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571

Fianza de 6 de febrero de 1595, pp. 433-434.

 

572

Carta de pago de 25 de enero de 1595, p. 431. Otro crédito de Ercilla que cobró don Álvaro de Córdoba fue uno de mil reales contra don Alonso de Valda y Cárdenas por 34 mil maravedís, que se los debía con garantía de un juro impuesto sobre el almojarifazgo mayor de Indias y Sevilla. Poder suyo a Pedro Rosillo Venero, contador del Rey en esa ciudad, fecha 8 de julio de 1596, p. 434.

 

573

Poder de 16 de abril de 1596, p. 451.

 

574

Consta esta comisión de Pereda Morquecho y la fecha de la almoneda de los bienes de Ercilla de la carta de pago que dio aquél a don Álvaro de Córdoba el 4 de julio de 1596 por 6696 maravedís a que montó su salario, en la cual se lee: «que por cuanto el dicho señor don Álvaro de Córdoba y Jerónimo Camacho en su nombre ha tomado cuenta al dicho Diego de Pereda Morquecho de todos los bienes y haciendas é dineros é papeles y escripturas é otras cosas que han entrado en su poder después del fallecimiento del dicho señor don Alonso y ha tenido á su cargo el almoneda que se hizo de sus bienes...»: prueba de que en esa fecha se hallaba terminada.

 

575

La partición de los bienes de Ercilla consta que «se presentó» ante el escribano Francisco de Cuéllar y se terminó antes del 19 de agosto de 1597, de la carta de pago que citamos en la nota siguiente, y aun es posible precisar más esa última fecha con lo que advierte doña María de Bazán en su escritura de donación a las Carmelitas de Ocaña, de que se exhibió a la justicia de Madrid el 14 de septiembre de ese año. Página 498.

Ni ese expediente, ni, por tanto, la tasación que debía figurar en ella, que habríamos deseado ver para informarnos de los pocos libros que componían la biblioteca de Ercilla, se encuentran en los archivos de Madrid...

 

576

Carta de pago de doña María de Bazán a don Álvaro de Córdoba de la libranza respectiva, que llevaba fecha de 19 de agosto de 1597. Documentos; p. 490.

 

577

Afirma Ducamin que fue el emperador Rodulfo II quien hizo pedir a Ercilla su retrato para darle colocación en una especie de galería de españoles ilustres que estaba formando, y que tal fue la ocasión en que, Mosquera escribió su Elogio, para acompañarlo a la pintura.

No hallamos asidero para sostener semejante especie, a la que, sin duda, fue inducido el docto comentador francés por haber confundido el retrato de Ercilla con el del Marqués de Santacruz, que fue a quien lo pidió el Conde Trivulcio, por orden del Emperador, según consta de lo que se lee en el folio 147 del Comentario de disciplina militar de Mosquera. A Ercilla se le menciona en ese libro, pero por otro motivo, cual era, el de hallarse entonces escribiendo «en verso numeroso» la expedición de las Azores.

Pudo también emanar aquel aserto de que en el Elogio al retrato de don Álvaro de Bazán, del mismo Mosquera, impreso en 1586, se halla incorporado el romance de Ercilla que dejamos inserto en las páginas 149-151.

 

578

Cristóbal Mosquera de Figueroa en su Elogio de Ercilla, escrito en 1585, e inserto por primera vez en la edición príncipe de la Tercera Parte de La Araucana, publicada en Madrid en 1589.

 

579

«En 1590 grabó Arfe, en madera o plomo, el retrato de Alonso de Ercilla para la primera edición de su Araucana». Juan Agustín Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los profesores de Bellas Artes, Madrid, 1800, t. I, p. 65.

 

580

Dice de éste don Ángel M. de Barcia en su Catálogo de retratos: «Anónima española, atribuida á Juan de Arfe». Pérez Pastor es más explícito aún: «El retrato de Ercilla está abierto en madera por Juan de Arfe y Villafañe»: tanto, como se ve, que llegamos a poner en duda si se nos habría escapado la firma o iniciales por lo menos, del grabador, y hubimos por ello de pedir a nuestro amigo don José M. de Valdenebro que examinara ese retrato en el ejemplar que tuvo a la vista el eximio bibliógrafo para describirlo, de cuyo examen resultó que no había en él indicación alguna que pudiera justificar tal aserto.

Antes que estos autores, Carderera, el gran coleccionista; en su Ensayo histórico sobre colecciones de retratos, que leyó en la Real Academia de la Historia el 19 de Abril de 1841 y que se imprimió en el Boletín de la corporación, había expresado que «se decía» que Juan de Arfe grabó una serie de retratos de hombres ilustres de su tiempo y en plomo las láminas que adornan el texto de El caballero determinado; pero así, «se dice», sin prueba alguna.