101
Feliú Cruz, op. cit. págs. 115 y 116. (N. del E.)
102
Sobre las posiciones de los partidos Radical, Liberal, Nacional y Liberal Democrático (balmacedista) y del mismo Partido Conservador véase Feliú Cruz, op. cit., págs. 114-124, 132 y 133; Fernando Ortiz L., El movimiento obrero en Chile 1891-1919 (Madrid, Ediciones Michay S.A., Libros del Meridión, 1985), págs. 250-259. Este último autor reproduce los programas de todos los partidos políticos en el apéndice de su libro. Op. cit., págs. 287-308. (N. del E.)
103
Arturo Alessandri, Habitaciones para obreros, memoria para optar al grado de Licenciado en la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas (Santiago, Imprenta Cervantes, 1893). (N. del E.)
104
Op. cit., pág. 9. (N. del E.)
105
«Los pobres», La Ley, Santiago, 1 de enero de 1896. (N. del E.)
106
Ibid. (N. del E.)
107
Ibid. (N. del E.)
108
«Los pobres»..., op. cit. (N. del E.)
109
Ibid. (N. del E.)
110
Hasta comienzos del siglo XX la diferenciación entre estas corrientes no fue clara. Al interior del Partido Democrático existían tendencias radicales influenciadas por el anarquismo y el socialismo. Por otra parte, las fronteras entre el socialismo marxista y el socialismo libertario eran más bien difusas. (N. del E.)