21
Rojas, Ángel F.: La novela ecuatoriana, México, F.C.E., 1948, pág. 55.
22
Con este nombre se conoce la recopilación publicada en Madrid, 1909, de las tres novelas citadas más los relatos cortos Historieta, Un recuerdo y unos versos y Una mañana en los Andes.
23
Otra faceta de Mera fue la de pedagogo, viva preocupación desde tempranos tiempos, que vertió en dos obras: Catecismo de geografía del Ecuador, usado como texto oficial a partir de 1875 y durante más de cuarenta años, así como La escuela doméstica.
24
No opina así Alejandro Carrión (Trece años de cultura nacional, Quito) para quien la novela ecuatoriana habría comenzado a fines del XVIII con dos obras: Viajes de Enrique Walton de Ignacio Flores y Cartas Rioabambenses de Eugenio Espejo. Los siglos virreinales habían sido ricos en leyendas y tradiciones que fueron venero de obras de ficción posteriores, sin ir más lejos la H.ª del Reino de Quito del jesuita Velasco, escrita en el destierro, además de su valor histórico ofrece gran profusión de elementos literariamente aprovechables.
25
Carrión, Benjamín: El nuevo relato ecuatoriano, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1950, pág. 55.
26
«Carta a Rubió y Lluch», Ojeada, ob. cit., pág. 608.
27
Ibidem, pág. 607-608.
28
Alegría, Fernando: Historia de la novela hispanoamericana, México, Edic. de Andrea, 1974, 4.ª edic, pág. 80.
29
Ojeada, ob. cit., pág. 545 y 553.
30
Navas Ruiz, Ricardo: «Notas para o estudo de Cumandá» en Pressupostos críticos, Sau Paulo, 1965, pág. 63.
De las tres grandes regiones en que se divide Ecuador, la zona selvática es, efectivamente, la menos desarrollada y poblada del país y en ella habitan tribus erráticas tal como se apunta en la novela de Mera.