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ArribaAbajoJornada II

 

Salen ARÁN y JEZABEL, padres de MOISÉS.

 
ARÁN
   ¿Eso ha pasado en esa ausencia breve?
JEZABEL
En estos pocos años que has faltado,
grandes mercedes nuestro hijo debe
   al enemigo de Israel airado;
todos le estiman, nadie se le atreve; 5
que está Moisés tan bien acreditado,
que hace grande caudal de su esperanza
el que tenerlo por amigo alcanza.
   Hase mostrado valeroso y fuerte,
tanto, que el Rey de su valor se fía, 10
y a las empresas de momento y suerte
por general con su bastón le envía;
rebélase Sabá: la historia advierte,
y con una lucida compañía
partió Moisés para allanar la tierra; 15
ya seis meses y más que está en la guerra.
ARÁN
    ¿Ha escrito al Rey de sucesos algo?
JEZABEL
Escribió que Sabá se le allanaba.
ARÁN
Mucho gusto que el Rey le estime en algo,
pero no verle en nuestra ley no alaba. 20
JEZABEL
El juicio pierdo y del sentido salgo;
la paciencia y la vida se me acaba,
en no le haber quién es manifestado.
ARÁN
Sabrálo luego como sea llegado.
 

(Salen FARAÓN y la INFANTA y el CRIADO 1.º)

 
FARAÓN
   Ansí que mi general 25
deja ya a Sabá rendida.
CRIADO 1.º
No se vio valor igual.
FARAÓN
Prospere el ciclo su vida;
que es valiente y es leal.
    ¿Cuándo llegará?
CRIADO 1.º
Cargado
30
de victoriosos despojos
mira ya el Nilo sagrado.
FARAÓN
Venga en buen hora a mis ojos.
TEREMUSES
Bien le tengo deseado.
FARAÓN
   Haga fiestas la ciudad 35
y Moisés entre triunfando.
TEREMUSES
Yo beso a tu majestad
las manos.
FARAÓN
Voyle pagando
las obras de su lealtad.
ARÁN
   Advertís, dicen, que llega 40
coronado de victorias.
FARAÓN
En esa espaciosa vega
haga alarde de sus glorias
quien nuevos reinos me entrega.
   Sáquese un carro triunfal 45
lleno de columnas de oro,
en que venga el general,
recíbanle con decoro
a sus venturas igual.
CRIADO 1.º
   ¿Quién le ha de tirar?
FARAÓN
Cautivos
50
de la rebelde Sabá.
ARÁN
No habrán visto tal los vivos.
FARAÓN
Y la nobleza vendrá
honrándole a los estribos.
   Vengan todas las banderas 55
que al enemigo ha quitado,
arrastrando las primeras;
haréle en burlas honrado,
pues él a mí me honra en veras.
ARÁN
   ¡Viva Vuestra Majestad 60
mil años, para que aumente
a Moisés en calidad!
TEREMUSES
Hoy llegará vuestro ausente
y mi hijo a la ciudad.
   Lleno de victorias viene: 65
mirad si estará contenta
madre que tal hijo tiene.
JEZABEL
Yo estoylo mucho.
TEREMUSES
Sustenta.
mucha honra.
ARÁN
Ansí conviene.
TEREMUSES
   Y vos, amo de mi hijo, 70
¿dónde habéis estado?
ARÁN
¿Yo?
En un vïaje prolijo,
JEZABEL
Dos horas ha que llegó.
ARÁN
Al tiempo del regocijo.
 

(Dentro ruidos como que corren caballos, con gran grita, y dicen dentro: «¡Aparta, aparta!» sonando ruido de cascabeles, y prosigue ARÁN.)

 
   Que ya la ciudad comienza 75
a celebrar la victoria.
TEREMUSES
Hágase al mundo notoria.
JEZABEL
Mil reinos tu hijo venza.
ARÁN
Mil siglos dure su gloria.
FARAÓN
   Ya debe de haber llegado, 80
pues tal alboroto suena.
TEREMUSES
Téngole tan deseado,
que no se cómo el arena
del gran Nilo no he pisado.
FARAÓN
   Vamos a mi corredor, 85
donde veremos pasar
en su triunfo al vencedor.
 

(Vanse el REY, la INFANTA y el CRIADO 1.º, y quedan ARÁN y JEZABEL.)

 
ARÁN
Aquí le quiero esperar;
que aquí le hablaré mejor.
   Ya basta el silencio, basta: 90
sepa Moisés como es
de la israelita casta,
y gaste en lloros después
el tiempo que en fiestas gasta.
   Muestre aquí cómo es verdad 95
que de fieles padres nace,
y con santa libertad,
las honras que el Rey le hace
trueque por su enemistad.
JEZABEL
   Ya llega el tiempo, y es cosa 100
muy rara ver la grandeza
de la ciudad populosa;
el caer de tanta alteza
vuelta ha de ser peligrosa.
 

(Tocan música y entra MOISÉS muy bien aderezado en un carro, coronado de laurel; algunas banderas arrastrando; delante acompañamiento. Tiran el carro cuatro guineos de Sabá con sus reatas como caballos. Viene en el carro MOISÉS en una silla alta, y el REY DE SABÁ, negro, atado con una cadena, y cautivos atados a la misma silla de MOISÉS. Dan una vuelta estando el REY FARAÓN y la INFANTA TEREMUSES, DATÁN y AVIRÓN arriba, en el corredor, y abajo, en el tablado, ARÁN, JEZABEL, sus padres de MOISÉS, y dice ARÁN.)

 
ARÁN
   ¡Que tal a mi hijo veo! 105
De puro contento lloro.
¡Oh pueblo cautivo hebreo,
por aquel gran Dios que adoro
que ya verte libre creo!
DATÁN
   De envidia deste hebreo 110
estoy reventando aquí.
FARAÓN
¿Qué os parece del trofeo
con que entra Moisés, decí?
AVIRÓN
Que lo miro y no lo creo.
DATÁN
    No tienes en la memoria 115
la corona derribada,
pues que le das tanta gloria.
FARAÓN
Si fue culpa, ya es pasada.
AVIRÓN
Ya pasó, mas es notoria.
JEZABEL
¡Qué majestad representa 120
si la empleara mejor!
FARAÓN
Hoy en mi silla te asienta,
valeroso vencedor
de aquella ciudad exenta.
    ¿Cómo vienes?
MOISÉS
Tan honrado
125
con el favor que me has hecho,
que me doy por bien pagado
de ver herido mi pecho
y mi cuerpo desangrado.
   Llegué, su gente vencí; 130
que como tu majestad,
por ser yo tuyo, iba en mí,
rindióseme la ciudad
y al Rey traigo preso aquí.
   Ya subo a besar tus pies 135
y a mi madre.
FARAÓN
No es razón:
triunfad y venid después:
   extiéndase la opinión
del valeroso Moisés.
TEREMUSES
    De victoria tan honrada 140
más premio es bien que procures.
AVIRÓN
¡Oh Majestad engañada,
mejor será que asegures
la corona derribada!
 

(Quítanse del corredor el REY y la INFANTA y los demás.)

 
ARÁN
   De veros, Moisés, triunfar, 145
como los dos os criamos,
no cesamos de llorar,
¿conocéisnos?
MOISÉS
¡Oh, mis amos,
a fe que os he de abrazar!
   Ya no quiero más trofeo 150
pues os he hallado aquí.

 (Apéase del carro y abraza a sus padres.) 

JEZABEL
Que es buena mi dicha creo,
pues la leche que te di
bien agradecida veo.
MOISÉS
   Tanto veros deseaba, 155
que el deseo me vencía
donde vencedor estaba.
¿Tenéis salud, madre mía?
JEZABEL
No verte me la quitaba.
MOISÉS
    ¿Y vos, padre?
ARÁN
¡Qué buen nombre!
160
Mucho mejor te agradezco.
MOISÉS
¿Pues cómo queréis que os nombre?
ARÁN
Así, porque lo merezco.
MOISÉS
No tiene el mundo tal hombre:
   no hay al mío amor igual: 165
mandadme en qué os aproveche;
que donde hay sangre real,
el que es buen hijo de leche
es buen hijo natural.
ARÁN
   Toda esa gente despide. 170
que tengo mucho que hablar
contigo, y ella lo impide.
MOISÉS
Aunque deje de triunfar
haré lo que se me pide.
   Dejadme solo y llevad 175
a palacio el Rey cautivo.
REY NEGRO
¡Ah, perdida libertad!
 

(Vanse todos y quedan MOISÉS y sus padres.)

 
MOISÉS
Mirad qué obediente os vivo
viéndome en tal majestad.
    ¿Que me queréis?
ARÁN
Deshacer,
180
Moisés, esas torres vanas
que ya se van a caer,
que vanidades gitanas,
cuando son más, son sin ser.
   No sé si te ha de pesar 185
o si te ha de dar cuidado
lo que te quiero avisar,
porque estás muy levantado
y altera mucho un bajar.
MOISÉS
   ¿Qué es lo que decirme quieres? 190
Que bien alterado estoy:
no importa aunque más me alteres.
ARÁN
Ya sabes, Moisés, quién soy.
MOISÉS
Sí se.
ARÁN
Pero no quién eres.
MOISÉS
   Quién soy sí sé. ¿No soy hijo 195
de la Infanta, y del Rey nieto?
ARÁN
Eso tu opinión lo dijo.
MOISÉS
¿Y no lo soy, en efeto?
ARÁN
En afligirte me aflijo.
MOISÉS
   Mucha alteración recibo; 200
di quién soy, ¿por qué te atajas?
ARÁN
Allana el valor altivo,
pues de nieto de un Rey bajas
a ser hijo de un cautivo.
MOISÉS
¿Quién es el cautivo?
ARÁN
Yo;
205
por padre natural tienes
al mismo que te crió;
que tu fortuna trocó
hoy en mis males tus bienes.
   Honra y defiende estas canas 210
hoy, Moisés, y no te acuerdes
de vanidades gitanas;
que si el ser gitano pierdes,
el ser israelita ganas.
   Y el ser hijo de Israel, 215
mira que no te está mal,
pues naciste de mí en él;
que yo te di ser real
y él te ha dado sangre fiel.
   No te dé desconfianza 220
verte hoy soberbio y ya llano;
que en todo estado hay mudanza,
y cuando el Rey es gitano,
poco dura la privanza.
   Honra más calificada 225
tienes y opinión más rica
por ganar, que la ganada;
que algún gran bien pronostica
la corona derribada.
   Parece que estás sin brío; 230
responde, ingrato, responde;
que todo su poderío
del Rey no te ha puesto a donde
te pone el ser hijo mío.
   Más calidad te he yo dado 235
con la sangre que te doy,
que el Rey con todo su estado;
que ¡vive el Señor! que soy
deudo de Rey más honrado.
MOISÉS
   Padre, si es mi dicha tanta 240
que, como dices, lo eres,
no el verte, padre, me espanta,
porque el ser que tú me dieres
es el ser que me adelanta.
   Como padre te obedezco; 245
y abrazo a mi honrada madre,
y de placer me enternezco;
que en ser hijo de tal padre
subo donde no merezco.
   Lo que lloro y lo que siento 250
es no ser desengañado
antes, y así me arrepiento
de haber contra Dios fundado
unas torres en el viento.
   Fundé mi ignorancia en él, 255
que cuando arrojé, mozuelo,
del Rey de Egipto el laurel,
me dijo una voz del cielo
que era hijo de Israel.
   Y arrojéle despechado, 260
pero apenas le arrojé,
cuando luego, apesarado
de aquellas voces, quedé
de todo punto olvidado.
   Ea, Israel maltratada, 265
que en mí nació tu ventura,
que, aunque hasta ahora olvidada,
tu libertad asegura
la corona derribada.
   Ésta es mi resolución. 270
y ahora decidme el modo
como vine a Faraón.
ARÁN
Despacio lo sabrás todo.
JEZABEL
Es caso de admiración.
MOISÉS
   Vamos a vernos con él, 275
y vos, madre, nuevamente
abrazad a un hijo fiel.
JEZABEL
El cielo tu vida aumente
para salud de Israel.
 

(Vanse y sale el GITANO enamorado de ROSELIA.)

 
GITANO
Diez años ha que muero 280
por mi enemiga amada, y tantos ella,
sólo porque la quiero,
ha dado en ser ingrata como bella;
que no hay cosa más fría
que una mujer si en no querer porfía. 285
   Con mil ruegos y quejas
la procuro ablandar, pero no puedo;
que cierra las orejas
como serpiente que al encanto ha miedo,
quedándose obstinada; 290
que quien no quiere bien, no quiere nada.
   Ahora se me ofrece
una buena ocasión, que su marido
desde ayer no parece;
quiero llamar, y serlo yo fingido; 295
que la noche me ayuda,
y si le espera, me abrirá sin duda.
    ¡Ah de casa!
 

(A la ventana ROSELIA.)

 
ROSELIA
¿Quién llama?
¡Ay, niño Amor, si mi marido fuese!
GITANO
Es un hombre que os ama, 300
Leví soy, ¿no me abrís?
ROSELIA
Mi bien es ése
y tanto se tardaba,
que con mil sobresaltos le esperaba
   ¡Oh dulce noche mía,
gracias te doy por cuanto bien me has dado 305
Esperad, mi alegría:
ya bajo a abrir, y si venís cansado,
descansaréis, bien mío,
del modo que en el mar descansa el río.
GITANO
   ¡Oh, dichoso el amante 310
que estas razones sin engaño oyera
¿Hay gusto semejante?
Veis aquí un mármol convertido en cera:
¡qué esquiva es una dama
si da en aborrecer ¡qué tierna si ama! 315
   A mi engaño agradezco
este rato de gusto que he tenido;
que aunque por mi merezco
algún favor; en fe de su marido,
que dije que lo era, 320
escuché de ella la razón primera.
 

(Entra LEVÍ con un azadón.)

 
LEVÍ
    Largo y prolijo día,
muy en buen hora vais dejarme un rato
gozar de mi alegría;
que si tengo algún gusto, le dilato 325
hasta la noche amada,
que arrojo de los hombros el azada.
   ¿Quién se me ha puesto al paso?
¿Quién puede ser? ¡Ay, Dios! Mi puerta suena,
¡si fuese aquesto acaso 330
algún presagio cierto de mi pena!
Mi puerta se me abre ahora.
¡Oh mi mujer falsa, aleve, engañadora!
GITANO
    Abriendo está mi alegría,
quiero encubrirme al entrar. 335
 

(Entra ROSELIA.)

 
ROSELIA
Entrad, esperanza mía.
LEVÍ
¿Qué tengo más que esperar?
Cierto es ya cuanto temía.
   ¿Dónde vas, ladrón perjuro
de mi gusto y de mi honor? 340
Que si por dicha ese muro
te ha derribado el amor,
otro hay en mí más seguro.
   ¿Quién tal libertad te dio?
¿Qué leyes te dan franqueza? 345
Pero ¿quién no se admiró
que escales tú fortaleza
donde soy alcaide yo?
   Tente, vuélvete y pondera
qué hicieras tú contra aquel 350
que tal agravio te hiciera.
ROSELIA
Mi marido es éste, es él,
y, este traidor no lo era.
GITANO
   Perdióse mi pretensión;
pero por otro camino 355
vaya mi imaginación:
matar a éste determino
porque viva mi afición.
   Hombre ¿qué quieres aquí?
LEVÍ
¿Qué quiero en mi casa yo, 360
tal me preguntas a mí?
GITANO
¿Tu casa esta? Eso, no.
LEVÍ
Mi casa esta, eso sí.
ROSELIA
   Engañoso forastero,
deja a mi marido entrar; 365
que yo a mi marido espero.
GITANO
Antes le quiero matar.
LEVÍ
¿Tú quieres? Pues yo no quiero.
   Aunque, pues, esa malvada
tanto favor te hacía, 370
en mí ensangrienta tu espada,
y entra en esa casa mía,
por mi ingrata enajenada.
   ¡Ah, Roselia! ¿Qué paciencia
sufrirá tal deshonor? 375
¿Cómo has hecho esta insolencia?
¿Éste era tu mucho amor?
¡No hay amor donde hay ausencia!
 

(Entra MOISÉS, de ronda.)

 
MOISÉS
   A ver a mis padres voy,
por no dar nota de día 380
de quién son o de quién soy.
ROSELIA
No ha sido la culpa mía,
esposo: inocente estoy.
   Ese traidor me engañó.
MOISÉS
Me engañó. ¿Y qué fue el engaño? 385
ROSELIA
Y en nombre tuyo llamó.
GITANO
Y tú, ahora, por más daño,
has de morir.
MOISÉS
Eso no.
LEVÍ
   ¡Que en nombre mío llamabas
para entrar, traidor gitano! 390
¿Qué querías? ¿Qué intentabas?
GITANO
Ver lo que quiero.
MOISÉS
¡Oh tirano,
que tan gran traición pensabas!
   El ofendido es Leví:
quiérole favorecer. 395
Muera el ofensor aquí:
¿y quiéreste defender
tú, cobarde, contra mí?
GITANO
    ¡Ay, que me han muerto!
MOISÉS
Moisés
te mata por tus traiciones. 400
LEVÍ
En obligación me pones
de que te bese los pies.
MOISÉS
   No, no, recógete presto;
que éste es muerto, y quizá
te pondrán la culpa de esto. 405
Vete, que a mi cargo está,
que en tu defensa me he puesto;
   yo le echaré donde el mundo
no le hallará jamás.
LEVÍ
Adiós, varón sin segundo. 410

 (Vase LEVÍ.) 

MOISÉS
Vete, que seguro vas;
que en hacerte bien me fundo.
   Ahora bien: loco amador
de Roselia, vamos presto,
y agradecedme el favor, 415
pues con medio tan honesto,
os he quitado el amor.
   Vos, Babilonia agraviada,
mirad por vuestros gitanos,
que hoy dará, si a Dios le agrada, 420
otra caída en mis manos
la corona derribada.
 

(Lleva el muerto, y vase, y salen DATÁN y AVIRÓN.)

 
DATÁN
    ¿Viose tan gran insolencia?
Que se juzga Rey sospecho.
AVIRÓN
El favor que el Rey le ha hecho 425
le ha dado tanta licencia.
DATÁN
   No le contradiga en nada,
que él va, si lo vais notando,
poco a poco derribando
la corona derribada. 430
   Por estos ojos le vi
cuando en el pozo le echó.
AVIRÓN
¿Vistes dónde le mató?
DATÁN
A su puerta de Leví.
AVIRÓN
    ¿Y por qué ocasión?
DATÁN
No sé,
435
porque cuando yo pasaba,
ya el gitano muerto estaba,
o casi al morir llegué.
   Tomóle al hombro Moisés,
y yo siguiéndole fui 440
basta que arrojarle vi.
En el pozo.
AVIRÓN
¡Por Dios bien!
   ¿Pues cómo, hijo del Nilo,
tanto atrevimiento cobras?
Fíese el Rey de tus obras, 445
que llevan galán estilo.
    Con esta ocasión podemos
vengarnos a buena ley.
DATÁN
Halo de saber el Rey.
AVIRÓN
Pues sea luego, ¿qué hacemos? 450
 

(Entra MOISÉS, solo.)

 
MOISÉS
   Con gran confusión estoy,
que He visto al Rey, y me mira
con una enfadosa ira;
no hay fiar en él; que soy
   al fin hijo de Israel, 455
y aunque me ha hecho amistad,
con mucha facilidad
hallaré la muerte en él;
   Datán y Avirón me han visto;
¡oh, ingratos a vuestra ley! 460
Éstos, a quien oye el Rey,
me hacen con él malquisto.
DATÁN
    Espántome cómo sale
tan sólo Su Majestad.
AVIRÓN
¡Qué toldo! ¡qué gravedad! 465
DATÁN
No hay Rey que a la suya iguale;
   hasta que morir le vea
no tengo de descansar.
MOISÉS
¿Cuándo ha Dios de castigar
estos lobos de Judea? 470
   Decidme, leones bravos,
vestidos de pieles mansas,
envidiosos israelitas,
verdugos de vuestra casta;
descendientes de Leví, 475
¿descendientes digo?, manchas
que habéis caído en su sangre
con tantas obras honradas;
¿qué pensamientos son éstos,
qué obras o qué palabras, 480
que con el pueblo me venden
y con el Rey me desgracian!
¿Qué decís de mí, traidores?
¿Qué descuidos o qué faltas
habéis hallado en mi vida? 485
¡Si las sabéis, publicaldas!
A las orejas del Rey
mis amigos siempre os hallan,
y mis amigos me avisan
que me hacéis amistad falsa. 490
Como estáis en Babilonia,
sois Nembrodes que dais trazas,
y hacéis vosotros la torre
y en mí la confusión para;
pero si no os enmendáis 495
de tantas obras villanas,
como el grifo a Prometeo
os romperé las entrañas.
La tierra os trague, enemigos,
y cuando vais entre ramas, 500
el desdichado Absalón
os dé toda su desgracia.
Al pie de otro monte os vean
los ojos que más os aman,
subir, como otro Sisifo, 505
la piedra que sube y baja.
Como a Tántalo, os anegue
hasta los hombros el agua,
y si quisierdes bebella
no os pase de la garganta. 510
Su árbol lleno de fruta,
cuando la hambre os deshaga,
pues sois Tántalos, os niegue
el comer de sus manzanas.
Un viento os lleve a sus nubes, 515
de donde, hechos migajas,
vengáis, traidores, al suelo,
que de teneros se cansa.
AVIRÓN
Modera, Moisés soberbio,
las maldicientes palabras, 520
o seas nieto del Rey,
o tengas sangre villana;
que el Nilo sabe quién eres,
y allanarás la arrogancia
que llevas, tan alta y necia, 525
si el Nilo te desengaña.
Tanta soberbia, Moisés,
tanto enojo y tanta saña,
¿quieres matarnos con ella
por no ensangrentar tus armas? 530
Pues ya las tienes sangrientas,
y por ventura manchadas
con la sangre del gitano
que anoche quitaste el alma.
Testigos hay del delito 535
y ya lo sabe la fama,
que a las orejas del Rey
le lleva, de ti agraviada.
No Pienses que han de valerte
tus balbucientes palabras; 540
que el que te hizo hasta ahora
haremos que te deshaga.
 

(Vanse, y queda MOISÉS suspenso.)

 
MOISÉS
   Éstos el caso han sabido;
perdido soy; no he de ver
el rostro al Rey ofendido; 545
iréme, todo es caer
de la alteza a que he subido.
   No más Babilonia: afuera
de mi afición, Faraones;
que de la misma manera 550
que han muerto tantos varones
de Israel, queréis que muera;
   la pompa quiero dejar,
aunque seguro la goce,
y adiós, me voy a buscar 555
doce tribus, si sois doce,
y os volveré a libertar;
   que una inspiración me dice
que he de ser de Faraón
fuerte vencedor felice, 560
y no fue sin ocasión
el homicidio que hice
   Ea, inspiración sagrada,
que vos me dais a entender
que por mi industria y mi espada 565
ha de volver a caer
la corona derribada.
 

(Entran ARÁN, JEZABEL, AARÓN y MARÍA.)

 
ARÁN
   Espera, Moisés, verás,
pues te comunico llano,
a quien no has visto jamás; 570
éste es Aarón, y es tu hermano;
por hermano le tendrás.
   Ha estado ausente de aquí
y es mayor que tú tres años,
sino que a criar le di, 575
temeroso de mil daños
que han sucedido por ti;
   pero ahora le he traído
porque le tengo afición.
MOISÉS
Seas, hermano, bien venido; 580
en efecto, eres Aarón;
gusto haberte conocido;
 

(Abrázanse.)

 
y vos, hermana María,
también me habéis de abrazar.
MARÍA
Sólo por eso venía. 585
MOISÉS
María sois: algún mar
os conocerá algún día.
MARÍA
    Ya me conoce el Bermejo,
en cuyas claras orillas
me miro como en espejo. 590
MOISÉS
En él harán maravillas
Dios, su acuerdo y su consejo;
   pero ¿qué espíritu nuevo
es el que ahora habla en mí?
¿Dónde el pensamiento llevo? 595
Misterios, bien sé que os vi,
pero más silencio os debo.
   Vos, hermano, perdonad,
y toda vuestra jornada
por extenso me contad. 600
AARÓN
Diréla, pero abreviada.
JEZABEL
Hijo, di con brevedad.
AARÓN
   Salí de Jerusalén,
pasé a Egipto y entré en Siria
de poco más de diez años; 605
diez dije: aún no los tenía.
Crecí, en opinión del mundo,
en costumbres, fama y vida,
ganando las voluntades
más ásperas y más tibias; 610
cuando tuve veinte años
volví en mí: diome codicia
de estudiar, mediante el cielo,
importantes disciplinas;
en poco tiempo la fama 615
hinchó su saca de minas,
de alabanzas de mi nombre
y no sé si bien debidas;
llamábanme el elocuente,
y las más nobles familias 620
en competencia me daban
con grandes dotes sus hijas;
aficionéme entre todas
a Isabel, hija legítima
del famoso Aminadab, 625
y aficionado escogíla;
tuve cuatro hijos della
que representan mi vida,
Nadab, Eliú, Eliazar
y Tamar, que dejo en Siria; 630
y sabiendo que mi padre
en Babilonia vivía,
con los tres hijos mayores
vine a hacer esta visita;
llegué a su casa esta noche, 635
donde me ha dado noticias
de tus dichosos sucesos,
si estar desterrado es dicha.
MOISÉS
   Gusto que en esta ocasión
vengas, porque gusto es 640
que en ausencia de Moisés
quede con mi padre Aarón.
AARÓN
   ¿Cómo ausencia? ¿Dónde vas?
MOISÉS
Hago un forzoso camino;
que a nuevas obras me inclino 645
que han de acreditarme más.
JEZABEL
    ¿Y cómo dejarnos quieres,
hijo, en tanta soledad?
MOISÉS
Es de mucha calidad
mi viaje.
ARÁN
Donde fueres
650
llevarás mi bendición,
y tanto Dios te adelante,
que solo tu nombre espante
al soberbio Faraón.

 (Híncase de rodillas.) 

   Mira que dejas cautivo 655
tu pueblo; mira, Moisén,
que queda Jerusalén
anegada en llanto esquivo;
   no quiero decirte más;
que, pues por ir desterrado 660
tanta grandeza has dejado,
llamado del cielo vas.
JEZABEL
   ¿Es posible que sin ti
he de vivir solo un día?
Llévame en tu compañía, 665
¿quieres, hijo?
MOISÉS
Madre, sí;
   solo un paso no me muevo,
querida madre, sin vos.
JEZABEL
¿Por qué no iremos los dos?
MOISÉS
En mi corazón os llevo. 670
JEZABEL
   ¿Y cuándo piensas tornar?
MOISÉS
No sé, madre.
JEZABEL
¡Ay, suerte triste,
que apenas me conociste
y ya me quieres dejar!
MOISÉS
   Ya llevo la bendición 675
de mi padre: un vuestro abrazo,
madre, espero.
JEZABEL
Despedazo
de lástima el corazón.
MOISÉS
   Ea, adiós; Aarón, regala
a vuestros padres; adiós. 680
JEZABEL
A este golpe, santo Dios,
ningún sufrimiento iguala.
ARÁN
   A Dios ruego, prenda amada,
que sea con brevedad,
para nuestra libertad, 685
la corona derribada.
 

(Vanse, y salen MADIÁN SÉFORA, pastora, y DANTISO, pastor.)

 
SÉFORA
    Que no, Dantiso: eso no:
yo no sé querer, sin duda.
DANTISO
Naturaleza formó
en ti la hermosura muda 690
y no la perficcionó
   no; porque su perfección
es rendir el corazón,
y tú tan libre le tienes,
que fundas todos tus bienes 695
en mi desesperación;
   a tu padre Yetro quiero
pedirte para mujer,
y alcanzarlo dél espero.
SÉFORA
¿Ya empiezas a enloquecer? 700
DANTISO
Quien ama es loco primero.
SÉFORA
   Primero mi voluntad,
Dantiso amigo, granjea.
DANTISO
Hallo gran dificultad.
SÉFORA
Pues no sé yo quién desea 705
mujer de esa calidad;
   de puro ciego y perdido
estás, amigo, engañado.
DANTISO
Sólo en quererte lo he sido.
SÉFORA
No puede haber buen casado 710
sin ser primero querido;
   yo soy de aquesta opinión.
DANTISO
Y yo por la misma paso
y culpo tu sinrazón.
SÉFORA
La mujer casada acaso, 715
¿acaso tiene afición?
 

(Entra YETRO, mayoral, padre de SÉFORA.)

 
DANTISO
   Tu padre viene, cruel,
y pues tan tirana eres,
confío en el cielo fiel
que lo que por mí no hicieres 720
lo tienes de hacer por él.
YETRO
   Séfora, es hora ya
de que beba tu ganado;
que es lo que esperando está.
SÉFORA
Padre, su vez no ha llegado. 725
YETRO
Pues paciencia, llegará.
   ¿Qué hace Dantiso aquí?
DANTISO
Procuro servirla en algo
por lo que te debo a ti.
YETRO
Por su fiador quedo y salgo. 730
DANTISO
Luego cobraré de ti.
YETRO
   Tanta vuestra virtud es,
que como a hijo os estimo.
DANTISO
Eso mostrarás después.
SÉFORA
Regálame como primo. 735
DANTISO
Es servirte mi interés.
 

(Entra MOISÉS como ganadero.)

 
MOISÉS
    Según las nuevas me dan
los pastores que he topado,
esta tierra es Madián.
YETRO
¿Dónde bueno vais, soldado? 740
MOISÉS
Donde mis desdichas van.
YETRO
   ¿Tenéis algo, por ventura,
en Madián que hacer?
MOISÉS
¡Oh, divina hermosura,
ob, sol, oh luna, oh mujer, 745
fuego hermoso y lumbre pura!
   Tanto en sus ojos me elevo;
que no sé dónde me estoy.
SÉFORA
¡Qué bello y galán mancebo!
MOISÉS
¿Preguntáisme dónde voy? 750
DANTISO
Ponzoña de celos bebo;
   mucho al forastero mira.
MOISÉS
A Madián vengo a ver,
que por no se qué mentira
un rey me quiso prender, 755
y vengo huyendo su ira.
   Que aunque era mucho el favor
que en su corte me hacía,
trocóse en odio el amor,
la amistad en tiranía, 760
porque intervino un traidor.
   Ya vengo determinado
a vivir más recogido;
que, en fin, es más acertado
vivir seguro perdido, 765
que temeroso ganado.
   Si recibirme queréis,
en vuestro servicio quedo.
YETRO
Buena presencia tenéis;
pero...
MOISÉS
Que no tengáis miedo
770
que en muchas faltas me halléis.
YETRO
   ¿De qué me podéis servir?
MOISÉS
Cuanto quisierdes sé hacer.
SÉFORA
Bien le podéis recibir.
DANTISO
Hombres de buen parecer, 775
diamantes suelen rendir.
   Ya mi enemiga desea
que quede; un temor me abrasa,
sin saber qué cosa sea,
esa que dejé en tu casa 780
porque te hable y te vea;
   que ya parece le miras
con demasiada afición.
SÉFORA
Con tan buen decir me admiras.
DANTISO
¿Luego no tengo razón? 785
SÉFORA
Sueles decir mil mentiras.
DANTISO
   Pero ahora no mentí.
YETRO
¿Sabréis guardar mi ganado?
MOISÉS
¿Guardar ganado? Eso sí.
YETRO
¿Habéislo otra vez guardado? 790
MOISÉS
No, pues no me guardé a mí;
   pero a todo sé aplicarme,
y gustaré de probar,
siquiera por ensayarme,
a ver qué habré de guardar, 795
ya que no supe guardarme.
SÉFORA
   En viéndole satisfice
mi alma: sin duda es
mi suerte por él felice.
YETRO
¿Y cómo os llamáis?
MOISÉS
Moisés
800
SÉFORA
¡Con qué donaire lo dice!
MOISÉS
   Moisés me llamo, y deseo
acertar a daros gusto.
YETRO
En vuestra traza lo veo.
SÉFORA
Es galán, aunque robusto, 805
y aunque es moreno, no es feo.
MOISÉS
   Aunque no es muy delicada,
es de buena proporción:
blanca, rubia y colorada;
ojos, buenos ojos son, 810
no me descontenta nada.
   ¡Ay, Dios!, Si ésta fuese honesta,
como he hallado mujer...
Ahora bien; amo, ¿qué resta?
YETRO
Sólo que entréis a comer, 815
que espera la mesa puesta.
SÉFORA
   Vamos, Moisés, ¿comeréis?
MOISÉS
Vamos, hermosa pastora.
SÉFORA
Séfora me llamaréis.
MOISÉS
No bastará, mi señora. 820
 

(Van SÉFORA y su padre.)

 
DANTISO
Digo, galán...
MOISÉS
¿Qué queréis?
DANTISO
   Paréceme, o me engañé,
que Séfora os pareció
no mal.
MOISÉS
¿Porque la miré?
DANTISO
Y ella también os miró. 825
MOISÉS
¿Mirar, decís? Poco fue.
   ¿Hay más de qué me advertir?
Porque volveré en comiendo.
DANTISO
Yo la pretendo servir.
MOISÉS
Y yo también la pretendo. 830
DANTISO
Mataréte.
MOISÉS
Pues morir.
DANTISO
   Yo pretendo me casar
con ella.
MOISÉS
Lo mismo intento.
DANTISO
¡Qué lindo desesperar!
MOISÉS
Voyme, pues sabes mi intento. 835
DANTISO
    Espera.
MOISÉS
No hay que esperar.

 (Vase MOISÉS.) 

DANTISO
Abrasado en celos quedo;
y tiene el hombre buen talle.
Téngole notable miedo;
que si ella comienza a amalle, 840
sin mi pretensión me quedo.
   Mas lluevan desconfianzas,
azares y desconsuelos,
que el fuego de mis recelos
quemará sus esperanzas. 845
 

(Vanse, con que da fin la segunda jornada. Habrá entremés o baile forzoso.)

 

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