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61

Publicada en Mundial Magazine, vol. 2, n.º 13, 1812, p. 128. (N. del E.)

 

62

Los versos hacen referencia a Federico Balart (Murcia, 1831-1915), periodista, académico, poeta, crítico de arte y teatro, quien en su poemario Dolores (Madrid, imprenta Cosmopolita, 1894, p. 90), dedicado a la muerte de su esposa, señala que guarda en un armario las flores «Que á la par de tí murieron;/ Y entre objetos tan amados,/ ¡Dolores del alma mía!/ Revueltos y enmarañados/ Tus cabellos, impregnados/ Del sudor de tu agonía». (N. del E.)

 

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Referencia a la magia blanca o ilusionismo. En la introducción lo había explicado «una macabra prestidigitación, de un espantoso escamoteo, y de que todo lo que amé se ha desvanecido de veras y se ha vuelto fantasma». (N. del E.)

 

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Antes: A quoi bon? [Nota de Alfonso Reyes]. La cita de Kempis no aparecía en la primera versión del poema, perteneciente a Serenidad (1914). Variantes: «¡Qué más me da [...] no está!» «¡Qué más me da!», «¡Venecias, Romas [...] rasgados!», «¡Qué más me da [...] mi amor no está!». (N. del E.)

 

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Beato Tomás de Kempis (1380-1471), monje alemán, autor de La imitación de Cristo. La traducción «En un pequeño rincón con un libro pequeño». Su retrato conservado en Zwolle (Holanda) incluye la inscripción a la que se refiere el texto de Nervo: «In omnibus requiem quaesivi et nusquam inveni, nisi in angello cum libello» (por todas partes he buscado el descanso y no lo he encontrado en ninguna parte, excepto en rinconcitos con libritos). (N. del E.)

 

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En Serenidad, «la mar airada». (N. del E.)

 

67

Versiones: «¡Te recobraré!», [J. M. Martínez]. (N. del E.)

 

68

Antes: «¡Cuánta novia, cuánta/ perseguí cuitado,/ y no la logré!». [Nota de Alfonso Reyes]. (N. del E.)

 

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Neologismo, también utilizado por Unamuno como atestigua Emilio Lorenzo en su discurso de ingreso en la Academia, UTRUM LINGUA AN LOQUENTES? (Sobre las presuntas dolencias y carencias de nuestro idioma). (N. del E.)

 

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En 1928 «Donde ha de buscarte mi pobre corazón» [J. M. Martínez]. Del poema refiere el doctor Adolfo M. Sierra cómo en una enfermedad transitoria de Ana, Nervo escribió en París, años antes, dos poemas que más tarde fueron retocados. Uno de ellos se titulaba «Escepticismo» y variaba el verso 4: «estás para morirte y no sé todavía». [Méndez Plancarte]. (N. del E.)