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41

Ivi, p. 115.

 

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Amparo Quiles ha recogido la labor periodística de Isabel en d periódico El Sol. Desde la fundación del citado periódico, el 1 de diciembre de 1917, Isabel escribía una columna diaria bajo el seudónimo de Beatriz Galindo con la cabecera titulada «Diario de la mujer». A partir del 14 de junio de 1918, la cambió por la de «Crónica femenina» hasta que finalizó con sus colaboraciones, el 17 de enero de 1919. Del total de 115 artículos fechados en estos dos años, Amparo Quiles destaca que veintiocho de ellos se centran en temáticas feministas, como por ejemplo, la necesidad del voto femenino, el atraso de las mujeres españolas en relación con las europeas, la escasa educación lectora de las mujeres, entre otras. Amparo Quiles, «Periodismo y mujer. Isabel Oyarzábal y El Sol de Madrid (1917-1919)», Patrimonio literario andaluz (II), Antonio Gómez Yebra (ed.), Málaga, Fundación Unicaja, 2008, p. 119.

 

43

Isabel de Palencia, I Must Have Liberty, cit., pp. 132-133.

 

44

Ivi, p. 133.

 

45

Cfr. María Luisa Mateos Ruiz, «Isabel Oyarzábal de Palencia y sus artículos en Blanco y negro (1925-1928)», Escritoras españolas e hispanoamericanas en el exilio, edición de María José Jiménez Tomé e Isabel Gallego, Málaga, Universidad de Málaga, 1995, pp. 205-216.

 

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Voy a señalar algunos títulos de estos artículos para mostrar los intereses que movían a escribir a Isabel de Palencia, que solía firmar con el seudónimo de Beatriz Galindo en aquellos años. De 1925 son los titulados: «Junto a la estatua de la libertad. Impresiones de un viaje a América» y «La mujer en el arte: las esculturas de Laura Rodij»; de 1926 son «Evocación. Las mujeres en el evangelio», «El hogar español: la jornada de un ama de casa» y «El arte y el verano: el sombrero femenino visto por el pintor»; de 1927 son «Los problemas de la vida moderna: cooperativas maternales» y «La mujer y la novela: Emily Brontë»; de 1928 son «Feminismo mundial: la mujer sigue extendiendo su radio de acción»; y «La Florida: la Riviera norteamericana».

 

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La revista Cosmópolis publicada por primera vez en diciembre de 1927 tenía su redacción y administración en los números 44 y 46 de la Calle Alcalá de Madrid (entrada por Marqués de Cubas). Su precio de suscripción en España era de 19 pesetas un año y de 13 un mes. Para el extranjero la suscripción era de 25 pesetas. El número suelto costaba 1,75 pesetas. En el Sumario se anunciaban las secciones de la revista, en la que colaboraban plumas e ilustradores conocidos de la época. Como ejemplo: la sección Literatura del número 1 contó con el primer capítulo de una novela corta, de W. Fernández Flórez, además de escritos de Azorín, Eduardo Cobián y Enrique Arnal. Incluía secciones de arte, crítica teatral, turismo y cinematografía, deportes y crónicas de fuera de España, principalmente de Francia, Inglaterra y Estados Unidos. La sección femenina y la homónima infantil cerraban la revista, que seguía a tenor de los contenidos presentados, las propuestas acordes a la ideología moderna y vanguardista, imperante por entonces en los círculos intelectuales y artísticos de Madrid.