211
Imitación del castizo estilo del Corvacho. (N. del E.)
212
Aleluyas, cosas de contento. (N. del E.)
213
Fazia
perfumes... Es imitación del Corvacho (pte. 2, c.
3). Otra hechicera, con sus aparejos, puede verse en Apuleyo
(c. 3): «Tenia yerbas aromáticas, planchas de bronce
con letras grabadas de letras desconocidas, pedazos de hierro
de barcos naufragados, miembros de náufragos, huesos
y pedazos de cadáveres desenterrados, narices y dedos,
clavos todavía con pedazos de carne de ahorcado, vasijas
llenas de sangre de degollados, calaveras de hombres medio
devorados por las fieras y arrebatados de entre sus dientes...
»
Como después se han de aclarar con ello otras frases
del texto, bueno será aquí recordar que Demócrito
dice servir la calavera de ahorcado para medicina; que Artemon
daba a beber miel en ella contra la caducidad; que Anteo
confeccionaba brebajes, que daba a beber en ella contra las
mordeduras de perro rabioso; que Apolonio aseguraba que contra
el dolor de muelas era bueno frotarlas y las encías
con el diente de un ahorcado. Las raeduras de uñas
valían, según muchos, contra las tercianas,
cuartanas y fiebres comunes. Las hechicerías y aparejos
de las famosas hechiceras de Tesalia se describen en el libro
6 de la Farsalia, de LUCANO (v. 435-505). Falsava, alterar,
falsificar, porque las sustancias puras son caras. Con el
pachuli se falsifican hoy todos los perfumes. G. Alf., I,
3, 7: Sin falsar llaves. PÉREZ GUZM., Gener., I: Ca
si por falsar un contrato de pequeña quantia de moneda
merece el escribano gran pena. (N. del E.)
214
Estoraque,
goma del árbol así llamado, y que se cuaja
y endurece como la resina. ACOSTA, H. Ind., 4, 29. El copal
y el suchicopal, que es otro genero como de estoraque y encienso.
Menjuy o benjuy. Anime, lágrima, goma o resina de
un árbol de América y de Oriente, parecida
al incienso; su perfume, oloroso y suave, fortalece al cerebro
y la cabeza. Llámase en Castilla ánime copal;
en Méjico, copali. ACOSTA, H. Ind., 4, 29: Tienen
copia de diversas materias para perfumes y para medicinas,
como es el anime, que viene en gran cantidad. LAG., Dios.
I, 23: «El cancamo es lágrima de un árbol arábigo
semejante a la mirra, que deja grande hediondez en el gusto,
aunque usan della en los sahumerios. Sirve a perfumar los
vestidos, mezclado con estoraque y con mirra... El cancamo
de Dioscorides, la lacca de Serapion y de los otros árabes
y aquel perfume vulgar que llamamos anime en Castilla, son
una mesma cosa; no obstante que algunos varones ejercitados
en la historia medicinal tienen a nuestro anime por una suerte
de electro, viendo que echado en perfume da de sí
el mesmo olor que el electro, y fregado tiene fuerza de atraer
a sí las plumas y pajas... las cuales razones a mi
cierto no me convencen...
» LAGUNA, Diosc., I, 20: «El almizcle,
al cual llaman los latinos y algunos griegos modernos moscho,
se engendra en el ombligo de un animal semejante al corzo,
que tiene un solo cuerno en la frente: el cual, cuando anda
en celos se enciende y se torna muy furibundo. Entonces,
pues, se le hincha y apostema el ombligo y le da tan inclemente
dolor que ni come ni bebe hasta que, siendo ya maduro, se
rompe, ayudándole también a ello el mesmo animal,
con fregarse a los troncos y a las agudas piedras que topa;
adonde después con algunos pelillos rojos, que la
color del animal muestran, se halla toda la materia esprimida.
La cual en habiendo sido curada al sol, cobra un olor muy
suave y subido... Adultéranle los falsarios mezclando
con él hígado cocido y sangre quemada... Es
confortativo del corazón, aplicado por de fuera y
bebido, clarifica la vista, encubre la sobaquina y el pestilente
olor de boca, para lo cual se saben aprovechar bien dellas
cortesanas de Roma. Metido en la natura de la mujer, trae
la madre abajo y purga el menstruo... El algalia, que los
toscanos llaman zibetto... es una suciedad que se engendra
junto a los compañones de cierta especie de gato semejante
a la foena, cuando le hacen sudar, la cual vehemencia y gracia
de olor no debe nada al almizcle... El ambar pardillo...
nace como betún en ciertas balsas que están
cerca de Selequito, ilustre ciudad de las Indias, aunque
algunos creen que sea esperma de la ballena... Fortifica
el celebro y el corazón, con su olor suavísimo
conforta los miembros debilitados, despierta y aviva el sentido...
desopila la madre, sana con su perfume el espasmo, la perlesía
y la gota coral, corrige el aire pestífero y, lo que
importa mucho al bien público, es proprio para perfumar
guantes... Sofistícase el ámbar mezclando con
él tuétanos de ternera y polvos de la raíz
de la Iris.
» Mosquete, el musco, musc francés, muscus, mo/sxoj
[móschos], ital. muscato, de donde nuez moscada. Musco es el almizcle. Boc. Oro, c. 15: «E emprestole cien mil libras
de plata... e cien panes de ambar, e peso de dos mil dramas
de musco.
» Todos son perfumes que la hacendosa vieja preparaba
y vendia a las damas. (N. del E.)
215
Arambre, todavía vulgar, de donde alambre, de aerame(m). J. POLO, Humor.: Unas veces de arambre, otras de estaño. (N. del E.)
216
Solimán.
LAG., Diosc., 5, 69: «Hacese también del mesmo (azogue)
por vía de sublimación aquel pernicioso veneno,
que se dice solimán en Castilla... Del solimán
se prepara una muy famosa suerte de afeite, llamada solimán
adobado. El cual tiene tanta excelencia, que las mujeres
que a menudo con él se afeitan, aunque sean de pocos
años, presto se tornan viejas, con unos gestillos
de monas arrugados y consumidos; y antes que les cargue la
edad, tiemblan las cuitadillas como azogadas, porque sin
duda lo son, visto que el solimán solamente del azogue
difiere en esto, que es mas corrosivo y mordaz. Por donde
aplicado al rostro extirpa las señales y manchas dél;
empero juntamente deseca y consume la carne subdita, de modo
que es necesario que el pobre cuero se encoja, como dicen
que a fuerza de ser bruñido por tomar lustre se arrugaba
y encogía el pantufo muy famoso de cierto escudero
anciano llamado Pero Zapata. El cual daño, aunque
grande, se podría disimular fácilmente, si
con él no se juntasen otros muchos mayores, cuales
son la grande hidiondez de boca y la corrupción y
negrura de los dientes, que el solimán las engendra...
si quedando en las que con él se afeitan, no pasasen
mas adelante, quiero decir, a sus decendientes. Mas corno
esta infamia se semeje al original pecado y vaya de generación
en generaciones, a gran pena sabe ya andar el niño
(lo cual mueve a gran compasión), cuando se le caen
uno a uno de corrutos y podridos los dientes, y esto no por
su culpa, sino por el vicio de su madre afeitada: la cual,
si no quiere oír estas cosas, no haga esotras.
» (N. del E.)
217
Argentada parece se dijo del argen o plata, bufellada de las bujetas o pomos en que iban, cerillas de cera. (N. del E.)
218
Llanillas para allanar asperezas del rostro, lucentores para enlucir, clarimiente de claro. (N. del E.)
219
Alvalino
de albo, blanco o blanquete para la cara. Aquí tomó
el autor lo de COTA, Dial. am. y un viejo: «Yo hallo las
argentadas, / yo las mudas y cerillas, / luzentoras, unturillas,
/ y las aguas destiladas. / Yo la líquida estoraque,
/ y el licor de las rasuras; yo también como se saque
/ la pequilla, que no taque / las lindas acataduras. / Yo
mostré retir en plata / la raquil y alacrán
/ y hacer el solimán, / que en el fuego se desata...
/ Yo las aguas y lexias / para los cabellos roxos.
» (N. del E.)
220
Rasuras de gamones, raeduras de gamones o asphodelus. FRAG., Cirug. trat. simpl.: Del gamón la raíz aprovecha solamente, como dice Galeno, porque limpia y resuelve. Dioscórides dice los provechos que trae para los ojos, oídos, el menstruo, las muelas, el pelo, sabañones, albarazos (LAGUNA, Diosc., 2, 159). (N. del E.)