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21

Alcides y Anteo, p. 170; Aníbal, p. 252; Ibico, p. 191; Nerón, p. 249; Tifeo, Icaro, p. 103, 154.

En el índice alfabético de nombres propios del texto del poema pueden verse -todos los de personajes mitológicos, griegos y latinos en él rememorados; sin los que aquí apuntamos, recordaremos los de César, Augusto, Marco Antonio, Aníbal, Nerón; los de Amiclas, Ulises, Euricio. Dédalo; Tesifón, Jasón, Alejandro, Semíramis, etc., etc.

 

22

Hubo todavía otra anterior, sin fecha, que se repitió después en 1566, 1574 y 1577. También pudo conocer a Ovidio, de cuyas Transformaciones se hizo edición castellana en Toledo en 1550.

 

23

En nuestras apuntaciones lexicográficas del poema hemos cuidado de consignar esas referencias.

 

24

Circulaba en España, desde 1547, la Suma de Filosofía natural de Alonso de Fuentes, libro en el cual pudo beber el poeta sus nociones de ambas ciencias.

 

25

Salieron en 1550, 1556, 1558 y 1564, y las hubo posteriores de 1572, 1575, 1577 y 1583. La versión en prosa de la obra del poeta italiano, hecha por Diego Vázquez de Contreras, fue precisamente Ercilla quien la aprobó.

 

26

Al Dante lo menciona en su obra, y también al Petrarca (240-1-5, 6:)


Dante, Ariosto, Petrarca y el Ibero Amor los trujo a tanta delgadeza...;



y con El Ibero, creemos que alude a Lucano, cuya imitación, por lo demás, es manifiesta en La Araucana, segáis lo dejamos comprobado en las apuntaciones lexicográficas.

 

27

Se habían impreso junto con las de Boscán en un volumen, que salió a luz en 1543, y cuando hubo de prestar su aprobación a la edición que preparaba Fernando de Herrera; en 1580, se expresaba a su respecto así: «no siendo necesario que yo apruebe lo que Garci Lasso escribió, pues de todos es tan recebido y aprobado...»

 

28

«...y hallaron más de cien cuerpos de libros grandes, muy bien, encuadernados, y otros pequeños...», de los cuales algunos pasaron por el escrutinio del cura y del barbero. Don Quijote, I, 148, ed. de La Lectura.

 

29

No necesitamos recordar entre los escritores que se manifestaron entendidos en náutica, por ser hecho bien conocido, a Cervantes; pero quien extremó la nota en ese orden fue, sin duda, Juan de Padilla, apodado el Cartuxano, que en los Doce triunfos de los Doce Apóstoles, imitando con exceso a Virgilio, emplea términos de marina sólo comprensibles para los de la profesión.

 

30

Véase una muestra en lo que decía de la región de las lluvias en el Perú (221-2:)


¿Que haya en Pirú, no es caso soberano,
Taita mudanza en tres leguas de tierra,
Que cuando es en los llanos el verano
Los montes el lluvioso invierno cierra?...