Inscripciones toledanas, inéditas, del siglo XIII
Fidel Fita Colomé (S.I.)
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Breves líneas consagra el inolvidable autor de Toledo pintoresca1 á la descripción de la iglesia parroquial de San Justo. «Es —450→ digno de notarse, escribe, el artesonado de la sacristía, que imita los alfarjes arabescos; y no merece pasarse en silencio el Crucifijo, que en esta pieza se encuentra sobre la cajonería en que se custodian los ornamentos.»
Por lo tocante á esta iglesia, el Sr. Vizconde de Palazuelos2 solamente ha logrado ver tres inscripciones castellanas; una de ellas notabilísima, por ser biográfica del maestro mayor Juan Guas, casado con Mari Álvarez, y arquitecto de San Juan de los Reyes. «Es muy lindo, nos dice, el artesonado arábigo y de forma abovedada de la sacristía, donde se conserva también un pequeño Crucifijo, que suponen perteneció al pontífice San Pío V.
Días pasados, al renovarse esta sacristía, han aparecido en ella, despojados de la cal que los ocultaba, dos epígrafes sepulcrales, inéditos, que no carecen de valor literario é histórico. Ofrezco á la Academia las improntas, que ha sacado y hoy me ha transmitido D. Gabriel Llabrés, fecundo publicista y director de la Revista arqueológica Luliana en Palma de Mallorca.
Mide 27 cm. en cuadro. Sus trazos hermosísimos corresponden al postrer período del reinado de Alfonso VIII, ó al primero del de San Fernando. Se truncó por el lado inferior derecho.
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Murió Alfonso... hijo de Esteban á... días de Abril... |
¿Fué Alfonso Estébanez abad, ó párroco, de San Justo? Á conjurar este suplemento induce la escritura de privilegio (22 Mayo 1150 que publiqué en nuestro BOLETÍN3, con el objeto de explicar históricamente la Cantiga LXIX del rey D. Alfonso el Sabio. Por aquella escritura aseguró el emperador Alfonso VII á Pedro abad (abbati) de San Justo4 la propiedad y libre disposición de un horno, que dicho párroco había hecho labrar en el radio de su feligresía (in ipsa vestra collatione) y en el propio solar de su casa paterna (in ipsa vestra hereditate). Cercana á este horno se hallaria la alhóndiga (alfondeca), que doce años más tarde (1162) concedió D. Juan, arzobispo de Toledo, al obispo de Osma, llamado también D. Juan, cuya sobrina Placencia casó con Gonzalo Pérez5.
La parte poética del epitafio de Alfonso Estébanez consta de un dístico elegíaco. Este género de composición, que es el más apropiado á los monumentos fúnebres, no faltó en Toledo durante los siglos XII y XIII. Citaré tres ejemplos:
1) En los claustros de la iglesia de San Miguel6; monumento que hoy se guarda en el Museo Arqueológico, donde lo ha copiado el Sr. Vizconde de Palazuelos7, rectificando la copia impresa por el Sr. Amador de los Ríos.- Año 1156.
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2) En el Museo provincial10.- Año 1266:
Obiit XXIII November, E. MCCCIIII. |
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Yace aquí la muy noble Eva, digna de general veneración y alabanza. Elévala ¡o buen Cristo! á tus celestiales reinos, de los que sueles hacer partícipe solamente al justo12 ¡o piadoso y justo, excelso Hijo de Dios! Murió en 23 de Noviembre de la era 1304. |
3) En la catedral, capilla de San Eugenio13. Año 1283:
Obiit era MCCCXXI año[s] en XV días de Febrero. |
El Sr. Vizconde de Palazuelos ha traducido:
El noble y piadoso Pelayo Pérez, adornado de buenas costumbres, feliz en la opinión del pueblo, distinguido por su valor militar y excelente entre el linaje de los nacidos, apacible en el hablar é intrépido para con los enemigos, gozó de una vida esclarecida, mas la terminó acerbamente, pues arrancado con violencia del templo, fué muerto á cuchilladas. Mientras aquí su cuerpo se corrompe, el alma se eleva sobre los astros en premio de su fe..... Murió á 15 de Febrero, era 1321 (año 1283). |
Dos conceptos del texto poético desvirtúa esta traducción. El inciso final del hexámetro en el segundo dístico «natorum germine letus», no significa «excelente entre el linaje de los nacidos»r, sino gozoso con los hijos que germinó ó procreó. Tampoco —454→ «extemplo rapitur», ilustrado por los calificativos «hostibus intrepidus..... pro merito fidei» se presta á denotar que Pelayo Pérez fuese «arrancado con violencia del templo.» Entiendo que sucumbió sin tener casi tiempo de pelear, salteado por tropas agarenas, que lo destrozaron con sus alfanges; y que la traducción de los dísticos siguientes puede hacerse en esta manera: «Aquí la carne se corrompe, oh mortal que esto lees, según la condición de tu naturaleza; pero el alma del finado resplandece gloriosa sobre las estrellas en proporción á los méritos de su fe cristiana. Quienquiera que ves este sepulcro ¿por qué no menosprecias las cosas deleznables? Si piensas en el alma, no desfallecerás, porque ella no muere.»
Dimensiones: 41 cm. de ancho por 39 de alto.
+ O Fortuna levis! cito das; cicius data tollis. + Infimus ecce iacet quem tu super astra levaras. + Gratia regum, gloria regum, quid sibi prosunt? + Hic vixit gratus cunctis per cuncta beatus. + Vivat in eterno regno cum Rege superno. + Obiit Garsias Petri VIº die Deem + bris Era M.CC.L.XXXXVIII. |
Oh Fortuna voluble! pronto das; pero más pronto quitas lo que has dado.- Aquí yace ínfimo aquel á quien habías tú levantado sobre las estrellas.- La gracia de los reyes, la gloria de los reyes, qué le aprovechan?- Á todos fué grato; cúpole buena dicha en todo.- Viva en el reino eterno con el Rey de reyes altísimo. Murió García Pérez á 6 de Diciembre de la Era 1298 (año 1200). |
Los diplomas de Alfonso X, que publicó nuestra Academia en el tomo I del Memorial histórico18 y que discurren19 desde el 28 de Diciembre de 1254 hasta el 2 de Octubre de 1259, expresan sin interrupción el cargo que obtuvo en la cancillería el ilustre —455→ «Don García Pérez de Toledo, notario del Rey en Andalucía.» El epitafio, que se acaba de mostrar en la sacristía de San Justo, consigna la fecha de la defunción (6 Diciembre, 1260), y explica la variación ú omisión de este personaje que luego se nota en los diplomas subsiguientes.
Diez años antes, en 1250, el estilo epigráfico regía muy parecido en la iglesia de San Román20:
Obiit in mense Novembri, Era M. CC. LXXX. VIII. |
Noble por su cuna, flor de los jóvenes, espejo de probidad, ajeno á toda bajeza, Diego el bondadoso, -apenas hubo cumplido 27 años de edad,- deshojada la corola de su florida juventud, feneció.- Su cuerpo, disolviéndose, descansa bajo esta piedra; su espíritu en la región etérea.- Murió en el mes de Noviembre, Era 1298 (año 1260). |
Pero ya en 1268 vemos introducida en el lenguaje de las tumbas toledanas cierta variedad de estilo, que preparó el paso á una transformación radical ó completa. La lengua castellana invade los monumentos, y desde la cumbre soberana, en que la ha puesto el regio autor del código de las Partidas, desciende á iluminar con vagos resplandores la región de la muerte. Sin movernos de la iglesia de San Román, allí leemos22 al pie de cuatro hexámetros latinos: «Obiit Michael Illán, XIII de Marzo, Era M. CCC. VI.»
La Musa del Lacio iba perdiendo terreno. Cuatro mezquinos hexámetros23 que sacrifican la prosodia á la rima, se reproducen —456→ y preceden á la cláusula final castellana, que expresa los nombres y óbitos de D. Illán († 20 Diciembre, 1274) en el templo de San Sebastián, de D. Guillén Pérez († 6 Abril 1275) en la capilla de San Blas de la catedral, y finalmente de D. Álvaro († 25 Noviembre, 1275) en la iglesia de San Lucas.
Tres años después, en 1278, la Musa castellana se declara triunfante en la capilla de San Eugenio de la catedral24:
E finó XXV días de Julio, Era de MCCCXVI.» |
No en balde pulsaban al propio tiempo el Rey Sabio la lira de las Cantigas, y Gonzalo de Berceo la de los Milagros de Santa María; ni, por consiguiente, habrá de parecer extraño que en adelante los epitafios latinos de la catedral, á fines del siglo XIII, degeneren más y más de su antiguo brío poético, pureza de lenguaje y corrección prosódica. Sirva de primer testigo el arquitecto de la misma catedral25:
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Aquí jacet Petrus Petri, magister ecclesie sancte Marie Toletane.
Obiit X dias de Novembris, Era de M et CCCXXIII años. |
Aquí yace Pedro Pérez, maestro de la Iglesia de Santa María de Toledo.
Murió á los 10 días de Noviembre de la Era 1323 (año, 1285.) |
Otro ejemplo nos dan los largos letreros sepulcrales de D. Gómez García Díaz de Toledo (+ 29 Julio, 1286), en parte inéditos y muy dignos de conocerse, porque resuelven un grave problema histórico. Tráelos el códice Dd 140 de la Biblioteca nacional, folio 192. El monumento se halla en la Catedral de Toledo, y fué decorado posteriormente por el cuadro de San Pedro Arbués en la capilla de Santa Lucía26.
—458→En la cinta del monumento:
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En el centro del monumento:
Obiit quarto kalendas Augusti, Era MCCCXXIIII. |
Aquí yace en mansión breve, encerrado por la diestra de la muerte tirana, el excelso abad de Valladolid, obispo electo de Mondoñedo y prudente notario del reino de León, que fué llamado Gómez y á nadie tendió —459→ las redes del engaño. Rico, famoso, liberal, joven, generoso, toledano ilustre, protector de sus compatricios, á quienes fué divinamente dado, porque mientras vivió era luz y espejo de esta ciudad. Aquí está sepultado el abad de Valladolid, que se nombró Gómez Díaz, nacido en Toledo, de noble é ilustre prosapia, de honestas costumbres, retrato de la probidad. Dadivoso, magnífico, obispo electo de Mondoñedo, verdadero amigo de todos sin parcialidad; su munificencia no conocía limites. Pero si bien de tan buenas prendas de naturaleza y fortuna, y de otras muchas gozó este Abad, todavía pudo lamentarse diciendo:
Falleció á 29 de Julio de la Era 1324 (año 1286). |
Con este epitafio se dilucida un problema histórico que Flórez expone, mas no resuelve, en el t. XVIII de la España Sagrada27. Murió el obispo de Mondoñedo, D. Nuño Pérez, á 9 de Febrero de 1286. «Prontamente, dice Flórez, logró Pastor la Iglesia; pues en el mismo año de 86 le sucedió D. Alvaro Gómez, que presidía ya en Mondoñedo por Agosto; pues á 11 de aquel mes y año compró á Vrraca Pérez de Villadonega la hacienda que tenía en las Feligresias de Carballido, Romay, S. Simon y Villamartin, —460→ segun el Tumbo Episcopal, fol. 36. Procuró D. Álvaro adelantar los bienes de la Dignidad, suplicando al Rey D. Sancho le concediese facultad para hacer Salinas en los Puertos del Obispado: y el Rey se la concedió, para él y los que le sucediesen, en Burgos á 27 de Marzo de 1289. De aquel año 1289, á 13 de Junio, hay un pergamino en el Cabildo (donación al Monasterio de Pedroso) en que se dice electo da Igreja de Mendoñedo D. Gomez Garcia, Abade de Valledolid. Todo es extraño: el título de electo, nombre, sobrenombre y dictado: pues antes y despues de aquel ario presidia aquí D. Álvaro Gomez, y no hay visos de cisma. Aun más extraño es que el Abad de Valladolid D. Gomez Garcia se diga electo de Mondoñedo; porque este se hallaba en desgracia del Rey D. Sancho y de la Reyna Doña Maria desde el año 1285, en que enviado á tratar con el Rey de Francia, se atrevió á proponer á D. Sancho, que se apartase de la Reyna: y al año siguiente murió, como propone la Chrónica del Rey en los capítulos 2 y 3 con muchas particularidades de este Abad, que desayran mucho la pluma de Gil Gonzalez, por no haber conocido á D. Gomez Garcia entre los Abades de Valladolid. Todo esto desayra aun mas al que en 1289, ponga electo en Mondoñedo á D. Gomez Garcia: pues atropellando la Chrónica, solo pudiera admitirse en principios del 86; y que muerto luego, ocupó su lugar D. Alvar Gomez. Este es el único modo en que es componible.»
Hasta aquí Flórez. Yo añado que esta es la única forma en que se ha de componer. El epitafio de D. Gómez García nos cerciora del tiempo de su defunción (29 Julio 1286); entre la cual y la de D. Nuño Pérez (9 Febrero 1286) se coloca forzosamente el día de su elección para la Sede episcopal de Mondoñedo. Era ya electo, y como tal obró á 13 de Junio, conforme lo testifica el pergamino del Cabildo, viciado por el amanuense que lo escribió ó por el lector que mal lo copió, en la reducción de la Era española á los años de Cristo. En el manuscrito primitivo, ú original, se veía: «Era MCCCXXIIII» (año 1286), que trocaron distraidamente; ó mal acrecentaron en MCCCXXVII (año 1289). Consiguientemente la elección del sucesor, D. Álvaro Gómez, no es anterior al 29 de Julio; si bien aconteció muy poco después al tenor de la escritura del 11 de Agosto, que Flórez alega.
—461→El óbito de D. Gómez García (+ 29 de Julio 1286) se podía inferir con mucha aproximación de lo que se dice en el capítulo III de la Crónica del rey D. Sancho. El cual, habiendo salido de Sahagún, «fue á León, é estudo y el dia de Sant Juan28, é dende fue su camino á Galicia; é desque llegó á Santiago ofreció y sus dones muy buenos; é andando por todo el reino de Galicia, llególe mandado en commo el abad D. Gomez Garcia finara en Toledo; é plúgole mucho».
No se prueba que al morir (9 Febrero 1286) D. Nuño Pérez, obispo de Mondoñedo, estuviése D. Gómez García en abierta desgracia del Rey. Faltaban pretextos judiciales para condenarle, y «cuando el Abad vió que la Reina y el Arzobispo (de Toledo) é don Lope (Díaz de Haro) eran todos contra él, punó en catar manera por aver amigos cuantos pudiese en casa del Rey». Debía contrarrestar lo que se murmuraba de secreto, que si trabajaba por disolver el matrimonio de la reina María, era porque el monarca francés le había ofrecido con esta condición que para él ganaría del Papa el arzobispado de Santiago, que estaba vacante. Á disipar semejantes hablillas, sobrevínole bien la coyuntura de poder admitir su elección canónica (Febrero?) para la mitra de Mondoñedo, que no se ve por qué no había de aprobar el Rey. La hostilidad, á lo que parece de la Crónica, se rompió, entrado ó pasado Abril. En este mes «seyendo el Rey tornado á Burgos, mandó labrar una moneda á sus señales, que llamaron coronados; é el arzobispo D. Gonzalo é D. Lope cometieron al abad don Gómez García, é demandáronle cuenta de todo lo que recabdaba por el Rey, é al Rey plógole dello, porque estava mal con él de su talante é peor la Reina; é mandó el Rey que les diese cuenta, é en la cuenta fallaban contra él muchas cosas que tomara é diera sin mandado del Rey, é otrosí una grand cuantía de aver que recabdara para dar en la corte de Roma de la dispensación; é esa cuenta le demandavan estando el Rey delante; é estando en esto, acordó el Rey de ir en romería á Santiago».
—462→Murió en desgracia, bajo los tiros de la inculpación é infamia judicial. En su epitafio los versos
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son una viva protesta de su inocencia, ante el fallo de la posteridad.
El P. Gams, en la serie de los prelados de Mondoñedo, no da lugar á D. Gómez García Díaz. Establece la defunción de D. Nuño Pérez á 9 de Febrero de 1286 y á D. Álvaro Gómez como ya consagrado en 11 de Agosto del mismo año. Espero que una nueva edición de la Series episcoporum Ecclesiæ Catholicæ se muestre atenta á las fundadas observaciones que acabo de hacer.
Hora sería de recoger todas las inscripciones españolas de la Edad Media, tomando la ruta señalada por las laudables huellas del Dr. Hübner, cuya obra, Inscriptiones Hispaniae Chistianae29, alcanza hasta mediados del siglo XI. La publicación esmerada de semejante Corpus inscriptionum disipará no pocas dudas y errores históricos, aumentará los datos que de los documentos emanan, y completará el estudio lingüístico, artístico y literario de aquellos tiempos.
Madrid, 22 de Abril de 1892.