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81

Variantes: «desunirlo pudo...». [J. M. Martínez]. (N. del E.)

 

82

Variantes: «¡En otra ribera... sí!, ¡cuando Dios quiera!». [Méndez Plancarte]. «En otra ribera... ¡sí!, cuando Dios quiera!». [J. M. Martínez]. (N. del E.)

 

83

En la edición de J. M. Martínez, el signo de exclamación de la tercera estrofa comienza en «¡cómo intriga...». Más adelante en la cuarta estrofa: «Mas, si hay alma, ...». (N. del E.)

 

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Gustave Flaubert (1821-1880), su reconocimiento como escritor le llegó por sus novelas: Madame Bovary (1857) y La Educación sentimental (1869). Carta: À Madame Roger des Genettes: «La mélancolie antique me semble plus profonde que celle des modernes, qui sous-entendent tous plus ou moins l'immortalité au delà du trou noir. Mais, pour les anciens, ce trou noir était l'infini même». (Edición de Charles Carlut, Correspondance, Ohio: State University Press, 1968). (Traducción: «La melancolía antigua me parece más profunda que la de los modernos, quienes sobreentienden, quienes más, quienes menos, esa inmortalidad del otro lado del agujero negro. Pero para los antiguos, este agujero negro era el infinito mismo»). Al seleccionar solo este fragmento cambia el sentido de la frase de Flaubert. (N. del E.)

 

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Variante: «¡Él te la devolverá/ quizá!». [Méndez Plancarte, J. M. Martínez]. (N. del E.)

 

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Sir Oliver Lodge (1851-1940), físico antecesor de Marconi, estudioso de la luz y las ondas, pudo enviar un mensaje de Radio antes de que Marconi lo hiciera. Un espiritista convencido que contaba muchas de sus experiencias con el otro mundo, en 1890 escribe el primer informe en el que expone que los muertos están vivos. Y en 1908 señala que ha conversado con muchos amigos muertos y que el límite entre la vida y la muerte se está borrando. La vida y la muerte (Nuestra vida después de la muerte, 1916). El propio Amado Nervo en sus crónicas cita el libro en el que Lodge explica su experiencia con el espiritismo y su hijo muerto en combate en 1915. Raymond or life and death, (Cfr. «Los muertos» en Crónicas, pp. 113-122. Caracas: Ayacucho, 1996) «it is the end of stage not the end of the journey». (N. del E.)

 

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Esquilo (525-456 a. C.) participó en la batalla de Maratón. Su experiencia de la guerra le mueve a escribir obras como Los siete contra Tebas, o Los persas. En este caso se trata de La Orestiada, y en ella la sombra de Clitemnestra dice: «Contempla estas heridas; míralas con los ojos del alma, más despiertos aún y perspicaces en el sueño». La Orestiada, Tragedias completas, Madrid: Edaf, 1982, p. 279. (N. del E.)

 

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Villiers de L'îsle Adam (1838-1889), escritor del simbolismo francés, destaca por sus cuentos en los que mezcla el esoterismo, la ciencia ficción y el relato de terror, colaboró en el Parnasse y en la Comuna de París. «À ces cœurs élus, tout trempés de foi, la Mort n'inspire que des battements d'espérance; en eux une sorte d'Amour-phénix a consumé la poussière de ses ailes pour ne renaître qu'immortel; ils n'ont accepté de la terre que l'effort seul qu'elle nécessite pour s'en détacher. L'amour supreme (cuentos). Paris: M. de Brunhoff, 1886, pp. 2-3. (Traducción: «a sus corazones elegidos, totalmente impregnados por la fe, la Muerte inspira sólo golpes de esperanza; en ellos un tipo de Amor-phénix consumió el polvo de sus alas para renacer inmortal; aceptaron de la tierra tan sólo el esfuerzo que necesitaba para desprenderse»). (N. del E.)

 

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Alfred Tennyson, Maud and other poems, London: Edward Moxon, &CO, 1859, IV, p. 95. «O that 'twere posible/ After long grief and pain/ To find the arms of my true love/ Round me once again! [...] A shadow flits before me,/ [...] Ah, Christ! that it were possible/ For one short hour to see...», etc. (Traducción: «Oh que fuera posible después de tan gran dolor, poder encontrar las armas de mi verdadero amor, de nuevo a mi alrededor. Una sombra escapada delante de mí, [...] Ah Cristo, que fuera posible durante una breve hora contemplar a las almas que amamos para que nos dijeran qué es y dónde están»). (N. del E.)

 

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Francisco de Villaespesa (1877-1936), periodista y poeta de origen granadino, se unió al movimiento modernista y destacó como autor teatral. El poema al que se refiere Nervo es «Balada de amor». «Llamaron quedo, muy quedo,/ a las puertas de la casa./ -¿Será la Muerte? -le dije.../ Ella no me dijo nada...// Y se quedó inmóvil, rígida,/ sobre la blanca almohada,/ las manos como la cera/ y las mejillas muy pálidas». Poesías Completas. Madrid: Ed. Aguilar, 1954, col. Joya, Tomo I. (N. del E.)