Para una visión general de las reformas universitarias de Carlos III pueden verse los trabajos de los hermanos Mariano Peset Reig y José Luis Peset Reig, El reformismo de Carlos III y la Universidad de Salamanca. Plan general de estudios dirigido a la Universidad de Salamanca por el Real y Supremo Consejo de Castilla en 1771, Salamanca, 1969; La Universidad española, siglos XVIII-XIX. Despotismo ilustrado y revolución liberal, Madrid, 1974; Gregorio Mavans y la reforma universitaria, Salamanca, 1975; Antonio Álvarez de Morales, La Ilustración y la reforma de la universidad en la España del siglo XVIII, Instituto Nacional de Administración Pública, Madrid, 1988. Luis Miguel Encisa, «La reforma de la universidad española en la época de Carlos III», en I Borbone di Napoli e i Borbone de Spagna, II, Nápoles 1985, 191-239 .Véanse también Juan Sempere y Guarinos, Ensayo de una biblioteca de los mejores escritores del reinado de Carlos III, seis tomos, Madrid, 1785-1789, t. IV, 207-251 (artículo «Planes de estudios») y Francisco Aguilar Piñal, Los comienzos de la crisis universitaria en España. Antología de textos del siglo XVIII, Madrid, 1967. Agradecemos a John H. R. Polt la lectura del presente trabajo y sus acertadas sugerencias.
Novísima Recopilación de las leyes de España, Madrid, 1805, Libro VIII, Título IX. Ley VIII: «Modo de sacar a concurso las cátedras vacantes en la Universidad de Salamanca». Reproduce las órdenes del Consejo de 5 y de 17 de octubre de 1771.
Representación de Meléndez, fechada en San Ildefonso el 19 de septiembre de 1783. Copia del original en AGS, Gracia y Justicia, legajo, 945. Juan Meléndez Valdés, Obras Completas, Biblioteca Castro, Madrid, 1997, Vol. III, 606-609.
Don Felipe Bertrán (1704-1783), de mentalidad regalista y muy antijesuita, no es una figura simpática, ni siquiera para los propios «ilustrados», con los que colaboró estrechamente. Mayans lo critica duramente (vid. Antonio Mestre, Ilustración y reforma en la Iglesia. El pensamiento político-religioso de Mayans (1699-1781), Valencia, 1968, pág. 347). Estudió en la Universidad de Valencia, en donde se doctoró en Teología y fue catedrático de Filosofía tomista en 1735 por sólo tres años. Sacerdote secular, desempeñó a continuación varias parroquias de la diócesis valenciana y después fue canónico lectoral de la catedral. Creado obispo de Salamanca en 1763, al ser nombrado Inquisidor General en 1774 unió ambos cargos hasta su muerte. Vid. una reseña biográfica, en L. Sala Balust, «Tenaz empeño del obispo Bertrán por la fundación del Seminario de Salamanca», en Hispania Sacra, vol. IX, núm. 18, 319 y ss., especialmente 319 a 336. Vid. también Juan Sempere y Guarinos, Ensayo de una Biblioteca..., t. 1, pág. 202.
Informe del obispo Bertrán a Floridablanca, Salamanca, 20 de agosto de 1783, en AGS, Gracia y Justicia, legajo 945.
Aunque estas «listas» aparecen sin firma ni fecha, sin duda forman parte de un informe elaborado por el obispo de Salamanca, Felipe Bertrán, en 1769.
Ver el trabajo de Philip Deacon y el nuestro. Ambos coinciden en el título, aunque con enfoques distintos: «Juan Meléndez Valdés en la Rl. Sociedad Económica Aragonesa».
Resaltemos el padrinazgo de Jovellanos, quien por estas fechas ya había triunfado plenamente en la sociedad madrileña: miembro de la Sociedad Matritense en 1778; admitido en la Real Academia de la Historia el 14 de febrero de 1780 con un discurso Sobre la necesidad de unir al estudio de la legislación el de nuestra historia y antigüedades; miembro de la de Bellas Artes de San Fernando en 1780 (ese mismo año ingresó Goya) y al año siguiente, 1781, entra en la Real Academia Española. En su casa de la Carrera de San Jerónimo reunía una tertulia de artistas y literatos, imitando a la sevillana de Olavide (1725-1803). Uno de los presentados a Meléndez sería el gran pintor aragonés.
Entre 1781 y 1808 Meléndez asistió a nueve juntas de la Academia de Bellas Artes de San Fernando: dos en 1781 (una ordinaria y otra particular); una pública en 1784; dos en 1787 (una ordinaria y otra particular); cuatro en 1798 (dos ordinarias y dos particulares). Claude Bédat, Los académicos y las juntas de la RABASF (1752-1808), Madrid, 1982.