Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

161

Ralph Waldo Emerson (1802-1883), poeta y filósofo norteamericano, estudió en Harvard, donde redactó su célebre Diario, influyó notablemente en Whitman e inspirado por el hinduismo, tras el abandono de ciertas ideas religiosas anteriores, defendió el Trascendentalismo, doctrina que se basaba en la conciencia individual. Ensayo sobre la naturaleza, seguido de varios discursos. Madrid: La España Moderna, 1904, p. 10 y Ensayos. Madrid: Espasa-Calpe, 2001. Es uno de los autores más influyentes en el modernismo hispanoamericano (Martí) y español (Valle-Inclán) puesto que se interesa en la relación entre espíritu y materia. (N. del E.)

 

162

La mort. Paris: Bibliothèque Charpentier, 1913. Libro por el que fue excomulgado. Incluido en el índice de libros prohibidos. El autor en la obra aborda todas las teorías en torno a la supervivencia de la conciencia y la reencarnación, el neoespiritismo, la escritura automática y la comunicación con los muertos. (La cita completa: «La grandeur de l'homme se mesure à celle des mystères qu'il cultive ou devant lesquels il s'arrête. Pour revenir à Pascal, il sent donc que tout croule, et, dans la déroute de la raison humaine, il nous propose enfin le monstrueux pari»). (Traducción: «La grandeza del hombre se mide por los misterios que él cultiva o por los que se interroga. Volviendo a Pascal, siente, entonces, que todo se hunde y, ante la derrota de la razón humana, nos propone por fin una monstruosa apuesta»). (N. del E.)

 

163

Autor citado. The Varieties of Religious Experience: a study on human nature (1902). La cita completa en inglés: «Most religious men believe (or "know", if they be mystical) that not only they themselves, but the whole universe of beings to whom the God is present, are secure in his parental hands. There is a sense, a dimension, they are sure, in which we are ALL saved, in spite of the gates of hell and all adverse terrestrial appearances. God's existence is the guarantee of an ideal order that shall be permanently preserved». En The William James reader. A William James Reader, edited by Gay Wilson Allen, 1972, vol. I, p. 557. (Traducción: «La mayoría de los hombres creyentes creen (o conocen si son místicos) que no solo ellos, sino el universo entero de seres para quienes Dios está presente, están seguros en sus manos paternales. Este es un sentido, una dimensión, están seguros, en el cual TODOS ellos están salvados, a pesar de las puertas del infierno y todas las adversas apariencias terrestres. La existencia de Dios está garantizada por un orden ideal que debe ser permanentemente preservado»). (N. del E.)

 

164

Puede referirse a John Lloyd Stephens (1895-1852) quien exploró las ruinas mayas de Copán, Palenque y Uxmal. Previamente había viajado por Europa y África (Petra) con un propósito arqueológico. Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatán. (Traducción: «Donde está Dios las ruinas y los naufragios no existen»). (N. del E.)

 

165

Emily Brönte, «No coward sould is mine» en The complete poems of Emily Bronte. Escrito por Emily Brontë, Charles William Hatfield, C. W. Hatfield. New York: Columbia university press, 1995. El poema completo refiere el equilibrio entre los elementos y la creación: «No coward soul is mine,/ No trembler in the world's storm-troubled sphere;/ [...] With wide-embracing love/ Thy spirit animates eternal years/ Pervades and broods above,/ Changes, sustains, dissolves, creates, and rears./ Though earth and man were gone,/ And suns and universes ceased to be, And Thou were left alone,/ Every existence would exist in Thee./ There is not room for Death,/ Nor atom that his might could render void;/». (Traducción: «Un alma cobarde no es la mía,/ no tiemblo por las tormentas del mundo/ [...] con amor, tu espíritu anima años eternos, temblor en la esfera del mundo preocupado por las tormentas»). (N. del E.)

 

166

Les contemplations. Vol., 2, Libro V, Parte III. Dedicado a la «Marquesa de E», está escrito como un poema de un alumno a su maestra y recoge su experiencia. Le hacía recitar la gramática en casa de su madre: Paris: Hachette, 1858, p. 81: «Où donc est ce sourire? où donc est cette voix?/ Vous fuyez donc ainsi que les feuilles des bois,/ O baisers d'une mère! aujourd'hui, mon front sombre,/ Le même front, est là, pensif, avec de l'ombre,/ Et les baisers de moins et les rides de plus!/ Vous aviez de l'esprit, marquis. Flux et reflux,/ Heur et malheur, vous avaient laissé l'âme assez nette». (Traducción: «¿Dónde pues está esa sonrisa? ¿Dónde pues está esa voz?/ usted huye como las hojas de los bosques,/ ¡O besos de una madre! ¡Hoy, mi frente sombría,/ la misma frente, está allí, pensativa, ensombrecida,/ y los besos de menos y las arrugas de más!/ usted tenía espíritu, marqués. Flujo y reflujo,/ dicha y desgracia, le habían dejado el alma tan vacía»). (N. del E.)

 

167

«¡Bienaventurada, dulce/ [...] que nunca leerás! ¡Por quien/ [...] que no secarás!». [J. M. Martínez]. (N. del E.)

 

168

Antes aparecía aquí un verso más: «los imperturbablemente reposados». [A. Reyes]. (N. del E.)

 

169

El abate Louis Le Cardonnel (1862-1932) fue colaborador de El Mercure de France, miembro del grupo «Nous autres», escribe poesía religiosa. Hacia 1902 se ve influido por el franciscanismo. En 1904 publica sus Poémes en el Mercure de France. Un diálogo del alma con Dios, «L'attente mystique». (Traducción: «Oh mi Dios, vengo de un largo viaje amargo/ donde he dejado mi corazón, y de donde solo me he llevado/ estériles dolores de haber tentado la mar./ Mi embriaguez cayó y mi soberbia murió;/ Un tedio universal cava su nido en mí;/ La esperanza, sin pararse, pasa delante de mi puerta;/ El día cuando renace me inspira pavor;/ La noche rueda sobre mí plena de horror helado;/ Marcho como en un sueño y sin saber por qué»). (N. del E.)

 

170

Es un texto que interroga sobre la existencia: «Nous sommes des êtres invisibles qui ne vivent qu'en eux-mêmes, et le visiteur attentif s'en irait sans se douter jamais de ce qu'il eût pu voir, à moins qu'en ce moment notre âme indulgente n'intervienne». Le tresor des humbles (1896). Paris: Mercure de France, 1949, p. 182. (Traducción: «Somos seres invisibles que no viven más que en sí mismos, y el visitante atento se iría sin sospechar jamás lo que hubiera podido ver, a no ser que en ese momento nuestra alma indulgente intervenga»). (N. del E.)