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141

El propósito con que hizo ese viaje lo expresa en la pregunta 31 del interrogatorio de su información de servicios. (Documentos inéditos, t. XXVII, p. 12). En su carta al Consejo de Indias, que carece de fecha y data, se limita a decir que «subió» a la Imperial. Los testigos declaran lo que al respecto de que eran preguntados hizo don García; pero Ercilla se manifiesta en su poema perfectamente sabedor del motivo de su viaje:


Que las demás ciudades trabajadas
de las pasadas guerras, nos llamaban,
y las leyes sin fuerza arrinconadas,
aunque mudas, de lejos voceaban:
Las cosas de su asiento desquiciadas,
todos sin gobernarse gobernaban,
estando de perderse el reino a canto
por falta de gobierno habiendo tanto.



 

142

Respuesta de Alonso de Reinoso a la pregunta primera del interrogatorio de servicios de don Miguel de Velasco y Avendaño: «...este testigo sabe que después de poblada la ciudad de Cañete, al tiempo quel gobernador don García de Mendoza salió Bella, que fue desde a dos días...» Documentos inéditos, t. X, p. 359.

 

143

Recuérdese sobre este hecho lo que acabamos de consignar en la nota 150.

 

144

El primer documento oficial emanado de don García que hasta ahora poco se conocía fechado en aquella ciudad, es la carta que en uno de los primeros días de febrero dirigió al Consejo de Indias, dando cuenta de la pacificación de los indios de la provincia de Arauco y de la fundación de las ciudades de Concepción y Cañete. Con el hallazgo del poder que extendió allí a Bastida, ya no puede caber duda de que había arribado a esa ciudad en uno de los días que indicamos.

 

145

Concuerda en absoluto la relación de Ercilla con lo que decía don Miguel de Velasco y Avendaño, que fue el capitán encargado de mandarlos: «...que luego que el dicho señor Gobernador, sabida la dicha nueva, me mandó apercebir y que fuese con treinta soldados al socorro de la dicha ciudad...» Pregunta 21 de su interrogatorio. (Documentos inéditos, t. X, p. 347).

Esto mismo repite en la pregunta 11 de otro de sus interrogatorios (Documentos inéditos, t., X, p. 391): «... yendo con el dicho Gobernador a la ciudad imperial... me mandó volver a socorrer los españoles que quedaron poblados en la dicha ciudad de Cañete...; y ansí fuí con treinta de a caballo...»

Y Alonso de Reinoso, que los vio llegar a Cañete: «...envió al dicho don Miguel de Avendaño para socorro della, por capitán de treinta hombres...» Id., id., p. 360.

Martín Ruiz de Gamboa señala también ese número: «... fuí uno de los 30 que se inviaron a su socorro [de Cañete]...» Documentos inéditos, t. XIX, p. 345.

Entre esos treinta soldados, se contaban, pues, Ruiz de Gamboa, Gaspar de Villarroel, Gómez de Lagos y Juan Núñez, según expresamente lo afirman estos dos últimos en sus respuestas a la pregunta 11 del interrogatorio del primero. Documentos inéditos; XVII, pp. 85 y 91. Es casi seguro que también formaran parte de ese número algunos de los que Velasco llamó a declarar y cuyos nombres hubimos de limitarnos a copiar en la página 393 del tomo X citado.

Notaremos, finalmente, que, al paso que Lagos dice que la partida de la Imperial se verificó «habiendo llegado a la ciudad Imperial», Núñez sostiene que la noticia de la esperada revuelta de los indios, llegó a la Imperial «desde a seis o siete días que estaba allí...»

Advertiremos que Ercilla en su respuesta a la pregunta 10 del interrogatorio de Irarrázabal, (Documentos, p. 32) dijo que el número de hombres despachados por don García fue sólo de 28, que así le engañaban sus recuerdos: error de que hubo de salir antes de publicar La Araucana, en la cual, según queda dicho, se ajustó a la verdad del hecho.

 

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Confirma lo que Ercilla dice acerca del camino que siguió al regresar a Cañete la relación de Góngora Marmolejo: «Este mismo día llegó don Miguel de Velasco, a quien don García había enviado, desde la Imperial con sesenta hombres por el camino de la costa...» Página 82. Se equivoca, sin embargo, el cronista en el número de que constaba el socorro, que ya queda indicado, fue sólo de 30 hombres.

Todavía con más precisión apunta Velasco la ruta seguida, su llegada al fuerte y demás sucesos posteriores de aquella jornada en lo restante de su pregunta mencionada: «y abriendo camino llegamos a tiempo a la dicha ciudad, que el día siguiente después de llegados vino toda la tierra y comarca sobre la dicha cibdad e fuerte que estaba hecho por los españoles que allí estaban, y estando cercados, y salí yo con la gente de caballo, y que truje (sic) a los dichos naturales y los desbaratamos...» Documentos, p. 38 . Ercilla contestó que «fué como la pregunta lo dice e declara...» Id., p. 39.

 

147

Repite más adelante (506-2-6 a 8) el camino que siguió y cómo su llegada se verificó en la víspera del combate:


Por la montaña y costa montuosa,
al socorro llegué aquel mismo día
con los treinta que dije en compañía.



Tal como lo afirmaba Avendaño y lo repetía el poeta contestando a su pregunta. Y aquí tenemos que poner de manifiesto otra variante entre el texto de La Araucana y lo dicho por su autor contestando a la pregunta 10 del interrogatorio de Irarrázabal, en la cual expresó que «llegados a la dicha ciudad, al tercero día después de llegados...» (Documentos, p. 32).

Este aserto del poeta, enmendados sus recuerdos, lo modificó en su poema, dejándolo en lo cierto. Ya el señor Errázuriz lo manifestó así (nota a la página 239 de Don García) invocando lo expresado sobre el particular por Velasco y por Reinoso; a que podemos añadir, además, el testimonio de Martín Ruiz de Gamboa, que fue, como hemos visto, uno de esos treinta hombres que llegaron al fuerte. Dice, pues; en la pregunta 9 de una de sus informaciones (Documentos inéditos, t. XIX, p. 254:) «...y llegamos a tan buen tiempo, que otro día vinieron gran número de naturales sobre la dicha ciudad...»

 

148

No hay antecedente alguno categórico para señalar el día del combate: todo no pasa en este caso de simples conjeturas sacadas de la ilación de los sucesos. Como el señor Errázuriz, creemos que el asalto de los indios debió de tener lugar el 5 de febrero; los 30 hombres de Velasco dijimos que habían sido despachados desde la Imperial el 1.º o 2 de ese mes; andarían, probablemente, la distancia que los separaba de Cañete en tres días; habrían, por consiguiente, llegado al fuerte el 4, y ya sabemos que el combate tuvo lugar al día siguiente.

 

149

La Araucana, 517-1-1 a 4:


Nosotros en su incierto rastro a tino
andábamos haciendo mil jornadas,
no dejando lugar circunvecino
que no diésemos salto y trasnochadas.



 

150

Así resulta de una declaración de Reinoso, jefe de aquel fuerte, en la cual dice «que otro día (entiéndase siguiente por otro) después de haber desbaratado los enemigos, dicho don Miguel [de Velasco] se volvió con la gente que trajo...»