre del dicho Miguel de Cervantes, a el moro mandó empalar, el cual murió con mucha constancia, sin manifestar cosa alguna; y al dicho Miguel de Cervantes, mandó dar dos mil palos.» Digan, etc.

13.-Item: «Si saben o han oído decir, como después en el año de mil quinientos setenta y nueve, en el mes de setiembre, estando en este Argel un renegado de nación español, y que decía que su padre era de Osuna, y él ser natural de Granada, y siendo cristiano se llamaba el Licenciado Girón, el cual se vino a hacer moro a esta tierra de Argel, y en moro se llamaba Abdahá-Ramen; entendiendo el dicho Miguel de Cervantes que dicho renegado mostraba arrepentimiento de lo que había hecho en hacerse moro, y deseo de volverse a Spaña, por muchas veces le exhortó y animó a que se volviese a la Fe de Nuestro Señor Jesucristo; para esto hizo con Onofre Exarque, mercader de Valencia, que entonces se hallaba en este Argel, diese dineros, como dio mas de mil y trescientas doblas, para que comprase una fragata armada, persuadiéndole que ninguna otra cosa podía hacer más honrosa, ni al servicio de Dios y de Su Majestad más acepta, lo cual ansí se hizo; y el dicho renegado compró la dicha fragata de doce bancos, y la puso a punto, gobernándose en todo por el consejo y orden del dicho Miguel de Cervantes.» Digan, etc.

14.-Item: «Si saben o han oído decir, que el dicho Miguel de Cervantes, deseando servir a Dios y a Su Majestad, y hacer bien a cristianos, como es de su condición, muy secretamente dio parte de este negocio a muchos caballeros, letrados, sacerdotes y cristianos que en este Argel estaban cautivos, y otros de los más principales que estuviesen a punto, y se apercibiesen para cierto día, con intención de hacerlos embarcar a todos y llevar a tierra de cristianos, que sería hasta número de sesenta cristianos, y toda gente la más florida de Argel.» Digan, etc.

15.-Item: «Si saben o han oído decir, como estando todo este negocio a punto y en tan buenos términos, que sin falta subcediera como estaba ordenado, el negocio fue descubierto y manifiesto al Rey Hacán, que era deste Argel, y según fama pública y notoria, se lo envió a decir, por Bayban, renegado florentín, y después en persona se lo confirmó el Doctor Joan Blanco de Paz, natural de la Villa de Montemolín, junto a el Llerena, que dicen haber sido fraile profeso de la Orden de Santo Domingo en Santisteban de Salamanca; por lo cual, el dicho Miguel de Cervantes quedó en muy gran peligro de la vida, y dende entonces quedó mal y en gran enemistad con el dicho Doctor Joan Blanco, por ser cosa cierta que él era descubridor y ponía a riesgo tantos cristianos y tan principales.» Digan, etc.

16.-Item: «Si saben o han oído decir, que divulgándose y sabiéndose que el Rey Hacán tenía noticia deste negocio, y que disimulaba por coger a los cristianos en el hecho, cortados todos de miedo por ser cruelísimo contra cristianos, Onofre Exarque, que había dado el dinero para la dicha fragata, era participante de todo, temiendo que el Rey de todo estaba informado, no hiciese con tormentos que el dicho Miguel de Cervantes, como más culpado de todos, manifestasen los que eran en el negocio, y el dicho Onofre Exarque perdiese la hacienda, la libertad y quizá la vida, cometió y rogó, y persuadió al dicho Miguel de Cervantes, se fuese a Spaña en unos navíos que estaban para partir y que él pagaría su rescate; a el cual, el dicho Miguel de Cervantes respondió, animándole, que estuviese cierto que ningunos tormentos ni la misma muerte sería bastante, para que él condenase a ningunos sino a él mesmo; y lo mesmo dijo a todos que del negocio sabían, animándoles que no tuviesen miedo, porque él tomaría sobre sí todo el peso de aquel negocio, aunque tenía cierto de morir por ello; y a cabo de poco tiempo, el Rey mandó con público pregón, buscar a el dicho Miguel de Cervantes, que se había escondido hasta ver el movimiento que el Rey hacía, so pena de la vida a quien le tuviese escondido.» Digan, etc.

17.-Item: «Si saben o han oído decir, que en conformidad de esto, viendo el dicho Miguel de Cervantes el cruel bando que contra quien le tuviese escondido se había echado, por respecto que no viniese mal a un cristiano que él tenía escondido, y temiendo también que si él no parescía, el Rey buscaría otro a quien atormentar o de quien saber la verdad del caso, luego de su propia voluntad se fue a presentar ante el Rey, y que amenazándole el dicho Rey con muchos tormentos, que le descubriese la verdad de aquel caso, y qué gente llevaba consigo, y mandándole por más atemorizarle, poner un cordel a la garganta y atar las manos atrás, como que le querían ahorcar, el dicho Miguel de Cervantes nunca quiso nombrar ni condenar a alguno, diciendo siempre al Rey, con mucha constancia, que él fuera el autor y otros cuatro caballeros que se habían ido en libertad, los cuales habían de ir con él, y que si más gente había de llevar que ningunos lo sabía ni había de saber hasta el mismo día; por lo cual el dicho Rey se indignó mucho contra él, viendo cuán indiferente respondía de lo que le estaba informado por el dicho Doctor Joan Blanco; y ansí lo mandó meter en la cárcel de los moros que estaba en su mismo Palacio, y mandó con gran rigor que le tuviesen a buen recaudo, en la cual cárcel, le tuvo cinco meses con cadenas y grillos, donde pasó mucho trabajo, con intención de llevarle a Constantinopla, donde si allá le llevaran, no podía tener jamás libertad, ni la tuviera, si no fuera que el Muy Reverendo Señor Padre Fray Joan Gil, Redemptor de los cautivos de Spaña por Su Majestad, movido de compasión de ver en los peligros en que estaba el dicho Miguel de Cervantes, y de los muchos trabajos que había pasado, con muchos ruegos e importunaciones, y con dar quinientos escudos de oro, en oro, al dicho Rey, le dio libertad el mismo día y punto que el dicho Rey Hacán, alzaba vela para volverse en Constantinopla.» Digan, etc.

18.-Item: «Si saben o han oído decir, que dicho Miguel de Cervantes, que estando en este Argel cautivo, son cinco años, vivió siempre como católico y fue cristiano, confesándose y comulgándose en los tiempos que los cristianos usan y acostumbran; y que algunas veces que se ofrecía tratar con algunos moros y renegados, siempre defendía a la Fe católica, posponiendo todo peligro de la vida; y animaba algunos que no renegasen, viéndolos tibios en la Fe, repartiendo con los pobres lo poco que tenía, ayudándolos en sus necesidades, ansí con buenos consejos como con las obras buenas que podía.» Digan etc.

19.-Item: «Si saben o han oído decir, que en todo el tiempo que el dicho Miguel de Cervantes ha estado en este Argel cautivo, siempre y de contino ha tratado, comunicado y conversado con los más principales hombres cristianos, ansí sacerdotes, letrados, caballeros y otros criados de Su Majestad, con mucha familiaridad, los cuales se holgaban de tenerle por amigo, tratar y conversar con él; y particularmente, si es verdad que los Muy Reverendos Padres Redemptores que aquí han venido, como el Muy Reverendo Fray Jorge Olivar, Redemptor de la Corona de Aragón, y el Muy Reverendo Padre Fray Joan Gil, Redemptor de la Corona de Castilla, le han tratado, comunicado y conversado con él, teniéndole a su mesa y conversadole con estrecha amistad.» Digan etc.

20.-Item: «Si saben o han oído decir, que estando el tiempo que el dicho Miguel de Cervantes ha estado aquí cautivo, no se ha visto en él algún vicio notable o escándalo de su persona, sino que siempre ha dado en palabras y obras, muestras de persona muy virtuosa, viviendo siempre como católico fiel cristiano, y por tal es de todos y ha sido habido y tenido y comúnmente reputado.» Digan etc.

21.-Item: «Si saben o han oído decir, que el dicho Doctor Joan Blanco de Paz, arriba dicho, siendo como era su enemigo, la cual enemistad se causó por el dicho Joan Blanco haber manifestado al dicho Rey Hacán, lo de la fragata que arriba se dijo; y porque el dicho Miguel de Cervantes se quejaba, con razón, que le había quitado la libertad a él y a toda la flor de los cristianos cautivos de Argel, como era pública voz y fama, y cosa muy sabida, el dicho Doctor Joan Blanco, viéndose aborrecido de todos, corrido y afrentado, y ciego de la pasión, amenazaba al dicho Miguel de Cervantes, diciendo que había de tomar información contra él, para hacerle perder el crédito y toda la pretensión que tenía de que Su Majestad le había de hacer merced, por lo que había hecho e intentado de hacer en esta Argel.» Digan etc.

22.-Item: «Si saben que en conformidad de esto, y para efectuar este, su dañado deseo, en el mes de junio pasado de este dicho año de mil quinientos y ochenta, se nombró y publicó que era Comisario del Santo Oficio, y por otra parte decía que Su Majestad había enviado una cédula y Comisión para que usase de tal Poder de Comisión de la Santa Inquisición; y siendo requerido de algunas personas principales cautivos en este Argel, y principalmente del Señor Padre Fray Joan Gil, a quien requirió le diesen obediencia como a Comisario General, y a los Padres Redemptores que entonces aquí estaban, que mostrasen los dichos Poderes si los tenían, él dijo, que no los tenía, ni los mostró.» Digan etc.

23.-Item: Si saben o han oído decir, que para efectuar su mala intención, pensando que con esto quitaría el crédito al dicho Miguel de Cervantes, el dicho Joan Blanco de Paz se puso a tomar algunas informaciones, como Comisario del Santo Oficio, según decía que era el susodicho, y particularmente contra algunos, contra quien él tenía odio y enemistad, especial, contra el dicho Miguel de Cervantes, inquiriendo de sus vidas y costumbres.» Digan etc.

24.-Item: «Si saben o han oído decir, que porque el dicho Miguel de Cervantes no publicase en Spaña la traición que el dicho Doctor Joan Blanco de Paz había hecho, procuró tomar como se ha dicho, contra él, información, por ponerle miedo, y para esto andaba sobornando a algunos cristianos, prometiéndoles dinero y otros favores, porque depusiesen contra el dicho Miguel de Cervantes y contra otros cuyos dichos tomó y escribía.» Digan etc.

25.-Item: «Si saben o han oído decir, que el dicho Doctor Joan Blanco, en todo el tiempo que ha sido cautivo en Argel, que será tres años y más, ha sido hombre revoltoso, enemistado con todos, que nunca dijo misa en todo este tiempo, ni le han visto rezar oras canónicas, ni confesar, ni visitar o consolar enfermos cristianos, como lo acostumbran hacer otros sacerdotes cristianos; antes siendo reprehendido del mal ejemplo que daba de dos religiosos en el baño del Rey, donde el susodicho habitaba, a el uno de ellos dio un bofetón y a el otro de coces, por don vio gran escándalo, y le tuvieron en mala reputación.» Digan lo que saben. -Miguel de Cervantes.

Testigo 1.º -Y luego, inmediatamente, en el mismo día, mes y año arriba escripto, el dicho Miguel de Cervantes, en conformidad del Pedimento e Interrogatorio que presentó a su Paternidad, presentó ante mí, Pedro de Ribera, escribano y notario apostólico, para ser interrogado sobre las dichas preguntas y artículos, a Alonso Aragonés, natural de Córdoba, al cual se le tomó y recibió juramento en forma de derecho, y habiendo jurado o siendo preguntado por el tenor de las dichas preguntas, dijo y depuso lo siguiente:

1.-«A la primera pregunta, dijo: que conoce al dicho Miguel de Cervantes, habrá tiempo y espacio de cuatro años, poco más o menos; y que este testigo no es deudo del susodicho.»

«Fue preguntado por las preguntas generales, dijo: que es de edad de cincuenta años, poco más o menos, y que no le tocan las demás.»

2.-«A la segunda pregunta, dijo: que este testigo se refiere a la pregunta, porque pasa como en ella se declara, por la noticia que de ella tiene, por haber estado en Argel cautivo, el tiempo que dicho tiene.»

3.-«A la tercera pregunta, dijo: que este testigo sabe la pregunta como en ella se contiene, por las causas en ella referidas a que se remite.»

4.-«A la cuarta pregunta, dijo: que sabe y ha oído decía, ser el dicho Miguel de Cervantes, cristiano viejo y tenido, según fama, por hijo-dalgo, y por tal, tratado de todos, y en tal reputación, habido y tenido en la dicha Ciudad de Argel, entre quien de él tiene noticia.»

5.-«A la quinta pregunta, dijo: que este testigo lo ha oído decir lo contenido en ella.»

6.-«A la sexta pregunta, dijo: que este testigo la sabe como en ella se contiene, porque se halló presente a todo.»

7.-«A la sétima pregunta, dijo: que la sabe como en ella se contiene, porque estaba presente, cuando el dicho Miguel de Cervantes andaba solicitando, y proveyendo los que estaban encerrados en la cueva.»

8.-«A la octava pregunta, dijo: que este testigo la sabe como en ella se contiene, porque la fragata vino dos veces, y a la segunda se perdió; y este dicho testigo ha hablado con los mismos cristianos que en ella venían, los cuales, dijeron, cómo habían venido por el dicho Miguel de Cervantes y sus compañeros.»

9.-«A la novena pregunta, dijo: que este testigo la sabe como en ella se contiene, porque él conoció al dicho Dorador siendo cristiano, y después siendo moro; y ansí mesmo sabe donde fue preso el dicho Miguel de Cervantes y sus compañeros, por haber sido vendidos por el dicho Dorador que la pregunta dice.»

10.-«A las diez preguntas, dijo: que la sabe como en ella se contiene, porque después de sueltos los cristianos que fueron presos con el dicho Miguel de Cervantes, le informaron como el dicho Miguel de Cervantes sin temor de ningún peligro, dijo siempre a los turcos, cómo él solo tenía la culpa, y había sido el inventor de aquella huida. Y que esto sabe de la dicha pregunta.»

11.-«A las once preguntas, dijo: que este testigo la sabe como en ella se contiene, y que sabe que si el dicho Miguel de Cervantes, ayudado de Dios y de su buen juicio, no supiera dar salida a lo que el Rey de él quería saber, por amenazas y por promesas, pudiera ser que peligraran algunos cristianos que habían dado favor y ayuda al negocio de la huida, como era el Padre Redemptor de Aragón Fray Jorge de Olivar; y sabe que el dicho Miguel de Cervantes suplicó al Rey, si algún castigo había de hacer, fuese en él solo, pues él solo tenía la culpa, y nunca quiso condenar ni condenó a otro que a él mesuro, por lo cual evitó muchos daños y escándalos que pudieran suceder, según era cruel el dicho Rey. Y que esto sabe de la pregunta.»

12.-«A las doce preguntas, dijo: que este testigo sabe la dicha pregunta como en ella se contiene, porque se halló presente en Argel este dicho testigo, cuando empalaron al moro que la pregunta dice; y sabe ansí mismo, que Hacán-Baxá, Rey de Argel, se indignó mucho contra el dicho Miguel de Cervantes viendo que le quería llevar a sus caballeros: y ansí le mandó dar dos mil palos, y echallo de entre sus cristianos, y si no los dieron, fue porque hubo buenos terceros. Y que esto sabe de la dicha pregunta.»

13.-«A las trece preguntas, dijo: que este testigo dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de esta.»

14.-«A las catorce preguntas, dijo: que este testigo lo sabe como en ella se contiene, porque conoció al dicho renegado; y vio al dicho Miguel de Cervantes andar con él, y sabe que Onofre Exarque dio dineros para comprar la fragata, la cual se compró y se puso en orden, por el parecer del dicho Miguel de Cervantes, que todo lo solicitaba, andaba y procuraba, como autor de todo. Y que esto sabe de la dicha pregunta.»

15.-«A las quince, preguntas, dijo: que este testigo sabe la dicha pregunta como en ella se contiene, porque este dicho testigo fue uno de los que el dicho Miguel de Cervantes llamó y aconsejó se apercebiese para el dicho negocio, y que sabe que si viniera en efecto, tuvieran libertad muchas personas principales, que serían cantidad de sesenta cristianos los más lúcidos y principales que en aquel tiempo estaban en Argel. Y que esto responde a la dicha pregunta.»

16.-«A las diez y seis preguntas, dijo: que este testigo la sabe como en ella se contiene, porque estando ya cerca y a pique de la partida, la cual con la ayuda de Dios viniera, en efecto según la buena orden que el dicho Miguel de Cervantes había dado, y estando todos los cristianos alegres y contentos, viendo cuán prósperamente hasta aquel punto habían sucedido los negocios, y que no quedaban sino dos días para poner en efecto la dicha partida, supo este testigo que el dicho Miguel de Cervantes con un renegado del Rey que se decía Caiban, sabía el negocio, el cual lo dijo al Rey; y después se supo por pública voz y fama, que un Joan Blanco de Paz, cautivo del mesmo Rey, natural de la villa de Montemolín, junta a Llerena, que este testigo ha oído decir fue fraile de Santo Domingo, profeso, en Santisteban de Salamanca lo había descubierto, y que le habían dado un escudo de oro y una jarra de manteca por ello; y que por lo haber descubierto, quitó la libertad a tanto buen cristiano, y puso en riesgo de perder la vida al dicho Miguel de Cervantes, a quien el dicho Joan Blanco de Paz acusó, principalmente, y dio por autor de todo. Y que esto es lo que sabe y responde a esta dicha pregunta.»

17.-«A las diecisiete preguntas, dijo: que este testigo la sabe como en ella se contiene, y que él mismo oyó pregonar por Argel, que ninguno escondiese al dicho Miguel de Cervantes, so pena de la vida; y que todos los cristianos y turcos que ya sabían el negocio y la causa porque el Rey buscaba al dicho Miguel de Cervantes, todos tenían por entendido, que si el Rey le había a las manos, no escaparía con la vida, o por lo menos sin orejas ni narices, por ser la condición del dicho Rey tan cruel, y el negocio ser para en la Berbería de mucho escándalo. Y esto es lo que sabe de esta pregunta.»

18.-«A las dieciocho preguntas, dijo: que este testigo la sabe como en ella se contiene, porque el dicho Miguel de Cervantes, temiendo que el Rey, viendo que él faltaba no atormentase a otro cristiano, los cuales con los tormentos pudieran decir la verdad de lo que en el negocio había, se vino a presentar de su propia voluntad delante del dicho Rey, el cual holgó mucho de tenerle en su poder, creyendo saber del todo la verdad del negocio, y destruir a Onofre Exarque y a Baltasar de Torres, mercaderes valencianos, que eran participantes y consortes en la dicha huida; pero el dicho Miguel de Cervantes, no haciendo caso de las crueles amenazas que le hacía, ni las promesas que le prometía, jamás quiso condenar a ninguno, guiando el negocio por tan buen término, dando tales salidas a las preguntas que el Rey le hacía, que el dicho Rey quedó confuso y satisfecho, sin poder averiguar la verdad, la cual él ya sabía por relación del dicho Joan Blanco de Paz; y en esto mostró el dicho Miguel de Cervantes grandísimo ánimo y discreción, resumiendo el negocio en sí sólo, y en otros cuatro caballeros, los cuales ya estaban en libertad; y este testigo tiene por cosa cierta, que si el dicho Miguel de Cervantes dijera lo que sabía, que muchos caballeros que estaban en el negocio tenidos de sus patrones y amos, por gente pobre, fueran descubiertos y vinieran a manos de Hacan-Baxá Rey del dicho Argel, de quien no se rescataran sino por precios excesivos; y fuera de esto, los dichos mercaderes perdieran sus haciendas, y quedaran cautivos; y ansí mismo, sabe, que el dicho Miguel de Cervantes estuvo preso en la cárcel de los moros, cinco meses, con mucho trabajo y cadenas, y de allí traído a una galera donde estaba con dos cadenas y unos grillos, y estuvo en término, de que el Rey lo llevara para Constantinopla, sino fuera porque el Muy Reverendo Padre Fray Joan Gil, Redemptor de Spaña, lo rescató y dio por él escudos en oro, el propio punto y día de la partida. Y esto es cosa pública entre los cautivos que de ello tienen noticia en Argel, y responde y dice a esta pregunta.»

19.-«A la diecinueve preguntas, dijo: que este testigo como dicho tiene, conoce al dicho Miguel de Cervantes, de cuatro años poco más o menos, del cual tiempo le ha visto vivir como buen cristiano, temerosa de la honra de Dios, y confesarse y comulgarse en tiempos que los cristianos lo acostumbran; y si algunas veces ha tenido prácticas con moros o renegados, ha defendido siempre la Santa Fe Católica, y ha confortado y animado a muchos, porque no se hiciesen moros y renegados; y lo poco o mucho que ha tenido, lo ha repartido en favorecer pobres cristianos. Y que esto es lo que sabe y responde a esta pregunta.»

20.-«A las veinte preguntas, dijo: que este testigo sabe que en todo el tiempo que ha estado cautivo el dicho Miguel de Cervantes, le ha visto tratar y conversar con los más principales cristianos de esta esclavitud, sacerdotes, letrados, religiosos, caballeros y capitanes y otros criados de Su Majestad, con mucha familiaridad, procediendo en cosas castas y honestas, regocijadas de limpios y castos pensamientos; y que esto responde a esta pregunta. Y sabe que los Redemptores que aquí han venido a rescatar, ansí ahora como otras veces, por orden de Su Majestad, como el Reverendo Padre Fray Jorge de Olivar de la Corona de Aragón, y el Muy Reverendo Padre de la Corona de Castilla que al presente ahora están en el dicho Argel, le han hecho mucha merced, comunicando con él sus cosas, y teniéndolo a su mesa, y haciéndole mucha amistad. Y esto responde a ello.»

21.-«A las veinte, y una preguntas, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir públicamente, que el dicho Miguel de Cervantes en todo el tiempo que aquí ha estado cautivo, no se ha visto en él vicio notable o escándalo de su persona y costumbres, sino que ha vivido como dicho tiene, como honrado y virtuoso cristiano, y por tal es de todos tenido y habido, y comúnmente reputado, como este testigo dice en la pregunta antes de esta. Y esto responde y dice a ella.»

22.-«A las veintidós preguntas, dijo: que este testigo sabe que el dicho Joan Blanco de Paz, arriba dicho, siendo como era su enemigo, la cual enemistad se causó entre ellos, por haber manifestado el dicho Joan Blanco de Paz al Rey Hacán, lo de la fragata que arriba se dijo, y porque el dicho Miguel de Cervantes se quejaba de él con razón, que le había quitado a él la libertad y a la flor de la cristiandad de Argel, como era pública voz y fama, el dicho Joan Blanco, viéndose aborrecido de todos, corrido y afrentado, y ciego de la pasión, amenazaba al dicho Miguel de Cervantes, que había de tomar informaciones contra él para hacerle perder toda la pretensión, que tenía de Su Majestad, de hacerle merced de sus servicios y cosas que hizo en Argel. Y que esto es lo que sabe y ha oído de esta pregunta.»

23.-«A la veintitrés preguntas, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, que en conformidad de esto y para efectuar su dañado deseo, en el mes de junio pasado de quinientos ochenta, se publicó que era Comisario del Santo Oficio, y que Su Majestad le había enviado una Cédula para que usase de tal poder de Inquisición; y siendo requerido de algunas personas principales cautivos en este Argel, y principalmente del Padre Fray Joan Gil, a quien requirió le diese obediencia como a Comisario general, y a los Padres Redemptores de Portugal que entonces aquí estaban, que mostrasen los dichos poderes si los tenían, el cual dicho Doctor Joan Blanco, respondió que no los mostraba, porque no los tenía. Y esto sabe y responde de esta pregunta.»

24.-«A las veinticuatro preguntas, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, que no obstante todo esto, el dicho Joan Blanco de Paz se puso a tomar algunas informaciones como Comisario del Santo Oficio, según decía que el susodicho era, y particularmente contra algunos que él tenía odio y enemistad, y especialmente contra el dicho Miguel de Cervantes, inquiriendo de su buena vida y costumbres. Y en esta misma pregunta, dice y responde este testigo, que sabe y ha oído decir, públicamente, que para efectuar su mala intención, pensando que con esto estorbaría que el dicho Miguel de Cervantes no dijese a Su Majestad, lo mal que él lo había hecho en ser traidor y descubridor de lo susodicho, procuró con toda instancia, con ánimo dañado, quitarle la honra, sobornando testigos que contra el dicho Miguel de Cervantes depusiesen. Y esto sabe y responde de esta pregunta.»

25.-«A las veinticinco preguntas, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, que el dicho Joan Blanco de Paz, en el tiempo que ha estado cautivo, nunca ha dicho misa, ni rezado las oras canónicas, y que le tiene este testigo por hombre murmurador, maldiciente, soberbio y de malas inclinaciones, y que ha oído ser verdad, que riñó con dos sacerdotes en el baño del Rey, y al uno de ellos dio de coces, y al otro un bofetón; de lo cual a este testigo y ha otros muchos, dio escándalo y mal ejemplo. Y esto responde a esta pregunta; y todo lo que tiene dicho es la verdad y lo que sabe de todo lo que ha sido preguntado, por el juramento que hizo. Y firmolo de su nombre. -Alonso Aragonés. -Pedro de Rivera; notario apostólico.»

Testigo. 2.º -Para más información de lo susodicho, el dicho Miguel de Cervantes, en este dicho día mes y año susodicho, presentó a Diego Castellano Alférez, que ha sido esclavo, que al presente está en Argel, natural de la Ciudad de Toledo; el cual habiendo jurado y siendo preguntado por el dicho Pedimento y preguntas, del dicho interrogatorio, dijo y depuso lo siguiente:

1.-«A la primera pregunta, dijo: que este testigo conoce al dicho Miguel de Cervantes, que la pregunta dice, de diez años a esta parte; y que el tiempo que le conoció en libertad, serían cinco años y medio, y lo demás cautivo.»

«Preguntado por las preguntas generales, dijo: que este testigo es de edad de treinta y seis años, poco más o menos, y que no es pariente ni enemigo de ninguna de las partes; y que venza quien tuviera razón y justicia.»

2.-«A la segunda pregunta, dijo: que este testigo sabe que el dicho Miguel de Cervantes, ha que está cautivo cinco años, poco más o menos, y que sabe se perdió en la Galera de Spaña, llamada del «Sol,» que los turcos ya tuvieron rendido; y después porque vieron venir otras dos, la dejaron. Y esto sabe porque este testigo estaba en Nápoles cuando el dicho Miguel de Cervantes partió en la dicha Galera para ir en Spaña, y luego se publicó en Nápoles esta nueva. Y esto sabe de esta pregunta.»

3.-«A la tercera pregunta, dijo: que este testigo tiene al dicho Miguel de Cervantes, por tal persona, como la pregunta dice, porque conoce deudos suyos que son tenidos por muy buenos hijos-dalgos, y por tales son tratados de todos. Y que esto responde a esta pregunta.»

4.-«A la cuarta pregunta, dijo: que este testigo sabe que un renegado griego, era su Patrón del dicho Miguel de Cervantes, y le tenía en lugar de caballero muy principal y como a tal, le tenía siempre encerrado, cargado de cadenas; y que estando en este trabajo, buscó a un moro que a él y a otros cristianos los llevase a Orán, por tierra, y los sacó de Argel; y habiendo caminado algunas jornadas, el moro los desamparó; por lo cual le fue necesaria volverse para Argel al propio encerramiento que de antes estaba, y desde entonces fue muy más mal tratado que de antes, de palos y cadenas. Y esto sabe y responde de esta pregunta.»

5.-«A la quinta pregunta, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, que el año de mil quinientos setenta y siete, le enviaron sus deudos cierto dinero para su rescate, en los cuales no hubo hartos para lo que su Patrón querían por el dicho Miguel de Cervantes; y rescató con ellos a otro hermano suyo, que aquí estaba esclavo, que se decía Rodrigo de Cervantes; y le envió en el mes de agosto de dicho año y trató con él, que de la playa de Valencia o de Mallorca trujese una fragata para llevar en ella al dicho Miguel de Cervantes y a otros muchos cristianos que aquí estaban cautivos, caballeros, letrados y sacerdotes, entendiendo que en esto hacía servicio a Dios y a Su Majestad; y para mejor efectuar este negocio, suplicó a Don Antonio de Toledo y a Francisco de Valencia, Caballero del Hábito de San Joan, que a la sazón aquí estaban cautivos, le diesen cartas de favor para el Visorrey de Valencia y Mallorca e Ibiza, para que le favoreciesen en este negocio. Y que esto sabe y responde de esta pregunta.»

6.-«A la sexta pregunta, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, que esperando que viniese la dicha fragata de tierra de cristianos para llevarlos, como arriba en la pregunta antes de esta dice, escondió catorce cristianos de los más principales que entonces había cautivos en Argel, en una cueva; fuera de la tierra que el dicho Miguel de Cervantes para el dicho efeto había buscado días antes, los cuales cristianos estuvieron allí metidos cinco o seis meses, donde los proveía de lo que era necesario para mantenimiento; y lo que él no podía, hacía que otras personas cristianas les proveyesen. Finalmente, el dicho Miguel de Cervantes tenía el cuidado cotidiano de enviarles toda la provisión, pon lo cual en estar metido en semejante negocio, el dicho Miguel de Cervantes se puso a gran peligro de la vida, de ser enganchado o quemado vivo, por ser el dicho negocio de mucho escándalo por estar entre enemigos, y por ser Hacán-Baxá Rey de Argel, hombre muy cruel, como es muy notorio; y que el dicho Miguel de Cervantes, este testigo sabe, que diez o doce días antes que la fragata viniese, se metió en la cueva con los demás. Y esto es lo que sabe de esta pregunta.»

7.-«A la sétima pregunta, dijo: que sabe y ha oído decir, que la dicha fragata vino conforme a la orden que el dicho Miguel de Cervantes le había dado, en el tiempo que estaba señalado para venir; y llegó una noche al mismo Puerto, y por faltarles el ánimo los marineros y no saltar en tierra a darle abiso a los que estaban escondidos, no hubo efecto el dicho negocio. Y esto es lo que sabe de esta pregunta.»

8.-«A la octava pregunta, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, que estando todos escondidos en la cueva, con esperanza que todavía vendría la fragata, un mal cristiano que se llamaba el Dorador natural de Melilla, sabía este negocio, y se fue al Rey Hacán-Baxá Rey de Argel, y le dijo que se quería hacer moro, y para complacelle, le descubrió los que estaban en la cueva; por lo cual el dicho Rey, el último día de setiembre del dicho año, envió muchos turcos y moros a caballo y a pie, armados, a prender y tomar al dicho Miguel de Cervantes y a sus compañeros. Y esto es lo que sabe de esta pregunta.»

9.-«A la novena pregunta, dijo: que sabe y ha oído decir este testigo, como llegado los dichos moros y turcos a la dicha cueva, y entrado por fuerza en ella, viendo el dicho Miguel de Cervantes como eran descubiertos, y deseando salvar a todos los otros cristianos que con él estaban, en tanto que los maniataban a todos para traerlos para Argel, dijo a voz alta, a los turcos y moros, «ninguno de estos cristianos que aquí están, tienen culpa en este negocio, sino yo, que yo soy el autor de todo ello, y el que os ha hecho huir» diciendo esto, el cual dicho Miguel de Cervantes se puso a peligro de la vida, porque el Rey era hombre tan cruelísimo, que por huirse un cristiano porque otro le encubriese, solía hacer ahorcar un hombre, y cuando menos le cortaba las orejas y narices; y ansí los dichos turcos avisaron al dicho Rey con un hombre a caballo, de todo lo que pasaba, y el dicho Miguel de Cervantes decía; y ansí mando el Rey que a él solo le llevasen maniatado como le llevaron delante de él, y trayéndole por el camino los dichos turcos y moros, le hicieron muchos agravios y afrentas. Y que esto sabe y responde este testigo a la dicha pregunta.»

10.-«A la décima pregunta, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, como el dicho Miguel de Cervantes, estando ansí maniatado delante del Rey, le hizo muchas amenazas de muerte y tormentos por saber del como pasaba aquel negocio, y él siempre perseveró en decirle al dicho Rey, con mucha constancia, «que él solo era el autor de aquel dicho negocio, y que si Su Alteza había de castigar a alguno, fuese a él solo; y por muchas preguntas y amenaza que le hizo, nunca quiso culpar ni nombrar a otro ninguno;» en lo cual es cierto que libró a muchos cristianos de la muerte, y a otros de mucho trabajo, a quien el dicho Rey ponía culpa; y particularmente fue causa como el Muy Reverendo Padre Fray Jorge de Olivar, que entonces estaba en Argel, Redemptor de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, el Rey no le hiciese mal como deseaba, persuadido que él era el autor de este negocio. Y que esto sabe de esta pregunta.»

11.-«A la once pregunta, dijo: que sabe y ha oído decir, que teniéndole el dicho Rey en su baño al dicho Miguel de Cervantes cargado de hierros y con intención de castigarle, a cabo de cinco meses que había que estaba allí, procuró de buscar un moro que llevase cartas a Orán al Señor Marqués Don Martín de Córdoba General de él, y a otros caballeros y personas principales, sus conocidos y amigos, para que le enviasen alguna espía o espías y personas de fiar, que con el dicho moro viniesen, para llevarle, a él y a tres caballeros principales que con él estaban en el baño que era del Rey; y que esto lo hacía con celo de buen cristiano y por servir a Dios y a Su Majestad y hacer bien a cristianos. Y esto responde y sabe de esta pregunta.»

12.-«A las doce preguntas, dijo: que este testigo sabe y ha oído decir, porque es cosa pública y notoria en Argel, que yendo el dicho moro con las cartas para Orán, fue tomado de otros moros en el camino a la entrada cerca de Orán, y sospechando del algún mal por las cartas que le hallaron, le prendieron y volvieron para Argel, delante de Hacan-Baxá, el cual, visto las dichas cartas y firmas y nombres del dicho Miguel de Cervantes, mandó al dicho moro, que luego sin retención ninguna lo empalasen vivo, el cual moro murió con mucha constancia sin manifestar cosa alguna; y al dicho Miguel de Cervantes mandó le diesen dos mil palos, y le echasen de entre sus cristianos, los cuales palos, dice este testigo, que sabe que no se los dieron, porque hubo muchos que rogaron por él. Y esto responde y sabe de esta pregunta.»

13.-«A las trece preguntas, dijo: que este testigo sabe y es cosa pública y muy notoria en todo Argel, que en el año que la pregunta dice, de setenta y nueve, en el mes de setiembre, estaba en este Argel un renegado spañol que decía ser natural de Osuna, que es en el Andalucía, que en lengua cristiana se decía el Licenciado Girón, y se vino a hacer moro a esta tierra de Argel, y en lengua morisca se decía Abdarramén; entendiendo el dicho Miguel de Cervantes que el dicho renegado mostraba arrepentimiento de lo que había hecho en hacerse moro, y deseo de volverse a Spaña, por muchas veces lo exhortó y animó a que volviese a la de Fe de Nuestro Señor Jesucristo, a tierra de cristianos; y para esto hizo con Onofre Exarque, mercader de Valencia, que entonces se hallaba en Argel, diese dineros al dicho renegado para que comprase una fragata armada; y sabe este testigo, que el dicho Onofre Exarque le dio al dicho renegado, mil quinientas doblas, para la dicha fragata, persuadiéndole que ninguna cosa podía hacer de más honra al servicio de Dios y de Su Majestad, más conveniente; lo cual ansí se hizo, porque este testigo lo sabe; porque el dicho renegado compró la fragata y la puso a punto, gobernándose en todo por la orden y parecer del dicho Miguel de Cervantes. Y que esto sabe y responde a la dicha pregunta.»

14.-«A las catorce preguntas, dijo: que este testigo sabe que el dicho Miguel de Cervantes procuró hacer con el renegado, que se llevase en libertad muchos cristianos de los que aquí estaban en Argel cautivos, de los más principales del cautiverio, entre los cuales había caballeros, letrados y sacerdotes y soldados muy particulares; y el dicho Miguel de Cervantes los avisó muy secretamente que estuviesen apercebidos para un día que él los haría embarcar y llevar en tierra de cristianos; y que sabe este testigo que avisó para esto a más de sesenta cristianos, y que este testigo era uno de ellos, y que esto le movía al dicho Miguel de Cervantes, no otro interés sino ser buen cristiano y hacer en ello mucho servicio a Dios y a Su Majestad. Y esto sabe y responde a la dicha pregunta.»

15.-«A las quince preguntas, dijo: que este testigo, por ser como fue en el dicho Argel, tan público y notorio, y este ser uno de los que en ello se habían de hallar, por cierto, como la pregunta lo dice; y ansí este dicho testigo lo tiene por cosa muy cierta lo que en la dicha pregunta se declara, a la cual se refiere. Y esto responde a ella.»

16.-«A las diez y seis preguntas, dijo: que este testigo sabe y es cosa muy cierta, que todo lo contenido en esta pregunta, ser ansí verdad como en ella se contiene, porque este testigo le tuvo escondido al dicho Miguel de Cervantes en cierta banda secreta, y le fue avisar lo que pasaba; y a él, pareciéndole que si no parescía delante del Rey, haría mucho más dañó que paresciendo, se atrevió a ir delante del ley, fiándose de su buen ánimo, que por muchos tormentos que le diesen no condenaría a nadie si no a sí propio; y ansí se puso en las manos do un arraez muy grande, amigo del Rey, que se dice moro atarraez Maltrapillo, renegado español, para que él le entregase al Rey, porque le viniesen menos daños. Y esto responde a todo lo en la pregunta contenido.»

17.-«A las diecisiete preguntas, dijo: este testigo, que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de esta, y que se remite a lo en esta pregunta contenido, porqués y pasa como en ella se contiene; y sabe este testigo que a ningún cristiano vino mal ni daño por este negocio. Y esto responde a esta pregunta.»

18.-«A las dieciocho preguntas, dijo: que este testigo conoce al dicho Miguel de Cervantes, como dicho tiene, de mucho tiempo a esta parte, y que en la esclavitud le ha visto proceder como muy buen cristiano, haciendo obras de tal, confesándose y comulgándose al tiempo que los cristianos acostumbran, y dando buenos consejos a quien entendía que estaba flaco de la Fe, y que tenía determinación de hacerse moro; y que de lo poco que ha tenido, siempre ha hecho bien, y socorrido a cristianos pobres, ayudándoles a pagar sus jornadas y pasar su vida. Y esto sabe y responde a esta pregunta.»

19.-«A las diecinueve preguntas, dijo: que este testigo sabe la dicha pregunta como en ella se contiene, la cual es la verdad, y a ella se refiere.»

20.-«A las veinte preguntas, dijo: que este testigo sabe como el dicho Miguel de Cervantes en el tiempo que ha, que es esclavo, ha vivido con mucha limpieza y honestidad de su persona, y que no se ha visto en él ningún vicio que engendre escándalo a su persona y costumbre; que antes le ha visto vivir, como dicho tiene, como bueno y católico cristiano, y por tal, de todos ha sido habido y tenido, y comúnmente reputado, por lo que dicho tiene. Y que esto responde a la pregunta.»

21-«A las veintiuna preguntas, dijo: que sabe este testigo, que todo lo que en esta pregunta se contiene, es ansí, porque es notorio y manifiesto que el dicho Joan Blanco descubrió este negocio al Rey; y viendo del mucho mal y daño que había hecho el susodicho al dicho Miguel de Cervantes y a otros muchos, procuró hacer informaciones contra él, porque se mostraba grande enemigo por lo que él había descubierto. Y esto responde de la dicha pregunta a la cual se remite.»

22.-«A las veintidós preguntas, dijo: que este testigo sabe que el dicho Joan Blanco de Paz, se hizo Comisario del Santo Oficio, diciendo que Su Majestad le había enviado una Cédula para que usase de ella; y esto lo sabe porque se lo oyó tratar con el Reverendo Padre Fray Joan Gil, Redemptor de Spaña, que al presente está en Argel, y que el dicho Padre Fray Joan Gil, en presencia de este testigo y de otras gentes, le dijo que le enseñase los recaudos que tenía para usar de la dicha omisión, el cual no los dio ni mostró; y que otras personas, muchas, principales, como eran los Padres Redemptores de Portugal, también se lo pidieron, y a ninguno lo mostró. Y esto sabe y responde de esta pregunta.»

23.-«A las veintitrés preguntas, dijo: que este testigo sabe que el dicho Joan Blanco tomó algunas informaciones como Comisario del Santo Oficio, que decía que era, contra algunas personas con quien el susodicho no estaba bien, especialmente contra el dicho Miguel de Cervantes, inquiriendo de sus vidas y costumbres, y poniendo falta en ella; siendo al contrario, como este testigo sabe, por conocer como conoce también al dicho Miguel de Cervantes; y lo demás contenido en la dicha pregunta se remite a ella, porque lo en ella declarado lo sabe como dicho tiene ser la verdad. Y esto responde y dice a la pregunta.»

24.-«A las veinticuatro preguntas, dijo: que este testigo dice que sabe ser verdad todo lo contenido en esta pregunta, porque a un hombre que está aquí esclavo que se llama el Capitán Domingo Lopino Sardo, el dicho Doctor Joan Blanco de Paz, le fue a rogar con muchas mandas de ruegos y sobornos y promesas, de darle o hacerle dar libertad y diez doblas, que ante todas cosas le dio para sus necesidades; y más le dijo, que no tuviese pena por verse pobre, que él le proveería de lo necesario; y que si él sabía quién le emprestase dineros, que los buscase, que él saldría por fiador. Y esto responde a la dicha pregunta, a la cual se refiere.»

25.-«A las veinticinco preguntas, dijo: que este testigo sabe y fue muy público y notorio en Argel, que en todo el tiempo que estuvo esclavo el dicho Joan Blanco de Paz, nunca tuvo amistad perfecta con nadie, ni usó de lo que los buenos sacerdotes están obligados a usar, como es decir misa, rezar sus oras canónicas, como es costumbre, ir a confesar cristianos estando a punto de muerte, ni a visitarlos; antes daba mal ejemplo de su persona, siendo revoltoso y mal quisto con todos, andando a puñadas con otros, como lo hizo con dos sacerdotes de misa, que porque le retaron lo que les parescía mal de él, a uno de ellos dio de coces, y al otro un bofetón; y por todas las causas y razones dichas, este testigo tiene al dicho Joan Blanco por hombre de mala opinión. Y esto responde a esta dicha pregunta, y todo lo que tiene dicho es la verdad para el juramento que hizo, y firmolo de su nombre. -Diego Castellano Alférez. Pasó ante mi: Pedro de Rivera; notario apostólico.»

Anterior Indice Siguiente