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ArribaAbajo§III. Tertulias

Durante las vacaciones de Navidad, para que los niños descansen de los juegos y pasen entretenidos el tiempo de la noche hasta la cena se disponen algunas Tertulias, especie de Academias familiares como las descritas en el capítulo anterior, pero de carácter más alegre y animado. Suelen celebrarse en el salón principal del colegio, para que puedan concurrir todos los niños y las personas de sus familias, a quienes se acostumbra invitar.

En la plataforma se dispone un escenario sencillo, acomodado a los espectáculos que han de exhibirse. Entre éstos figura casi siempre alguna comedia, sainete, drama, melodrama, y aun zarzuelita a propósito. Por desgracia, es bien escaso el repertorio de piezas compuestas para niños, y aun esas no siempre responden a las necesidades de los colegios; por lo cual se ven los señores Profesores e Inspectores en la precisión de tener que arreglar con improbo trabajo cuanto ponen en escena. Por esta causa, y por las muchas dificultades con que se tropieza después de la ejecución, los señores Profesores de Física exhiben algún día proyecciones de monumentos, paisajes, etc., valiéndose de los niños para hacer las explicaciones convenientes. Otras veces, en las poblaciones donde hay ocasión oportuna, se dan sesiones de prestidigitación, de que tanto gustan los niños, o se pasa el tiempo con diálogos, composiciones, espectáculos sencillos, como los descritos en las Academias de familia y en las Exposiciones, con el Árbol de Navidad, con alguna rifa extraordinaria, etc., etc.

No faltan tampoco entre los niños mayores algunos con especiales habilidades, que, bien preparados, puedan divertir a sus compañeros. Los hay que ejecutan con relativa habilidad varias suertes de escamoteo o de magia de salón. Varias de ellas tenemos reunidas que pueden servir para este fin; pero como descubierto el artificio con que el prestidigitador burla la atención de los espectadores pierden todo su valor e interés, nos ha parecido más conveniente reservarlas para los señores Inspectores, como ya indicamos en la página XVI. Otros saben proyectar algunas sombras que han hallado en almanaques o revistas; pero ordinariamente tienen repertorio muy escaso por no haber visto variedad de ellas,   —314→   o por falta de instrucciones prácticas que les faciliten la ejecución y descubran nuevos horizontes a su inventiva. Vamos, pues, a dar algunas instrucciones sobre la proyección de las sombras, para que los niños aficionados a hacerlas obtengan feliz resultado. Y si por este medio hay varios que tengan la paciencia de ejercitarse hasta hacerlo con perfección, la competencia es nuevo motivo de estímulo para ellos y de interés para los demás, con la ventaja de poder representar escenas más complicadas y divertidas.


ArribaAbajoSombras chinescas

La proyección de siluetas reales o imitadas de personas, animales, etc., sobre una pantalla o telón transparente se designa con el nombre de sombras chinescas. Antes de describir las diversas clases conviene decir algunas palabras sobre la luz y la pantalla de proyección.

Luz. Para obtener siluetas perfectas de contornos bien definidos es preciso que la habitación esté a oscuras por la parte de los espectadores, y por la opuesta no haya otra luz que la empleada para la proyección. Ésta, cualquiera que sea su intensidad, pues esto no es tan importante, ha de tener poca extensión; es decir, debe iluminar tan solamente la parte de la pantalla donde se han de formar las sombras. Para esto basta ponerla dentro de una caja abierta por un lado lo suficiente para iluminar en la pantalla, el campo de proyección.

En las sesiones de más importancia es casi indispensable la luz oxhídrica, el arco voltaico, o una lámpara eléctrica de gran número de bujías. Cuando los niños se entretengan en sus casas basta una vela, una lámpara de petróleo o eléctrica ordinaria para obtener figuras limpias y bien definidas. Cualquiera que sea el foco empleado, gana muchísimo colocando detrás algunos reflectores que concentren la luz en el campo iluminado. La distancia y la altura a que debe colocarse depende de la clase de sombras, y fácilmente se determina por tanteo.

Pantalla. El telón o pantalla se reduce a un lienzo blanco y delgado. El modo más frecuente de usarlo en las casas es sujetándolo con puntas al marco de una puerta abierta: de este modo los espectadores quedan en una habitación, y el niño operador en otra, libre de miradas indiscretas que pretendan investigar el secreto de sus invenciones. También es frecuente colocar el lienzo entre dos listones de madera, como suelen estar los mapas; puede ponerse como mejor parezca, con tal que no forme grandes arrugas que deformen las proyecciones. Las figuras se destacan con mucha más claridad humedeciendo el lienzo con agua de vez en cuando. Para ensayarse no se necesita pantalla: basta hacer las sombras delante de una pared blanca.



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ArribaAbajoSombras vivas

Cuando las sombras proyectadas en la pantalla son producidas por personas que delante de ellas representan una escena muda se conocen con el nombre de sombras vivas: Exigen pantalla de bastantes dimensiones; una buena sábana, y mejor dos, unidas según su longitud, dan campo bastante para estas escenas donde no haya pantalla especial; pero conviene escoger de las más delgadas y humedecerlas durante las proyecciones. La luz, a ser posible, debe ser intensa y bien concentrada en la pantalla; hay que colocarla a bastante distancia para que las figuras no resulten desproporcionadas.

Esta clase de sombras es sin duda la más agradable de todas, no sólo porque admite grandísima variedad, como dijimos de las pantomimas, pues casi todas pudieran representarse, si no porque se presta muy bien a desarrollar multitud de escenas y episodios sucedidos en el colegio, tomando parte los mismos sujetos a quienes ocurrieron. Tiene además la ventaja de exigir poca preparación: con dos o tres ensayos los actores se acostumbran a representar la escena de modo que se proyecten sus siluetas con perfección en la pantalla, y después no necesitan sino ejecutarla.

No creemos necesario describir escenas ejecutadas, pues fácilmente se inventan cuantas sean menester. Pero lo mismo que en las pantomimas, hacemos notar que, generalmente, conviene elegir acciones breves, como las tan conocidas del barbero, el sacamuelas, la cachetina, etc., o en todo caso desarrollar un episodio mayor combinando tres o cuatro escenas breves.

Cuando se representan episodios sucedidos en el colegio y las personas aludidas no pueden tomar parte en la escena, puede suplirse la falta con siluetas recortadas en cartón que llevan puestas los niños que hacen sus veces. Para obtener estos retratos-siluetas basta fijar en la pared una hoja de papel blanco, y una luz a varios metros de distancia. Puesta de perfil muy cerca del papel la persona cuyo retrato se desea, proyecta en él su figura con toda perfección: dibújese el contorno con lápiz, y pegado sobre cartón se recorta con cuidado. Los niños que salen a la escena con estas siluetas deben ensayar bien los movimientos, sobre todo en las entradas y salidas, para conservar siempre el perfil de la figura.



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ArribaAbajoSombras recortadas

Así pueden llamarse las sombras chinescas cuando se producen en la pantalla por medio de figuras recortadas en papel, cartón, hojalata, etc. Aunque no tenga el valor y mérito de las anteriores, tienen, en cambio, otras ventajas que las hacen muy estimables; están más al alcance de todos los niños, exigen menos personas para la ejecución, y admiten variedad inagotable de asuntos interesantes. La pantalla puede ser de muy poca extensión; basta el hueco de una puerta cuando los niños las hagan en sus casas; en el colegio suele hacerse un bastidor de metro y medio o dos metros de ancho por casi uno de alto, pero puede hacerse mucho mayor si es necesario. El campo de proyección debe estar un metro o más elevado del suelo, para que los actores puedan maniobrar con las figuras sin proyectar su propia sombra. Para conseguirlo basta poner algunas tablas o una manta, etc., a la altura conveniente.

En los comercios de juguetes se encuentran muy buenas colecciones de figuritas recortadas, con las cuales hemos visto dar sesiones bien entretenidas. Pero no todos pueden hacerse con ellas, y los que pueden prefieren muchas veces fabricarlas a su gusto para representar escenas de más actualidad o más conformes con sus aficiones. Para obtenerlas se dibujan primero con mucha precisión para que salgan perfectas, y se recortan cuidadosamente con tijeras o cortaplumas.

Muchos niños tropezarán, sin duda, con la dificultad de no saber bastante dibujo. En este caso, escojan los cromos o dibujos cuyas figuras deseen proyectar, y después de pegarlos en cartón o cartulina los recortan. Pero si las figuras están en cuadernos, revistas o libros donde no convenga cortarlas, se coge papel trasparente, con lápiz se trazan con cuidado los contornos, y después se pegan y cortan como los anteriores.

Preparadas ya las figuras, se clasifican y ordenan: dos o tres niños bastan para hacer exhibiciones curiosísimas de monumentos célebres nacionales o extranjeros, de personajes históricos, de colecciones zoológicas, etc., etc., acompañadas de algunas explicaciones, datos curiosos, hechos y cuanto contribuya a dar mayor interés y amenidad. Aún recordamos con gusto, después de varios años, una sesión de sombras recortadas en que vimos exhibir las armas y trajes militares de las diversas épocas de la Historia, así de España como universal; en cada una de ellas se recordaban los hechos de armas más señalados, las personas más célebres, los sitios en que ocurrieron, número de muertos, heridos, etc. También hemos visto otra de todas las variaciones que ha sufrido el sombrero desde los tiempos más remotos, y otras muchas más   —317→   pueden sin duda prepararse acudiendo a las revistas, tan abundantes hoy en esta clase de curiosidades.

siluetas

Además de esas sesiones instructivas pueden exhibirse otras muchas cosas interesantes para niños, como desfiles de coches, de personas, de tropas; escenas curiosas, como el ejercicio militar hecho por ratas, el gato cazando ratones, y sobre todo escenas del colegio en que aparezcan siluetas de los niños que en ellas tomaron parte. ¿Quién no reconoce en la figura adjunta al cuestor repartiendo limosna a los pobres que encuentra en el paseo? Las siluetas de los niños se obtienen fácilmente por medio de la cámara fotográfica poniendo papel transparente sobre el cristal deslustrado y dibujando con lápiz la figura. Pero para obtenerlas más perfectas y del tamaño que se quiera, lo mejor es colocar los niños en la posición conveniente y sacar un negativo ordinario. Colocado éste, después de virado y seco, en lugar del cristal deslustrado de la cámara, y poniendo detrás una luz intensa, se proyectan las imágenes del cliché con el objetivo sobre una hoja de papel, dándoles el tamaño que sea necesario.

Las siluetas recortadas resultan mucho más agradables cuando además del contorno se hacen visibles las líneas principales del dibujo, como se ve en la figura anterior. Estas líneas de luz se obtienen haciendo cortes muy finos en las figuras con las hojas más delgadas del cortaplumas. Por este procedimiento se pueden indicar muy bien los límites y pliegues de los vestidos en las personas, las puertas, ventanas, etc., en los edificios y cuantos detalles interesen en todas las figuras. Otros puntos que no pueden hacerse con el cortaplumas, como, por ejemplo, los ojos, se hacen con agujas.

El deseo de la novedad, los aplausos de los compañeros, los plácemes de los señores Inspectores, y sobre todo la competencia cuando hay dos o tres grupos de niños hábiles encargados de dar sesiones de sombras, los estimulan sobremanera para dar mayores muestras de habilidad, no sólo en la elección de asuntos y en su ejecución, sino también en perfeccionar más y más las figuras y representaciones. Y así, no contentos con las figuras descritas   —318→   que proyectan sombra uniforme, fabrican otras o modifican las anteriores de modo que imiten más o menos los colores del natural. Para esto durante los estudios libres se entretienen en cortar varias partes de las figuras, sustituyendo el cartón o cartulina con papeles de colores que imiten el del objeto. Se emplea papel transparente del color debido indicando algunas sombras, o papel blanco ligeramente coloreado a la acuarela. De este modo las personas llevan trajes muy variados, de los coches tiran caballos de distinto color, en las casas se distinguen las distintas fachadas, puertas, ventanas, etc., y las proyecciones toman aspecto más artístico y agradable.

articulaciones

Los más hábiles pasan más adelante, dando a las figuras movimiento. Para conseguir este efecto, el más interesante de todos, no hay más que dibujar y cortar por separado las articulaciones a las cuales se quiere dar movimiento; por ejemplo, el brazo de la figura. Puesto sobre el cuerpo en la postura que corresponde, se pasa una aguja con hilo fuerte por el punto o eje de rotación del brazo, y se anuda el hilo a los dos lados, de modo que mantenga unidas las dos piezas, pero sin oprimirlas demasiado para que no impidan al brazo girar con toda libertad. En vez de hilo puede usarse alambre delgadito.

En el punto e se ata un hilo o alambre para tirar de él cuando se quiera dar movimiento al brazo; conviene que sea muy fino para que no proyecte sombra perceptible en la pantalla si alguna vez sale fuera de la figura. Otras veces al cortar los miembros se les deja un apéndice, a, del cual se suspende el hilo. Si en algún muñeco no conviene que el brazo caiga más que hasta cierta altura, se pone un pedacito de cartón o de corcho, s, pegado en la parte del cuerpo para detener el brazo en la posición que se desea. De la misma manera se pueden articular la cabeza y las piernas, de perfil o en otra posición; las patas de los caballos y otros animales, las alas de las aves, etc., dejando un hilo en cada pieza móvil.

Esta clase de figuras se presta muy bien para representar diálogos (que declaman, fingiendo la voz, o los mismos niños actores u otros puestos con ellos detrás de la pantalla), o algún percance ocurrido en el colegio, o escenas de familia más o menos complicadas, etc.



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ArribaAbajoSombras animadas

Las sombras de las manos dan origen al sencillo espectáculo de las sombras animadas, tan usadas por los niños para amenizar las reuniones de familia, sobre todo cuando hay chiquillos.

Como las anteriores exigen pantalla de poca extensión: basta un lienzo colocado en el hueco de una puerta, como indica la figura 1.ª, para exhibirlas con toda perfección, y aun pueden proyectarse directamente sobre la pared blanca. La luz, encerrada en la cajita c, se coloca a una altura acomodada a la del operador, a dos metros o poco más de la pantalla. Entre ellas se pone el artista, presentando ordinariamente el lado derecho a la pantalla y el izquierdo a la luz, y tanto más cerca de ésta cuanto mayores siluetas quiera obtener. Al proyectarlas debe mirar constantemente, no a las manos, sino a las sombras, porque muchas veces, y sobre todo a los principios, no sale bien la figura, aun cuando se coloquen bien las manos, y es necesario inclinarlas a un lado o al otro, subirlas o bajarlas, acercar o alejar de la luz las dos, o una sola, etc., hasta encontrar el contorno perfecto de la sombra.

sombras

Con las manos solas, o a lo más con ellas y unos pedacitos de papel, pueden obtenerse, no solamente siluetas aisladas de aves, cuadrúpedos y cabezas humanas, sino también escenas complicadas,   —320→     —321→   como las obtenía, entre otros, el famoso Trewey, de quien se dice que llegó a exhibir más de 300 figuras variadísimas. Describiremos algunas de las más conocidas en cada grupo.

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Ejercicios

Antes de comenzar muchos exigen como requisito indispensable varios ejercicios preparatorios para adquirir flexibilidad y soltura en los dedos y las manos. Otros, por el contrario, creen tiempo perdido el que se emplea en ellos, y aconsejan comenzar desde luego a proyectar figuras. Para la mayor parte de los niños es, sin duda, muy conveniente hacer, por lo menos, los ejercicios que indicamos a continuación, y repetir muchas veces en las figuras las posiciones en que encuentren mayor dificultad.

Núm. 2. Separación de unos y otros dedos entre sí dejando, los demás bien unidos y estirados.

Núm. 3. Flexión de dedos, doblando unos todo cuanto se pueda, teniendo los otros bien estirados.

Núm. 4. Flexión de falanges, primera o segunda, o las dos a la par en todas direcciones, y de uno o más dedos al mismo tiempo.

Núm. 5. Superposición, recogiendo unos dedos delante o detrás de los otros.

Aves

Núm. 6. El gallo: Se cierra la mano izquierda, estirando el pulgar hacia sí; sobre ella se apoya la derecha, con los dedos encorvados para formar la cresta, y el pulgar, algo más bajo que el izquierdo, forma con él el pico.

Núm. 7. La paloma: Se ponen las dos manos vueltas hacia la luz, la izquierda delante de la derecha, cruzando los pulgares de modo que se junten las yemas; los demás dedos, juntos, casi de perfil, forman las alas, que se baten moviéndolas.

Núm. 8. El águila: El pulgar de la derecha forma la parte inferior del pico, y los demás dedos, de perfil, la superior. La izquierda se pone sobre la derecha casi en la misma postura, excepto el meñique, que conviene dejar estirado para formar bien el ojo.

Núm. 9. El papagayo: Se coloca verticalmente la mano derecha, con el pulgar recto y las primeras falanges de los demás dedos dobladas a la altura del pulgar. El índice de la izquierda, colocado horizontalmente debajo de la muñeca derecha, forma la percha, y los otros dedos, doblados en ángulo recto, la cola del pájaro.

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Núm. 10. El ánade: Dóblese bien el dedo medio de la mano   —322→     —323→   derecha; en la yema del pulgar se apoya el índice encorvado, para formar la cabeza y el ojo; el anular y el meñique estirados hacen el pico. El brazo izquierdo, doblado en posición horizontal, forma con el codo la pechuga, y la mano, extendida o plegada, hace el ala.

Núm. 11. El cisne: El brazo derecho, desnudo y doblado verticalmente, forma el cuello; la mano, puesta exactamente como en la anterior, hace la cabeza. La izquierda, cerrada o abierta, forma el ala. Volviendo el brazo derecho hacía sí, moviendo la cabeza y acercando el ala, resulta el bonito cisne siguiente (número 12).

Núm. 13. Los patitos: Esta hermosa silueta se forma poniendo de frente las dos manos como estaba la derecha en las tres figuras anteriores. Proyectando una figura mayor que otra, parece que la madre está dando de comer o acariciando al pollito. Para que salga con más perfección, es preferible que las proyecten dos niños.

A todas estas figuras pueden dárseles los diversos movimientos propios de cada una. Entre dos niños colocados frente a frente pueden proyectar dos papagayos que se hacen varias muecas, dos cisnes que se pican, un águila que coge a otra ave por la cabeza y se la lleva en el pico, etc., etc.

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