—147→
Júntanse los caciques y señores principales
a consejo general en el valle de Arauco. Mata Tucapel al
cacique Puchecalco, y Caupolicán viene con poderoso
ejército sobre la ciudad Imperial, fundada en el valle
de Cautén.
Un limpio honor del ánimo ofendido | |||
jamás puede olvidar aquella afrenta, | |||
trayendo al hombre siempre así encogido | |||
que dello sin hablar da larga cuenta: | |||
y en el mayor contento, desabrido | 5 | ||
se le pone delante, y representa | |||
la dura y grave afrenta, con un miedo | |||
que todos le señalan con el dedo. | |||
Si bien esto los nuestros lo miraran | |||
y al temor con esfuerzo resistieran, | 10 | ||
sus haciendas y casas sustentaran, | |||
y en la justa demanda fenecieran: | |||
de mil desabrimientos no gustaran, | |||
ni al terrero del vulgo se pusieran; | |||
del vulgo, que jamás dice lo bueno, | 15 | ||
ni en decir los defectos tiene freno. | |||
—148→ | |||
Pero de un bando y de otro contemplada | |||
la diferencia en número de gentes, | |||
la ciudad sin reparos, descercada, | |||
con otra infinidad de inconvenientes: | 20 | ||
y el ver puestas al filo de la espada | |||
las gargantas de tantos inocentes, | |||
niños, mujeres, vírgenes sin culpa, | |||
será bastante y lícita disculpa. | |||
Si no es disculpa y causa lo que digo, | 25 | ||
se puede atribuir este suceso | |||
a que fue del Señor justo castigo, | |||
visto de su soberbia el gran exceso: | |||
permitiendo que el bárbaro enemigo, | |||
aquél que fue su súbdito y opreso, | 30 | ||
los eche de su tierra y posesiones, | |||
y les ponga el honor en opiniones. | |||
Bien que en la Concepción copia de gente | |||
estaba a la sazón, pero gran parte | |||
de barba blanca y arrugada frente, | 35 | ||
inútil en la dura y bélica arte, | |||
y poca de la edad más suficiente | |||
a resistir el gran rigor de Marte | |||
y a la parcial fortuna, que se muestra | |||
en todos los sucesos ya siniestra. | 40 | ||
¿Quién podrá con el bando lautarino, | |||
viendo que su opinión tanto crecía, | |||
y la fortuna próspera el camino | |||
en nuestro daño y su provecho abría? | |||
No piensa reparar hasta el divino | 45 | ||
cielo y arruïnar su monarquía, | |||
haciendo aquellos bárbaros bizarros, | |||
grandes fieros, bravezas y desgarros. | |||
—149→ | |||
Pues el pueblo de Penco desolado | |||
y de la fiera llama consumido, | 50 | ||
dije como a gran priesa había llegado | |||
un indio mensajero, conocido, | |||
que por Caupolicán era enviado; | |||
y habiendo de su parte encarecido | |||
la gran batalla, digna de memoria, | 55 | ||
las gracias les rindió de la vitoria. | |||
Dijo también, sin alargar razones, | |||
que el general mandaba que partiese | |||
Lautaro con los prestos escuadrones, | |||
y en el valle de Arauco se metiese, | 60 | ||
donde el senado y junta de varones | |||
tratase lo que más les conviniese; | |||
pues en fértil valle hay aparejo | |||
para la junta y general consejo. | |||
En oyendo Lautaro aquel mandato, | 65 | ||
levanta el campo, sin parar camina, | |||
deja gran tierra atrás, y en poco rato | |||
al monte Andalicano se avecina: | |||
y por llegar con súbito rebato | |||
el camino torció por la marina, | 70 | ||
ganoso de burlar al bando amigo, | |||
tomando el nombre y voz del enemigo. | |||
Tanto marchó, que al asomar del día | |||
dio sobre el general súbitamente, | |||
con una baraúnda y vocería | 75 | ||
que puso en arma y alteró la gente: | |||
mas vuelto el alboroto en alegría, | |||
conocida la burla claramente, | |||
los unos y los otros sin firmarse | |||
sueltas las armas corren a abrazarse. | 80 | ||
—150→ | |||
Caupolicán alegre, humano y grave, | |||
los recibe, abrazando al buen Lautaro, | |||
y con regalo y plática süave | |||
le da prendas y honor de hermano caro: | |||
la gente, que de gozo en sí no cabe, | 85 | ||
por la ribera de un arroyo claro, | |||
en juntas y corrillos derramada, | |||
celebra de beber la fiesta usada. | |||
Algún tiempo pasaron después de esto | |||
antes que el gran senado fuese junto, | 90 | ||
tratando en su jornada y presupuesto | |||
desde el principio al fin sin faltar punto: | |||
pero al término justo y plazo puesto | |||
llegó la demás gente, y todo a punto, | |||
los principales hombres de la tierra | 95 | ||
entraron en consulta a uso de guerra. | |||
Llevaba el general aquel vestido | |||
con que Valdivia ante él fue presentado; | |||
era de verde y púrpura, tejido | |||
con rica plata y oro recamado, | 100 | ||
un peto fuerte, en buena guerra habido, | |||
de fina pasta y temple relevado, | |||
la celada de claro y limpio acero, | |||
y un mundo de esmeralda por cimero. | |||
Todos los capitanes señalados | 105 | ||
a la española usanza se vestían, | |||
la gente del común y los soldados | |||
se visten del despojo que traían; | |||
calzas, jubones, cueros desgarrados, | |||
en gran estima y precio se tenían; | 110 | ||
por inútil y bajo se juzgaba | |||
el que español despojo no llevaba. | |||
—151→ | |||
A manera de triunfos, ordenaron | |||
el venir a la junta así vestidos | |||
y en el consejo, como digo, entraron | 115 | ||
ciento y treinta caciques escogidos: | |||
por su costumbre antigua se sentaron, | |||
según que por la espada eran tenidos. | |||
Estando en gran silencio el pueblo ufano, | |||
así soltó la voz Caupolicano.- | 120 | ||
«Bien entendido tengo yo, varones, | |||
para que nuestra fama se acreciente, | |||
que no es menester fuerza de razones, | |||
mas sólo el apuntarlo brevemente; | |||
que, según vuestros fuertes corazones, | 125 | ||
entrar la España pienso fácilmente, | |||
y el gran Emperador, invicto Carlo | |||
al dominio araucano sujetarlo. | |||
»Los españoles vemos que ya entienden | |||
el peso de las mazas barreadas, | 130 | ||
pues ni en campo ni en muro nos atienden: | |||
sabemos cómo cortan sus espadas, | |||
y cuán poco las mallas los defienden | |||
del corte de las hachas aceradas; | |||
si sus picas son largas y fornidas, | 135 | ||
con las vuestras han sido ya medidas. | |||
»De vuestro intento asegurarme quiero, | |||
pues estoy del valor tan satisfecho, | |||
que gruesos muros de templado acero | |||
allanaréis poniéndoles el pecho: | 140 | ||
con esta confianza, yo el primero | |||
seguiré vuestro bando y el derecho | |||
que tenéis de ganar la fuerte España | |||
y conquistar del mundo la campaña. | |||
—152→ | |||
»La deidad de esta gente entenderemos | 145 | ||
y si del alto cielo cristalino | |||
deciende, como dicen, abriremos | |||
a puro hierro anchísimo camino; | |||
su género y linaje asolaremos: | |||
que no bastará ejército divino, | 150 | ||
ni divino poder, esfuerzo y arte, | |||
si todos nos hacemos a una parte. | |||
»En fin, fuertes guerreros, como digo, | |||
no puede mi intención más declararse. | |||
Aquél que me quisiere por amigo, | 155 | ||
a tiempo está que puede señalarse: | |||
ténganme desde aquí por enemigo | |||
el que quisiere a paces arrimarse».- | |||
Aquí dio fin y su intención propuesta, | |||
esperaba sereno la respuesta. | 160 | ||
Ceja no se movió, y aun el aliento | |||
apenas al espíritu halló vía | |||
mientras duró el soberbio parlamento, | |||
que el gran Caupolicano les hacía. | |||
Hubo en el responder el cumplimiento | 165 | ||
y ceremonia usada en cortesía; | |||
a Lautaro tocaba, y excusado, | |||
Lincoya así responde levantado.- | |||
«Señor, yo no me he visto tan gozoso | |||
después que en este triste mundo vivo, | 170 | ||
como en ver manifiesto el valeroso | |||
intento tuyo, el ánimo y motivo: | |||
y así, por pensamiento tan glorioso, | |||
me ofrezco por tu siervo y tu cautivo: | |||
que no quiero ser rey del cielo y tierra | 175 | ||
si hubiese de acabarse aquí la guerra. | |||
—153→ | |||
»Y en testimonio desto, yo te juro | |||
de te seguir y acompañar de hecho; | |||
ni por áspero caso, adverso y duro | |||
a la patria volver jamás el pecho: | 180 | ||
desto puedes, señor, estar seguro; | |||
y todo faltará y será deshecho | |||
antes que la palabra acreditada | |||
de un hombre como yo por prenda dada.»- | |||
Así dijo; y tras él, aunque rogado, | 185 | ||
el buen Peteguelén, Curaca anciano, | |||
de condición muy áspera enojado, | |||
pero afable en la paz, fácil y humano; | |||
viejo, enjuto, dispuesto, bien trazado, | |||
señor de aquel hermoso y fértil llano, | 190 | ||
con espaciosa voz y grave gesto | |||
propuso en sus razones sabias esto.- | |||
«Fuerte varón y capitán perfeto, | |||
no dejaré de ser el delantero | |||
a probar la fineza deste peto | 195 | ||
y si mi hacha rompe el fino acero; | |||
mas, como quien lo entiende, te prometo | |||
que falta por hacer mucho primero | |||
que salgan españoles desta tierra, | |||
cuanto más ir a España a mover guerra. | 200 | ||
»Bien será que, señor, nos contentemos | |||
con lo que nos dejaron los pasados, | |||
y a nuestros enemigos desterremos, | |||
que están en lo más dello apoderados: | |||
después, por el suceso entenderemos | 205 | ||
mejor el disponer de nuestros hados. | |||
Esto a mí me parece; y quien quisiere | |||
proponga otra razón si mejor fuere.»- | |||
—154→ | |||
Callando este cacique, se adelanta | |||
Tucapelo, de cólera encendido, | 210 | ||
y sin respeto así la voz levanta | |||
con un tono soberbio y atrevido, | |||
diciendo: «A mí la España no me espanta, | |||
y no quiero por hombre ser tenido | |||
si solo no arruïno a los cristianos, | 215 | ||
ora sean divinos, ora humanos. | |||
»Pues lanzarlos de Chile y destruirlos | |||
no será para mí bastante guerra; | |||
que pienso, si me esperan, confundirlos | |||
en el profundo centro de la tierra; | 220 | ||
y si huyen, mi maza ha de seguirlos, | |||
que es la que deste mundo los destierra: | |||
por eso no nos ponga nadie miedo, | |||
que aún no haré en hacerlo lo que puedo. | |||
»Y por mi diestro brazo os aseguro, | 225 | ||
si la maza dos años me sustenta, | |||
a despecho del cielo, a hierro puro | |||
de dar desto descargo y buena cuenta, | |||
y no dejar de España enhiesto muro; | |||
y aun el ánimo a más se me acrecienta, | 230 | ||
que después que allanare el ancho suelo, | |||
a guerra incitaré al supremo cielo. | |||
»Que no son hados, es pura flaqueza | |||
la que nos pone estorbos y embarazos: | |||
pensar que haya fortuna, es gran simpleza, | 235 | ||
la fortuna es la fuerza de los brazos: | |||
la máquina del cielo y fortaleza | |||
vendrá primero abajo hecha pedazos, | |||
que Tucapel en esta y otra empresa | |||
falte un mínimo punto en su promesa.»- | 240 | ||
—155→ | |||
Peteguelén, la vieja sangre fría | |||
se le encendió de rabia, y levantado | |||
le dice: «¡Oh arrogante! La osadía | |||
sin discreción jamás fue de esforzado...» | |||
Pero Caupolicán, que conocía | 245 | ||
del viejo a tiempo el ánimo arrojado, | |||
con discreción le ataja las razones, | |||
haciendo proponer a otros varones. | |||
Purén se ofrece allí, y Angol se ofrece | |||
no con menor braveza y desatiento: | 250 | ||
Ongolmo no quedó, según parece, | |||
de mostrar su soberbio pensamiento: | |||
del uno en otro multiplica y crece | |||
el número en el mismo ofrecimiento. | |||
Colocolo, que atento estaba a todo, | 255 | ||
sacó la voz, diciendo de este modo.- | |||
«La verde edad os lleva a ser furiosos, | |||
¡oh hijos!, y nosotros los ancianos | |||
no somos en el mundo provechosos | |||
más de para decir consejos sanos; | 260 | ||
que no nos ciegan humos vaporosos | |||
del juvenil hervor y años lozanos: | |||
y así, como más libres, entendemos | |||
lo que siendo mancebos no podemos. | |||
»Vosotros, capitanes esforzados, | 265 | ||
de sola una vitoria envanecidos, | |||
estáis de tal manera levantados, | |||
que os parecen ya pocos los nacidos: | |||
templad, templad los pechos alterados | |||
y esos vanos esfuerzos mal regidos; | 270 | ||
no hagáis de españoles tal desprecio, | |||
que no venden sus vidas a mal precio. | |||
—156→ | |||
»Si dos veces, por dicha, los vencistes, | |||
mirad cuando primero aquí vinieron | |||
que resistir su fuerza no pudistes, | 275 | ||
pues más de cinco veces os vencieron: | |||
En el licúreo campo ya lo vistes | |||
lo que solos catorce allí hicieron: | |||
no será poco hecho y buen partido | |||
cobrar la tierra y crédito perdido. | 280 | ||
»Debemos procurar con seso y arte | |||
redimir nuestra patria, y libertarnos, | |||
dando a vuestras bravezas menos parte, | |||
pues más pueden dañar que aprovecharnos. | |||
¡Oh hijo de Leocán!, quiero avisarte, | 285 | ||
si quieres como sabio gobernarnos, | |||
que temples esta furia, y con maduro | |||
seso pongas remedio en lo futuro. | |||
»El consejo más sano y conveniente | |||
es que el campo en tres bandas repartido, | 290 | ||
a un tiempo, aunque por parte diferente, | |||
dé sobre el Cautén, pueblo aborrecido: | |||
bien que esté en su defensa buena gente, | |||
es poca; y este asiento destruïdo, | |||
Valdivia de allanar fácil sería, | 295 | ||
pues no alcanza arcabuz ni artillería. | |||
»Sólo a mí Santiago me da pena; | |||
pero modo a su tiempo buscaremos | |||
para poderla entrar, y La Serena | |||
fácilmente después la allanaremos. | 300 | ||
Aunque sujeto a lo que el hado ordena, | |||
es el mejor camino que tenemos.» | |||
Acabando con esto el sabio viejo, | |||
a muchos pareció bien su consejo. | |||
—157→ | |||
Tras este otro Curaca, hechicero, | 305 | ||
de la vejez decrépita impedido, | |||
Puchecalco se llama el agorero, | |||
por sabio en los pronósticos tenido, | |||
con profundo suspiro, íntimo y fiero, | |||
comienza así a decir entristecido: | 310 | ||
«Al negro Eponamón doy por testigo | |||
de lo que siempre he dicho y ahora digo. | |||
»Por un término breve se os concede | |||
la libertad, y habéis lo más gozado: | |||
mudarse esta sentencia ya no puede, | 315 | ||
que está por las estrellas ordenado, | |||
y que fortuna en vuestro daño ruede: | |||
mirad que os llama ya el preciso hado | |||
a dura sujeción y trances fuertes: | |||
repárense a lo menos tantas muertes. | 320 | ||
»El aire de señales anda lleno, | |||
y las nocturnas aves van turbando | |||
con sordo vuelo el claro día sereno, | |||
mil prodigios funestos anunciando: | |||
las plantas con sobrado humor terreno | 325 | ||
se van, sin producir fruto, secando: | |||
las estrellas, la luna, el sol lo afirman; | |||
cien mil agüeros tristes lo confirman. | |||
»Mírolo todo, y todo contemplado, | |||
no sé en qué pueda yo esperar consuelo, | 330 | ||
que de su espada el Orïón armado | |||
con gran ruïna ya amenaza el suelo: | |||
Júpiter se ha al Ocaso retirado; | |||
sólo Marte sangriento posee el cielo, | |||
que, denotando la futura guerra, | 335 | ||
enciende un fuego bélico en la tierra. | |||
—158→ | |||
»Ya la furiosa Muerte irreparable, | |||
viene a nosotros con airada diestra; | |||
y la amiga Fortuna favorable | |||
con diferente rostro se nos muestra; | 340 | ||
y Eponamón horrendo y espantable, | |||
envuelto en la caliente sangre nuestra, | |||
la corva garra tiende, el cerro yerto, | |||
llevándonos al no sabido puerto.» | |||
Tucapel, que de rabia reventando | 345 | ||
estaba oyendo al viejo, más no atiende, | |||
que dice: «Yo veré si adivinando | |||
de mi maza este necio se defiende.» | |||
Diciendo esto, y la maza levantando, | |||
la derriba sobre él, y así lo tiende, | 350 | ||
que jamás mudó curso de planeta | |||
ni fue más adivino ni profeta. | |||
Quedole desto el brazo tan sabroso, | |||
según la muestra, que movido estuvo | |||
de dar tras el senado religioso, | 355 | ||
y no sé la razón que lo detuvo. | |||
Caupolicán, atónito y rabioso | |||
trasportada la mente un rato estuvo; | |||
mas vuelto en sí, con voz horrible y fiera | |||
gritaba: «¡Capitanes, muera! ¡Muera!» | 360 | ||
No le dio tanto gusto a aquella gente | |||
lo que Caupolicano le decía, | |||
cuanto al soberbio bárbaro impaciente | |||
viendo que ocasión tal se le ofrecía: | |||
era alto el tribunal, pero el valiente | 365 | ||
los hace saltar de él tan a porfía, | |||
que ciento y treinta que eran, en un punto | |||
saltan los ciento y él tras ellos junto. | |||
—159→ | |||
Los que en el alto tribunal quedaron | |||
son los en esta historia señalados, | 370 | ||
que jamás de su asiento se mudaron, | |||
de donde lo miraban sosegados: | |||
que de ver uno solo no curaron | |||
mostrarse por tan poco alborotados, | |||
aunque los que saltaron de tan alto | 375 | ||
en menos estimaron aquel salto. | |||
Cubierto Tucapel de fina malla | |||
saltó como un ligero y suelto pardo | |||
en medio de la tímida canalla, | |||
haciendo plaza el bárbaro gallardo: | 380 | ||
con silbos, grita, en desigual batalla, | |||
con piedra, palo, flecha, lanza y dardo | |||
le persigue la gente de manera | |||
como si fuera toro o brava fiera. | |||
Según suele jugar por gran destreza | 385 | ||
el liviano montante un buen maestro, | |||
hiriendo con extraña ligereza | |||
delante, atrás, a diestro y a siniestro; | |||
con más desenvoltura y más presteza, | |||
mostrándose en los golpes fuerte y diestro, | 390 | ||
el fiero Tucapel en la pelea | |||
con la pesada maza se rodea. | |||
De tullir y mancar no se contenta, | |||
ni para contentarse esto le basta; | |||
sólo de aquellos tristes hace cuenta | 395 | ||
que su maza los hace torta o pasta: | |||
rompe, magulla, muele y atormenta, | |||
desgobierna, destroza, estropia y gasta: | |||
tiros llueven sobre él arrojadizos | |||
cual tempestad furiosa de granizos. | 400 | ||
—160→ | |||
Pero sin miedo el bárbaro sangriento | |||
por las espesas armas discurría; | |||
brazos, cabezas y ánimos sin cuento | |||
soberbios quebrantó en solo aquel día; | |||
y cual menuda lluvia por el viento | 405 | ||
la sangre y frescos sesos esparcía: | |||
no discierne al pariente del extraño, | |||
haciéndolos iguales en el daño. | |||
Las armas eran sólo en defenderle | |||
de la canalla bárbara araucana, | 410 | ||
que en montón trabajaba de ofenderle; | |||
mas el temor la ofensa hacía liviana. | |||
Era, cierto, admirable cosa verle | |||
saltar y acometer con furia insana, | |||
desmembrando la gente, sin poderse | 415 | ||
de su maza y presteza defenderse. | |||
Caupolicán, del caso no pensado | |||
en tal furor y cólera se enciende, | |||
que estaba de bajar determinado | |||
aunque su gravedad se lo defiende: | 420 | ||
pero Lautaro alegre y admirado | |||
miraba cómo solo así contiende | |||
un hombre contra tanto barbarismo, | |||
incrédulo y dudoso de sí mismo. | |||
Y en esto al General, con el debido | 425 | ||
respeto y ojos bajos en el suelo | |||
le dice: «Una merced, señor, te pido, | |||
si algo merecen mi intención y celo, | |||
y es, que el gran desacato cometido, | |||
perdones francamente a Tucapelo, | 430 | ||
pues ha mostrado en campo claramente | |||
valer él más que toda aquella gente.» | |||
—161→ | |||
Perplejo el General estaba en duda; | |||
pero mirando al fin quién lo pedía, | |||
luego el ejecutivo intento muda, | 435 | ||
y con el rostro alegre respondía: | |||
«Él ha tenido en vos bastante ayuda, | |||
por la cual le perdono», y más decía, | |||
que fuese a las escuadras, y mandase | |||
que el combatirle más luego cesase. | 440 | ||
Baja Lautaro al campo, y prestamente | |||
el rico cuerno a retirar tocaba, | |||
al son del cual se recogió la gente, | |||
que recogerse a nadie le pesaba: | |||
sólo lo siente el bárbaro valiente, | 445 | ||
que satisfecho a su labor no estaba; | |||
y volviendo a Lautaro el fiero gesto, | |||
en alta y libre voz le dijo aquesto:- | |||
«¿Cómo, buen capitán, has estorbado | |||
el tomar desta vil canalla emienda, | 450 | ||
y verme destos rústicos vengado | |||
para que mi valor mejor se entienda?» | |||
Lautaro le responde: «Es excusado | |||
quien viniere contigo a la contienda | |||
que se pueda valer contra tu diestra, | 455 | ||
según que dello has dado aquí la muestra. | |||
»Conmigo puedes ir, que te aseguro | |||
que ningún daño y mal te sobrevenga.» | |||
Tucapel le responde: «Yo te juro | |||
que un paso ese temor no me detenga: | 460 | ||
mi maza es la que a mí me da el seguro; | |||
lo demás como quiera vaya y venga: | |||
que el miedo es de los niños y mujeres. | |||
Sus, alto, vamos luego a do quisieres.» | |||
—162→ | |||
Juntos los dos al tribunal llegando, | 465 | ||
Tucapel de Lautaro adelantado | |||
subió por la escalera, no mostrando | |||
punto de alteración por lo pasado: | |||
el sagaz General disimulando | |||
con graciosa aparencia le ha tratado; | 470 | ||
y de la rota plática el estilo | |||
Lautaro así diciendo añudó el hilo: | |||
«Invicto capitán, yo he estado atento | |||
a lo que estos varones han propuesto, | |||
y no sé figurarte el gran contento | 475 | ||
que me da ver su esfuerzo manifiesto: | |||
si de servirte tengo sano intento, | |||
mis obras por las tuyas dirán esto; | |||
pues para ser del todo agradecidas | |||
será poco perder por ti mil vidas. | 480 | ||
»Estos fuertes guerreros ayudarte | |||
quieren a restaurar la propia tierra, | |||
porque en ello les va también su parte, | |||
y por el vicio grande de la guerra: | |||
no puedo yo dejar de aconsejarte, | 485 | ||
aunque todo el consejo en ti se encierra, | |||
aquello que mejor me pareciere | |||
y más bien al bien público viniere. | |||
»Es mi voto que debes atenerte | |||
al consejo, con término discreto, | 490 | ||
del sabio Colocolo; que por suerte | |||
le cupo ser en todo tan perfeto: | |||
así que, gran señor, sin detenerte, | |||
cumple que esto se ponga por efeto | |||
antes que los cristianos se aperciban, | 495 | ||
porque más flacamente nos reciban. | |||
—163→ | |||
»Y pues que Mapochó sólo es temido, | |||
después que lo demás esté allanado, | |||
por el potente Eponamón te pido | |||
que el cargo de asolarle me sea dado: | 500 | ||
la tierra palmo a palmo la he medido, | |||
con españoles siempre he militado: | |||
entiendo sus astucias e invenciones, | |||
el modo, el arte, el tiempo y ocasiones. | |||
»Quinientos araucanos solamente | 505 | ||
quiero para la empresa que yo digo, | |||
escogidos en toda nuestra gente: | |||
un soldado de más no ha de ir conmigo. | |||
Aquí lo digo, estando tú presente | |||
y estos sabios caciques, que me obligo | 510 | ||
de darte la ciudad puesta en las manos | |||
con cien cabezas nobles de cristianos.» | |||
Aquí se cerró el bárbaro orgulloso | |||
y gran rato sobre ello platicaron: | |||
pareciéndoles modo provechoso, | 515 | ||
todos en este acuerdo concordaron: | |||
después do estaba el pueblo deseoso | |||
de saber novedades, se bajaron, | |||
donde lo difinido y decretado | |||
con general pregón fue declarado. | 520 | ||
Estuvieron allí catorce días | |||
en grande regocijo y mucha fiesta, | |||
ocupados en juegos y alegrías, | |||
y en quién más veces bebe sobre apuesta: | |||
después contra los pueblos del Mesías | 525 | ||
la alborozada gente en orden puesta, | |||
marcha Caupolicán con la vanguardia, | |||
quedando Lemolemo en retaguardia. | |||
—164→ | |||
Cerca llegó el ejército furioso | |||
de la Imperial, fundada en sitio fuerte, | 530 | ||
donde el fiero enemigo vitorioso | |||
la pensaba entregar presto a la muerte: | |||
mas el Eterno Padre poderoso | |||
lo dispone y ordena de otra suerte, | |||
dilatando el azote merecido, | 535 | ||
como veréis, prestando atento oïdo. |