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411

Por evidente yerro, en el original se lee deshaze.

 

412

«Y caminando desta manera, siguiendo los unos a los otros, porque se iba quedando el galeón San Mateo, siempre temió el Marqués que le habían de embestir; y así sucedió que la capitana y almiranta francesa y otras naves, volviendo las proas por apartarse de la artillería española, fueron a embestir al galeón San Mateo, y aferrándolo por los costados, con mucha arcabucería le acometieron, teniendo el sotavento...» «Y visto por el Marqués de Santacruz el peligro en que estaba... mandó a toda la armada que volviese hacia el galeón San Mateo...»


Hojas 171 y 172 v.                


 

413

Don Lope de Figueroa, que tenía el cargo de maestre de campo general.

 

414

Remor, trae el original, por errata evidente.

 

415

«...y con esto se acabó esta jornada, después de cinco horas que se combatía, huyendo desbaratados muchos navíos franceses». Hoja 174 vlta.

 

416

«Felipe Estroci, general de la armada francesa, fue preso, y luego que fue llevado ante el Marqués, acabó de un arcabuzazo que le dieron peleando». Hoja 176 vlta.

Hállase este romance de Ercilla, impreso a dos columnas, en la hoja 11 de Elogio al retrato del Excelentissimo señor don Álvaro de Baçan... Del Licenciado Mosquera de Figueroa, respecto del cual Pérez Pastor opinaba, Bibl. Madrid., p. 267, que había salido a luz en Lisboa y casi seguramente en 1586, hechos ambos que hay que conjeturar, pues no lleva fecha ni lugar de impresión.

En las cuantas líneas que Fernández de Navarrete (Biblioteca Marítima, t. I, pp. 307-308) dedica a Mosquera de Figueroa, da como impreso el Elogio en 1586, sin designar lugar, y dice que se conservaban varios ejemplares en el Archivo de la Casa del Marqués. Al dar cuenta del Comentario se expresa así: «Y contiene también el ya citado Elogio del Marqués de Santa Cruz, que empieza a la página 152, refiriendo en él la mayor parte de los heroicos hechos de este célebre marino español, hasta su muerte en Lisboa en 1588; y copiando al principio varios sonetos y romances de poetas castellanos en alabanza del Marqués, entre ellos el poema de Alonso de Ercilla sobre la batalla naval y victoria conseguida contra la armada francesa de Felipe Strozzi».

En efecto, Mosquera de Figueroa lo reimprimió después, agregándolo al final de su Comentario en breve compendio de disciplina militar en que se descrive la jornada de las Islas de los Açores, Madrid. 1596, 4.º, pero no le incluyó allí, según expresamente lo declara, por la razón que luego diremos.

Aquella era la única edición hasta ahora conocida en que se registre la obra de nuestro poeta, pero acabamos de recibir de nuestro buen amigo el excelentísimo señor Duque de T'Serclaes la noticia de que en su rica biblioteca posee otra en folio, que carece de lugar de impresión, que él cree de Madrid, eso sí, que datada en 1586, en la cual aparece también una nota puesta al pie, de letra de molde que parece ser continuación del romance, y que dice así; «y luego el año siguiente de 1583, habiendo salido del río de Lisboa con armada de naos de alto borde y galeras, siendo capitán general de armada y ejército, llegó a las islas de los Azores, que estaban rebeladas a la obediencia real, y dando batería a la Isla Tercera, entró por fuerza de armas con el exército, y después de haber escaramuzado todo el día primero, luego al siguiente puso a los enemigos en huida...»

Esas últimas jornadas de don Álvaro de Bazán son también las que refiere Mosquera de Figueroa, esto es, la de 1582, en que derrotó a la armada de Felipe Strozzi, y la de 1583 en que atacó a la Isla Tercera y batió a Mr. de Chartres. Cuenta, asimismo, que don Álvaro falleció en Lisboa el 9 de febrero de 1588, a la edad de 63 años, y por lo que pueda interesar al parentesco que a doña María de Bazán le ligaba con él, añadiremos los datos que consigna respecto a su familia en la hoja 182. Dice, pues, que tuvo el Marqués de doña Juana de Bazán y Zúñiga, hija mayor del Conde de Miranda, cuatro hijas, Mariana de Bazán, que casó con don Bernardino Suárez de Mendoza, conde de la Coruña; doña Juana de Zúñiga, doña Brianda de Guzmán y doña Ana Manuel, monjas en Peñaranda.

Casó segunda vez con doña María Manuel, hija mayor de don Francisco de Benavides, conde de Santisteban del Puerto, y de doña Isabel de la Cueva, de quien hubo a don Álvaro de Bazán, a don Francisco de Bazán y a don Pedro de Bazán; e hijas, doña Ana de Bazán, doña Isabel de la Cueva, doña María Manuel y doña Brianda de Bazán.

No hallamos, en cambio; indicación alguna respecto a la figuración que en aquella campaña del Marqués de Santa Cruz sospechamos que tuvo Ercilla en el elogio que en su loor escribió en 1585; cosa esta última que no es de extrañar, por cuanto no pasa de ser una pieza literaria tan llena de comparaciones altisonantes, como vacía de datos biográficos.

Existe un poema sumamente raro, intitulado Libro y Primera Parte de los victoriosos hechos del muy valeroso caballero don Álvaro de Baçan, compuesto por Baltasar del Hierro, Granada, en casa de René Rabut. 1561, 8.º, que ha sido reimpreso por Mr. Archer M. Huntington, 1903. Consta de seis cantos, pero, como es de suponerlo por su fecha, no alcanza a relatar en él su autor las jornadas de las Azores.

 

417

No hemos visto la escritura de semejante empréstito, pero el hecho consta del poder que dona María de Bazán, muerto ya su marido, otorgó a Juan Pascual, que le compró el crédito (adjudicado que le había sido en la partición de los bienes del poeta), en Madrid, a 15 de diciembre de 1597, en el cual se lee: «...pueda pedir e demandar, haber y cobrar del señor don Francisco de Sandoval y Rojas, Marqués de Denia,... 195,221 maravedís», resto de un crédito de mucho mayor cantidad que debía a Ercilla por dos escrituras, «la una de cuantía de mill y quinientos escudos, otorgada ante Pedro de Carrión, escribano de Su Majestad en la ciudad de Lisboa, a once de diciembre del año pasado de quinientos y ochenta y dos...» Documentos, p. 438.

 

418

La obra de Sánchez de Lima, intitulada Arte Poética, se había impreso poco antes en Alcalá, 1580, 8.º, y en ella, al folio 12 vuelto, dijo: «Hoy en día vive... el divino Figueroa...; y el excelentísimo poeta e ilustre caballero don Alonso de Arzilla, a cuyas octavas con muy buen título se les da el renombre, como se puede claramente ver por el Araucana que con tanto ingenio y habilidad compuso».

En el orden puramente social no estará de más recordar que entre los amigos de Ercilla debieron de contarse don Gabriel de Olivares, vecino y regidor de Madrid, a cuya viuda doña Teresa de Pisa le sirvió de testigo en una escritura pública, fecha 28 de febrero de 1567 (protocolo de Cristóbal de Riano, sin foliación); y que en un día del año 1578 consta que se hallaba de visita en Madrid en casa de doña Isabel Saravia (Documentos, p. 177).

 

419

La estrofa, que se halla en el canto XXVII, página 447, es la siguiente:


Vees en Bahama la canal angosta,
y siguiendo al poniente en Florida,
la tierra inútil y torcida costa
hasta la Nueva España proseguida,
donde Cortés, con no pequeña costa
y gran trabajo y riesgo de la vida
sin término ensanchó por su persona
los límites de España y la Corona.



La descripción completa de ese libro la dimos bajo el número 456 de la Biblioteca hispano-americana.

 

420

El bautizo tuvo lugar en la parroquia de Santiago, el 4 de mayo de 1574, y la ahijada fue «Bernaldina, hija del secretario Juan de Vivanco y de su mujer dona Antonia Saravia». Hoja 61 vlta. del Libro de Bautizos de aquella parroquia. Sus buenas relaciones con Vivanco constan que continuaban todavía a fines de 1581, según se desprende de lo que aparece en una escritura pública de 20 de octubre de aquel año. Documentos, p. 261.

En las Memorias de la Real Academia, t. X, pp. 293-294, se han insertado extractos de cuatro documentos emanados de Bernabé de Vivanco, comendador de Dos Barrios en la Orden de Santiago, que testó en 16 de abril 1625, posiblemente hijo del compadre de Ercilla.

Hablando del hijo que le había nacido, dice Garibay: «Baptizóle el señor licenciado Juan de Cuenca, teólogo muy docto, freile de la Orden de Sanctiago, y capellán de Su Majestad el más antiguo y calificador del Consejo de la Sancta y General Inquisición, en esta villa, en la parrochia de Sanct Andrés, en 22 del mismo mes [septiembre de 1590] sábado en la tarde, entre las tres y cuatro horas. Pusiéronle por nombre Esteban Félix... Fueron sus padres en este sacramento el señor don Alonso de Herzilla, caballero del hábito de Sanctiago y gentilhombre de la Cámara del Emperador Rodulfo, rey de Hungría y Bohemia, arquiduque de Austria, y mi señora doña María de Bazán, su mujer». Memorias de Garibay, Memorial histórico español, t. VII, p. 496 y Pérez Pastor, Documentos cervantinos, II, p. 486, nota.