421
El gran tacaño, ed. de Madrid, Villapando, 1798, pp. 132-133.
422
Documentos, n. CCCIX. Entre éstos, merece notarse en esa pieza dos créditos que no aparecen consignados en otras escrituras públicas: uno de 111 escudos que había prestado a don Pedro de Toledo, marqués de Villafranca y duque de Fernandina, de que le había dado libranza a cargo de Pedro de Tapia, su mayordomo; y otro por cincuenta escudos de oro, en oro, contra don Antonio Pezoa, vecino de Valladolid: partidas que habrá que agregar a la cuenta que de ellos será necesario formar más adelante.
423
Carta de pago de esa fecha a Cristóbal de Grajal. Documentos, p. 316.
424
Documentos, n. CCCXII.
425
Carta de pago a Cristóbal de Grajal, p. 320. El último documento firmado por doña María es de 5 de ese mes; luego, el regreso de Ercilla tuvo lugar después de ese día y antes del 21.
Existe aún un antecedente que parece confirmar el hecho de la ausencia de Ercilla; -si es que de ella puede caber alguna duda,- cual es, el de haberse suspendido definitivamente la impresión de La Araucana que se había comenzado a hacer ese año en Madrid. Véase lo relativo a este incidente bibliográfico harto curioso en la Ilustración respectiva.
426
Tales son las palabras de que se vale al especificar ese crédito en su poder citado a doña María, página 314 de los Documentos. La cláusula entera en la que daba a doña María autorización para cobrarlo y recibirlo decía así: «especialmente para que por mí y en mi nombre e por sí, pueda demandar, recebir, haber e cobrar, en juicio e fuera dél, de la Majestad de la Emperatriz... los nueve mill y diez y siete ducados que Su Majestad me debe y es obligada a pagar por mí y como hermano que soy de la señora doña María Madalena, mi hermana, dama que fue de Su Majestad, difunta, ques en gloria, de dineros que he emprestado para servicio de Su Majestad y del dote que se le había de dar...: los cuales reciba e cobre en dinero de contado». Del memorial presentado por doña María de Sazán en el pleito con doña Iseo Arista de Zúñiga resulta que lo que Ercilla reclamaba como prestado por él a la Emperatriz eran mil y siete ducados. Documentos; p. 455.
427
En el memorial citado de doña María, uno de sus items dice sobre esto del viaje lo siguiente: «que se le han de rebatir de los ocho mill ducados que debía la Emperatriz de Alemania a la dicha doña María Madalena las costas de ida y estada y vuelta a Alemana a cobrarlos y por ellas más de tres mil ducados...»
Documentos, p. 455.
428
Garibay, a quien debemos esta noticia, añade al nombre del hijo de Ercilla (p. 527) los de otros principales caballeros que perecieron también en el naufragio de esa nave, entre los cuales debemos recordar el de don Diego Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete.
429
Véanse en la biografía de doña Leonor de Iciz los motivos que nos inducen a pensar que bien pudo ser ella también la autora del que figura simplemente como de una señora.
430
Antes de la muerte de Ercilla hubo todavía ediciones de La Araucana, -sin contar con la que de la Primera y Segunda Parte se había hecho en Amberes en 1586,- una del poema completo, que salió a luz en Barcelona y cuya publicación demoró desde 1590 a 1592; pero, aunque posterior a la de Madrid, debe preferirse ésta por la circunstancia que indicamos.