|
|
La calle del Niño: a la izquierda, en primer término, la casa de Quevedo, marcada con el
número cuatro: puerta y balcón practicables. En segundo término, al mismo lado, un arca
de agua, tras de la que se pueda ocultar un hombre. Es de noche. |
|
Escena primera |
DON ANDRÉS, DOÑA GAITANA. |
ANDRÉS |
Esto ha de ser, ya lo dije. |
GAITANA |
¡Pero, señor, por los ángeles! |
|
Mirad que el medio es atroz... |
ANDRÉS |
Pero al fin es santo. |
GAITANA |
Pase. |
|
A no ser por eso, nunca |
|
os ayudara en el lance. |
|
Soy noble; por línea recta |
|
desciendo del rey don Jaime, |
|
y harto me apesara el ánima |
|
que el Papa le excomulgase; |
|
y como vos también sois |
|
noble, no puede dudarse |
|
me interesáis; ya se ve, |
|
la sangre, señor, la sangre... |
|
A no tener vos, como otros |
|
que abundan por esas calles, |
|
otra ejecutoria que |
|
sus escudos miserables, |
|
nunca hubierais conseguido |
|
ponerme de vuestra parte; |
|
pero como que sois noble... |
|
la sangre, señor, la sangre. |
ANDRÉS |
Sé lo que arriesgo en el juego; |
|
mas no tengo de arredrarme: |
|
no ha de decirse, por Cristo, |
|
que se logró burlar nadie |
|
del burlador de Madrid, |
|
don Andrés de Barrizales. |
|
¿Dónde fue doña Esperanza? |
GAITANA |
Salió, caída la tarde, |
|
a visitar a la viuda |
|
de no sé qué personaje, |
|
que con el difunto rey |
|
tenía privanza grande; |
|
pero como al actual |
|
le domina el de Olivares, |
|
no tiene presente el hijo |
|
los servidores del padre; |
|
y como mi ama es tan buena, |
|
que todos sus capitales |
|
en obras de caridad |
|
juiciosamente reparte |
|
a los pobres... |
ANDRÉS |
¡Oh! ¡Nobleza! |
GAITANA |
La sangre, señor, la sangre... |
|
Aquel que afrenta su escudo, |
|
bien merece que le empalen. |
|
Prendose un saludador |
|
en Cetina, de mi talle: |
|
era bizarro; mas yo, |
|
mirando por mi linaje, |
|
estuve tiesa que tiesa, |
|
y persistí el no casarme. |
|
Que a pesar de aquel principio, |
|
crescite et multiplicamini, |
|
talis pater talis filius, |
|
talis filius talis pater. |
ANDRÉS |
¿También latín? |
GAITANA |
Eduqueme |
|
en un convento del Carmen, |
|
y sabía más latín |
|
que el rector: ojalá que antes |
|
de haberme tornado al siglo |
|
a la gloria me tornase. |
|
Cada paso es un tropiezo... |
|
La juventud es tan frágil... |
|
No hay chispa de devoción... |
|
Ninguno piensa en salvarse, |
|
menos yo, que prometí |
|
seis candelas a una imagen... |
ANDRÉS |
De mi cuenta corren. |
GAITANA |
Gracias. |
|
La sangre, señor, la sangre. |
ANDRÉS |
¿No me has dicho que esta casa |
|
tiene una puerta de escape |
|
que da a la calle de Francos? |
|
Escena II |
DON ANDRÉS, DOÑA GAITANA y DON MARCIAL, que queda escondido tras del
arca de agua. |
GAITANA |
Así es la verdad. |
ANDRÉS |
¿La llave?... |
GAITANA |
Aquí la tenéis. Y siempre (Dándosela) |
|
que quisiéredes llamarme, |
|
daréis tres palmadas. |
MARCIAL |
¡Hola! |
|
¡Con que he llegado yo tarde! |
|
¡Con que es mi competidor |
|
don Andrés de Barrizales! |
|
Ruegue a Dios que no me enoje, |
|
le rete, en guardia me plante, |
|
le reciba con la punta |
|
y hasta el recazo le ensarte. |
GAITANA |
Mi señora. Retiraos, |
|
no me encuentre con vos. Vale. |
ANDRÉS |
Muy bueno será el latín, |
|
pero prefiero el romance. |
|
Escena III |
DICHOS, DOÑA ESPERANZA y un ESCUDERO. |
ESPER. |
Llamad. |
ESCUD. |
Señora, está abierto. |
(Entra en la casa.) |
ESPER. |
¿Qué hacéis, Gaitana, en la calle? |
GAITANA |
Rezaba mis oraciones. |
ESPER. |
No son las piedras imágenes. |
GAITANA |
En cualquier lugar, señora, |
|
siendo la devoción grande, |
|
el que es fiel se forja un templo. |
|
A más hice un voto... |
ESPER. |
¡Calle! |
GAITANA |
De rezar en lugar frío. |
MARCIAL |
(¡Ah! ¡Pergamino ambulante! |
|
Cien años de purgatorio |
|
no han de bastar a purgarte |
|
de hacer a los santos cómplices |
|
en tercerías de lances.) |
GAITANA |
A más, señora, este pliego |
|
le trajo del duque un paje |
|
para vos. Yo salí a abrir... |
ESPER. |
(De Medinaceli.) Dadme. |
(Tomando el pliego.) |
|
Andad delante. |
GAITANA |
(¡Qué imperio! |
|
Ya me lo dirás mas tarde.) |
|
Escena IV |
DICHOS, menos DOÑA GAITANA. |
MARCIAL |
(Estoy por salir y hablarla.) |
ANDRÉS |
(Me decido) |
MARCIAL |
(¡Voto a sanes!) |
(Deteniéndose al ver que D. ANDRÉS avanza.) |
ANDRÉS |
(Con escucharme benigna |
|
se puede ahorrar un percance.) |
ESPER. |
(Tendré que mandar la dueña |
|
a pervertirse a otra parte.) |
(Va a entrar en la casa.) |
ANDRÉS |
Detente, hermosa tirana, |
|
que en mi dolor te complaces. |
|
No mis amantes finezas |
|
con fieros despegos pagues. |
ESPER. |
Me detengo. |
ANDRÉS |
Oye los ruegos |
|
de un triste, que por amarte... |
ESPER. |
Hablad. |
ANDRÉS |
(Me escucha, ¡oh ventura!) |
ESPER. |
Hablad. |
MARCIAL |
(¡Le escucha! ¡Bergante!) |
ANDRÉS |
Desde que os hallé en el templo |
|
hermosa como los ángeles... |
ESPER. |
Seguid. |
ANDRÉS |
Os entregué el alma. |
ESPER. |
Seguid, seguid. |
MARCIAL |
(¡Voto al draque! |
|
¡Ella le anima!) |
ANDRES |
(Me anima, |
|
no he menester los truhanes.) |
MARCIAL |
(Sin saber dar un revés.) |
ESPER. |
Seguid. |
ANDRÉS |
(¡Lo que puede el talle!) |
|
En vano cien hermosuras, |
|
rondadas por cien galanes, |
|
por este amor que os consagro |
|
suspiran noches y tardes. |
MARCIAL |
(¡Pues tienen gusto!) |
ANDRÉS |
Por vos |
|
sacrifico esas beldades; |
|
que no pueden darme ellas |
|
el bien que vos podéis darme. |
|
Vos me perseguís en sueños, |
|
yo vos persigo en la calle, |
|
y este amor que por vos siento, |
|
esta inquietud incesante... |
ESPER. |
Seguid. |
ANDRÉS |
Inútil será |
|
que encarecérosla trato, |
|
pues bien la habéis comprendido. |
|
La libertad dispensadme, |
|
pero decidme «seguid» |
|
es como decir «amadme.» |
MARCIAL |
(No tiene vuelta de hoja. |
|
No hay... parada.) |
ESPER. |
Pues la errasteis. |
ANDRÉS |
¿Cómo es eso? |
MARCIAL |
(¿Cómo es eso?) |
ANDRÉS |
¿No me habéis dicho que os hable? |
ESPER. |
Porque cuanto antes me habléis, |
|
antes dejaréis de hablarme. |
MARCIAL |
(¡Bendita boca! ¡Buen tajo!) |
ANDRÉS |
(¡Fiero golpe!) |
MARCIAL |
(¡Que le pare!) |
ESPER. |
Seguid, seguid. |
ANDRÉS |
Yo... si... como... |
ESPER. |
Si no habláis más, Dios os guarde. |
ANDRÉS |
¿Sin contestarme os marcháis? |
ESPER. |
No me lo exijáis... dejadme. |
ANDRÉS |
Hablad; que aunque las palabras |
|
el corazón me maltraten, |
|
mientras os vean mis ojos |
|
será mi mal menos grande. |
|
Tanto os amo... |
ESPER. |
Os engañáis. |
ANDRÉS |
Que me engaño... |
ESPER. |
Si me amaséis, |
|
no quisierais de peligros |
|
y de enemigos cercarme; |
|
pues si esas cien hermosuras, |
|
rondadas por cien galanes, |
|
que por vuestro amor están |
|
llorando noches y tardes, |
|
llegan a cobrarme envidia, |
|
que me cobren odio es fácil. |
|
Si me llamáis en la iglesia |
|
la atención con ademanes, |
|
sobre vos perder el alma |
|
hacéis que yo no la salve. |
|
Y si vais siendo mi sombra |
|
en el paseo y la calle, |
|
tendrá que hablar la malicia, |
|
y la malicia es infame. |
|
No pretendáis disculparos |
|
con que es vuestro amor tan grande, |
|
que se os faltan mis luceros |
|
hace que la vida os falte. |
|
Que el que amando, como vos, |
|
no sabe sacrificarse |
|
dando a su dama la dicha, |
|
aunque su desdicha labre, |
|
más que de la que enamora |
|
es de sí mismo el amante. |
MARCIAL |
(Le ha cogido la flaqueza, |
|
y le ha tirado el desarme.) |
ANDRÉS |
He de seguiros. |
ESPER. |
Tened: |
|
no deis un paso adelante, |
|
no añadáis lo descortés |
|
a lo presumido. (¡Zape!) |
ANDRÉS |
Estáis sola... |
ESPER. |
Con mi honra. |
MARCIAL |
No está sola, y voto al draque, (Saliendo.) |
|
que si dais un paso más, |
|
os tire la irremediable. |
ANDRÉS |
Y quien así la defiende, |
|
¿es su marido o su padre? |
ESPER. |
Es un hidalgo que intenta |
|
poner coto a los desmanes, |
|
con que se ofende a una dama |
|
en la mitad de la calle. |
MARCIAL |
Un hidalgo, y que la adora, |
|
antes que vos, mucho antes. |
ESPER. |
¡Fatalidad! Yo os estaba |
|
agradecida a la parte, |
|
que por esforzado y noble |
|
os tomabais en el lance, |
|
sin presumir que a esa acción |
|
el interés os guiase; |
|
pero, pues vos no queréis |
|
que os lo agradezca... adelante. |
MARCIAL |
Señora...yo... |
ESPER. |
Guardeos Dios. |
ANDRÉS |
Yo...señora. |
ESPER. |
Dios os guarde. |
|
Escena V |
DON ANDRÉS, DON MARCIAL. |
MARCIAL |
Lucido estáis, don Andrés. |
ANDRÉS |
Igual que vos, don Marcial. |
MARCIAL |
¿Y vos persistís?... |
ANDRÉS |
Sí tal. |
|
¿Y vos no desistís? |
MARCIAL |
Pues. |
|
Allí estaba... |
ANDRÉS |
¡Ya! |
MARCIAL |
Y por Dios, |
|
que mis oídos no son buenos, |
|
o no os ama. |
ANDRÉS |
Por lo menos |
|
me ama tanto como a vos. |
MARCIAL |
Triste es que seamos rivales. |
ANDRÉS |
Ciertamente. |
MARCIAL |
Un paso atrás |
|
no dio un Pacheco jamás. |
ANDRÉS |
Ni jamás un Barrizales. |
MARCIAL |
Soy algo galán... |
ANDRÉS |
Yo un poco. |
MARCIAL |
Diestro en armas... |
ANDRÉS |
Yo en amores. |
MARCIAL |
Tiro tajos. |
ANDRÉS |
Digo flores. |
MARCIAL |
No cedo. |
ANDRÉS |
Pues yo tampoco. |
MARCIAL |
En vos es mala intención, |
|
que os da cien damas fortuna; |
|
y ambicionar ciento y una |
|
es demasiada ambición. |
ANDRÉS |
En vos, que tenéis aquí |
|
donde escoger un millar, |
|
y no me queréis dejar |
|
ciento y una para mí. |
MARCIAL |
Hable el acero en tal trance. |
(Desenvainando.) |
|
Mire que paro al violento. |
ANDRÉS |
Norabuena. Pasos siento: |
|
habrá quien estorbe el lance. |
MARCIAL |
¡En guardia! Tocado está |
|
en mitad del corazón. |
|
El medio de proporción |
|
le he cogido. |
|
Escena VI |
DON MARCIAL, DON ANDRÉS, QUEVEDO. |
QUEVEDO |
¡Ja, ja, ja! |
MARCIAL. |
¡Quevedo! |
ANDRÉS |
¿Os reis? |
QUEVEDO |
Me río. |
MARCIAL |
¿De vernos riñendo? |
QUEVEDO |
Justo. |
ANDRÉS |
Pues es un gusto... |
MARCIAL |
Es un gusto... |
QUEVEDO |
Es un gusto como mío. |
MARCIAL |
¿Sabéis?... |
QUEVEDO |
Presumo que al fin |
|
se hallaron en la jornada |
|
el galán de la posada |
|
y el galán de San Martín. |
|
Que ambos de Esperanza en pos, |
|
cada uno a Esperanza avanza, |
|
e iguales dejó Esperanza |
|
sin esperanza a los dos. |
|
¿Era esa la causa? |
MARCIAL |
Pues. |
|
¿Y qué medio, vive Dios, |
|
siendo los amantes dos?... |
QUEVEDO |
No sabéis sumar: son tres. |
MARCIAL |
¿Qué estáis diciendo? |
ANDRÉS |
¡Qué escucho! |
QUEVEDO |
Que en esta amante batalla |
|
hay un tercero que calla; |
|
pero que la quiere mucho. |
MARCIAL |
¿Es...duro? |
QUEVEDO |
Como un broquel. |
MARCIAL |
¿Es diestro? |
QUEVEDO |
Así, así |
ANDRÉS |
¿Gasta buena prosa? |
QUEVEDO |
¡Sí! |
|
Después de Cervantes... él. |
MARCIAL |
¿Noble? |
QUEVEDO |
Si no nunca osara |
|
amarla más que en proyecto. |
MARCIAL |
¿No tiene ningún defecto? |
QUEVEDO |
Tiene varios en la cara. |
|
Como busto no es gran cosa, |
|
y lo sufre sin disgusto, |
|
que aunque tiene feo el busto, |
|
tiene el alma muy hermosa. |
|
Y aunque el alma oculta está |
|
del cielo en lo más profundo, |
|
y nunca se asoma al mundo |
|
de vergüenza que la da, |
|
el alma existe, y se siente |
|
cuando es grande y cuando es bella, |
|
en lo que surge por ella |
|
del corazón y la mente. |
|
Volviendo al tercero; es tal, |
|
que desde su edad mas verde |
|
nunca gana, y siempre pierde, |
|
porque siempre fue leal. |
|
Jamás tocó un mal registro, |
|
y, ved si será manía, |
|
pudo ser ministro un día, |
|
y no quiso ser ministro. |
MARCIAL |
¿Por qué no quiso el poder? |
QUEVEDO |
Porque le había de hurtar |
|
la noche para estudiar |
|
y el día para querer. |
MARCIAL |
Pues su destino es terrible. |
QUEVEDO |
Decidme por qué. |
MARCIAL |
Porque |
|
no entrará aquí con buen pie. |
QUEVEDO |
Eso le fuera imposible. |
ANDRÉS |
¡Dios le valga! ¿Cojo es? |
QUEVEDO |
Si no lo habéis por enojo, |
|
es un cojo que no es cojo, |
|
sino entre cojo y cortés. |
MARCIAL |
En fin, pues no tuvo miedo... |
QUEVEDO |
Nunca dijo tal su fama. |
ANDRÉS |
¿Nos diréis como se llama? |
QUEVEDO |
Don Francisco de Quevedo. |
ANDRÉS |
¡Vos, don Francisco! ¿Estáis loco? |
MARCIAL |
¡Vos, Quevedo! |
QUEVEDO |
Yo, Villegas. |
ANDRÉS |
¡Ay, amor, a cuántos ciegas! |
QUEVEDO |
A mí me faltaba poco. |
MARCIAL |
¿Sabéis su valor, señor? |
QUEVEDO |
Pues por eso la he escogido: |
|
quien me acete por marido |
|
ha menester gran valor. |
ANDRÉS |
¿Meditasteis bien el paso? |
QUEVEDO |
Tengo mis razones. |
ANDRÉS |
Luego... |
|
vuestra sátira... |
QUEVEDO |
Reniego |
|
de la sátira, y me caso. |
|
Con que el pelo algo me tiña, |
|
aun no soy octogenario... |
ANDRÉS |
Cabello que dio en canario |
|
mal para cuervo se aliña (4). |
MARCIAL |
Y si sois... |
QUEVEDO |
No así chancero |
|
ajéis, don Marcial, su fama. |
|
Doña Esperanza es muy dama, |
|
y yo soy muy caballero. |
ANDRÉS |
Que a esa belleza altanera |
|
pretendáis, es devaneo: |
|
poned en otra el deseo, |
|
y encontraréis quien os quiera, |
QUEVEDO |
¿Si? |
ANDRÉS |
¡Vaya! |
MARCIAL |
Muchas y bellas. |
QUEVEDO |
No lo dudo; pero, amigo, |
|
las que se atreven conmigo, |
|
no me atrevo yo con ellas. |
|
En fin, veis que con lealtad |
|
me he presentado, y sin dolo: |
|
vosotros aquí tan solo |
|
arriesgáis la vanidad. |
|
Y yo, si llego a perder, |
|
de mala manera muero; |
|
porque la quiero, la quiero |
|
más que se puede querer. |
|
Un grave peligro arrostro. |
|
Considerad mis afanes, |
|
si lucho con dos galanes |
|
sobre luchar con mi rostro. |
|
Y ved que en esta ocasión |
|
jugamos -lo dicho, dicho- |
|
vosotros sólo un capricho, |
|
y yo todo el corazón. |
|
Ceded; duro caso es, |
|
pero un amigo leal... |
ANDRÉS |
Que ceda antes don Marcial. |
MARCIAL |
Que ceda antes don Andrés. |
QUEVEDO |
Veo que el ruego es importuno |
|
e inútiles las razones, |
|
pues que con tantas cesiones |
|
no quiere ceder ninguno. |
|
Del enemigo el consejo |
|
tomad: conspirad los dos |
|
contra mí, pues vive Dios, |
|
que pobre, miope y viejo, |
|
en lucha con los dos, puedo |
|
con los dos; seguro estoy: |
|
porque tengo... porque soy |
|
don Francisco de Quevedo. (Vase.) |
|
Escena VII |
DON ANDRÉS, DON MARCIAL. |
ANDRÉS |
(Me da que pensar el viejo; |
|
pero es tan bueno mi plan...) |
MARCIAL |
(El dijo con el refrán, |
|
del enemigo el consejo.) |
ANDRÉS |
(Si éste mis intentos sabe, |
|
pudiera entrar tras de mí.) |
MARCIAL |
(Si no me muevo de aquí, |
|
no hará uso de la llave.) |
|
¿Y qué decís, don Andrés? (Alto.) |
ANDRÉS |
Digo lo mismo que vos. |
MARCIAL |
Con que ya no somos dos. |
ANDRÉS |
No, porque ya somos tres. |
MARCIAL |
Mas, Quevedo... |
ANDRÉS |
Desde luego |
|
es de locura su arrojo. |
MARCIAL |
Pretendo correr, ¡y es cojo! |
ANDRÉS |
Pretende mirar, ¡y es ciego! |
MARCIAL |
A escoger entre los dos, |
|
a vos os cediera el paso. |
ANDRÉS |
Don Marcial, en igual caso |
|
lo mismo hiciera con vos. |
MARCIAL |
Mas para alianza... |
ANDRÉS |
Es tarde. |
|
Fiémoslo del destino. |
|
Cada cual por su camino. |
MARCIAL |
Guárdeos Dios. |
ANDRÉS |
Que Dios os guarde. (Vanse.) |
|
Escena VIII |
QUEVEDO |
No tardarán en volver |
|
ambos a juntarse aquí, |
|
mas pasarán sobre mí |
|
si han de llegarla a ofender. |
|
Yo mismo...¡fatalidad! |
|
contra ella les dí un enredo... |
|
En fin, veamos si puedo |
|
enmendar mi necedad. |
|
No hay que perder la ocasión: |
|
desde ese balcón oír |
|
puedo, y acaso acudir. |
|
Empiece, pues, mi ascensión. |
|
Nadie me ve, y tengo empacho. |
|
A pesar de mi gracejo, |
|
me sientan mal, siendo viejo, |
|
bizarrías de un muchacho. |
|
Penoso es el ejercicio |
|
de galán: si pierdo un pié |
|
y me descrismo, ahorraré, |
|
un quehacer al Santo Oficio. |
|
Escena IX |
QUEVEDO en el balcón, DON MARCIAL |
MARCIAL |
Silencio y oscuridad. |
|
Se marchó como pensaba. |
|
Volverá; mas antes yo |
|
he de saber cuanto pasa. |
|
¡Oh! Bien hayas, arca amiga, |
|
de tantos secretos arca. |
|
¡Pobre don Andrés! No sabes |
|
la defensa en la batalla: |
|
no has conocido que yo |
|
soy tirador de ventaja, |
|
que aunque pongo el descubierto |
|
nunca abandono la guardia, |
|
y una estocada de noche |
|
te he de dar, y no la paras. |
|
Me cercioraré primero |
|
por si escondido se halla. |
|
¡Nadie! |
QUEVEDO |
Larga es la tizona; |
|
pero a la reja no alcanza. |
MARCIAL |
Darle una llave la dueña |
|
después que yo la pagaba, |
|
no hay duda; esa llave es |
|
el principio de una trama. |
|
Escena X |
DICHOS, DON ANDRÉS. (Dirígese al arca.) |
ANDRÉS |
(¡Hola, hola, don Marcial! |
|
¡Pronto las revueltas ganas! |
|
Me enseñaste el escondite; |
|
te lo agradezco en el alma. |
|
Si te venzo, no te quejes, |
|
que tú me diste las armas.) |
MARCIAL |
Cuando quisiereis llamarme, |
|
dijo el mochuelo con faldas, |
|
daréis tres palmadas; bueno. |
|
Llego y doy las tres palmadas. (Lo hace.) |
|
Escena XI |
DICHOS y DOÑA GAITANA. |
GAITANA |
¿Sois vos? |
MARCIAL |
Yo soy. (Y no miento.) |
ANDRÉS |
¡Ah! ¡Pobreta! ¡Que te clavas! |
GAITANA |
Don Andrés. |
MARCIAL |
(Echándola mano.) No es don Andrés. |
GAITANA |
Sanctus Petrus, Sanctus... |
MARCIAL |
¡Calla! |
|
Como des un solo grito, |
|
te hago una entrada de daga, |
|
que lleve adelante el hueso, |
|
ya que la carne te falta. |
|
¡Tú eres una sierpe! |
GAITANA |
Cómo... |
MARCIAL |
Naciendo una sierpe, y basta. |
GAITANA |
Soltadme: ved que soy noble; |
|
desciendo de doña Urraca. |
MARCIAL |
Lo creo, porque del pájaro |
|
te se han pegado las mañas, |
|
y son tus dedos ganzúas |
|
para las bolsas, Gaitana. |
|
Mas corre el tiempo que vuela; |
|
ahorrémonos de palabras: |
|
tú me has vendido... |
GAITANA |
Señor... |
MARCIAL |
Con Barrizales. (Cachaza.) |
|
Si él te ha pagado a más precio |
|
de lo que yo te pagaba, |
|
con doblarte yo la suma |
|
la cuestión está acabada. |
GAITANA |
La cuestión... |
MARCIAL |
Es de metales. |
|
Mírala bien, que no marra |
|
Entre acero y oro elige |
|
el que más cuenta te traiga. |
|
¿Qué plan tiene don Andrés? |
GAITANA |
Vendrá por la puerta falsa |
|
a las doce: unos truhanes, |
|
gente de muy mala cara, |
|
que vendrán con él, |
|
se darán de cuchilladas. |
|
Si entonces, como es posible, |
|
mi señora se desmaya, |
|
cuando acudan los vecinos |
|
y la ronda a la jarana, |
|
ven a don Andrés de noche |
|
en sus brazos y en su casa. |
MARCIAL |
Si de don Andrés la libro, |
|
escuso lo que pensaba. |
GAITANA |
¿Qué pensabais? |
MARCIAL |
Incendiar |
|
la habitación... |
GAITANA |
¡Santa Bárbara! |
MARCIAL |
Librarla a ella del incendio, |
|
y llevarla a mi posada. |
QUEVEDO |
(Y a mí al hospital, verdugo.) |
ANDRÉS |
(¡Este hombre amando...achicharra!) |
MARCIAL |
Cuando venga don Andrés |
|
y arme pendencia, a tu ama |
|
dices, que a la puerta estoy, |
|
siempre dispuesto a librarla. |
|
Ya tengo cerca de aquí |
|
una silla preparada; |
|
me acompañará tan solo |
|
un hombre de confianza. |
|
Las doce están al caer... |
GAITANA |
Pues yo voy... |
MARCIAL |
Adiós, Gaitana. |
|
Vuelvo con la silla, y cuenta |
|
con olvidar mis palabras. |
|
Entre acero y oro, elige |
|
lo que más cuenta te traiga. (Vanse.) |
|
Escena XII |
DON ANDRÉS, QUEVEDO en el balcón. |
ANDRÉS |
El que escucha su mal oye, |
|
dice un refrán, y se engaña. |
|
Tú, que la red me has tendido, |
|
te enredarás en las mallas. |
(Se oye un reló lejano.) |
|
Una... dos... tres... cuatro... cinco... |
|
seis... siete... ¿Si me harán falta? |
|
Escena XIII |
DICHOS, MATEO y dos embozados. |
MATEO |
Hidalgo... |
ANDRÉS |
Puntual has sido. |
MATEO |
Nunca falto a mis palabras. |
|
Vamos. |
ANDRÉS |
Yo me quedo. |
QUEVEDO |
(Son |
|
tres no más... y tengo espada.) |
MATEO |
¿Os quedáis? |
ANDRÉS |
Sí: yo me entiendo. |
|
En cuanto que arméis la zambra, |
|
os vais; y en el Prado, solo, |
|
a que yo te busque aguardas. |
MATEO |
La llave... |
ANDRÉS |
A ti te la fío |
|
pero... |
MATEO |
Por Santa Lugarda, |
|
ninguno de mis muchachos |
|
se pringará en una hilacha: |
|
que asustar es de valientes, |
|
pero hurtar es de canallas. |
|
Guárdele Dios al hidalgo. (Vanse.) |
ANDRÉS |
Y a vosotros. Vuelvo al arca. |
|
Escena XIV |
DON ANDRÉS, tras el arca. QUEVEDO, en el balcón. DON MARCIAL y LEONARDO,
conduciendo una silla de manos, por la derecha. |
MARCIAL |
Pisa quedo y con cachaza. |
|
Yo me acercaré a la puerta, |
|
que debe de estar abierta. |
(Mientras llega, DON ANDRÉS se acerca al criado, y le tapa la boca con un bolsillo:
QUEVEDO desaparece del balcón.) |
LEONAR. |
¡Ay! |
ANDRÉS |
Vete. |
LEONAR. |
¡Buena mordaza! (Vase.) |
|
Escena XV |
DON MARCIAL, DON ANDRÉS. |
MARCIAL |
Mañana reírme puedo |
|
de mis ilustres rivales, |
|
don Andrés de Barrizales |
|
y don Francisco Quevedo. |
|
Oigo rumor... voces... ¡sí! |
|
Esa es la dueña, que chilla. |
|
Pronto, Leonardo, la silla |
|
aproximemos aquí. |
|
Así entrará sin recelo. |
(Abren la portezuela y acercan la silla a la puerta de la casa.) |
|
Séame la suerte amiga. |
|
Escena XVI |
Una persona rebozada con un manto entra apresuradamente en la silla: DON ANDRÉS y
DON MARCIAL la conducen. |
ANDRÉS |
Cayó el pájaro en la liga. |
MARCIAL |
Tragose el pez el anzuelo. |
|
¡Aprisa, cuerpo de tal! |
|
Logré robar el tesoro. |
ANDRÉS |
¡Cómo pesa el bien que adoro! |
QUEVEDO |
Tiene más fuerza Marcial. |
(Sacando la cabeza por la portezuela de la litera.) |
FIN DEL ACTO SEGUNDO. |