11
Ibidem, págs. 424 a 425.
12
Ob. cit., pág. 767 a 768.
13
Estos aspectos han sido estudiados en «Ideas literarias y americanistas de Juan León Mera, Valera y Rubió a través de sus cartas mutuas», Relaciones literarias entre España e Iberoamérica, Madrid, E. U. C., 1987, págs. 285-294.
14
Meléndez, Concha: La novela indianista en Hispanoamérica, Río Piedras, Edic. de la Universidad de Puerto Rico, 1961, pág. 158.
15
Esta leyenda la concibió en Baños -apartado rincón de la provincia-, durante una temporada que pasó allí en 1854. La escribió en 1856, pero no llegó a publicarse hasta 1861.
16
La caída del imperio incaico contaba ya con una tradición literaria en poesía y drama que se remonta al Inca Garcilaso de la Vega y se prolonga en José Eusebio Caro, En la boca del último Inca (1835) o en los dramas en verso del peruano Carlos Augusto Salaverry; La sacerdotisa del sol, de Miguel Losada, 1838; o Molina, de Manuel Belgrano, 1823; entre otros.
17
«Juan León Mera», Casa de la Cultura Ecuatoriana, n.º 8, 1949, pág. 79.
18
Ibidem, pág. 81.
19
Al parecer esta novelita no llegó a ser publicada íntegramente; más tarde, en 1933, fueron reimpresos sólo los diez primeros capítulos en Memorias de la Academia Ecuatoriana.
20
Publicadas como folletín, respectivamente, en la Revista Ecuatoriana, 1889, 1890 y 1893.