Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

Retrato de Ercilla

Poco explícito se manifiesta el autor de estas líneas sobre si realmente representa o no ese retrato a Ercilla, pues al paso que en una parte de su obra dice, refiriéndose en general a los últimos años del siglo XV, que «pudo el Greco retratar en Toledo al épico Ercilla, y representarlo justamente coronado de laureles por la segunda parte de su Poema»598, añade en otro lugar; después de emitir la creencia de que corre riesgo de llegar a ser descalificado «por lo que toca al autor á quien se le atribuye: y como la persona sigue siendo un misterio, pues á Ercilla, con quien ha querido identificársele, en nada se parece, á juzgar por las estampas de la época que de éste nos quedan, -singularmente el grabado en madera, de Arfe, que ilustra las ediciones de La Araucana, de Madrid, de 1578 y 1590-, y además, el cuadro, si no fuera auténtico, me parece, sin embargo, español, de linaje y época del Greco, y por último, de España procede, bien podría ponerse este retrato al lado de los de la "nobleza", el "pueblo" y las "letras", como genuina representación personal de toda la "poesía" castellana»599.

  —254→  

Resulta, pues, así, en resumen, que tal retrato en nada se parece a Ercilla, ni, fuera de esto, -que no es poco-, cabe decir que, si es obra del Greco de los años 1590-1600, mal pudo pintar a Ercilla en la figura de un poeta que representa no más de cuarenta años, digamos, siendo que, tomando por base el primero de los de aquel período de los trabajos del Greco, habría enterado ya los 157 de su edad; ni menos es admisible que hubiera podido ser retratado en ese tiempo en Toledo, cuando por lo que sabemos de su vida no hay antecedente alguno que permita hacer viable la sospecha siquiera de que residiera por un tiempo más o menos largo en aquella ciudad. Por otra parte, la corona de laurel nos parece que simboliza en este caso la alusión a alguno de los vates que por aquellos días fueron calificados de divinos por sus contemporáneos, entre quienes no se contó, seguramente, Ercilla600.

Imagen